Entre vi?edos, monasterios y pueblos con encanto en el coraz¨®n verde de Chipre
La cordillera de los Tro?dos despliega iglesias bizantinas reconocidas por la Unesco, las mejores bodegas del pa¨ªs y una naturaleza agreste que esconde las esencias de la isla m¨¢s oriental del Mediterr¨¢neo
El verdadero car¨¢cter de Chipre se aprecia recorriendo, a pie o en coche, el macizo de Tro?dos, el mayor de los sistemas monta?osos de la isla m¨¢s oriental del Mediterr¨¢neo. Adentrarse en estos extensos?bosques, donde habitan especies bot¨¢nicas como el pino de Alepo, el cipr¨¦s, y los raros cedro de Chipre y encina dorada, es conectar con la parte m¨¢s rural y tradicional de la isla. Con sus 1.952 metros de altura, el monte Olimpo, el m¨¢s alto de Chipre, ejerce de gran vig¨ªa con vistas a los valles de Limassol, Larnaca y la gran llanura de Mesaorie. Los Tro?dos, que ocupan el centro y el oeste chipriotas, son el reverso de las playas tur¨ªsticas y de las grandes ciudades de este rinc¨®n del Mediterr¨¢neo Oriental, cargado de historia y dividido, desde 1974, entre griegos y turcos. En invierno, los esquiadores y aficionados al snowboard se deslizan por las pistas de su vertiente norte, mientras que el resto del a?o, estas picudas monta?as son perfectas para hacer p¨ªcnic, senderismo, observar aves o montar en bicicleta.
Adem¨¢s de la belleza natural de paisaje ¨Cprotegido en su mayor parte por un parque natural que abarca m¨¢s de 90 kil¨®metros cuadrados¨C estas monta?as est¨¢n salpicadas de pueblos de postal con calles adoquinadas, cuestas escalonadas y arquitectura popular. Sus valles y monta?as esconden tambi¨¦n iglesias medievales con interesantes frescos e inesperados monasterios, museos y algunas de las mejores bodegas de Chipre.
Al encuentro de monasterios y villas atemporales
Cuando se llega a los Tro?dos desde las tur¨ªsticas playas chipriotas, lo que m¨¢s sorprende es la persistencia de una forma de vida diferente, solo superficialmente tocada por la modernidad del siglo XXI. A 90 kil¨®metros al suroeste de Nicosia, la ¨²ltima capital dividida de Europa, emerge la tranquila localidad de Platres, recostada sobre la vertiente sur de la cordillera de Tro?dos, y desde donde se puede tomar una carretera de monta?a que conecta algunos de sus enclaves m¨¢s interesantes, como el monasterio de Tro?ditissa o los pueblos de Prodoomos, Paliomylos o Agios Dimitrios, para terminar en Foinis con un buen almuerzo a base de productos sencillos.
La primera parada obligada, a tan solo siete kil¨®metros de Platres, es el monasterio de Tro?ditissa, del siglo XIII, que irrumpe entre espesos pinos en lo alto de un desfiladero escarpado, a 1.500 metros de altura. Fue fundado en el a?o 990 tras el descubrimiento de un icono de la virgen ba?ado en plata de valor incalculable, al parecer tra¨ªdo desde Asia Menor, y que los chipriotas creen que ayuda a la fertilidad. La iglesia del monasterio, construida en 1731, est¨¢ actualmente cerrada al p¨²blico ya que es parte de una orden religiosa en activo. Sin embargo, con un poco de amabilidad y paciencia, tal vez podamos conseguir que los monjes nos dejen entrar a verla.
M¨¢s adelante, siguiendo la carretera de monta?a, las ¨¢reas de p¨ªcnic sombreadas invitan a hacer una pausa en los refrescantes bosques de pinos, antes de llegar a Prodromos, muy popular entre los amantes de los deportes de monta?a y de nieve. Encajonado a 1.380 metros de altitud, es el pueblo m¨¢s elevado de Chipre y est¨¢ rodeado de exuberantes huertos con manzanos, melocotones, ciruelos, almendros y casta?os. Adem¨¢s, es el principal centro de deportes de invierno de la isla, con tres pistas de esqu¨ª ubicadas en el cercano monte Olimpo.
De regreso hacia el sur, es f¨¢cil toparse con villas atemporales apenas tocadas por el turismo y semiocultas entre la vegetaci¨®n y las vides, como Paliomlylos y Agios Dimitrios, ambas de origen bizantino. Un poco m¨¢s adelante se llega a Foini, un buen lugar para detenerse a tomar unos loukoumades (dulces similares a las delicias turcas, pero aromatizados con bergamota en lugar de agua de rosas tradicional) y un caf¨¦ fuerte. Foini es tambi¨¦n conocido por su cer¨¢mica hecha a mano y las pitharia (tinajas de barro).
Commandaria, el tesoro enol¨®gico de los Tro?dos
Uno de los principales reclamos de estos buc¨®licos enclaves chipriotas es su asentada cultura vitivin¨ªcola. Las vides que proliferan casi en cualquier ladera de los Tro?dos permiten elaborar unos poderosos blancos y tintos, as¨ª como el vino dulce commandaria, de color ¨¢mbar y con un sabor que recuerda a las pasas, caramelo y frutas secas. Es sin duda el gran embajador de esta zona interior de la isla, en cuyas monta?as lleva fermentando desde la ¨¦poca bizantina, siendo uno de los vinos con denominaci¨®n de origen m¨¢s antiguos del mundo.
Entre las localidades de Platres y Agros se puede completar un recorrido enol¨®gico, la llamada Ruta del Vino 6, que abarca m¨¢s de 14 pueblos, dos importantes bodegas y algunos de los mejores vi?edos familiares de la regi¨®n. Est¨¢ muy bien se?alizada (seguir los letreros verde y burdeos con un s¨ªmbolo de una uva y el n¨²mero 6) y es un circuito largo y sinuoso, en el que conviene hacer muchas paradas para degustar sus riquezas y, eso s¨ª, asignar un conductor que no beba m¨¢s de lo permitido. Una de estas bodegas es Tsiakkas, que produce unos excelentes blancos secos y un encomiable cabernet sauvignon.
De camino hacia otra de las bodegas de renombre, la de Kyperounda, se atraviesan los pueblos de? Potamitissa, con sus casas de piedra tradicionales, manantiales naturales y senderos naturales, y Dymes, conocido sobre todo por la producci¨®n de manzanas, que se encuentran entre las mejores de Chipre, y en menor medida por sus aceitunas, almendras y nueces. Kyperounda es una bodega contempor¨¢nea con una amplia gama de blancos y tintos. Elabora una? mezcla de tintos particularmente interesante llamada Andessitis, que surge de la armoniosa uni¨®n de las variedades cabernet sauvignon, garnacha y mourvedre.
El camino sigue hacia arriba, camino de Handria y Lagoudera, dos pueblos de gran altura, con abundantes vi?edos. Merece la pena una parada, aunque sea para ver la iglesia bizantina de Panagia tou Araka, del siglo XII, declarada patrimonio mundial por la Unesco. Y el punto final de esta ruta es Agros, rodeado de vides y con muchas tiendas que venden vinos de Tro?dos y productos elaborados con agua de rosas, la joya local que se obtiene de la destilaci¨®n de p¨¦talos de rosa. Antes habremos pasado por m¨¢s pueblos t¨ªpicos y aldeas, como Polystypos, uno de los municipios m¨¢s elevados de la regi¨®n, o Alona, con casas tradicionales de piedra y dos iglesias hist¨®ricas.
Tro?dos y Platres, refugios de monta?a para un turismo activo
Para los que se animan a recorrer el coraz¨®n monta?oso de Chipre, el pueblo de Tro?dos y el cercano monte Olimpo son el centro de todo. A m¨¢s de 1.900 metros sobre el nivel del mar, resulta mucho m¨¢s fresco que las llanuras y ofrece unas magn¨ªficas vistas de los valles circundantes.
Central Tro?dos ocupa un espacio m¨ªnimo, casi reducido a una simple plaza, un parque infantil y unas cuantas tiendas de souvenirs, que venden de todo, incluyendo los soujoukko, un dulce tradicional hecho con almendras y zumo de uva secada al sol. Hay un par de restaurantes y caf¨¦s y alg¨²n que otro hotel. Pero es un buen campamento base para recorrer muchos senderos naturales y, en invierno, practicar el esqu¨ª en las pistas que despuntan un poco m¨¢s al norte. La historia de Tro?dos se remonta a tiempos de los griegos y al periodo en que Chipre fue parte de la Seren¨ªsima Rep¨²blica de Venecia. A finales del siglo XIX se convirti¨® en la residencia de verano de los gobernadores brit¨¢nicos de la isla, pa¨ªs que control¨® Chipre de 1878 a 1960. All¨ª los ingleses encontraron un refugio m¨¢s fresco para huir del abrasador verano chipriota. Hoy son los amantes de la naturaleza y el turismo activo los que llegan para disfrutar de su verano de temperaturas suaves? Uno de los grandes atractivos es su jard¨ªn bot¨¢nico, peque?o pero bien distribu¨ªdo, con un estanque de nen¨²fares y alguna cascada, dividido en secciones tem¨¢ticas: plantas de jard¨ªn arom¨¢ticas, end¨¦micas y tradicionales. Forma parte del excelente geoparque de Tro?dos.
Pero lo m¨¢s llamativo de la zona son sin duda sus senderos: 13 rutas naturales, que van desde las m¨¢s asequibles hasta las pensadas para senderistas experimentados. Uno de los recorridos m¨¢s frecuentados es el Caledonia Trail, de tres kil¨®metros, que va desde Central Tro?dos hasta la ciudad de Platres, pasando por las pintorescas cataratas de Kaledonia, siguiendo el curso del r¨ªo Krys, con pasos de piedra y puentes de troncos. Igual de agradable es el Artemis Trail, un sendero circular de siete kil¨®metros ideal para una primera caminata: rodea la cima del monte Olimpo pero es bastante plano, y est¨¢ pensado para que lo pueda hacer todo el mundo. Otro sendero muy recomendable es el Persephone Trail, que asciende hacia la monta?a en una atractiva caminada de unos tres kil¨®metros, entre altos pinos y ¨¢reas abiertas con vistas al horizonte. Desde la cima de Madria Kontarka, un mirador nos permitir¨¢ ver los vi?edos y pueblos vin¨ªcolas hasta el puerto de Limassol, la capital del sur chipriota.
Los ciclistas tienen tambi¨¦n un creciente n¨²mero de rutas de monta?a perfectamente se?alizadas. La m¨¢s com¨²n consta de tres pistas que forman un gran recorrido circular en torno al monte Olimpo. Tambi¨¦n los observadores de aves (m¨¢s informaci¨®n en cyprusbirdingtours.com) visitan estas monta?as para contemplar sus casi 400 especies de p¨¢jaros, en una zona tranquila, de excelente visibilidad y variedad de h¨¢bitats.
La otra capital de la monta?a es Platres, que fue tambi¨¦n un retiro de verano muy popular entre los colonialistas brit¨¢nicos y las personalidades que en otro tiempo visitaban Chipre. Hoy mezcla su antiguo encanto con restaurantes y hoteles modernos, y se ha convertido en un refugio perfecto durante el verano, tranquilo y rodeado de paisajes pintorescos. Promete paseos por el bosque, temperaturas m¨¢s frescas y gin-tonics al atardecer en los balcones. En invierno se convierte en una buena estaci¨®n de esqu¨ª.
Patrimonio mundial en el valle de Marathasa
En el noreste de los Tro?dos, el pintoresco valle de Marathasa ocupa sus laderas. Aqu¨ª est¨¢n algunos de los lugares m¨¢s importantes e impresionantes de la regi¨®n, como el espl¨¦ndido monasterio Kykkos, la iglesia de Pedoulas, con unos interesantes frescos del Arc¨¢ngel San Miguel, y el humilde monasterio de Agios Ioannis Lambadistis, en la localidad de Kalopanayiotis. Esta ¨²ltima ha sufrido una verdadera transformaci¨®n en los ¨²ltimos tiempos gracias a una exitosa iniciativa de agroturismo. Creado por un antiguo residente que hizo fortuna, el enorme proyecto Casale Panayiotis ha convertido 45 viviendas tradicionales de su n¨²cleo hist¨®rico en alojamientos de muy buen gusto. Un spa de lujo en torno a los manantiales de azufre naturales de Kalopanayiotis, dos restaurantes de primer nivel y un sofisticado bar de vinos han mejorado a¨²n m¨¢s el atractivo agr¨ªcola de este peque?o pueblo monta?oso.
La zona, adem¨¢s, es tambi¨¦n una de las mejores regiones para practicar senderismo en Tro?dos, sobre todo en primavera y oto?o, cuando las flores silvestres muestran su deslumbrante arco iris de colores. La ciudad principal de este valle y su centro tur¨ªstico es Pedoulas, al borde de la vaguada y con una serie de terrazas que caen hacia el r¨ªo. Es famoso sobre todo por su peque?a iglesia pintada de San Miguel Arc¨¢ngel, un templo bizantino con frescos de vivos colores que muestran la evoluci¨®n hacia el naturalismo del renacimiento posbizantino. Fue inscrita en la lista del patrimonio mundial de la Unesco en 1985, junto a otras nueve iglesias bizantinas de la regi¨®n. De acuerdo con la inscripci¨®n que se encuentra encima de su entrada, la iglesia fue construida y decorada con frescos en 1474. El cercano museo Bizantino de Pedoulas completa la visita, con una rica colecci¨®n de iconos de los siglos XII al XV, algunos de ellos muy valiosos.
El monasterio de Kykkos y la tumba del primer presidente
Hacia el oeste desde Pedoulas, una carretera de monta?a serpentea a trav¨¦s de tranquilos bosques de pinos hasta Kykkos, a unos 20 kil¨®metros, el monasterio m¨¢s famoso de la isla, y la cercana tumba del primer presidente de Chipre, el arzobispo Makarios (1913-1977).
Kykkos fue fundado en el siglo XI por el emperador bizantino Alejo I Komninos. A lo largo de los siglos, una serie de incendios casi destruyeron por completo el monasterio original, pero el edificio sobreviviente, una estructura imponente y bien mantenida, data de 1831. El icono, que se dice que fue pintado por el ap¨®stol Lucas, es uno de los tres ¨²nicos que sobreviven. Durante los ¨²ltimos cuatro siglos se ha colocado en una caja sellada y revestida de plata dentro del monasterio. La visita se complementa con el museo bizantino, que alberga gran parte de la fabulosa riqueza del monasterio: objetos bizantinos y eclesi¨¢sticos, joyas paleocristianas, antiguos manuscritos y sobre todo, una rica exposici¨®n de iconos, pinturas murales y tallas.
En este cenobio sirvi¨® como aprendiz de monje en 1926 el arzobispo Makarios, que ser¨ªa m¨¢s tarde el primer presidente de Chipre y que hoy descansa en una tumba a dos kil¨®metros del monasterio, rematada por una enorme estatua en bronce del arzobispo. M¨¢s arriba. el santuario Throni tiene unas vistas espectaculares e interminables a los valles y las carreteras que llevan a Kykkos desde el este. Muy cerca, un ¨¢rbol de los deseos recibe los mensajes de papel y tela que los piadosos depositan con la esperanza de que la virgen les conceda sus anhelos.
Treis Elies y sus puentes medievales
Lejos del mundanal ruido, Treis Elies (Tres Olivos, en castellano) es una aldea perfecta para relajarse y no hacer nada. Hay un peque?o r¨ªo y un sendero natural alrededor del pueblo, y resulta perfecta para emprender caminatas a los puentes medievales de Kelefos, Elies y Roudhias, que se construyeron durante el dominio veneciano en un esfuerzo por simplificar la ruta de las caravanas de camellos cerca del pueblo. Los ungulados transportaban cobre desde Tro?dos hasta Polis y Pafos, donde se comerciaba. Desafortunadamente, el camino original est¨¢ casi perdido. De los tres puentes el m¨¢s cercano a la aldea es el de Elies; el m¨¢s elegante, el de Kelefos, con un fuerte arco de un solo punto sobre un ancho canal, pero el m¨¢s impresionante es el puente Roudhias, para el que hay caminar cuatro horas por un sendero. Los tres puentes est¨¢n conectados por la ruta europea de larga distancia E4.
Valle de Solea, antiguo refugio de la resistencia chipriota
Dividido en dos por el r¨ªo Karyotis, el valle de Solea es conocido por sus dos importantes iglesias con frescos del final del periodo bizantino, cuando la zona cobr¨® gran importancia como basti¨®n de los cruzados. La fama del valle como refugio estrat¨¦gico se reforz¨® en la d¨¦cada de 1950, cuando sirvi¨® como el principal escondite de los revolucionarios de la EOKA (Organizaci¨®n Nacional para la Lucha Chipriota) durante sus campa?as contra la dominaci¨®n brit¨¢nica. Con sus escondites y su proximidad a Nicosia, era una ubicaci¨®n ideal.
Hoy en d¨ªa, sigue siendo perfecto para acceder a las monta?as. El pueblo principal del valle es Kakopetria, muy bien situado para excursiones de un d¨ªa y para vacaciones m¨¢s largas. El pueblo, desplegado a ambas orillas del r¨ªo Karvotis y rodeado de una cresta de enormes rocas, es muy popular como lugar de veraneo entre los chipriotas con dinero. La red de calles peatonales del casco hist¨®rico y muchas de las casas se han restaurado y conservan su encanto.
Entre las muchas iglesias bizantinas de la zona la m¨¢s llamativa es la de Panagia Forviotissa Asinou, en el entorno deslumbrante del bosque de Adelfi, a cuatro kil¨®metros al suroeste del pueblo de Nikitari. Dedicado a la virgen de Phorbiottissa, podr¨ªa decirse que tiene el mejor conjunto de frescos bizantinos de las monta?as de Tro?dos, realizados entre los siglos XII y XVII. Vibrantes y coloridos, reproducen escenas b¨ªblicas como la Anunciaci¨®n, el nacimiento de Jes¨²s o el beso de Judas.
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