24 horas en San Vicente de la Barquera, la villa donde canta el mar
Mucho antes de David Bustamante, los romanos ya convirtieron esta localidad c¨¢ntabra en un puerto estrat¨¦gico. Un destino norte?o irresistible gracias a su castillo, sus numerosas playas, el parque natural de Oyambre y sus sabrosos guisos marineros
Con su castillo y sus murallas, esa prominente iglesia fortificada, su puente de 28 arcos, las coloridas barcas salpicando la r¨ªa y los Picos de Europa de fondo, San Vicente de la Barquera?ofrece una imagen buc¨®lica. Mucho antes de ser tan id¨ªlico, su magn¨ªfica posici¨®n topogr¨¢fica (a orillas de una bah¨ªa que, con su especie de doble brazo, la protege del Cant¨¢brico), hizo que los romanos la convirtieran en Portus Vereasueca, uno de sus enclaves portuarios estrat¨¦gicos del norte peninsular. Desde entonces, esta villa marinera c¨¢ntabra ¡ªque el cantante David Bustamante ha promocionado como pocos¡ª ha desempe?ado importantes roles en la historia espa?ola y sus barcos han luchado contra ingleses y flamencos o participado en la conquista de Terranova. Adem¨¢s, es parte del Camino de Santiago? y de la Ruta Lebaniega. S¨²mele una exquisita gastronom¨ªa y el resultado es un destino ineludible y una escapada perfecta.
9.00 Desayuno ¨²nico y personal
?Ha probado alguna vez una pejina barquere?a? No es solo un dulce t¨ªpico de San Vicente, sino una delicia exclusiva de la Confiter¨ªa Carma (avenida Miramar, 6) (1): un ligero hojaldre relleno de cabello de ¨¢ngel y cubierto de una fina capa de glasa, un crujiente de clara de huevo y az¨²car que le confiere un toque singular. Propio tambi¨¦n es el tri¨¢ngulo, un suave bizcocho de crema y yema que se deshace en la boca. Si prefiere algo salado, tambi¨¦n ofrece tostadas con aceite, jam¨®n o incluso beicon y huevo.
10.00 La Vieja Puebla
?Dentro de las murallas que defend¨ªan la antigua villa a¨²n se conserva una fenomenal arquitectura medieval. En la parte m¨¢s baja aparece el castillo de San Vicente o castillo del Rey?(2): una construcci¨®n original del siglo VIII de la ¨¦poca de Alfonso I, rey asturiano que repobl¨® la zona, pero que se erigi¨® como fortaleza defensiva en 1210, cuando Alfonso VIII concedi¨® los fueros a San Vicente y otorg¨® a sus habitantes varios privilegios en una sociedad feudal fuertemente estratificada. Hoy es el Centro de Cultura e Interpretaci¨®n Hist¨®rica. Subiendo la estrecha calle empedrada, flanqueando la Puerta de la Barrera (o de Santander), se alza la Torre del Preboste (3), sede del oficial real encargado de recaudar impuestos en la Edad Media que, antes de ser el Centro de Exposiciones, hizo las veces de c¨¢rcel. Enfrente queda el palacio de los Corro, edificio renacentista que mand¨® construir el inquisidor Antonio del Corro para acoger a los enfermos pobres y peregrinos que hac¨ªan el Camino de Santiago y que ahora es el Ayuntamiento. Un poco m¨¢s arriba, ya en ruinas, el Hospital de la Concepci¨®n (4) acog¨ªa tambi¨¦n a los necesitados que iban hacia Santiago de Compostela.
Y en la parte m¨¢s alta, imponente, se yergue la iglesia fortaleza de Santa Mar¨ªa de los ?ngeles (5), gran ejemplo del g¨®tico monta?¨¦s del siglo XIII. Tras sus dos portalones rom¨¢nicos y su torre-fuerte, visible desde cualquier punto de la villa, sorprende la grandeza de su interior. Al ser defensiva, carece de ventanales y vidrieras; pero esa oscuridad se desvanece gracias al altar y retablos dorados muy bien conservados y donde destaca la virgen de los ?ngeles (del siglo XV). Aunque lo mejor son el suelo original de madera de roble, bajo el que se hayan unas 400 tumbas, y el sepulcro de alabastro del inquisidor del Corro, una relevante muestra de arte funerario del Renacentismo espa?ol.
?Un secreto? Coja la Puerta de Asturias o del Peregrino, a espaldas de la iglesia, baje el mirador y ad¨¦ntrese en un paseo de media hora por el verdor que bordea la marisma de Pombo mientras contempla las monta?as c¨¢ntabras y los Picos de Europa. Al final de la ruta, a la entrada del pueblo, esperan los restos del convento de San Luis (6), una construcci¨®n del siglo XV de estilo g¨®tico que estuvo regentado por religiosos franciscanos y en el que se hosped¨® Carlos V la primera vez que lleg¨® a Espa?a en 1517 para ser coronado rey.
12.30 A vista de p¨¢jaro
Cuenta la tradici¨®n que all¨¢ por el 721, en tiempos de la invasi¨®n musulmana, la virgen de la Barquera se apareci¨® en una peque?a embarcaci¨®n, sin tripulaci¨®n ni remos ni tim¨®n, donde hoy se alza el santuario de la Barquera (7). Para rememorar este hecho, cada a?o se celebra la fiesta de La Fol¨ªa (el segundo domingo despu¨¦s de Pascua), una romer¨ªa que lleva a la Virgen desde este templo hasta la iglesia de Santa Mar¨ªa de los ?ngeles y de vuelta a su santuario por mar. Cualquier momento del a?o este es un lugar apacible desde el que gozar de una buena panor¨¢mica de San Vicente. Pero para contemplar esta estampa a vista de p¨¢jaro, apreciando el Cant¨¢brico y los acantilados en todo su esplendor, hay que seguir subiendo hasta el faro Punta de la Silla (8), que alumbr¨® por primera vez en 1871 y se incluy¨® en el Primer Plan de Alumbrado, bajo el reinado de Isabel II. Hoy alberga tambi¨¦n el Centro de Interpretaci¨®n del parque natural de Oyambre.
En su camino pasar¨¢ seguro por la lonja, donde se descargan unos tres millones de kilos de pescado al a?o: bocartes, bonito, caballa, merluza, percebes, navajas, almejas... Si quiere, puede entrar. Hablando de mercados, es buena idea dejarse caer por el de abastos (calle Padre ?ngel, 12) (9). Aunque ya solo queden un par de puestos, entre y compre sin dudarlo alg¨²n queso de Los Puertos, una queser¨ªa de Poo de Cabrales (Asturias) donde Alan y Rosa hacen con mucho arte unos soberbios quesos a?ejos de leche cruda de cabra (primer premio del Concurso Internacional de Quesos de Cabra de Cantabria 2022) y cabrales (ganador del Concurso de Quesos de los Picos de Europa 2021).
14.30 Cita gastron¨®mica
?San Vicente de la Barquera tambi¨¦n es conocida por su gastronom¨ªa. Sus ostras cultivadas, por ejemplo, se exportan a Francia; y tambi¨¦n destaca por las navajas y bocartes de su costa, las m¨ªticas rabas de calamar de sus aguas, la carne de Cantabria (denominaci¨®n de origen protegida) o su marmita barque?a (o sorropot¨²n), ese guiso de bonito del cant¨¢brico. Se puede degustar la materia prima m¨¢s fresca en el restaurante El Pescador?(10), frente al viejo muelle, donde Ignacio recibe con gran hospitalidad en el mismo local que su abuelo levantara en 1920. Para unas ostras de esc¨¢ndalo: La Ostrer¨ªa?(11), aqu¨ª uno entiende por qu¨¦ ya en la ¨¦poca romana estos moluscos eran conocidos como uno de los mejores del Imperio. Y no se vaya sin probar el arroz con bogavante de Augusto (con crust¨¢ceos de su propio vivero)?(12), fueron los primeros en incluirlo en su men¨² a principios de los a?os noventa del siglo pasado. Sus alb¨®ndigas de bogavante y merluza o las croquetas de centollo son manjares de un solo bocado que se deshacen en la boca.
16.30 En pleno parque natural
?Sea m¨¢s de playa o de monta?a, podr¨¢ gozar del parque natural de Oyambre (13) en todo su esplendor. Para observar el romper de las olas tumbado en la arena, cruce el puente de La Maza (14) (obra de ingenier¨ªa medieval del siglo XV construida en piedra bajo el reinado de Carlos III sobre otro anterior de madera del VI) y elija la playaque m¨¢s le guste: la del Tostadero (15), La Maza (16), la del Rosal (17) y Mer¨®n (18) son las m¨¢s pr¨®ximas. Les siguen Gerra (19) y Oyambre (20), las favoritas de los surfistas por sus buenas olas y m¨¢s de dos kil¨®metros de arena blanca. Al atardecer, no dude en subir al barrio de Gerra, en lo alto de la colina, y disfrutar de una puesta de sol sin parang¨®n tomando algo en El Rayo Verde?(21).
El parque ofrece m¨²ltiples alternativas para el senderismo. La Ruta de los Acantilados?es un sendero circular de 9,5 kil¨®metros (dificultad media) a trav¨¦s de id¨ªlicos caminos de pescadores. Es m¨¢s bonito ir y volver por el mismo camino bordeando la costa. Otra buena opci¨®n es la Ruta del P¨¢jaro Amarillo : 16,5 kil¨®metros que atraviesan las playas y cruzan la zona de las marismas. Su nombre se debe al avi¨®n que en 1929 aterriz¨® de emergencia ¡ªobligado por la presencia de un poliz¨®n¡ª en la playa de Oyambre tras 29 horas de trayecto desde la costa Este de Estados Unidos (su destino era Par¨ªs), convirti¨¦ndose en el primer vuelo trasatl¨¢ntico que lleg¨® a Espa?a.
21.00 Guiso c¨¢ntabro
?Si a estas alturas del d¨ªa todav¨ªa no ha probado el sorropot¨²n, vaya a Las Redes?(22) y d¨¦jese llevar por la destreza de esta familia que lleva cinco d¨¦cadas ofreciendo una gastronom¨ªa de calidad. Junto al guiso de bonito m¨¢s famoso, los pescados salvajes de su carta (seg¨²n temporada), sus callos de bacalao o el postre del d¨ªa nunca defraudan. Otra buena opci¨®n es Sotavento (avenida Miramar, 16) (23): algunas recomendaciones aqu¨ª son sus mejillones en un excepcional escabeche casero, las zamburi?as frescas a la plancha o su pulpo a la brasa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.