¡®E-bikes¡¯, verduras de kil¨®metro cero y otras ocho maneras de disfrutar de Navarra dejando poca huella de carbono

Para empezar de la mejor manera posible un viaje con la sostenibilidad como bandera, el viajero puede llegar a Navarra en su veh¨ªculo el¨¦ctrico o en transporte p¨²blico, con la intenci¨®n de alquilar llegados al destino coche o bici. Y recorrer el territorio dejando, a su paso, la menor huella de carbono posible. La web de turismo de la comunidad ofrece un mapa de puntos de recarga y opciones de movilidad, alojamiento y actividades sostenibles.

En este caso, nos centramos en 10 cosas que se pueden hacer en Navarra, dejando el m¨ªnimo impacto medioambiental posible en el territorio.

1. Recorrer el parque natural de Bardenas Reales en bici el¨¦ctrica

La empresa de e-bikes Bardenas ofrece salidas guiadas diarias, de unas tres horas de duraci¨®n, para explorar el parque natural de Bardenas Reales en bicicleta el¨¦ctrica. Pedaladas aptas para todos los p¨²blicos que permiten acceder a rincones rec¨®nditos y emblem¨¢ticos de este sobrecogedor desierto, Reserva de la Biosfera de la Unesco, situado a 70 kil¨®metros de los Pirineos. La actividad se puede combinar con Bardena Crepuscular, paseos interpretativos organizados por la Compa?¨ªa de Gu¨ªas de las Bardenas para disfrutar de una puesta de sol en algunos de los lugares m¨¢s representativos de este paisaje lunar.

2. La cocina de proximidad de Tudela

En Tudela, la aridez de las Bardenas Reales deja paso al verde de las huertas a orillas del Ebro, de las que salen las verduras protagonistas de unas fiestas celebradas cada primavera. La alcachofa de Tudela (con su propia denominaci¨®n de origen), los cogollos, esp¨¢rragos, borrajas, achicorias, cardos y los tomates feos, que saben a gloria, nutren la riqu¨ªsima cocina de proximidad de la localidad navarra, donde la visita al mercado de abastos de la localidad es casi que obligatoria. A su parte gastron¨®mica se suman los cuatro siglos de convivencia entre musulmanes, jud¨ªos y moz¨¢rabes que han conformado un centro hist¨®rico en el que el legado jud¨ªo ¡ªparte de la Red de Juder¨ªas de Espa?a-Camino de Sefarad¡ª armoniza con joyas art¨ªsticas cristianas: iglesias, palacios, murallas, pasadizos y atalayas, la plaza de los Fueros o la catedral.

3. Pasear junto al r¨ªo Arga y comprar en las huertas de la Magdalena (Pamplona)

El visitante puede conocer Pamplona en un agradable paseo por el curso del r¨ªo Arga, que se adentra en la ciudad por las famosas huertas de la Magdalena, donde comprar directamente a los agricultores acelgas, lechugas o escarolas. La ruta contin¨²a hacia el barrio de la Rochapea (que congrega a pescadores, pirag¨¹istas y embarcaciones de remo que parten del puente medieval de la Rochapea o de Curtidores), llega a las puertas del centro hist¨®rico de la ciudad para alejarse, a continuaci¨®n, por el barrio de San Jorge. Estos 11 kil¨®metros de recorrido forman parte del Parque Fluvial de Pamplona, que se asoma a las orillas de otros dos r¨ªos, Elorz y Sadar, entre ¨¢rboles, paisaje agr¨ªcola y patrimonio hist¨®rico.

4. Sumergirse en la Selva de Irati (Pirineos)

Es complicado decir, a estas alturas, algo original sobre la Selva de Irati, ubicada en los Pirineos navarros. Se trata de uno de los hayedos-abetales m¨¢s grandes y mejor conservados de Europa; 17.000 hect¨¢reas de hayas, robles, abetos, abedules, sauces, helechos, y hogar de ciervos, corzos o jabal¨ªes. Una buena puerta de entrada a esta zona son los restos de la f¨¢brica de armas de Orbaizeta, en el valle de Aezkoa, desde donde sale el sendero Arlekia-Lauzaran, que conduce, tres kil¨®metros m¨¢s adelante, al Refugio de Azpegi. De ese punto parten los senderos Bosque de Ursario, ascenso al monte Mendilatz y ruta por la estaci¨®n megal¨ªtica de Azpegi. Por este camino no se paga la tasa de acceso vigente en temporada alta (Semana Santa, puentes y verano).

5. Vino y patrimonio en la Zona Media de Navarra

Las piedras del yacimiento arqueol¨®gico de Santa Criz de Eslava, en la comarca de Sang¨¹esa, coraz¨®n de la Navarra Media Oriental, cuentan que hace ya m¨¢s de 2.000 a?os los romanos elaboraban vino en esta misma tierra. Los restos de la ciudad se pueden recorrer en un sendero interpretativo autoguiado, y son un buen punto de partida para explorar la tradici¨®n vin¨ªcola de la Zona Media de Navarra, en cuyos vi?edos y bodegas se cultiva y procesa una excelente garnacha. Como ejemplo asoma la localidad de Olite, considerada la capital del vino navarro, con su castillo, sus calles empedradas y su casco hist¨®rico medieval.

6. Cocina de aprovechamiento: las migas de pastor de Uju¨¦

Las casas de Uju¨¦, a unos 18 kil¨®metros al oeste de Olite, flanquean calles de piedra y se arremolinan, colina arriba, en torno a la iglesia-fortaleza de Santa Mar¨ªa de Uju¨¦, componiendo una preciosa postal y haciendo de la localidad uno de los pueblos medievales m¨¢s bellos de Espa?a. El lugar tiene fama, adem¨¢s, por sus migas de pastor, consideradas por muchos las mejores del mundo: un plato humilde con ingredientes b¨¢sicos ¡ªsebo de cordero, pan cabez¨®n de cuatro o cinco d¨ªas, ajos, agua, sal, aceite¡ª, que saben a¨²n m¨¢s ricos si se utiliza fuego de le?a para cocinarlos y se sirven en brasero. Cocina de aprovechamiento en estado puro.

7. Visitar el ¨¢rea protegida del Nacedero del Urederra

El nacedero del Urederra, en el parque natural de Urbasa-And¨ªa, parece una fotograf¨ªa tratada con Photoshop, tan intenso es el azul turquesa del agua en sus pozas, tan brillante el verde de la vegetaci¨®n ¡ª¨¢rboles, helechos, musgo¡ª, que la rodea. Esta maravilla natural se disfruta mediante una ruta de unos siete kil¨®metros (entre ida y vuelta) que merece la pena hacer en casi cualquier momento del a?o. Su acceso est¨¢ limitado a 450 personas por d¨ªa, y es necesario reservar online, a trav¨¦s de la web urederra.amescoa.com.

8. Recorrer a pie o en bicicleta el Camino de Santiago

Nada menos que cinco rutas del Camino de Santiago cruzan territorio navarro: en Puente de la Reina, el ramal aragon¨¦s se une al Camino Franc¨¦s. El Camino Baztan¨¦s arranca en Bayona para unirse al Camino Franc¨¦s en el puente de la Trinidad de Arre, a pocos kil¨®metros de Pamplona. El ramal navarro del Camino del Ebro entra en la comunidad foral por Cortes, la atraviesa por el sur, en diagonal, siguiendo el curso del r¨ªo que le da nombre, y la abandona por Castej¨®n, a un paso ya de La Rioja. Mientras que el Camino de la Sakana recupera la ruta jacobea que un¨ªa Pamplona con Vitoria en un recorrido que comienza en Irurtzun y atraviesa las localidades del valle de Sakana hasta llegar a Ziordia, antes de adentrarse en tierras alavesas.

9. Dormir en un ¨¢rbol (y dem¨¢s alojamientos singulares y sostenibles)

Irati Barnean se plantea sus igl¨²s panor¨¢micos rodeados de la Selva de Irati como refugios, pero de dise?o, y con todas las comodidades. Agroturismo Mari Cruz, Casa Maitenea o Basoa Suites proponen alojamientos en un ¨¢rbol. El parque de aventuras y resort rural IrriSarri Land ha diseminado 20 bordas (caba?as de piedra y madera) de lujo en las laderas del monte y dentro del bosque. Y los dormitorios-burbuja del hotel Aire de Bardenas, a la entrada del parque natural de Bardenas Reales, se abren a uno de los cielos con menos contaminaci¨®n lum¨ªnica de Europa; perfecto para los aficionados al turismo astron¨®mico.

10. Almad¨ªas, ¡®herri kirolak¡¯ y otras tradiciones

Varios pueblos mantienen sus coloridos carnavales rurales, y en primavera se celebra en Burgui el D¨ªa de la Almad¨ªa para recordar a los almadieros de los valles de Roncal, Salazar y Aezkoa, que conduc¨ªan troncos de madera r¨ªo abajo. Pero el verano es una ¨¦poca magn¨ªfica para disfrutar de tradiciones y fiestas populares que zambullen al visitante en el territorio y en su historia. Como las exhibiciones de herri kirolak o levantamiento de piedra (deporte rural). El 13 de julio, vecinos de los valles de Baretous (Bearne, Francia) y de Roncal se re¨²nen en la Piedra de San Mart¨ªn (en el collado de Ernaz) para el Tributo de las Tres Vacas; el 28 de agosto, Uharte Arakil acoge el D¨ªa del Pastor; y el Orhipean de Ochagav¨ªa, a finales de agosto o principios de septiembre, hace retroceder al pueblo hasta principios del siglo XX.

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