Qu¨¦ hacer 24 horas en Poitiers, una tranquila ciudad en el coraz¨®n de Francia
Iglesias, plazas, terrazas y un paseo junto al r¨ªo Clain trazan un recorrido por la capital del departamento de Vienne, apodada la ciudad de los cien campanarios
Poitiers, capital del departamento de Vienne (en la regi¨®n francesa de Nueva Aquitania), naci¨® para la Historia el a?o 732 al parar el avance ¨¢rabe en Europa. Mucho m¨¢s tarde, en 1987, se abri¨® a la modernidad con la inauguraci¨®n en su periferia del parque de atracciones Futuroscope, una vuelta de tuerca para impulsar la diversificaci¨®n econ¨®mica y el turismo en una regi¨®n anta?o reacia a recibir visitantes.
Su relativa proximidad con muchas otras ciudades, como Nantes (180 kil¨®metros al norte) o Tours (100 kilometros al norte), as¨ª como su tama?o (no llega a los 90.000 vecinos) la convierten en un destino perfecto para transcurrir 24 horas o emplearlo como base de operaciones en un viaje m¨¢s largo. Por este motivo iniciamos nuestro itinerario desde la estaci¨®n, alga y omega de Poitiers.
10.00 De la estaci¨®n a Correos
La Gare de Poitiers (1) se sit¨²a en el Boulevard du Grand Cerf. Para abandonar su tr¨¢fico y la contaminaci¨®n ac¨²stica conviene seguirlo en direcci¨®n al Viaduc L¨¦on-Blum, una bienvenida id¨®nea para admirar el panorama urbano de lado a lado antes de alcanzar el cruce de los bulevares de Solferino y Verdun. En la confluencia de esta con Arthur Ranc se halla la estatua grupal en recuerdo a los ca¨ªdos de la ciudad en las dos Guerras Mundiales (2).
Aqu¨ª es aconsejable seguir por Arthur Ranc. En el n¨²mero 21 de esta calle se produjo en 1901 un caso de cr¨®nica muy popular en esta localidad de provincia al denunciarse el secuestro de Blanche Monnier, encarcelada 25 a?os en su propia habitaci¨®n. Poco despu¨¦s de este esc¨¢ndalo se inaugur¨® el casi contiguo Hotel de Postas y Tel¨¦grafos (3), proyectado por el arquitecto Guinet en 1911, arquet¨ªpico por su monumentalidad, y notable, tanto por su escalinata como por el grupo escult¨®rico del reloj.
11.00 De Correos al Hotel de Ville
En Poitiers casi todo est¨¢ a un paso, por eso es muy c¨®modo estructurar el itinerario en etapas. Desde Correos tenemos a la vista el Hotel de Ville (4), un Ayuntamiento estilo segundo Imperio, por la Av¨¦nue Marne, acceso al meollo ciudadano. Se nota por como en pocos metros irrumpen tiendas de todo tipo, de supermercados a pasajes comerciales. Aqu¨ª es posible comenzar un caracoleo sin perderse por el laberinto e ir por la Rue Saint Porchaire hacia el porche y la fachada de la hom¨®nima iglesia (5). Datada en el siglo XII, es otra prueba del contraste continuo de Poitiers. Sus calles del centro se rigen desde una l¨®gica medieval, quebrada por la plaza del Mariscal Leclerc, cuya amplitud se nutre de espacio para la interacci¨®n social y dos ¨¢ngulos con agradables terrazas.
12.00 Una breve visita a la Prefectura
Si no sois perezosos, la Rue Victor Hugo os impulsar¨ªa hacia un pase¨ªto de ida y vuelta, no m¨¢s de 15 minutos en total, para ver la place Aristide Briand (6), jalonada por la Prefectura de Vienne. Su est¨¦tica es del periodo Luis XIII, pese a su realizaci¨®n durante el Segundo Imperio. Es uno de esos sitios que muchos se ahorran al desmarcarse de la centralidad porque quiso crear la suya propia.
De regreso a la plaza, la Rue des Grands ?coles ser¨¢ la pasarela hacia la del March¨¦ Notre Dame. Su ¨¢ngulo m¨¢s significativo es con la Rue des Cordeliers, donde se funden muchos mundos a trav¨¦s de la arquitectura. La antigua C¨¢mara de Comercio (7), en el 35 de March¨¦ Notre Dame, es una oda al comercio y la prosperidad en los dif¨ªciles a?os treinta del siglo pasado. El Mercurio de su fachada es el anfitri¨®n hacia su maravilloso vest¨ªbulo interior. Este edificio genera una curva, replicada al otro lado de la calle, justo en la esquina con Cordeliers, por la Maison Vannier (8), de 1908, pionera de todos los grandes almacenes del alrededor. Sugerimos rematar este trecho con la Tour Maubergeon (9) del palacio medieval de los Duques de Aquitania, cl¨¢sica sede del Palacio de Justicia, con un ingreso neocl¨¢sico de 1821 en la Place Alphonse Lepetit (10).
13.30 Alucinar con Notre-Dame la Grande
Durante el Medievo, los tejemanejes del poder eran familiares, con lazos m¨¢s que estrechos entre lo religioso y lo civil. Esto explicar¨ªa c¨®mo Notre-Dame La Grande (11) dista tan poco del palacio de los Duques. La fachada de este templo merece ser observada con tranquilidad porque cada cent¨ªmetro es un detalle de escenas del Antiguo y el Nuevo Testamento, elaboradas por dos talleres del siglo XII.
El interior tiene un m¨¦rito que desconoce. Es muy bello, sin alcanzar los niveles de dos templos a los que iremos tras comer algo en la plaza Charles de Gaulle, detr¨¢s de Notre-Dame la Grande. La iluminaci¨®n de las columnas que flanquean la nave principal hace realzar sus pinturas, una deformaci¨®n de 1851 de las originales, sin perjudicar su embrujo.
15.00 La gran ruta entre iglesias y ciencia
Tras comer en uno de los restaurantes habidos y por haber en la Place Charles de Gaulle, es momento de dirigirse desde la Grand Rue hacia la catedral. Este instante es medio m¨¢gico porque el centro de Poitiers suele tener poca circulaci¨®n y ese silencio propicia mirar mejor todas las casas y la irregularidad del terreno.
La fachada de la bas¨ªlica-catedral de San Pedro de Poitiers (12), apodada la ciudad de los cien campanarios por su cantidad de iglesias, apabulla m¨¢s si cabe por la peque?ez de la Place Sainte-Croix. Dedicada en 1379, su interior es muy di¨¢fano. En cierto sentido, este templo es el padre tutelar de los dem¨¢s de este entorno, donde despunta Santa Radegunda (13), rom¨¢nico su fachada y magistral en el g¨®tico angevino de la nave, coronada con las columnas policromadas del coro, accesible para cualquiera.
Tras el shock de Santa Radegunda, la gran sorpresa del paseo, se tiene a tiro de piedra el baptisterio de San Juan (14), una de las joyas de la Antig¨¹edad Francesa al ser su todo amalgama de ¨¦pocas desde su fundaci¨®n en el siglo IV. Su aspecto es merovingio y los frescos medievales, contrapunto a su vecino, el Espace Mend¨¨s France (15), un espacio expositivo con el objetivo de dar a conocer la conexi¨®n entre las disciplinas cient¨ªficas.
17.00 De la catedral a Saint-Jean de Montierneuf
Tras el anterior tramo, muy intenso aun sin completarlo, una opci¨®n genial es seguir el curso del r¨ªo Clain, de magn¨ªfica vegetaci¨®n. M¨¢s all¨¢, en una cima, es casi imposible no ver la exagerada estatua de Notre-Dame des Dunes (16), protectora de Poitiers.
Del Clain podemos vagar o ir directos a las ¨²ltimas iglesias por la Rue des Feuillants, que concluye en la Place de la Libert¨¦ (17), donde espera una copia de la famosa estatua. Desde este punto, Saint-Germain (18) y la abad¨ªa de Saint-Jean de Montierneuf (19) est¨¢n a una nada. Esta ¨²ltima es un colof¨®n tanto por su acceso como por la riqueza del complejo, con fachada rom¨¢nica y un ¨¢bside g¨®tico. El interior, a veces, puede depararnos conciertos espont¨¢neos de ¨®rgano.
19.00 Final abierto en la Place Lepetit o retorno a la estaci¨®n
Desde Saint-Jean es un momento, no m¨¢s de 10 minutos a pie, pararse a tomar una copa o cenar en la Place Lepetit (20), muy pintoresca por toda la hilera de restaurantes y tambi¨¦n una parada solvente si tras este descanso queremos dispararnos hacia la estaci¨®n y cerrar el c¨ªrculo de Poitiers por el Boulevard Solferino (21), repiti¨¦ndonos sin pensar esta ciudad como por la ma?ana.
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