Por qu¨¦ ahora es la mejor ¨¦poca para viajar a Ilulissat
Navegar entre icebergs a pleno sol de medianoche, caminar por un sendero panor¨¢mico hasta Sermermiut, observar ballenas en la bah¨ªa Disko, visitar el pueblo inuit de Ilimanaq... Experiencias para disfrutar de este privilegiado y bello entorno helado en Groenlandia
Declarado patrimonio mundial por la Unesco en 2004, el fiordo helado de Ilulissat es el principal destino tur¨ªstico de Groenlandia; un aut¨¦ntico para¨ªso de los hielos donde se puede disfrutar de todos los atractivos y actividades imaginables en los escenarios polares. La ciudad de Ilulissat se fund¨® en 1741 y est¨¢ situada en plena bah¨ªa de Disko, en la costa oeste de Groenlandia, 250 kil¨®metros al norte del C¨ªrculo Polar. Ilulissat recoge en su litoral buena parte de los icebergs que se desprenden del cercano glaciar del mismo nombre, tambi¨¦n conocido como Sermeq Kujalleq o Jakobshavn, que es el m¨¢s activo y r¨¢pido del mundo, avanzando 19 metros diarios y produciendo ¡ªdespu¨¦s de la Ant¨¢rtida¡ª la mayor masa de icebergs del planeta. No en vano, Ilulissat, en groenland¨¦s, quiere decir icebergs.
La mejor ¨¦poca para disfrutar de Ilulissat y su privilegiado y salvaje entorno es desde la primavera tard¨ªa hasta finales del verano, aunque tambi¨¦n puede ser una oportunidad llena de excitantes atractivos viajar en oto?o o invierno. Eso s¨ª, a finales de la primavera y durante pr¨¢cticamente todo el est¨ªo, las actividades que sugeriremos a continuaci¨®n se pueden realizar a cualquier hora del d¨ªa o de la noche, a plena luz solar, ya que entre mayo y agosto el sol o no se pone nunca o lo hace durante muy poco tiempo.
No hace falta ser Knud Rasmussen, el m¨¢s famoso explorador groenland¨¦s, para vivir las singulares experiencias que aguardan en Ilulissat. Para empezar, un peque?o paseo desde la parte norte de la ciudad lleva hasta el Icefjord Centre, el centro de visitantes del fiordo helado de Ilulissat, pero antes se habr¨¢ pasado por la zona donde descansan multitud de perros groenlandeses de trineo, animales cuyo n¨²mero, seg¨²n rezan las estad¨ªsticas, supera al de la poblaci¨®n humana de la ciudad. El Icefjord Centre es una sorprendente y exquisita construcci¨®n de claro dise?o n¨®rdico, de la arquitecta danesa Dorte Mandrup, en perfecto contraste arm¨®nico con el entorno. Una especie de ala delta alabeada en los extremos, y acristalada en sus cuerpos centrales, por cuya cubierta inclinada de lamas de madera ¡ªque arranca a nivel del suelo¡ª se puede acceder a pie hasta su elevado mirador exterior desde el que disfrutar del imponente paisaje natural del inmenso fiordo helado. El interior ilustra al visitante sobre la formaci¨®n y actividad de los glaciares de la zona, as¨ª como sobre la evoluci¨®n de los hielos ¨¢rticos y el impacto del cambio clim¨¢tico.
Desde el mismo Icefjord Centre salen un par de interesantes senderos panor¨¢micos. Uno desciende a trav¨¦s de una c¨®moda pasarela hacia Sermermiut, hist¨®rico enclave inuit desde el que se puede contemplar la blanca y espectacular inmensidad del glaciar Sermeq Kujalleq. El otro camino asciende: primero bordeando el antiguo cementerio del lugar y, despu¨¦s, recorriendo la parte alta de la costa, regalando en todo momento al paseante las m¨¢s fabulosas vistas del fiordo helado y de sus impresionantes campos de icebergs. En varios puntos resulta inevitable parar y quedarse un rato absorto, y casi incr¨¦dulo, ante la indescriptible belleza y quietud de los parajes.
Aunque desde casi cualquier punto de la ciudad se puede disfrutar de la incre¨ªble visi¨®n de miles de icebergs y t¨¦mpanos de hielo a la deriva, hay otras muchas formas de gozar de estos impresionantes hielos flotantes. Por ejemplo, realizando un paseo en barco. La concentraci¨®n, tama?o y forma de estas monta?as de hielo depender¨¢ del volumen y frecuencia con la que se hayan ido desgajando del glaciar, de las mareas, de los vientos¡ Su color tiene que ver mucho con la luz ambiental: si est¨¢ nublado resultar¨¢n m¨¢s profundamente azules, y si brilla el sol los veremos sudando blancos destellantes. Los que se acaban de dar la vuelta se mostrar¨¢n intensa y el¨¦ctricamente azulados. Adem¨¢s, la gama de colores y tonos depender¨¢ de la composici¨®n del agua, las sustancias minerales, los sedimentos que contengan o la presi¨®n a la que haya sido sometida la nieve compactada.
Una vez conocido el fiordo helado de Ilulissat por tierra y mar, otra opci¨®n es hacerlo por aire. Para ello hay dos alternativas: el helic¨®ptero o la avioneta. Uno de los recorridos m¨¢s completos alcanza el Indlandsis ¡ªel gran casquete de hielo que cubre Groenlandia y que, en algunos lugares, llega a los 3.000 metros de profundidad¡ª. Esta excursi¨®n a¨¦rea sobrevuela, adem¨¢s, las lenguas y grandes paredes congeladas de distintos glaciares y las enormes extensiones de hielos flotantes que luego se ir¨¢n diseminando a lo largo y ancho de la bah¨ªa de Disko. Muchos de estos enormes gigantes de hielo vagar¨¢n despu¨¦s sin rumbo fijo por el Atl¨¢ntico Norte. Dicen que del fiordo helado de Ilulissat, y m¨¢s concretamente del glaciar Sermeq Kujalleq, surgi¨® el iceberg que produjo el hundimiento del Titanic.
Durante la temporada de luz casi perpetua, en la zona se pueden realizar multitud de otras actividades, tours o excursiones. Salir a observar ballenas jorobadas o de Groenlandia es una de ellas, pues estos grandes cet¨¢ceos aprovechan la gran abundancia de krill de los meses de verano para colonizar temporalmente las aguas de Disko Bay. En el horizonte marino son muy f¨¢ciles de localizar por el revuelo de aves marinas que siempre las acompa?a o por los enormes surtidores de vapor de agua que lanzan al aire cada vez que salen a respirar. En la temporada veraniega tambi¨¦n se puede practicar kayak o paddle surf entre los hielos, o realizar numerosos trekkings o rutas senderistas por las inmediaciones, adem¨¢s de poder salir a pescar bacalaos o meros en la bah¨ªa. Otro plan interesante es visitar en trineo, moto de nieve o barco (todo ello, l¨®gicamente, siempre que el hielo lo permita) Ilimanaq. Este peque?o pueblo inuit ofrece unas incomparables vistas sobre la bah¨ªa, y cuenta con el Ilimanaq Lodge y el restaurante Koks, un sorprendente dos estrellas Michelin. M¨¢s t¨ªpico pueblo inuit, y tambi¨¦n visitable por barco, es Oqaatsut, 15 kil¨®metros al norte de Ilulissat, y en el que paseando entre sus encantadoras casas de colores se pude conocer la actual forma de vida de los inuits.
No se debe dejar escapar la oportunidad de realizar la excursi¨®n al inmenso glaciar Eqip Sermia. Este glaciar se encuentra a 80 kil¨®metros al norte de Ilulissat, cuatro o cinco horas en barco que se pasan sin sentir amenizadas por un incomparable paisaje marino y costero repleto de hielos flotantes, fiordos y frecuentes avistamientos de ballenas. Al llegar al Eqip Semia, la impresionante visi¨®n de la colosal muralla de hielo del frente del glaciar ¡ªde m¨¢s de cuatro kil¨®metros de ancho y hasta 200 metros de alto¡ª deja ensimismado mientras, de cuando en cuando, se escucha el estruendo de los grandes bloques de hielo desprendi¨¦ndose de la enorme masa congelada. Al lado mismo del glaciar est¨¢ el Lodge Glacier Eqi, un lugar perfecto para hacer base en la zona durante uno o dos d¨ªas.
En tiempo de auroras boreales
Los meses de oto?o, invierno y principios de primavera ofrecen bastantes menos horas de luz, o ninguna, pero no por eso deja de tener inter¨¦s viajar a Ilulissat entonces.
De octubre a marzo es la ¨¦poca perfecta para disfrutar del impresionante baile de luces y colores de las auroras boreales; entre enero y abril tambi¨¦n es un momento id¨®neo para hacer rutas en trineo o moto de nieve por el mar helado o para hacer excursiones en helic¨®ptero sobrevolando la bah¨ªa. Otras actividades que se pueden realizar en oto?o e invierno son las salidas a pie, o en veh¨ªculo, para ver icebergs; que en los meses m¨¢s fr¨ªos y oscuros del a?o aparecer¨¢n atrapados e inm¨®viles en las aguas congeladas.
En la ciudad, adem¨¢s del Icefjord Centre, est¨¢n tambi¨¦n el interesante museo de Knud Rasmussen (Kunstmuseum), el de historia de la ciudad (Ilulissat City Museum) y la iglesia luterana (Zion¡¯s Church) fundada en 1779. Y en el deambular por la ciudad tampoco hay que dejar de visitar alguna de las tiendas de regalos o talleres artesanales en los que comprar t¨ªpicos recuerdos de la zona como, por ejemplo, unas bonitas y confortables prendas de abrigo o alg¨²n objeto tallado en hueso, especialmente los tupilaq, representaci¨®n de antiguos monstruos vengadores inuit que, con el paso del tiempo, se han convertido en inofensivos adornos o curiosos amuletos.
Si decides ir a Ilulissat comprobaras por ti mismo que es un aut¨¦ntico, natural y gozoso parque tem¨¢tico de los hielos.
Otras informaciones de inter¨¦s
- Para organizar el viaje desde Madrid: la agencia española experta en viajes polares Tierras Polares.
- Para hacer el viaje por cuenta propia, una buena agencia local es World of Greenland.
- Para dormir, tres buenos alojamientos: Hotel Ilulissat, Hotel Arctic y el Hotel Icefiord.
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