Camin Reiau, excursi¨®n por senderos medievales en el Valle de Ar¨¢n

Se sabe que desde comienzos del siglo XIV, cuando Ar¨¢n pas¨® a pertenecer a la Corona de Arag¨®n, un largo y estrecho camino atravesaba el valle de punta a punta enlazando pueblos desde las tierras m¨¢s bajas hasta las lindes con el condado del Pallars por el puerto de la Bonaigua, llamado Petrae Albae en ¨¦poca romana por los afloramientos de m¨¢rmol blanco en sus alrededores. Este camino, Camin Reiau, hab¨ªa heredado en parte o en todo el trazado de la calzada que ven¨ªa desde Saint-Bertrand-de-Comminges, en Francia, y esta, a su vez, el de los senderos a¨²n m¨¢s antiguos de las edades del Hierro o del Bronce. Un camino de herradura, sobre todo en Naut Aran, por donde hombres y animales siguieron transitando durante la Edad Media.

Hoy, el Alto Ar¨¢n puede recorrerse a pie desde Vielha, la capital del valle, siguiendo en algunos tramos el rastro del viejo camino real y en otros, los senderos que lo sustituyeron o que incluso coexistieron con ¨¦l en el tiempo como alternativas de paso. Ser¨¢ como caminar por una postal, enlazando siete pueblos llenos de encanto ¡ªGar¨°s, Arties, Gessa, Salard¨², Unha, Bagergue y Tred¨°s¡ª para descubrir los tesoros de sus iglesias rom¨¢nicas, atravesar tupidos bosques repletos de pinos, abetos, hayas, tejos, robles, avellanos, nogales y otras especies beneficiadas por el h¨²medo clima atl¨¢ntico, alcanzar el Pla de Beret con el nacimiento de los r¨ªos Garona y Noguera Pallaresa o el puerto de la Bonaigua y observar los reba?os de ganado que a¨²n forman parte de la vida en el valle. Un valle que no suelen ver los miles de visitantes que cada invierno lo atraviesan a toda mecha en busca de las pistas de esqu¨ª.

De Vielha a Gar¨°s

Naut Aran comienza administrativamente en el pueblo de Gar¨°s valle arriba en direcci¨®n Este, pero es muy l¨®gico querer iniciar su recorrido m¨¢s abajo, en Vielha, centro comercial del valle, y hacer una primera visita a la talla rom¨¢nica del Cristo de Mijaran en la iglesia de Sant Miqu¨¨u. En esta primera etapa, la carretera ha borrado los rastros del Camin Reiau y hay que buscar otras opciones. La m¨¢s atractiva, aunque con bastante desnivel, es seguir el GR211.1, que puede tomarse en la parte alta del pueblo despu¨¦s de atravesar el casco antiguo que acoge varias casas del siglo XVII, como ?o de Rod¨¨s o la Tor deth Generau Martinhon, sede del museo del valle. La senda es estrecha y empinada hasta un repetidor desde donde se tiene una vista excelente, pero despu¨¦s se suaviza con bajadas y tramos llanos que atraviesan prados y bosques de fresnos, avellanos y cerezos hasta descender al pueblo de Escunhau que guarda el dintel m¨¢s antiguo del valle, de 1393, en la casa ?o de P¨¨ijoan. Alcanzaremos Gar¨°s y el Pont deth Garona siguiendo por la ribera izquierda del r¨ªo o cruzando a la otra orilla buscando la solana. Hay que decir que el trazado original del Camin Reiau no atravesaba propiamente el pueblo de Gar¨°s.

De Gar¨°s a Salard¨²

Pasado el puente, el camino remonta a pie plano el curso del r¨ªo Garona por la margen izquierda rumbo a Arties (35 minutos; 2,11 kil¨®metros). A poco se llega a un antiguo horno de cal en mitad del bosque, uno de los escasos vestigios de arquitectura industrial de la zona; aqu¨ª se quemaban con le?a bloques de piedra caliza a 800 grados para obtener la cal que despu¨¦s se usaba en la construcci¨®n y como desinfectante. M¨¢s all¨¢, el sendero llega a los ba?os termales de Arties, en donde el agua surge a 39 grados de la tierra. El antiguo edificio est¨¢ en ruinas, pero junto a ¨¦l se han habilitado dos piscinas al aire libre con sus correspondientes servicios para disfrutar de estas aguas sulfurosas que ya conoc¨ªan los romanos.

Arties es un bell¨ªsimo pueblo en la confluencia de los r¨ªos Garona y Valarties con casas y plazas cuajadas de flores en primavera y verano, el majestuoso pico del Montarto (2.833 metros) de fondo y mucho bullicio de bares y restaurantes. Adem¨¢s, alberga el segundo parador nacional del valle junto a la casa Portol¨¤. En el interior de la iglesia de Santa Mar¨ªa (XII-XIII) se conservan extraordinarias pinturas murales que se han comparado con la obra de El Bosco y pinturas maestras del g¨®tico en el retablo mayor.

A Salard¨² (25 minutos; 1 kil¨®metro) se puede llegar por las dos orillas del Garona. La de la izquierda es buena opci¨®n en d¨ªas de calor, pues se camina por zonas muy umbr¨ªas. En este pueblo, en el antiguo Refugi Rosta (la casa se puede visitar hoy) se alojaron pioneros del pirene¨ªsmo como Franz Schrader o el rey Alfonso XIII cuando inaugur¨® la carretera del puerto de la Bonaigua en 1924; una foto recoge aquella visita. En lo alto del caser¨ªo, la iglesia de Sant Andr¨¨u es una joya por fuera y por dentro resultado de los estilos rom¨¢nico, g¨®tico y renacentista. Entre sus tesoros, la talla del Cristo de Salard¨² del siglo XII y sus pinturas murales, que son de las m¨¢s extensas y mejor conservadas del valle, incluida la escena de los milagros del ahorcado y del gallo y la gallina motivo, entre otros, que induce a pensar que el templo form¨® parte del peregrinaje a Santiago.

De Salard¨² a la Bonaigua

Durante siglos, los tragin¨¨rs (arrieros) recorrieron el Camin Reiau transportando cuantas mercader¨ªas eran necesarias y transportables. La ruta principal pasaba junto al actual hotel Lacreu, con m¨¢s de un siglo de historia, y enfilaba rumbo a Tred¨°s y de all¨ª al puerto de la Bonaigua (3 horas; 8,6 kil¨®metros), paso obligado hacia el Pallars Sobir¨¤. Hasta el Pontet de Ruda se sigue una pista por la orilla izquierda del r¨ªo que luego ha de cruzarse. El sendero pierde a partir de aqu¨ª toda su amabilidad, se empina fuertemente con tramos zigzagueantes y bastante inclinados para alcanzar el l¨ªmite del Valle de Ar¨¢n que, sorprendentemente, no est¨¢ en el mismo puerto a 2.066 metros de altura, sino un poco antes. Es, quiz¨¢, el tramo mejor conservado del antiguo Camin Reiau y hoy, como siglos atr¨¢s, dif¨ªcilmente transitable hasta que la nieve no se retira. Si ahora son las m¨¢quinas quitanieves las que despejan la carretera antes eran los reba?os bovinos los encargados de abrir huella en estas laderas para que machos, mulas y hombres pudieran transitar no sin correr grandes riesgos.

A¨²n hay una variante del Camin Reiau, probablemente secundaria pero muy atractiva, que puede hacerse. Consiste en subir desde Salard¨² a Unha (la iglesia de Santa Eul¨¤ria tiene una de las mejores vistas del valle sobre el Aneto y un cementerio en donde reposan los restos de los maquis muertos durante la invasi¨®n desde Francia en 1944) y de all¨ª a Bagergue, el pueblo m¨¢s alto de Ar¨¢n. El camino contin¨²a faldeando la sierra de Comalada hasta llegar al Pla de Beret, en donde los araneses fijan los nacimientos de los r¨ªos Garona (un dolmen marca el lugar exacto), hacia la vertiente atl¨¢ntica, y Noguera Pallaresa, hacia la vertiente mediterr¨¢nea. Un poco m¨¢s all¨¢ del inmenso llano est¨¢ el Santuario de Montgarri, del siglo XVI, centro espiritual e hist¨®rico del valle y un refugio de monta?a, el sitio adecuado para un fin de etapa.

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