Las cascadas de Ordesa est¨¢n en su mejor momento: excursiones para descubrirlas
Un paisaje espectacular de simas, barrancos, acantilados y valles se despliega en el parque nacional de Ordesa y Monte Perdido, en el que ahora es la mejor ¨¦poca para emprender marcha en busca del salto de agua de Arripas, las Gradas de Soaso o la Cola de Caballo
Las precipitaciones en el Pirineo en marzo y abril, hasta 80 cent¨ªmetros por encima de 2.000 metros en algunos momentos, han pintado de blanco la monta?a en primavera m¨¢s que en invierno y han aumentado el caudal de los r¨ªos de forma espectacular. El Segre, el Noguera Ribagorzana y el Noguera Pallaresa, en el Pirineo catal¨¢n, han multiplicado por 30 sus reservas en forma de nieve. En Arag¨®n ocurre lo mismo con los dos grandes cursos de agua que bajan del parque nacional de Ordesa y Monte Perdido: el r¨ªo Ara est¨¢ en m¨¢ximos de los ¨²ltimos cinco a?os con 86 hect¨®metros c¨²bicos y el Cinca tambi¨¦n muy cargado con 138, seg¨²n los datos de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Ebro.
Semejante abundancia de nieve hace que ahora las cascadas del parque nacional est¨¦n en su apogeo y en el mejor momento para disfrutar de su belleza. El Monte Perdido (3.348 metros) es el mayor y m¨¢s alto macizo calc¨¢reo de Europa occidental. La fuerza del agua y su poder de erosi¨®n en combinaci¨®n con la caliza han modelado aqu¨ª, y siguen haci¨¦ndolo en superficie y bajo tierra, un paisaje espectacular de simas, barrancos, acantilados y valles.
Nueve cascadas en Ordesa
Desde las cimas de las Tres Sorores (Monte Perdido, Cilindro de Marbor¨¦ y Soum de Ramond), el punto m¨¢s alto del parque, parten a modo de brazos los cuatro valles que lo integran: Ordesa, A?isclo, Escua¨ªn y Pineta recorridos, a su vez, por los cuatro r¨ªos m¨¢s importantes, Arazas, Bell¨®s, Yaga y Cinca. De ellos, el Arazas es el que m¨¢s y m¨¢s bellas cascadas ofrece.
Las primeras, las de su curso bajo, a poco de salir de Torla por el camino de Turieto utilizado antiguamente para llevar el ganado hasta los pastos de Ordesa, son seguramente las menos conocidas. En poco m¨¢s de siete kil¨®metros a trav¨¦s del bosque la senda remonta el r¨ªo que brinca en los saltos de Molinieto, Tamborrotera y Abetos hasta llegar al puente de los Cazadores y la Pradera en donde est¨¢ el aparcamiento com¨²nmente usado por quienes visitan el parque y prefieren subir en coche. A partir de este punto, una pista forestal, ancha, c¨®moda y transitable solo a pie, discurre por el fondo del ca?¨®n entre bosques de hayas, pinos y abetos hasta alcanzar el circo de Soaso en unas tres horas de caminata por la margen derecha orogr¨¢fica del r¨ªo.
A unos tres kil¨®metros aparece la primera cascada: la de Arripas. Un mirador en la misma pista permite disfrutar de ella sin necesidad de desviarse de la ruta. Conviene aqu¨ª alertar de la conveniencia de no sobrepasar en estos miradores las barandillas que los protegen porque est¨¢n colgados sobre el vac¨ªo. A medio kil¨®metro hay dos nuevos saltos, los de La Cueva y El Estrecho, para muchos, este ¨²ltimo es el m¨¢s bello del parque ¡ªest¨¢ a una hora aproximadamente desde la Pradera¡ª. El agua ha excavado aqu¨ª la roca tan profundamente que en algunos tramos se oculta a la vista antes de precipitarse con toda su fuerza en el remanso de una poza. Debajo de la cascada de la Cueva un puente permite cruzar el Arazas y regresar al aparcamiento por la otra orilla del r¨ªo si no se desea seguir subiendo. De camino, otro mirador ofrece una nueva perspectiva del ca?¨®n.
A partir de este punto, la pendiente se suaviza y el bosque de hayas da paso a una zona de pastizales con masas aisladas de pino negro. A unas dos horas desde la salida se alcanzan las Gradas de Soaso por donde el r¨ªo se descuelga a trav¨¦s de varios escalones. Esta cascada es la entrada al circo de Soaso, donde el caminante ve, por primera vez, las monta?as de tres mil metros, el Monte Perdido y la Soum de Ramond o Pico A?isclo. El sendero, casi llano, conduce en una hora m¨¢s el fondo del circo y a la ¨²ltima cascada de este sector, la Cola de Caballo, hermoso salto de agua que se abre en forma de abanico a lo ancho del lecho rocoso.
Quienes sigan este camino habr¨¢n disfrutado de un gran espect¨¢culo, pero se habr¨¢n perdido la cascada m¨¢s alta del ca?¨®n y una de las mayores de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica: la de Cotatuero, donde el agua ¡ªque nace mucho m¨¢s arriba, al pie de la Brecha de Rolando en la frontera con Francia¡ª se precipita en el vac¨ªo 200 metros. El lugar es impresionante no solo por la ca¨ªda y el ruido que produce, tambi¨¦n por las verticales murallas de los picos Tobacor y Gallinero que la encajonan. Se alcanza en una hora y media de caminata desde la Pradera por un sendero empinado y zigzagueante. Aunque fuera de los l¨ªmites del parque, pero a poco m¨¢s de cuatro kil¨®metros desde Torla, vale la pena acercarse a la localidad de Broto para ver la cascada de Sorrosal en un anfiteatro natural que conserva las huellas dejadas en la roca por el hielo del Cuaternario que cubr¨ªa estos parajes. Se tarda unos cinco minutos a pie desde el centro del pueblo.
El impresionante (y largo) ca?¨®n de A?isclo
El ca?¨®n de A?isclo es, quiz¨¢, la garganta de origen fluvial m¨¢s impactante de la Pen¨ªnsula labrada por la acci¨®n del r¨ªo Bell¨®s, que lo recorre en su integridad desde su nacimiento bajo las murallas de la Punta de las Olas (3.022 metros) hasta el puente y la ermita de San ?rbez. La excursi¨®n a pie de unos 15 kil¨®metros de ida y otros tantos de vuelta hasta la cascada y surgencia de la Fuenblanca exige una cierta preparaci¨®n f¨ªsica, pero recompensa con una de las rutas m¨¢s impresionantes del parque nacional. Desde San ?rbez, la senda remonta la margen derecha del r¨ªo durante nueve kil¨®metros a trav¨¦s de un bosque de hayas hasta el lugar conocido como la Ripareta, un llano rodeado de ¨¢rboles y pastizales, buen sitio para descansar. Una hora y media m¨¢s tarde, el ca?¨®n se ensancha, se atraviesa el Bell¨®s por una pasarela y poco despu¨¦s se ve ya la espectacular surgencia. En la zona se conserva una antigua mallata, antiguo refugio para pastores y ganado en la ¨¦poca estival. Mucho m¨¢s asequible, en el entorno de la ermita, la llamada Ruta del Agua (de solo dos kil¨®metros y medio de longitud) permite ver las ruinas del antiguo molino de Aso y las cascadas que forma el r¨ªo del mismo nombre. Conviene saber, no obstante, que hasta finales de junio la carretera que da acceso a la ermita estar¨¢ cerrada por obras.
La garganta de Escuain, tercer brazo extendido desde las cumbres del parque, tambi¨¦n ofrece su propio espect¨¢culo del agua adem¨¢s de ser, entre otras cosas, h¨¢bitat privilegiado del buitre quebrantahuesos cuyo vuelo es f¨¢cil de ver desde los miradores del pueblo de Escuain, en donde hay tambi¨¦n un centro de interpretaci¨®n de esta ave. Para llegar a la Fuente de Escuain, cascada formada por el r¨ªo Yaga, hay que partir, sin embargo, desde el pueblo abandonado de Revilla. Es una excursi¨®n no muy larga de escasos cinco kil¨®metros (ida y vuelta) que atraviesa el barranco de Consusa (en donde el arroyo tambi¨¦n forma varios saltos) y baja al cauce del r¨ªo para llegar a una atractiva poza de aguas de color verde esmeralda y, 200 metros m¨¢s all¨¢, a la surgencia.
Agua y nieve mezcladas en Pineta
Tanto ha nevado que a principios de este mes de mayo la nieve todav¨ªa se mezclaba con el agua en las cascadas del Cinca y cubr¨ªa sus aleda?os en el valle de Pineta, en donde han sido muy frecuentes en estos d¨ªas de primavera los aludes de nieve h¨²meda. Pineta es el ¨²ltimo sector del parque nacional hacia el Este, poseedor de un paisaje espectacular al pie de la cara norte del Monte Perdido y de su m¨ªtico glaciar ¡ªen franco retroceso, como les ocurre al resto de masas heladas del Pirineo¡ª. Precisamente el agua que baja de este glaciar y del lago helado de Marbor¨¦ a 2.597 metros de altitud forma un maravilloso rosario de saltos a cuyo pie se puede acceder con facilidad desde el aparcamiento en una caminata de unas dos horas y media de ida y vuelta. Primero una pista y luego un sendero recorren el bosque de hayas y un extenso paraje de helechos para alcanzar la base de la cascada, conjunto de varios saltos, pozas y requiebros en la roca. Tambi¨¦n desde el aparcamiento es posible subir, por la ladera opuesta, a los Llanos de La Larri y disfrutar del curso de su r¨ªo, e incluso alcanzar a ver el glaciar del Monte Perdido si se llega lo suficientemente alto.
El agua del parque a¨²n nos esconde una sorprendente curiosidad, pues son aguas espa?olas las que alimentan una de las mayores cascadas de Europa, la del circo de Gavarnie, en el lado franc¨¦s de la monta?a. La fusi¨®n de la nieve al pie del pico Cilindro de Marbor¨¦, en el lado espa?ol, se filtra por el interior calc¨¢reo del macizo y reaparece en la vertiente norte en la parte alta de las murallas del circo de Gavarnie formado un salto de m¨¢s de 400 metros de ca¨ªda dando nacimiento al r¨ªo Gave de Pau.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a la newsletter de El Viajero y encuentra inspiraci¨®n para tus pr¨®ximos viajes en nuestras cuentas de Facebook, X e Instagram.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.