Una ruta para descubrir las tiendas emblem¨¢ticas de Palma

Uno de los grandes atractivos de Palma es que con el paso del tiempo la capital de Mallorca ha conservado muchos comercios emblem¨¢ticos que siguen siendo regentados por las mismas familias fundadoras o han cambiado de manos manteniendo la esencia de la tienda y los productos que ofertan; algunos son cl¨¢sicos de la gastronom¨ªa de la isla, pero tambi¨¦n hay recetas reinterpretadas y objetos de dise?o.

Esta es una deliciosa ruta por algunos de ellos.

Forn del Santo Cristo (Plaza del Marqu¨¨s del Palmer, 2)

Su local m¨¢s conocido es el de la calle de los Paraires, el primero de todos: abri¨® en 1910 cerca de la iglesia de Sant Nicolau. La marca ha crecido tanto que ya tienen siete locales por Palma y uno en S¨®ller. Todos ellos en algunas de las calles m¨¢s transitadas de la ciudad, como el de la plaza del Marqu¨¨s del Palmer, en el edificio Can Forteza Rey, al lado de la plaza Mayor.

El negocio fue fundado por la familia Coll, quienes estuvieron a los mandos de esta panader¨ªa y pasteler¨ªa de productos t¨ªpicos de Mallorca durante m¨¢s de medio siglo. Despu¨¦s pas¨® a los hermanos Calleja, quienes expandieron la marca. En los sesenta, supieron aprovechar muy bien la llegada de los turistas y repartieron ensaimadas a los hoteles cuando nadie hac¨ªa nada parecido. Actualmente, el Forn del Santo Cristo est¨¢ en manos de Maria Mas, quien tambi¨¦n proviene de una familia pastelera. Los palmesanos saben bien que aqu¨ª se pueden comprar algunas de las mejores ensaimadas de la isla, ya sean lisas, rellenas de cabello de ¨¢ngel, crema, sobrasada, albaricoque o dulce de leche. En su aparador tambi¨¦n hay otros productos reposteros salados, como las empanadas o los cocarroi (pasta tradicionalmente rellena de acelgas, cebolla y pasas).

La Pajarita Bomboner¨ªa (Calle de Sant Nicolau, 2)

No hay transe¨²nte que no se detenga frente a su llamativo escaparate de aspecto teatral, de color rojo intenso. Su aparador siempre est¨¢ vestido para las ocasiones especiales, con los m¨¢s trabajados turrones, monas de Pascua o panellets.

Este negocio, que en 2022 ha cumplido 150 a?os, sigue regentado por la misma familia desde hace cinco generaciones. Naci¨® como chocolater¨ªa y evolucion¨® como una tienda en la que se ofrec¨ªan delicatessen y productos dif¨ªciles de encontrar en la isla. De hecho, fueron los primeros en Mallorca que vendieron caf¨¦, pl¨¢tanos y Mo?t & Chandon.

En 1972 la tienda se dividi¨® en dos. De un lado qued¨® el salado en La Pajarita Colmado. Del otro, los chocolates y los bombones en La Pajarita Bomboner¨ªa. En el interior de su chocolater¨ªa se encuentran m¨¢s de 40 tipos de bombones, frutillas, caramelos artesanos, dulces con almendra o macarons-nuage.

Fornet de la Soca (Plaza de Weyler, 9)

El cartel de madera del antiguo Forn des Teatre, hoy el Fornet de la Soca, es de los m¨¢s fotografiados de Palma, y su interior mantiene la esencia de una panader¨ªa de las de toda la vida. Detr¨¢s del proyecto est¨¢n Tomeu Arbona y su mujer, Mar¨ªa Jos¨¦ Orero, quienes comenzaron en un min¨²sculo local en la calle de Sant Jaume que, seg¨²n cuentan, ¡°pronto se qued¨® peque?o¡±. Un d¨ªa, Arbona, paseando por la Rambla, vio que colgaba un cartel de ¡°Se alquila¡± de esta preciosa fachada modernista y visualiz¨® que, ¡°costara lo que costara, ese era el sitio ideal para albergar sus productos¡±.

Este horno, creado en el siglo XIX y reformado en 1916, cerr¨® en 2017. El interior estaba completamente modernizado, as¨ª que recuperaron los antiguos suelos hidr¨¢ulicos y lo decoraron con muebles de pasteler¨ªas hist¨®ricas de Mallorca para ofrecer ¡°un pedacito vivo¡± de historia, una oportunidad de conectar con un pasado pretur¨ªstico.

En el Fornet pretenden escarbar en la memoria gustativa de la isla a trav¨¦s de lo que ellos llaman ¡°arqueolog¨ªa gastron¨®mica local¡±. Para confeccionar la lista de productos que ofrecen, han visitado archivos de conventos y casas se?oriales, antiguos recetarios familiares, dietarios, cuentos o libros de viajes de siglos pasados. Uno de sus productos estrella es la ensaimada trenzada de patata, que, como ellos dicen, es la versi¨®n primigenia de la ensaimada. Otra delicia recuperada es la tortada reial, un pastel para grandes celebraciones que consiste en un gat¨® de almendra relleno de mermelada de membrillo y confitura de yema de huevo, y embadurnado en merengue.

Gordiola (Calle de la Vict¨°ria, 2)

Los Gordiola llevan tres siglos siendo referentes del vidrio, en concreto desde 1719. De origen catal¨¢n, llegaron a la isla en el XVIII, donde instalaron su primer horno de vidrio art¨ªstico siguiendo las t¨¦cnicas que se utilizaban entonces en la isla italiana de Murano. Sus creaciones han visto pasar a nada menos que ocho generaciones por sus talleres.

La tienda de exposici¨®n est¨¢ en la calle de la Vict¨°ria, muy cerca de la catedral de Santa Mar¨ªa. Aqu¨ª despliegan objetos como jarrones, l¨¢mparas, cubiteras o copas de diversos colores, formas y tama?os. Algunos de ellos realmente originales, como sus palmeras de vidrio decorativas o en forma de candelabro. El acabado crom¨¢tico es totalmente personalizado y no hay dos iguales, ya que se realizan de forma totalmente artesanal. Sus dise?os son f¨¢cilmente identificables en un sal¨®n preparado para las ocasiones m¨¢s especiales.

La familia tiene otra tienda en el pueblo de Algaida, ubicada en el Museo de Vidrio de Gordiola, el mismo lugar donde est¨¢ su f¨¢brica y taller. Una visita imprescindible.

Can Joan de s¡¯Aigo (Calle de Can San?, 10)

Con m¨¢s de 300 a?os de historia, este es uno de los comercios m¨¢s antiguos de la ciudad. Pr¨¢cticamente todos los palmesanos han pasado por aqu¨ª al menos una vez a tomar su chocolate caliente con ensaimadas o su singular helado artesanal. Prueba de ello es que muchas veces se sigue haciendo cola para entrar.

El negocio fue fundado en 1700 por Joan Thom¨¤s, un empresario que se dedicaba a reclutar a trabajadores para ir a recoger nieve a la sierra de Tramuntana y llevarla a la ciudad en forma de hielo para uso dom¨¦stico. Thom¨¤s tuvo la idea de aprovecharlo para mezclarlo con zumo de frutas y as¨ª se comenz¨® a servir helado en Mallorca. El primer sabor que elabor¨® fue el de almendra, y el molino con el que lo preparaba se conserva en el local de la calle de Can San?. Con los a?os, se comenzaron a servir otros productos y Can Joan de s¡¯Aigo (casa de Joan del agua) se convirti¨® en una de las primeras helader¨ªas de la isla y una de las primeras chocolater¨ªas de Europa. El negocio sigue regentado por los primos de la familia, quienes han abierto dos locales m¨¢s, uno en el n¨²mero 5 de la calle del Bar¨® de Santa Maria del Sepulcre y otro en el 74 de la calle del Sindicat.

Alpargater¨ªa La Concepci¨®n (Calle de la Concepci¨®, 17)

Este peque?o local del centro es otro imprescindible, un lugar donde venden zapatos y bolsos tradicionales. Es f¨¢cilmente reconocible desde la distancia: en la fachada cuelgan varias cestas de palmito y en su aparador hay modelos de zapatos como alpargatas con suela de esparto o las abarcas que su fundadora, la menorquina Jer¨®nima Fern¨¢ndez, populariz¨® en la isla.

El negocio lleva abierto desde 1940. En los a?os sesenta, la alpargater¨ªa La Concepci¨®n se hizo conocida durante el movimiento hippy y unas d¨¦cadas despu¨¦s la reina Sof¨ªa comenz¨® a frecuentarla porque le recordaba las tiendas de Grecia, convirti¨¦ndose as¨ª en una de sus mejores embajadoras. ¡°Por aqu¨ª han pasado do?a Sof¨ªa, don Juan Carlos, I?aki y sus hijos; al resto se lo han llevado los mayordomos¡±, cuenta Aurora, hija de Mar¨ªa Visitaci¨®n, propietaria de la tienda desde hace 20 a?os. Sobre todo, le han comprado abarcas, alpargatas de espiga y cu?as, explica. Su producto proviene de distintas localidades espa?olas y, por supuesto, de Mallorca. Seg¨²n el tipo de zapato, est¨¢ hecho en f¨¢brica o a mano por sus maestros artesanos.

Ca¡¯n Miquel (Calle de los Montcades, 9)

Otra de las helader¨ªas de producci¨®n artesanal m¨¢s conocidas de Palma. Comenz¨® su actividad en 1979. Su primer local, donde siempre hab¨ªa una fila de gente pidiendo un cucurucho frente a la vitrina, estaba en la avenida de Jaime III hasta hace pocos a?os. Ahora se encuentra justo en una calle de detr¨¢s. Es un espacio m¨¢s grande con mesas para sentarse a disfrutar de una refrescante horchata, dulces y productos t¨ªpicos mallorquines, como la coca de patata con helado que, cuentan, ¡°se vende much¨ªsimo¡±.

La helader¨ªa Ca¡¯n Miquel se hizo muy popular porque muchos de los ingredientes que utilizan en sus elaboraciones son especiales. Su fundador, Miquel Solivellas, tambi¨¦n fue un innovador en el uso del aceite de oliva. El negocio sigue siendo regentado por su familia y, aunque la estrella es el helado de chocolate jamaicano, ofrecen 140 sabores. Algunos tan originales como el de albaricoque galta vermella, una variedad mallorquina que tan solo est¨¢ en su punto ¨®ptimo de maduraci¨®n 20 d¨ªas al a?o. A destacar son los helados salados, como el de queso mahon¨¦s con aceite de oliva, el de gamba de S¨®ller o el de tremp¨®, la ensalada mallorquina preparada con tomate, pimiento verde y cebolla.

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