Cinco parisinos de adopci¨®n nos hablan de sus rincones preferidos de Par¨ªs

No hay nada mejor para descubrir una ciudad que el que te la ense?e un local. En esta ocasi¨®n, cinco parisinos de adopci¨®n nos gu¨ªan no por cualquier Par¨ªs, sino por su Par¨ªs: son el arquitecto y dise?ador de interiores Luis Laplace, la dise?adora de moda Juana Mart¨ªn, el galerista ?lex Mor, la escritora y cineasta Mar¨ªa Larrea y el chef I?aki Aizpitarte. De su mano descubrimos los museos, plazas, caf¨¦s y rincones que les inspiran en su d¨ªa a d¨ªa.

Luis Laplace y el Par¨ªs de los caf¨¦s y los mercadillos

El arquitecto y dise?ador de interiores Luis Laplace (Buenos Aires, 53 a?os) dej¨® su Argentina natal por Estados Unidos. En concreto, se mud¨® a la ciudad de Nueva York, donde aprendi¨® la ¨¦tica del trabajo y la eficiencia a la americana. Coincidi¨® all¨ª con dos argentinos, que le vinieron a decir que qu¨¦ hac¨ªa alguien como ¨¦l en un sitio como ese, puesto que ¨¦l ten¨ªa ¡°un esp¨ªritu de lo m¨¢s parisino¡±. Quiso el destino que conociese all¨ª a su pareja, el abogado franc¨¦s Christophe Comoy y, tras vivir el fat¨ªdico 11 de septiembre en Nueva York y ver c¨®mo la ciudad cambiada radicalmente de la noche a la ma?ana, decidieron afincarse en la Vieja Europa. Por supuesto, eligieron Par¨ªs. Laplace reside aqu¨ª desde hace m¨¢s de 20 a?os, y aqu¨ª fund¨®, en 2004, su propio estudio arquitect¨®nico, Laplace, junto a Comoy. Si en Nueva York aprendi¨® a trabajar, en Par¨ªs aprendi¨® a vivir: ¡°Al llegar ten¨ªa poco trabajo y mucho tiempo, as¨ª que me pasaba la vida en museos, caf¨¦s y, sobre todo, en anticuarios. A estos ¨²ltimos lugares les debo la carrera. Te dir¨ªa que el franc¨¦s es generoso porque, mientras vagaba por sus tiendas de antig¨¹edades, me ense?aron y formaron, pas¨¢ndome la informaci¨®n que ellos conoc¨ªan sobre todos esos objetos con los que ahora trabajo cada d¨ªa¡±. Laplace no ha perdido ese esp¨ªritu curioso de reci¨¦n llegado.

¡°Hay tres espacios imprescindibles para cualquier amante del arte contempor¨¢neo y, como yo, apasionado de los objetos¡±, relata el arquitecto. ¡°El Centre Pompidou fue, y sigue siendo, un referente en este aspecto: su colecci¨®n permanente es indispensable, pero siempre consigue sorprender con sus colecciones temporales¡±. En los pr¨®ximos meses, a la actual exposici¨®n de Constantin Brancusi, padre de la escultura moderna, le suceder¨¢n la de la pionera del arte digital Vera Moln¨¢r, o la exhibici¨®n L¡¯enfance du design, que analizar¨¢ la historia y evoluci¨®n del dise?o desde el siglo XX, a trav¨¦s del mobiliario infantil.

La Fundaci¨®n Cartier y la Fundaci¨®n Giacometti son otros dos lugares donde Laplace encuentra inspiraci¨®n: ¡°Est¨¢n a una manzana la una de la otra¡±. La de Cartier cuenta con una colecci¨®n de cerca de 4.000 obras de m¨¢s de 500 artistas de todo el mundo, donde podemos encontrar las pinturas de David Lynch, las fotograf¨ªas de Alair Gomes o las esculturas de Jos¨¦ Bezerra, todo ello en un espacio acristalado dise?ado por Jean Nouvel, rodeado de un espectacular y cuidado jard¨ªn que bien merece una pausa. ¡°Y la de Giacometti es una joyita, ya que se trata del estudio que el propio artista tuvo en el barrio de Montparnasse¡±, explica el arquitecto, ¡°es la manera m¨¢s humana de aproximarse al artista¡±.

Caminamos ahora hacia la ¡°poco pretenciosa pero muy parisina¡± Place Saint-Georges, en el distrito IX, que ya en 1875 fue pintada por Renoir, donde el arquitecto recomienda tomarse un caf¨¦: ¡°La vida de los caf¨¦s parisinos es una experiencia aparte: ellos saben lo que es sentarse y ver la vida pasar, comentarla, disfrutarla. El caf¨¦ parisino favorece algo imprescindible: el placer de la vida contemplativa¡±. El arquitecto reconoce que ha echado horas y horas en este lugar: ¡°Es fascinante, un amigo y yo jug¨¢bamos a adivinar las vidas de la gente que pasaba. Cuando nos d¨¢bamos cuenta, hab¨ªa volado la ma?ana¡±.

Cerca de la plaza se encuentra la Rue de Martyrs, una de las tantas callecitas parisinas que casi casi parecen un decorado, que une la iglesia Notre-Dame de Lorette y la bas¨ªlica del Sagrado Coraz¨®n pero que, a pesar del inter¨¦s tur¨ªstico, no ha perdido el encanto de las tiendas y comercios tradicionales. Si nos apetece un dulce, podremos visitar la panader¨ªa y pasteler¨ªa Arnaud Delmontel, famosa por sus macarons, o la deliciosa pasteler¨ªa y chocolater¨ªa de S¨¦bastien Gaudard. ?Un merengue? Sin duda, La Meringaie. Tambi¨¦n podremos surtirnos de productos gourmet, como las confituras de La Chambre, el salm¨®n ahumado, blinis o el caviar de Kaviari Delikatessen, los quesos de La Souris Gourmande o los embutidos y vinos locales de La Maison Thielen.

La vida de los caf¨¦s tambi¨¦n se traslada a la de los restaurantes: ¡°Hay uno que me hace sentir como en casa, se llama Anahi (49 Rue Volta)¡±, explica Laplace, ¨ªntimo amigo de una de sus fundadoras, la madrile?a Carmina Lebrero. Anahi era una antigua carnicer¨ªa y mantiene la esencia carn¨ªvora con platos de inspiraci¨®n tanto espa?ola como argentina (su carta est¨¢ firmada por Mauro Colagreco), que incluyen desde pulpo a la gallega hasta empanadillas o entra?a con chimichurri: ¡°Es una carta sencilla pero honesta¡±. El restaurante es el lugar donde la gente va a ver y ser vista. Es habitual ver por all¨ª a actores internacionales, modelos, m¨²sicos y dem¨¢s artisteo: ¡°Pero no es elitista, sino que tiene un ambiente de cantina, muy internacional, donde a partir de cierta hora suena la m¨²sica y la gente se lanza a bailar¡±.

Por ¨²ltimo, el dise?ador vuelve a sus or¨ªgenes de buscador de tesoros: ¡°El Mercado de las Pulgas es el sitio m¨¢s incre¨ªble de todo Par¨ªs. Y ya s¨¦ lo que dice la gente: ¡®?El Mercado de las Pulgas ya no es lo que era!¡¯. Y yo les respondo: ¡®?Nada es lo que era! Ni siquiera yo soy lo que era... ?y qu¨¦ importa?¡±. Laplace podr¨ªa tirarse horas contando sus aventuras en este mercadillo que fue creado en 1885 y que, en la actualidad, con sus m¨¢s de 1.700 puestos (muchos de ellos anticuarios) es uno de los mercados de antig¨¹edades m¨¢s grandes de Europa, adem¨¢s de ser de los m¨¢s antiguos. ¡°Me parece necesario reivindicar estos lugares, si la gente deja de ir porque considera que ya no son como antes, al final, desaparecer¨¢n¡±. El arquitecto, que ahora est¨¢ coleccionando herramientas antiguas que suele encontrar en este mismo mercado (¡±El otro d¨ªa compr¨¦ all¨ª un cuchillo de carnicero del siglo XVII¡±, apunta), reconoce que muchos de sus proyectos se nutren de los muebles de sus anticuarios: ¡°Entre t¨² y yo, creo que quien no encuentra algo es porque no sabe buscar¡±.

Juana Mart¨ªn y el Par¨ªs de la moda

La dise?adora Juana Mart¨ªn (C¨®rdoba, 50 a?os) se convirti¨® en 2022 en la primera mujer espa?ola en desfilar en el muy exclusivo calendario oficial de la semana de la alta costura de Par¨ªs. En 2018, y tras su salida de la pasarela madrile?a, Mart¨ªn se instal¨® en la capital francesa y empez¨® a presentar sus colecciones en la ciudad. En ellas, pon¨ªa el foco en el folclore andaluz y la artesan¨ªa local, y no tard¨® en llamar la atenci¨®n la Federaci¨®n Francesa de la Alta Costura, el organismo que regula qui¨¦n puede y qui¨¦n no desfilar dentro de sus semanas de la moda. Juana Mart¨ªn lo hizo, y ya van dos a?os. De su mano, conocemos los mejores lugares para descubrir la verdadera moda parisina, que se dice pronto: ¡°Par¨ªs es la cuna de la moda, vayas donde vayas, respiras moda... simplemente pasear por la ciudad es como estar en una pasarela: desde sus mercadillos a tiendas vintage, los escaparates de tiendas de lujo de las avenues George-V y Montaigne o a trav¨¦s de las exposiciones¡±, cuenta la dise?adora.

A Juana Mart¨ªn le encanta pasear y perderse por la ciudad: ¡°Es la mejor manera de pensar en escenarios para los desfiles¡±. As¨ª que lo primero que propone es un paseo digno de alta costura: ¡°Los pr¨®ximos desfiles de la semana de la moda de Par¨ªs se realizar¨¢n en la Place Vend?me, as¨ª que por qu¨¦ no caminar por el distrito I, rodear el Louvre y terminar all¨ª¡±. ¡°All¨ª¡±, Mart¨ªn se dar¨¢ cita con las grandes casas de moda, como Dior o Schiaparelli.

Y, precisamente, Dior es nuestra siguiente parada. En concreto, La Galerie Dior (11, rue Fran?ois 1er), que abri¨® sus puertas en marzo de 2022 como testimonio de la vida y la obra del dise?ador Christian Dior, pero tambi¨¦n de sus seis sucesores: Yves Saint Laurent, Marc Bohan, Gianfranco Ferr¨¦, John Galliano, Raf Simons y Maria Grazia Chiuri. ¡°La historia de la casa francesa est¨¢ recogida aqu¨ª, por lo que es una parada obligatoria no solo para los amantes de la moda, sino tambi¨¦n de la historia o del dise?o¡±. El espacio en el que se ubica fue testigo de la creaci¨®n de las colecciones de Dior durante m¨¢s de 70 a?os, y hoy acoge un recorrido hist¨®rico que da comienzo con el emblem¨¢tico New Look, protagonista del desfile de Dior el 12 de febrero de 1947, hasta algunas de las piezas ic¨®nicas de la actualidad.

¡°Otra parada imprescindible es la Fundaci¨®n Azzedine Ala?a (18 Rue de la Verrerie)¡±, explica la dise?adora. Un espacio que cre¨® el modisto tunecino en el barrio en el que vivi¨® durante a?os, Le Marais, junto con el pintor Christoph von Weyhe, y la editora y galerista Carla Sozzani, para albergar sus propias colecciones de historia de la moda, arte y dise?o. En su colecci¨®n permanente pueden encontrarse dise?os de Crist¨®bal Balenciaga, Lanvin, Chanel, Christian Dior o Yves Saint Laurent, adem¨¢s de un imponente archivo fotogr¨¢fico con firmas como Helmut Newton, Peter Lindbergh o Bruce Weber. Adem¨¢s, Juana Mart¨ªn destaca las exposiciones temporales ¡°en las que siempre encuentras algo nuevo¡±: recientemente, una retrospectiva dedicada a la modelo Naomi Campbell o una exhibici¨®n de la moda en el Par¨ªs de la modernidad.

¡°Aunque si lo que buscas es conocer la historia de la moda, el lugar al que debes ir es, sin duda, el Palais Galliera (10 Av. Pierre 1er de Serbie)¡±. Tambi¨¦n denominado Mus¨¦e de la Mode de la Ville de Paris, es el museo por excelencia sobre la historia de la moda ubicado en distrito XVI de Par¨ªs. Inaugurado en 1895, en sus inicios como museo de arte industrial, vir¨® su esencia en los a?os veinte cuando la ciudad de Par¨ªs decidi¨® crear un museo dedicado al traje y a los accesorios despu¨¦s de recibir una generosa donaci¨®n: las m¨¢s de 2.000 obras de la colecci¨®n de Maurice Leloir, presidente de la Soci¨¦t¨¦ d¡¯histoire du costume. Hoy en d¨ªa, recoge m¨¢s de 70.000 art¨ªculos, desde el siglo XVIII hasta el presente, entre los que se incluyen desde objetos dignos de admiraci¨®n como ropa que perteneci¨® a Mar¨ªa Antonieta, Luis XVII o la emperatriz Josefina, hasta el ic¨®nico vestido de Givenchy que luci¨® Audrey Hepburn.

Como apuntaba la dise?adora al inicio de la conversaci¨®n, en Par¨ªs, casi todo resulta inspirador: ¡°Y piensa que, cuando hablamos de moda, la inspiraci¨®n puede venir de cualquier parte, no solo de los grandes dise?adores, ya que ellos a su vez se inspiraron en otros artistas¡±. Por eso destaca tambi¨¦n la labor de la Fundaci¨®n Louis Vuitton (8 Av. du Mahatma Gandhi), museo construido por el grupo LVMH en un sofisticado escenario dise?ado por Frank Gehry, y con una colecci¨®n de obras en constante evoluci¨®n que contempla categor¨ªas tan dispares como el pop, el expresionismo o la m¨²sica y el sonido. En este espacio podemos encontrar obras de artistas como Jean-Michel Basquiat, Gilbert & George o Jeff Koons.

Por ¨²ltimo, la dise?adora recomienda la visita al Museo Picasso (5 Rue de Thorigny): ¡°No solo es posible contemplar obras que jam¨¢s hemos podido ver en Espa?a, sino que el espacio es digno de contemplaci¨®n, ya que alberga unos jardines preciosos¡±. La colecci¨®n conserva 297 pinturas, 2.370 grabados, 368 esculturas y alrededor de 1.719 dibujos y cuadernos, que fueron donados por los herederos de Pablo Picasso en 1979 y, m¨¢s tarde, por los herederos de Jacqueline Picasso, segunda esposa del artista, en 1990.

Mar¨ªa Larrea y el Par¨ªs de los libros y los jardines

La escritora y cineasta Mar¨ªa Larrea (Bilbao, 44 a?os) no escogi¨® la ciudad de Par¨ªs para vivir, sino que la escogieron por ella sus padres, inmigrantes espa?oles, cuando se trasladaron a la capital francesa a la b¨²squeda de mejores oportunidades laborales. ¡°Tengo el pasaporte espa?ol, y siempre digo lo mismo: no me siento francesa, pero s¨ª parisina¡±. Nunca se march¨®. Larrea pas¨® su infancia en el Quartier de l¡¯Opera, en el distrito IX, entre museos, jardines, cines y teatros: ¡°De adolescente, hac¨ªa pellas para irme al Louvre. Ten¨ªa a mi alcance la m¨¢s alta cultura, y la aprovech¨¦, y creo que todas las personas deber¨ªan poder hacerlo. Al mismo tiempo, en mi casa, que yo llamaba El Consulado, escuch¨¢bamos a Los Chichos y cen¨¢bamos tortilla de patata, ¨¦ramos clase obrera¡±. De la mano de la autora de la novela autobiogr¨¢fica Los de Bilbao nacen donde quieren (Alianza, 2023), hacemos una ruta donde la cultura es la protagonista, pero no cualquier cultura, sino una accesible para todos.

¡°Actualmente vivo en l¡¯Arrondissement de la Bourse, distrito II, en el que ha habido mucha inmigraci¨®n japonesa y coreana, as¨ª que invitar¨ªa a cualquier viajero a vivir una experiencia de contrastes: primero, cogerse algo de comer en la panader¨ªa franco-japonesa Aki Boulangerie¡±, comienza la escritora. Y despu¨¦s, poner rumbo a la Biblioteca Nacional de Francia (5 Rue Vivienne), originariamente construida en el siglo XVII, y que en 2022 reabri¨® sus puertas despu¨¦s de 12 a?os de obras de renovaci¨®n y modernizaci¨®n, convertido en un lugar abierto a todos en el coraz¨®n de Par¨ªs: ¡°Para toda la gente, como deber¨ªa ser la cultura¡±, apunta Larrea, ¡°precisamente la biblioteca cuenta con un precioso jard¨ªn al que puedes acceder de manera gratuita¡±. El jard¨ªn Vivienne es un ¡°jard¨ªn-obra de arte¡± ideado por el arquitecto del patrimonio Mirabelle Croizier, el paisajista Antoine Quenardel, y el artista, jardinero y escritor Gilles Cl¨¦ment. La escritora tambi¨¦n destaca una visita imprescindible a la Sala Oval de la biblioteca: ¡°Una impresionante sala de lectura, que ofrece m¨¢s de 20.000 vol¨²menes de consulta gratuita y 160 puestos para leer¡±. Tambi¨¦n incluye c¨®mics y libros infantiles.

Como no pod¨ªa ser otra manera, Mar¨ªa Larrea tambi¨¦n nos lleva a una librer¨ªa: ¡°Me gusta much¨ªsimo la Librairie Delamain (155 Rue Saint-Honor¨¦)¡±. Se trata de la librer¨ªa m¨¢s antigua de todo Par¨ªs, fundada en el siglo XVIII, aunque en 1906 se tuvo que trasladar al lugar en el que hoy se mantiene debido a un incendio. Por sus pasillos han vagabundeado figuras de la talla de Alexandre Dumas o Guy de Maupassant. M¨¢s que una librer¨ªa, el lugar es un espacio patrimonial y cultural, en el que destaca, adem¨¢s de las novedades editoriales, su espectacular fondo de libros antiguos. Si est¨¢ usted pensando en hacerse con una gu¨ªa este es el lugar perfecto para ello, ya que tambi¨¦n cuentan con una secci¨®n especialmente extensa dedicada a la ciudad de Par¨ªs. ¡°Y una vez hayas escogido tu lectura, nada mejor que abrir las primeras p¨¢ginas en los Jardins du Palais-Royal (8 Rue Montpensier), justo enfrente de la librer¨ªa¡±, apunta Larrea. Estos jardines tambi¨¦n fueron lugar de encuentro de numerosos escritores, atra¨ªdos por ese oasis de tranquilidad: ¡°Parece que no est¨¦s en Par¨ªs, aqu¨ª encuentras calma en medio de todo¡±, reconoce Larrea. Stefan Zweig, Colette o Jean Cocteau fueron algunos de sus ilustres paseantes. En la actualidad, el visitante tambi¨¦n podr¨¢ disfrutar de las obras de arte contempor¨¢neas que se instalaron a finales del siglo XX: en especial, las columnas de Daniel Buren en la Cour d¡¯Honneur, rayadas en blanco y negro, que ya se han convertido en otro de los (much¨ªsimos) s¨ªmbolos de la ciudad.

¡°No olvidemos que en verano, en Par¨ªs, el calor es sofocante¡±, advierte Mar¨ªa Larrea, ¡°los parisinos tenemos dos maneras de evitarlo: el aire acondicionado y las piscinas¡±. Los cines UGC Cin¨¦ Cit¨¦ Les Halles (7 Place de la Rotonde) ofrecen pel¨ªculas en versi¨®n original, desde t¨ªtulos independientes hasta blockbusters. Situados en el interior de un centro comercial, nos evitar¨¢n las horas del d¨ªa m¨¢s duras. ¡°Y lo mejor al terminar tu pel¨ªcula es acudir a la piscina Suzanne Berlioux¡±. O despu¨¦s de visitar el Louvre, el Museo de Artes Decorativas o el Museo de la Orangerie (y refrescarse despu¨¦s de ver los Nen¨²fares de Claude Monet), ya que esta fant¨¢stica piscina, secreto de los parisinos, se encuentra en el distrito I.

Nada mejor que terminar el d¨ªa que un buen c¨®ctel. ¡°Harry¡¯s Bar es todo un cl¨¢sico de la ciudad, el lugar gracias al cual los parisinos descubrieron el concepto de c¨®ctel¡±, cuenta Mar¨ªa Larrea. Se inaugur¨® en 1911, en el n¨²mero cinco 5 de la Rue Daunou, donde permanece. Fue fundada por el famoso jockey estadounidense Tod Sloan, que originariamente lo bautiz¨® como New York Bar y llev¨® a Par¨ªs esta nueva forma de beber un trago, trayendo tambi¨¦n su imaginar¨ªa: una barra de caoba y unas sillas repujadas en cuero de aquellas cocteler¨ªas cercanas a la Penn Station. ¡°Una decoraci¨®n muy Ivy League, con sus camareros con camisa y corbata¡±, la describe Larrea. M¨¢s adelante, asediado por sus enormes deudas, lo puso en manos de su barman Harry MacElhone. La historia del bar, ya de Harry, no concluye ah¨ª: son los orgullosos creadores del Bloody Mary, el SideCar o el Blue Lagoon. No hay mejor lugar para el fin de una jornada de turismo pero, si todav¨ªa nos quedan fuerzas, la escritora propone una ¨²ltima experiencia, siempre que no se nos haya hecho demasiado tarde: ¡°El Jard¨ªn de Aclimataci¨®n es una visita fant¨¢stica: se trata del parque de ocio m¨¢s antiguo de Par¨ªs, inaugurado en 1860¡å. Su creaci¨®n se enmarca en el plan global de reestructuraci¨®n y modernizaci¨®n de la capital impulsado por Napole¨®n III: ¡°Pero ha sido recientemente renovado¡±. Desde los a?os ochenta, con el grupo LVMH gestionando la concesi¨®n de servicio p¨²blico, ha experimentado una revitalizaci¨®n que lo ha convertido en uno de los destinos populares para los residentes y los turistas, recuperando su identididad original como parque, espacio de relajaci¨®n, cultura y placer.

?lex Mor y el Par¨ªs de los artistas contempor¨¢neos

Lo del galerista ?lex Mor (Bogot¨¢, 46 a?os) fue una profec¨ªa autocumplida. De ni?o, curs¨® sus estudios en el Liceo Franc¨¦s y, enamorado tanto del idioma como de la cultura francesa, decidi¨® poner el Atl¨¢ntico de por medio y establecerse, en 1999, en la que sigue llamando la ciudad de sus sue?os. Aunque en un principio el colombiano iniciase su carrera en marketing para la industria de la moda y la belleza, tras conocer a su pareja (y futuro socio), Philippe Charpentier, decidieron poner en marcha la galer¨ªa Mor Charpentier, que abri¨® sus puertas hace 14 a?os en el barrio m¨¢s apropiado para ello, en Le Marais, y donde, desde sus inicios, prestaron atenci¨®n a artistas cuyas pr¨¢cticas conceptuales est¨¢n ligadas a realidades sociales, a la historia y la pol¨ªtica de regiones geogr¨¢ficas del sur global: ¡°Nos arriesgamos mucho, porque fuimos unos pioneros¡±. Funcion¨®.

Precisamente, Le Marais es la primera parada que propone este galerista: ¡°Es el museo al aire libre m¨¢s grande de Par¨ªs¡±, apunta; ¡°es un barrio que alberga alrededor de 80 galer¨ªas. Para conocerlo, lo mejor es hacerse con el mapa gratuito del barrio y recorrer algunas de ellas. En este mapa se encuentran galer¨ªas muy establecidas e internacionales, como la de David Zwirner, que conviven con espacios art¨ªsticos autogestionados¡±. Un recorrido que permitir¨¢ al viajero hacerse una idea del vibrante ambiente art¨ªstico de la capital, lo viejo y lo nuevo, lo consolidado y lo emergente: ¡°No olvidemos que, muy cerca, se encuentran tambi¨¦n el Pompidou, el Museo Picasso o el Mus¨¦e de la Chasse¡±. El centro de todo.

Pero Alex Mor advierte: ¡°Par¨ªs es mucho m¨¢s que el centro. Y, de hecho, esto es fundamental cuando hablamos de arte y artistas¡±. Precisamente, muchos artistas emergentes tuvieron que marcharse a espacios perif¨¦ricos de Par¨ªs por el alto coste de la vida. Por eso POUSH deber¨ªa ser ¡°una parada obligada para cualquier amante del arte¡±, como apunta el galerista. Se trata de una colmena para j¨®venes artistas que se sit¨²a una antigua f¨¢brica de perfumes en Aubervilliers (Sena-Saint-Denis) que alberga distintos espacios de exposici¨®n multidisciplinar, pero tambi¨¦n de creaci¨®n: ¡°A veces, puedes incluso echar un vistazo a los estudios y talleres de algunos de los artistas¡±. En este campus de aires industriales de 20.000 metros cuadrados se dan cita hasta 260 artistas consagrados y emergentes, guiados bajo la direcci¨®n de Yvanno¨¦ Kruger.

Todav¨ªa mucho m¨¢s lejos del centro est¨¢ nuestra siguiente parada: Romainville, una poblaci¨®n de apenas 28.000 habitantes situada unos 15 kil¨®metros al norte de la ciudad. All¨ª se inaugur¨®, en 2019, la Fundaci¨®n Fiminco, que rehabilit¨® los antiguos laboratorios Roussel Uclaf y ofrece una residencia para artistas. En 2020, abri¨® sus puertas la escuela de dise?o Parsons. Y la localidad est¨¢ plagada de galer¨ªas (Air de Paris, Galerie Jocelyn Wolff, Galerie Sator, In Situ Fabienne Leclerc, Ma?lle Galerie, Quai 36 o Galerie D): ¡°Que, adem¨¢s, abren los domingos, cuando las galer¨ªas de Par¨ªs cerramos. Romainville es una muestra m¨¢s de c¨®mo el arte se encuentra no solo en el centro, sino tambi¨¦n en la periferia¡±.

Su cuarta recomendaci¨®n, m¨¢s que un lugar concreto, es una pista para todo viajero que busque experimentar las nuevas tendencias art¨ªsticas de la capital francesa: ¡°Thanks for nothing es un colectivo fundado y llevado por mujeres¡±, comienza explicando ?lex Mort, ¡°nacieron en 2017 con el deseo de vincular el mundo del arte contempor¨¢neo y el del compromiso, pero tambi¨¦n el de acercar este arte y este compromiso al p¨²blico¡±. A trav¨¦s de su p¨¢gina web se pueden encontrar las actividades que realizan y apoyan alrededor de la ciudad: instalaciones art¨ªsticas, talleres o exposiciones con un profundo inter¨¦s en los temas sociales.

¡°Por ¨²ltimo, vayamos a Hangar Y (9 Avenue de Trivaux, en Meudon)¡±. El nombre ya nos pone sobre la pista: este espacio alberg¨®, en 1884, el primer vuelo del mundo de un dirigible de circuito cerrado. Se hab¨ªa constru¨ªdo hac¨ªa tan solo unos a?os, en 1879, a partir de elementos de la galer¨ªa de m¨¢quinas de la Exposici¨®n Universal. A d¨ªa de hoy, se distribuye en tres espacios: el hangar Y (dise?ado por el arquitecto Henri De Dion, profesor de Gustave Eiffel), el parque y la maleza. ¡°Y es un espacio multicultural en el que hay eventos extremadamente diversos, con un programa de residencias y exposiciones, de nuevo, descentrizados del centro, que llevan la cultura a otros lados¡±, nos cuenta el galerista. En los pr¨®ximos meses, con motivo de los Juegos Ol¨ªmpicos de Par¨ªs 2024, el espacio tambi¨¦n se transformar¨¢ para la ocasi¨®n presentando eventos como Discofoot (una mezcla de f¨²tbol y danza contempor¨¢nea) o la instalaci¨®n in situ de una cancha de baloncesto gigante a cargo del artista Benedetto Bufalino y espect¨¢culos de la Kivuko Compagnie.

I?aki Aizpitarte y el Par¨ªs gastron¨®mico

El chef I?aki Aizpitarte (Hendaya, 52 a?os), hijo de inmigrantes vascos, se crio en el sur de Francia. La vida le llev¨® a instalarse definitivamente en Par¨ªs, despu¨¦s de aprender el oficio en Tel Aviv, a principios de los 2000. En 2006, abri¨® su restaurante. Sobre este, bautizado Le Chateaubriand (129 Avenue Parmentier), The Wall Street Journal dijo para celebrar su d¨¦cimo aniversario, en 2016, que era ¡°imposible no notar el efecto que Le Chateaubriand y su creador han tenido en la gastronom¨ªa parisina, donde restaurantes queridos como Septime y Saturne (ambos han obtenido el reconocimiento de Michelin), as¨ª como Au Passage, Spring, Le Servan y Frenchie, crecieron en el camino que abri¨® Le Chateaubriand¡±. Le Dauphine, su segundo restaurante, abri¨® en 2012, con el mismo nivel de excelencia. Ahora le llega el turno al tercero, Le Petite Grill Bar, este en San Juan de Luz, en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s, donde tiene una peque?a sala con su men¨² tradicional, de repertorio cl¨¢sico vasco y franc¨¦s, y tambi¨¦n comida para llevar. Volver a sus or¨ªgenes ¡°le da mucho placer¡±, confiesa el cocinero que, pese a todo, suele regresar a Par¨ªs una vez por semana.

Su primera parada en la capital es ¡°una pasteler¨ªa cl¨¢sica¡± para abrir boca: La Vieille France (5 Avenue de Laumi¨¨re), es decir, La vieja Francia en espa?ol. La tambi¨¦n chocolater¨ªa y confiter¨ªa tradicional parisina se fund¨® en 1834 y aqu¨ª no vale la experimentaci¨®n, sino que su mostrador es un deleite para los amantes de las recetas de ¨¦poca. Entre las tartaletas destacan las de manzana, melocot¨®n Mirliton, higos o fresas, y a nadie le resultar¨¢ indiferente el bizcocho de chocolate con flor de sal.

¡°Si estamos en Par¨ªs, querremos comprar queso, ?verdad?¡±, pregunta de manera ret¨®rica el chef. ?l recomienda una queser¨ªa que se encuentra en las proximidades de Le Chateaubriand, La Fromagerie Goncourt (1 Rue Abel Rabaud). Aizpitarte siente debilidad por sus quesos de cabra, en los que se especializan. Esta peque?a queser¨ªa abri¨® sus puertas en 2013 de la mano de Cl¨¦ment Brossault, que descubri¨® el sabor de su pa¨ªs tras un viaje de 3.500 kil¨®metros en bicicleta por las regiones queseras francesas. Al volver a la ciudad, lo hace con un profundo respeto por la elaboraci¨®n tradicional y la leche cruda, as¨ª como con el apoyo de 25 productores de su tierra. A d¨ªa de hoy, su queser¨ªa, pintada de azul, es el lugar al que aventurarse para descubrir el amplio mundo de los quesos made in France.

A la hora de recomendar un restaurante, el chef tira para casa: justo detr¨¢s de Montmartre, se encuentra Le Maquis (53 Rue des Cloys), un peque?o bistr¨® fundado por Paul Boudier y Albert Touton ¡ªquienes aprendieron en los fogones de su restaurante¡ª en el que la gastronom¨ªa francesa se expande en un viaje alrededor del mundo, donde lo mismo puedes encontrar referencias italianas que coreanas. Es parte del encanto de este lugar que, adem¨¢s, tiene precios asequibles a mediod¨ªa y un men¨² razonable, por calidad y precio, por las noches. ¡°Y si lo que buscamos es un bocado r¨¢pido, podemos ir a Anatolia Village (74 Rue du Ch?teau d¡¯Eau): un coqueto restaurante kurdo que, entre otras muchas cosas, sirve unos deliciosos bocadillos¡±, recomienda Aizpitarte.

¡°No hay mejor lugar para terminar el d¨ªa que CRAVAN (165, Boulevard Saint-Germain)¡±. Esta cocteler¨ªa, ideada por el maestro franc¨¦s de la mixolog¨ªa Franck Audoux, quien despu¨¦s de estudiar Historia y trabajar durante 10 a?os en una galer¨ªa de arte contempor¨¢neo, vir¨® hacia el mundo gastro. Junto con Aizpitarte, fund¨® Le Chateaubriand y Le Dauphine. Unos a?os m¨¢s tarde abri¨® CRAVAN en el n¨²mero 17 de la Rue Jean de la Fontaine, en un establecimiento que data de 1911 y dise?ado por Hector Guimard. Tal y como relata Audoux en su propio libro, French Modern Cocktails, esta invenci¨®n americana aterriz¨® en Francia tras la Exposici¨®n Universal de Par¨ªs de 1889 y no fue hasta la d¨¦cada de 1930 cuando los franceses se reparopiarion del buen beber, tal y como ahora se conoce. En CRAVAN se puede disfrutar de tragos largos de co?ac y copas de champagne, c¨®cteles tradicionales como el Negroni o el Bloody Mary o las creaciones de Audoux. Tambi¨¦n hay platos para picar, como su famoso lobster roll.

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