El incomprensible cinismo de Podemos
Desde el PP de Aznar no hab¨ªa habido en el Gobierno un partido tan irritante y c¨ªnico como el de Iglesias
Desde el PP de Aznar, al que combat¨ª en incontables art¨ªculos en esta misma p¨¢gina, no hab¨ªa habido en el Gobierno un partido tan irritante y c¨ªnico como Podemos. Veamos algunas cuestiones.
1) Seg¨²n cont¨® Carlos Cu¨¦ en este diario, el 27 de enero se reunieron en el Congreso, durante horas, cuatro representantes del PSOE y seis de Podemos para ¡°calmar las aguas de la coalici¨®n¡±. El reportaje es interesante, y deja claro que el punto de partida y llegada de los socialistas fue, en resumen: ¡°No pod¨¦is ser oposici¨®n y Gobierno a la vez. Ten¨¦is que elegir¡±. A la vista est¨¢ que la advertencia de la formaci¨®n mayoritaria se la pas¨® por el forro ¡ªac¨¦ptenme la expresi¨®n, por precisa¡ª la minoritaria; porque a los pocos d¨ªas el Vicepresidente Iglesias se puso del lado de Putin y de su esbirro Lavrov y les dio la raz¨®n al afirmar que en Espa?a no hay ¡°plena normalidad pol¨ªtica y democr¨¢tica¡±, por la situaci¨®n de Puigdemont y Junqueras, equiparable a la del envenenado y encarcelado opositor ruso Navalni. Si Iglesias cree eso, no se entiende que ejerza un cargo privilegiado en nuestra deficient¨ªsima democracia, en vez de dimitir con un portazo. En el fondo me temo que acert¨® en su diagn¨®stico: imposible que haya hoy mucha normalidad democr¨¢tica si un alma n¨ªtidamente totalitaria como ¨¦l es el tercer representante de la naci¨®n.
2) Unas fechas m¨¢s tarde, Podemos, con gran prisa, registr¨® un borrador de ¡°ley de protecci¨®n de la libertad de expresi¨®n¡± que pretende legalizar cabalmente el enaltecimiento del terrorismo (se supone que tambi¨¦n del yihadista, vigente y causante de brutales matanzas en Europa y Espa?a), la humillaci¨®n a las v¨ªctimas, las ofensas a la religi¨®n (s¨®lo a la cat¨®lica, se entiende), al Rey y a los dem¨¢s altos cargos del Estado. A Podemos le preocupa enormemente la libertad de expresi¨®n de quienes incurren en los ¡ªtodav¨ªa¡ª delitos mencionados, pero no est¨¢ dispuesto a proteger a quienes los critican a ellos.
3) Todo lo contrario. Desde sus inicios han atacado repetidamente a los medios, y hasta han hablado de nacionalizarlos o arruinarlos (como hizo en Venezuela su mentor Ch¨¢vez). Incluso contra la Sexta han arremetido, que los ha mimado y catapultado (Iglesias omnipresente en su pantalla), cuando uno de sus periodistas ha osado reprocharles muy levemente algo. Tienen ahora un libelo que, entre otras proezas trumpianas o putinescas, se?ala con nombre y apellido a informadores y columnistas cr¨ªticos con ellos, y azuza a sus jaur¨ªas de redes sociales para que los acosen y hostiguen. Siempre organizaron campa?as tuiteras contra quienes se atrev¨ªan a censurarlos, al modo de Falange Espa?ola en los a?os 30, sin descartar sus difamaciones.
4) Como no tengo por completamente idiotas a los gerifaltes de Podemos (bueno, a bastantes s¨ª, a qu¨¦ negarlo), no puede ser que no reparen en sus brutales contradicciones e incongruencias. Luego ¨¦stas se deben al cinismo.
5) El mencionado documento de Cu¨¦ daba un detalle revelador, que al parecer ha pasado inadvertido. En esa reuni¨®n entre socialistas y podemitas hubo reproches. En lo tocante a la libertad de expresi¨®n, el m¨¢s escandaloso fue el siguiente: la Ministra Irene Montero, cercan¨ªsima a Iglesias y por ¨¦l nombrada, se quej¨® a Adriana Lastra de una ofensa: ¡°Ha habido militantes del PSOE que me han criticado abiertamente en redes sociales¡±. Va de suyo que Montero pretend¨ªa que la parte socialista del Gobierno prohibiera que la criticaran¡ no ya otros ministros, ni secretarios de Estado, ni presidentes auton¨®micos, ni destacados dirigentes, sino¡ ?sus militantes! Que yo sepa, tener carnet de un partido no ata, ni obliga a nadie a callarse, ni a obedecer cualquier directriz de la formaci¨®n a la que pagan cuota. Los militantes son ciudadanos como cualesquiera otros, con derecho a opinar lo que les parezca, y hasta a injuriar a altos cargos, seg¨²n el borrador de Podemos.
6) ¡°Ah, pero no a nosotros. Y a la consentida Ministra mucho menos¡±. Es de suponer que, dada la proximidad, su Vicepresidente estar¨¢ de acuerdo con este revelador reproche. De mandar Podemos ¡°plenamente¡±, es f¨¢cil imaginar el destino de la libertad de expresi¨®n. A la manera de Putin, Xi o Maduro, la habr¨ªa para ellos y sus amigos sumisos. Para nadie que se les opusiera.
7) Sorprende ¡ªpor inusitada¡ª la delicadeza con que le contest¨® Adriana Lastra, lo cual demuestra que ella y su jefe, S¨¢nchez, tratan a sus coaligados con suav¨ªsimo y atemorizado guante de seda. ¡°Nosotros tenemos miles de militantes¡±, le dijo; ¡°no podemos impedir que un grupo de feministas critique a Podemos, pero nadie autorizado lo ha hecho¡±. Con ello admit¨ªa impl¨ªcitamente que a alguien ¡°autorizado¡± no se le permitir¨ªa una cr¨ªtica a la intocable Irene Montero. Eso, mientras Iglesias y sus servidores Echenique, Belarra, Asens y otros varios atacan d¨ªa s¨ª y d¨ªa no a las Ministras de Defensa y Econom¨ªa, Robles y Calvi?o, al propio S¨¢nchez veladamente, y abiertamente a la democracia espa?ola que ellos hoy representan y ¡°defienden¡±. Pero hay m¨¢s, y no m¨¢s espacio. As¨ª que quiz¨¢ continuar¨¢ otro domingo.
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