?Y si estamos solos en el universo?
Un estudio de Oxford indica que hay un 99,6% de posibilidades de que el ser humano sea la ¨²nica especie inteligente en la galaxia y un 85% de que lo sea en todo el universo observable.
En 1950, el f¨ªsico Enrico Fermi se plante¨® que, aunque la casualidad de que surja una civilizaci¨®n inteligente alrededor de una estrella sea muy modesta, en nuestra galaxia, con miles de millones de soles, habr¨ªan aparecido tantas civilizaciones que tendr¨ªamos forzosamente que haber detectado alguna. La paradoja de Fermi llev¨® a Anders Sandberg y su equipo de la Universidad de Oxford a elaborar un modelo matem¨¢tico que arroja un jarro de agua fr¨ªa a los entusiastas de ET: podr¨ªa haber hasta un 99,6% de probabilidades de que estemos solos en la galaxia y un 85% de que lo estemos en todo el universo observable. Sand?berg concluye en otro trabajo en la revista Astrobiology que matem¨¢ticamente ¡°la vida inteligente es excepcionalmente rara¡±.
El astr¨®nomo Frank Drake ide¨® una ecuaci¨®n para calcular el n¨²mero de inteligencias extraterrestres (N): se multiplica el ritmo de formaci¨®n de estrellas (r) ¡Á la fracci¨®n de las que tienen planetas (fp) ¡Á los mundos habitables (ne) ¡Á la fracci¨®n de ellos con vida (fe) ¡Á la fracci¨®n con vida inteligente (fi) ¡Á la fracci¨®n de civilizaciones que emiten se?ales al espacio (fc) y el tiempo que han existido (L).
Pero esa ecuaci¨®n es casi una trampa, advierte el f¨ªsico Stephen Webb: ¡°No es m¨¢s que una manera de estructurar nuestra ignorancia¡±. Para empezar, la vida. ?Cu¨¢l es la probabilidad de que surgiera de elementos no vivos? El astr¨®nomo Fred Hoyle describi¨® esa casualidad como si al paso de un tif¨®n por un hangar con todas las piezas desperdigadas de un Jumbo 747, estas se ensamblaran en un avi¨®n capaz de volar. Una simple bacteria es algo muy complicado. ¡°Pero Hoyle no tuvo en cuenta el tiempo¡±, dice Ricardo Amils, del Centro de Biolog¨ªa Molecu?lar Severo Ochoa. ¡°Conocemos todos los componentes de la vida, los podemos sintetizar o purificar, pero, si los mezclamos en las proporciones adecuadas, obtendremos un batido, pero no un ser vivo. Le falta lo esencial, la vida, que desgraciadamente no sabemos lo que es¡±.
La vida microbiana
Amils conoce a m¨¢s partidarios de que la vida microbiana es abundante en el universo. Apareci¨® en la Tierra hace 3.800 millones de a?os, solo 700 millones tras nacer. Una precocidad sospechosa, arguye: ¡°Pudo llegar en el interior de meteoritos y asteroides¡±. Y Webb lo asume: ¡°Si encontr¨¢ramos evidencia de que la vida surgi¨® en Marte de forma independiente, tendr¨ªamos m¨¢s confianza de que la emergencia de la vida es m¨¢s f¨¢cil¡±.
La segunda y mayor pega es la evoluci¨®n hacia una vida inteligente. La vida compleja multicelular solo tiene 600 millones de a?os; nosotros, apenas 100.000. ¡°Hay muchos factores que hacen que la vida inteligente sea algo extremadamente raro de aparecer¡±, concluye Webb, autor de Si el Universo est¨¢ lleno de extraterrestres¡, ?d¨®nde est¨¢ todo el mundo? (Akal).
?Y si tiene raz¨®n? Las consecuencias de sabernos solos podr¨ªan ser devastadoras. ¡°Ser¨ªamos la ¨²nica parte del universo que es consciente de s¨ª misma. Y creo que se nos impone el deber de asegurar que no desperdiciamos este regalo ¨²nico¡±. Tomemos nota.
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