El rey que danza sobre el hierro
Vio a cuatro chicos practicando calistenia en la calle y se enamor¨®. Roger Jim¨¦nez pas¨® en menos de un a?o de devorar v¨ªdeos de los grandes atletas de este deporte a codearse con ellos. Su f¨ªsico de escalador ayud¨®. Ahora es campe¨®n del mundo
Normalmente se despierta a las seis de la ma?ana. Hoy no ha madrugado. Est¨¢ pasando unas vacaciones en casa y se puede permitir levantarse a las ocho. A las diez, sobre una pared morada, con un ventanal a su derecha que le ilumina, Roger Jim¨¦nez aparece en la pantalla con una sonrisa. Le quedan un par de d¨ªas para volver a Dub¨¢i, donde vive desde hace cinco a?os, as¨ª que est¨¢ ultimando maletas y despedidas con los suyos. Sobre todo con el paisaje. Dice que es lo que m¨¢s echa de menos. Que all¨ª de verde no hay nada. Aquello no se parece a su Santa Coloma de Farners natal, el pueblo gerundense rodeado de monta?as en el que naci¨® hace 23 a?os y donde descubri¨® las primeras barras en las que practicar calistenia, el deporte que le hizo aterrizar en Emiratos ?rabes Unidos y del que hoy es campe¨®n del mundo.
Cuando empez¨® a entrenar en 2014, nadie hablaba de calistenia. Hablaban de street workout; esa disciplina nacida en la calle que acog¨ªa a quien no pod¨ªa pagar un gimnasio. Abarca un espectro tan amplio que a Jim¨¦nez le cuesta resumir de qu¨¦ se trata: ¡°Ejercicios de fuerza y destreza utilizando el propio peso corporal¡±, termina por definir. Un campo donde caben muchas cosas; desde flexiones y dominadas hasta volteretas que se convierten en un baile con la barra, pero paralelo al suelo. Un espect¨¢culo en toda regla. Al menos, lo suficientemente incre¨ªble como para conquistar a Jim¨¦nez en cuanto lo descubri¨®. Paseaba por el parque de su pueblo cuando vio a aquellos cuatro chicos ¡ªahora amigos¡ª practicando. Entr¨® en Facebook y escribi¨®: ¡°Os he visto y he flipado con lo que hac¨¦is, quiero unirme a vosotros¡±. Le dieron horarios y nociones b¨¢sicas, y se prendi¨® la mecha. Entrenamientos cada semana, quedadas con atletas de otros pueblos y ¡°minicompeticiones¡± entre ellos que serv¨ªan m¨¢s bien para intercambiar trucos, consejos y motivaci¨®n.
El gimnasio de Dub¨¢i que recluta a los mejores deportistas le fich¨® por Instagram para ofrecerle trabajo
El punto de inflexi¨®n fue una competici¨®n en Empuriabrava en 2015. All¨ª acudieron los m¨¢s fuertes de la regi¨®n, entre los que estaba el segundo mejor de Espa?a. Jim¨¦nez se llev¨® la victoria. Al llegar a casa fue directo a su padre: ¡°En dos semanas hay un encuentro internacional en Madrid y creo que puedo ganar¡±, le dijo. ?l fue conciso: ¡°Vamos¡±. Y pusieron rumbo a la capital. Ganar all¨ª le dio el pase para ir a la superfinal de Rusia. En menos de un a?o, Jim¨¦nez pas¨® de atiborrarse de v¨ªdeos en internet para aprender de los mejores deportistas, a encontr¨¢rselos en las competiciones. ¡°Competir contra tus ¨ªdolos. Es un sue?o, ?verdad?¡±, rememora. Quedar en el 11? puesto entre los 21 atletas le dio m¨¢s motivaci¨®n para seguir. Los nervios hab¨ªan jugado en su contra, pero comprob¨® que ten¨ªa trucos ¨²nicos, y eso le hizo destacar en el campeonato.
Su crecimiento exponencial no es casualidad. Cuando se puso manos a la obra con la calistenia, ya contaba con la forma f¨ªsica perfecta para ella. Llegaba de tomarse un respiro despu¨¦s de ocho a?os inmerso en la escalada deportiva. ¡°Lo m¨ªo siempre ha sido la parte superior del cuerpo, me gustan los deportes individuales y de fuerza¡±, cuenta. Y una fascinaci¨®n por el mundo deportivo que viene de serie. Su padre lleva 20 a?os dando clases de taekwondo en el gimnasio del pueblo ¡ªaunque no vive de ello y tiene su propia empresa¡ª. Y su t¨ªo, hermano de su madre, es el escalador profesional Ram¨®n Juli¨¢n Puigblanqu¨¦, bicampe¨®n mundial y tricampe¨®n europeo ¡ªlo de ganar t¨ªtulos mundiales viene de familia¡ª. ?l tuvo la culpa de la relaci¨®n entre Jim¨¦nez y la escalada. Desde muy peque?o se lo llevaba los fines de semana al roc¨®dromo. Le gust¨® y con ocho a?os fue a su primera competici¨®n. La cosa se puso cada vez m¨¢s seria. Hasta que, con 15 a?os, cuando cogi¨® carrerilla compitiendo en el extranjero, se plant¨®. La exigencia del deporte pudo con el aguante de un chaval que a¨²n era un ni?o. ¡°Estaba quemado. Revent¨¦ y dije: ¡®Ya no quiero escalar m¨¢s, quiero hacer otra cosa. No tengo tiempo para m¨ª, para mis amigos, para la escuela¡¯. Solo era escalada, escalada, escalada. Me gustaba y me gusta, pero no era mi pasi¨®n. No lo hab¨ªa elegido al 100%¡±, revela. Su garaje es testigo de aquella etapa. A¨²n conserva el roc¨®dromo que su padre le mont¨® all¨ª, una explanada vertical de presas de colores que llega al techo que ya nadie usa. Ni sus padres ni su hermana.
Luego vino la barra de calistenia que instalaron en el jard¨ªn con un par de colchones debajo. Deporte que tocaba su hijo, rinc¨®n de casa que acondicionaba el padre. Y la vida de Jim¨¦nez pas¨® a ser calistenia, calistenia, calistenia. Ni siquiera puede hablar de otra cosa que le guste y no sea street workout. Bueno, s¨ª: el deporte. Lo que sea.
Si no se hubiera encontrado a esos chicos sosteniendo su cuerpo sobre barras met¨¢licas, seguramente habr¨ªa continuado sus estudios de Inform¨¢tica. Los mismos con los que, al principio, tuvo que hacer malabares para sacar tiempo para entrenar. Opt¨® por levantarse a las seis de la ma?ana para hacerlo hasta las ocho, que se iba a las pr¨¢cticas. Las tardes eran de estudio, as¨ª que el resto de entrenamiento lo hac¨ªa por la noche.
Tiene mucho flow. E innova sin parar. ¡°Dicen que mi manera de moverme es muy limpia¡±, asegura
De la escalada no solo hered¨® la forma f¨ªsica, tambi¨¦n una disciplina muy interiorizada, con el trabajo y la constancia como parte imprescindible. Al terminar el grado medio de Inform¨¢tica, el cuerpo le ped¨ªa m¨¢s calistenia. Solo pensaba en ella. Los entrenamientos se comieron su rutina. Entrenaba, com¨ªa, entrenaba y dorm¨ªa. Los shows que hac¨ªa de vez en cuando con unos compa?eros de Lloret de Mar le daban algo de dinero. Para pagar la gasolina. ¡°Estudia, la calistenia no te va a dar de comer¡±, le repet¨ªan en casa. Pero ¨¦l escuchaba lo justo, empe?ado en que llegar¨ªa lejos. A su padre aquello le resultaba familiar: ¡°Como con la escalada, llegar¨¢s a campe¨®n y despu¨¦s lo dejar¨¢s¡±, le dec¨ªa entre risas. Cuando se volvi¨® a clasificar para la superfinal de Rusia en 2016, qued¨® cuarto. ¡°Y pens¨¦, hostia, del cuarto al primero no hay mucho¡±. Era julio, volvi¨® a casa para prepararse m¨¢s ¡ªsi cabe¡ª, al mismo tiempo que empezaba a entrenar a gente de su entorno; un vecino, un par de amigos. En septiembre, Gravity Calisthenics Gym, el gimnasio de calistenia de Dub¨¢i que recluta a los mejores atletas del mundo, le contact¨® por Instagram para ofrecerle un puesto de trabajo como entrenador personal. Le quer¨ªan all¨ª en dos semanas. Con 19 a?os reci¨¦n cumplidos, la distancia y un idioma del que no sab¨ªa nada hizo que dudara. Fue su familia la que le dio impulso para decir que s¨ª. Eso hizo, despedir con v¨¦rtigo a su padre y sus abuelos antes de subir al avi¨®n. La segunda semana all¨ª ya impart¨ªa las clases sin ayuda. El apoyo de los compa?eros y empezar a salir con una chica brit¨¢nica hizo desaparecer el problema del idioma. Y el resto de la adaptaci¨®n fue pan comido. Vivir all¨ª es dedicarse a lo que le apasiona, prepararse para las competiciones y entrenar a sus clientes, cuyo progreso le motiva.
Hacerse con el Battle of the Bars ¡ªla competici¨®n de la federaci¨®n m¨¢s grande y principal en la calistenia¡ª le abri¨® las puertas a disputarse el cintur¨®n de campe¨®n del mundo en 2018. Se lo llev¨® su contrincante, pero la valoraci¨®n de los jueces caus¨® tanta pol¨¦mica que se sospechaba que la competici¨®n estuviera ama?ada. Se organiz¨® una revancha para el a?o siguiente. ¡°Dos d¨ªas antes, el chico envi¨® un mensaje diciendo que se hab¨ªa ca¨ªdo con la moto¡±. Era mentira. Fue descalificado y, en su lugar, seleccionaron a Thomas Kurganov, el mejor atleta del mundo que pod¨ªa jugarse el t¨ªtulo con Jim¨¦nez.
La victoria fue para el catal¨¢n y se subi¨® al podio de campe¨®n del mundo de peso ligero ¡ªpara competidores que pesan entre 60 y 65 kilos¡ª. Desde entonces, el cintur¨®n dorado descansa en la mesa de trofeos que tiene en su habitaci¨®n, la de Santa Coloma de Farners, donde las copas de sus triunfos en escalada deportiva se mezclan con los de street workout.
Calistenia viene del griego kalos (belleza) y sthenos (fuerza, vigor). La belleza de la fuerza. Del movimiento. Lo m¨¢s probable es que los compa?eros contra los que compite Jim¨¦nez tengan la misma fuerza que ¨¦l. La singularidad que le hace destacar sobre el resto es su estilo. Que la gente sepa que es ¨¦l por la forma en que se mueve, sus propios trucos. En la calistenia cada deportista crea sus movimientos, sus combinaciones y su relaci¨®n con la barra. La de Jim¨¦nez se define con dos palabras: limpieza y flow. Mucho flow. ¡°Dicen que mi manera de moverme es muy limpia. Me conocen mucho por el freestyle, que son los [movimientos] din¨¢micos; las volteretas, y por mis combos largos¡±. Eso es lo que le diferencia. E innovar sin parar.
No tiene otros planes que no sean entrenar y practicar. Tampoco se plantea el largo plazo, aunque ha fantaseado con volver a Girona y montar su propio gimnasio. Calcula que le quedan tres o cuatro a?os m¨¢s en Dub¨¢i. La pandemia impidi¨® que renovara el t¨ªtulo en 2020. Ahora, sigue prepar¨¢ndose y deleitando con v¨ªdeos en sus redes sociales, a la espera de que este a?o pueda volver a ganarse el gran cintur¨®n.
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