Excarcelaciones
Lo grave es que la Generalitat, que se pretende ¡°democr¨¢tica¡±, no se aparte de la ANC en el acto y no repudie sus planes
Llevo semanas atento a las opiniones sobre los indultos a los dirigentes independentistas encarcelados, nunca por sus ideas, que comparten con miles de catalanes que las pregonan sin que les pase nada, sino por sus delitos. He atendido a quienes desean conceder esa gracia y a quienes se oponen a ella. Personalmente, no me gustan las largas penas de prisi¨®n salvo para terroristas, asesinos de ni?os, violadores reales (no ¡°aproximados¡±) y gente por el estilo. Hace a?os escrib¨ª aqu¨ª un art¨ªculo escandalizado por el desproporcionado n¨²mero de indultos que se otorgaban en Espa?a. El argumento de que ha habido millares, y la mayor¨ªa inmerecidos, no me parece raz¨®n para continuar con la p¨¦sima costumbre. Que algo se haya hecho mal durante d¨¦cadas no es motivo para prolongarlo; todo lo contrario.
Los partidarios de estos indultos invocan el bien com¨²n, el apaciguamiento de los golpistas y la mejora de la convivencia en la sociedad catalana. No s¨¦ yo. Est¨¢ claro que ni los perdonados ni una parte de esa sociedad van a reconocer ni a agradecer el gesto: lo despreciar¨¢n y, si acaso, lo presentar¨¢n como conquista suya. Esos presos, a su liberaci¨®n, ser¨¢n recibidos con grandes honores y vitoreados como h¨¦roes. Har¨¢n giras proselitistas predicando sus convicciones y, como ya hacen desde sus celdas, anunciar¨¢n que repetir¨¢n la ¡°haza?a¡± con mayor ah¨ªnco. Nada de eso ser¨¢ del agrado del 51% de los catalanes no independentistas, as¨ª que armon¨ªa, poca, y los independentistas se crecer¨¢n y jactar¨¢n: ¡°Nos han dado la raz¨®n y han reconocido la injusticia¡±, vendr¨¢n a decir, reforzados por las impresentables e inauditas frases de Pedro S¨¢nchez, que equipar¨® la aplicaci¨®n de la ley con ¡°una venganza, una revancha¡±.
Pero en fin, cabe que, espont¨¢neamente, la porci¨®n fan¨¢tica pero decente de esa sociedad admita en su fuero interno que ha habido una voluntad de arreglar o mejorar o aliviar la situaci¨®n por parte del Estado, y deje un poco de lado el monotema que tiene a su comunidad empobrecida y sin gobierno desde hace nueve a?os. Ojal¨¢, eso les deseo a quienes conceder¨¢n los indultos por las buenas o por las malas.
Nunca se sabe lo que desencadena una excarcelaci¨®n a dedo. Una lejana y reciente fue la de Hugo Ch¨¢vez. Dio un golpe militar, le sali¨® mal, fue juzgado y condenado. Estuvo un tiempo en prisi¨®n y bastante pronto fue indultado. Se present¨® a las elecciones y las gan¨®, y desde esa legitimidad aplic¨® lo mismo que pensaba aplicar tras su golpe. Y ah¨ª siguen todav¨ªa los venezolanos.
Miremos ahora a la Asamblea Nacional Catalana (ANC), organizaci¨®n muy pr¨®xima a la Generalitat y que tuvo parte en el golpe del 6 y el 7 de septiembre de 2017 y en la Declaraci¨®n Unilateral de Independencia. Su dirigente de entonces es uno de los famosos presos. Ahora est¨¢ a su frente una se?ora Paluzie, y la actual ANC ha dise?ado una hoja de ruta que consiste, entre otras medidas, en las siguientes (las cursivas son m¨ªas): prohibir que los Ayuntamientos contraten a compa?¨ªas espa?olas; vetar los cargos de entidades c¨ªvicas o sociales a los no independentistas: ¡°Los puestos de responsabilidad en el seno de la sociedad civil, desde las asociaciones de vecinos y culturales hasta los colegios y asociaciones profesionales, las federaciones y clubs deportivos, los gremios, etc, ser¨¢n ocupados por personas partidarias de la independencia¡±; acosar al Gobierno central desde todos los ¨¢mbitos hasta que resulte ingobernable; la ANC se reserva el papel de ¡°elemento impulsor¡± de pactos que involucren al Govern, a las diputaciones, consejos comarcales, municipios, Consell per la Rep¨²blica, Universidades, Instituto de Estudios Catalanes, Colegios profesionales y empresariales, sindicatos, colectivos religiosos, federaciones deportivas, entidades culturales, etc, etc, ¡°para hacer frente a las agresiones del Estado¡±; en el plano internacional, insta a enviar muchas cartas a medios extranjeros, contactar con parlamentarios, periodistas y creadores de opini¨®n para denunciar a Espa?a y convencerlos de la maldad de ¨¦sta. Y mucho m¨¢s que aqu¨ª no cabe.
Ser¨ªa demasiado f¨¢cil sustituir ¡°independentistas¡± por ¡°nacionalsocialistas¡±, y ¡°espa?oles¡± y ¡°no independentistas¡± por ¡°jud¨ªos¡±, para ver con nitidez la ¨ªndole de este documento. No vayamos tan lejos. De lo que no cabe duda es de su ¨ªndole totalitaria, a lo Putin o Lukashenko. El totalitarismo se caracteriza por invadir, apropiarse y coparlo todo, el poder y la sociedad civil, a la que somete a sus dictados hasta decirle a qui¨¦n debe elegir o contratar. Si intervenir en los clubs deportivos, en las asociaciones de vecinos, en las ¨®rdenes religiosas, en los centros de ense?anza, en los gremios y en los medios de comunicaci¨®n no es adue?arse de todo, y excluir a quienes no comulguen con su fe no es dictatorial y discriminatorio, ?qu¨¦ lo es? Lo grave es que la Generalitat, que se pretende ¡°democr¨¢tica¡±, no se aparte de la ANC en el acto y no repudie sus planes por atentatorios contra la libertad, opresores y propios del ¡°partido ¨²nico¡± franquista. Convendr¨ªa que los rechazase ya con rotundidad, si quiere echarle una mano a S¨¢nchez y otra a Junqueras, Rull, Romeva, Forcadell y compa?¨ªa, que deben de estar deseando arengar libremente por las calles.
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