Las ¡®Pinturas negras¡¯ de Goya en formato audiovisual
El artista Philippe Parreno se enfrent¨® a los fantasmas del genio de Fuendetodos, reconstruy¨® la Quinta del Sordo, se encerr¨® varias noches en el Prado y rod¨® una pel¨ªcula que se ver¨¢ en la gran exposici¨®n del pintor en la Fundaci¨®n Beyeler de Basilea.
Dos siglos despu¨¦s, el estigma de lo indescifrable pervive en las Pinturas negras de Francisco de Goya (Fuendetodos, 1746-Burdeos, 1828), uno de los corpus pict¨®ricos m¨¢s inquietantes de la historia del arte y verdadero legado del genio en su vertiente m¨¢s atormentada. Ni las incansables investigaciones de Nigel Glendinning acerca de la Quinta del Sordo y el traslado de las pinturas en 1874 de la pared al lienzo, ni el impagable bistur¨ª anal¨ªtico de Valeriano Bozal en su imprescindible libro Pinturas negras de Goya, ni las fotograf¨ªas de Jean Laurent a finales del XIX en la Quinta cercana al Manzanares, ni las decenas de hip¨®tesis plausibles o extravagantes acerca de los motivos de Goya para ejecutar aquel santuario del horror en la recta final de su vida, justo antes de marchar al exilio de Burdeos y huir de la triste Espa?a del absolutismo fernandino, han servido ni sirven para enfocar con claridad el enigma: ni por qu¨¦ Goya adquiri¨® en 1819 (el a?o en que cay¨® gravemente enfermo) aquella especie de alquer¨ªa a orillas del Manzanares por 60.000 reales, ni por qu¨¦ escogi¨® plasmar en las paredes de sus dos plantas su versi¨®n m¨¢s tenebrosa del ser humano con pigmentos terrosos y oscuros, ni si ejecut¨® ¨¦l solo las 14 pinturas, ni c¨®mo estaban exactamente dispuestas, ni el porqu¨¦ de las pinturas subyacentes¡ Toda explicaci¨®n es bienvenida. El enigma permanece.
Ahora, el artista franc¨¦s de origen espa?ol Philippe Parreno (Or¨¢n, Argelia, 57 a?os) ha penetrado en el universo negro de Goya y ha puesto su granito de arena no ya para explicar lo que probablemente resulta inexplicable, pero s¨ª para contribuir al esbozo expresionista de un porqu¨¦. Parreno recibi¨® hace tres a?os la invitaci¨®n de la Fundaci¨®n Beyeler, en Basilea (Suiza), para reinterpretar con total libertad el tenebroso conjunto que cuelga de las paredes del Prado. La Beyeler inaugurar¨¢ el 10 de octubre (abierta hasta el 23 de enero) la que con toda probabilidad quedar¨¢ como la exposici¨®n de Goya m¨¢s importante celebrada fuera de Espa?a. En la muestra, organizada por la entidad suiza en colaboraci¨®n con el Museo del Prado y especialmente centrada en las ¨²ltimas etapas del genio aragon¨¦s, podr¨¢n contemplarse 75 pinturas, medio centenar de dibujos y otros tantos grabados, en un conjunto que reunir¨¢ un buen pu?ado de obras maestras procedentes de museos de Europa y Estados Unidos (Thyssen Bornemisza, L¨¢zaro Galdiano, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Louvre de Par¨ªs, Metropolitan de Nueva York, National Gallery de Londres, National Gallery de Dubl¨ªn, Uffizi de Florencia, Minneapolis Institute of Art, Museum of Fine Arts de Houston¡) y tambi¨¦n pinturas de colecciones particulares de Espa?a y del extranjero. La maja vestida (el Prado), el Retrato de do?a Mar¨ªa del Pilar Teresa Cayetana de Silva ?lvarez de Toledo, XIII duquesa de Alba (Palacio de Liria-Fundaci¨®n Casa de Alba), El aquelarre de la Fundaci¨®n L¨¢zaro Galdiano, la serie completa de la colecci¨®n del marqu¨¦s de la Romana, Las majas en el balc¨®n y diversas obras procedentes de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando¡, pero, por supuesto, las grandes ausentes ser¨¢n las Pinturas negras, imprestables de todo modo.
As¨ª que, ante la inevitable ausencia, los comisarios de la exposici¨®n ficharon a Philippe Parreno y le dieron carta blanca para penetrar lo indescifrable de las criaturas goyescas y el contexto en el que vieron la luz. El resultado es una pel¨ªcula de 40 minutos (a¨²n sin t¨ªtulo definitivo) en la que ¡ªmediante el uso de las m¨¢s avanzadas tecnolog¨ªas de imagen y sonido¡ª el artista franc¨¦s ha tratado de reconstruir la Quinta del Sordo y sus oscuros tesoros. La pieza ser¨¢ proyectada en una gran pantalla instalada en una sala oscura como colof¨®n al recorrido de la muestra de Basilea.
El artista franc¨¦s de ascendencia espa?ola (toda su familia viene de Elche) ha realizado esta obra en colaboraci¨®n con el operador Darius Khondji y con el ingeniero de sonido Nicolas Becker, con quienes ya trabaj¨® en su pel¨ªcula sobre Zinedine Zidane ¡ªZidane: un retrato del siglo XXI¡ª, una aut¨¦ntica locura audiovisual grabada en 2005 durante un Real Madrid-Villarreal en la que 17 c¨¢maras super-35 mm y HD segu¨ªan exclusivamente las evoluciones del astro franc¨¦s y que fue exhibida en museos y festivales de todo el mundo. Experiencia que, por cierto, y antes de ponerse a hablar de Goya, recuerda as¨ª Parreno sentado en su estudio del distrito XI de Par¨ªs, entre ordenadores, pantallas gigantes, orqu¨ªdeas, libros y balones de f¨²tbol: ¡°Como era un fan total de Zidane de toda la vida, me hice tambi¨¦n fan del Real Madrid, cuando en realidad, por c¨®mo soy, a nivel pol¨ªtico y est¨¦tico, creo que deber¨ªa haber sido m¨¢s bien del Atl¨¦tico¡, pero Zizou jug¨® en el Madrid y luego lo entren¨®, y as¨ª son las cosas. Lo amaba como jugador y luego, cuando le conoc¨ª, lo admir¨¦ como persona¡±.
Un a?o de retraso
Pero aunque Zidane fuera puro arte, volvamos a Goya. La aparici¨®n y el desarrollo de la pandemia trastocaron todos los planes de la Fundaci¨®n Beyeler, cuyos directivos tuvieron que aplazar la exposici¨®n, que llega ahora con un a?o de retraso. Del mismo modo, el proyecto de Philippe Parreno arranc¨® hace ya casi tres a?os y qued¨® encallado por culpa de la covid. Hoy est¨¢ a punto de hacerse realidad. As¨ª desbroza el germen del proyecto y su filosof¨ªa, animada en gran medida por cierta cr¨ªtica personal a la disposici¨®n actual de las pinturas en el Prado: ¡°Esas 14 pinturas fueron realizadas en aquella casa, la Quinta del Sordo; luego la casa fue destruida. Las pinturas, que hab¨ªan sido hechas sobre las paredes, fueron salvadas y trasladadas a lienzos. Luego fueron instaladas en una sala propia, en el Prado, como una especie de capilla, y es genial que le dedicaran ese espacio propio, pero no deja de ser como una exposici¨®n de objetos alineados, una especie de despliegue pict¨®rico donde las confrontaciones, las oposiciones y los vis-a-vis que Goya hab¨ªa dispuesto ya no est¨¢n, y donde las pinturas quedan, por as¨ª decirlo, un tanto aplastadas¡±. ¡°En la Quinta¡±, prosigue el artista, ¡°eran esenciales los espacios entre pinturas, yo lo veo como un pentagrama m¨¢gico, y hoy ese pentagrama ha desaparecido y lo que quedan son los objetos que lo constitu¨ªan. As¨ª que la idea de la pel¨ªcula es reconstituir aquel espacio de energ¨ªa, aquella arquitectura desaparecida¡±.
En el invierno de 2020 y en medio de la pandemia, Parreno y su equipo de colaboradores pasaron varios d¨ªas pr¨¢cticamente viviendo en el Prado, en la sala donde duermen Saturno devorando a su hijo, Asmodea, Las Parcas, las brujas, los trasgos y el demonio de El gran Cabr¨®n, el misterio eterno del perro semihundido, los combatientes del Duelo a garrotazos, los romeros de San Isidro y los paseantes del Santo Oficio¡, y en definitiva ¡°el mundo de lo grotesco, en cuyo seno cabe hablar de metamorfosis y deformaciones, comicidad radical, pero tambi¨¦n tragedia y s¨¢tira¡±, como apuntaba Valeriano Bozal en su magistral tratado. ¡°Estuvimos en el Museo del Prado, que estaba cerrado, rodando con unas luces especiales que imitan la luz de las velas o de una chimenea; grabamos muy de cerca esas pinturas para captar bien detalles que habitualmente no ves porque no puedes acercarte tanto. Fue muy especial, muy raro, estar all¨ª dentro, solos y encerrados en compa?¨ªa de esas obras¡±. Para su incursi¨®n en las tinieblas de Goya, Philippe Parreno y sus colaboradores utilizaron c¨¢maras ultrarr¨¢pidas de alta definici¨®n. ¡°Cuando la lente trabaja, el tiempo se detiene, y donde ten¨ªamos relieve, ahora tenemos sonido, sonidos de fuego y de fuentes de luz, y de personajes respirando¡±, explica el artista franc¨¦s.
Finalizado el rodaje en Madrid, empez¨® a reconstruir en 3D la Quinta del Sordo a partir de todos los planos que sus asistentes hab¨ªan encontrado en diferentes archivos tras un largo trabajo de documentaci¨®n. ¡°No mostrar¨¦ en la pel¨ªcula a qu¨¦ podr¨ªa parecerse la Quinta del Sordo, pero ese proceso me interesaba como material de cara a poder crear un espacio sonoro, una especie de arquitectura inmaterial, como fantasmag¨®rica, en la que se evoca c¨®mo pod¨ªan crujir los suelos de aquella casa, c¨®mo pod¨ªa sonar el viento cuando entraba por las ventanas¡¡±.
Mediante un complejo programa inform¨¢tico y un escaneado exhaustivo, Parreno imprimi¨® una especie de huella ac¨²stica en los cuadros. El ordenador le¨ªa los p¨ªxeles como la aguja de un tocadiscos lee el vinilo: el resultado, que Parreno nos muestra en su estudio, es un sonido a caballo entre el que se produce cuando fre¨ªmos un huevo, el de un fuego de chimenea crepitando y el resultante de rasgar una tela. De repente, las Pinturas negras murmuran. En la exposici¨®n de la Fundaci¨®n Beyeler lo har¨¢n a trav¨¦s de 30 altavoces y el visitante tendr¨¢ una ac¨²stica diferente dependiendo del lugar desde donde contemple la pel¨ªcula. Seg¨²n Philippe Parreno, ¡°ese sonido representa la profundidad de la pintura¡±.
Ah¨ª est¨¢ impl¨ªcito, una vez m¨¢s, el sentido espectral que este creador visual con obra en algunos de los m¨¢s importantes museos de arte contempor¨¢neo del mundo ha otorgado siempre al proceso art¨ªstico, y que qued¨® inquietantemente representado en la exposici¨®n Anywhere, Anywhere Out Of The World de 2013 en el Palais de Tokyo de Par¨ªs. En aquella exposici¨®n magistral hab¨ªa sin duda algunos antecedentes del trabajo que ahora presenta sobre Goya. All¨ª Parreno dio rienda suelta a la presencia de objetos fantasmag¨®ricos (pianos programados que tocaban solos entre sombras, bibliotecas que se abr¨ªan y se cerraban como en una pel¨ªcula de terror, neones gigantes que sorprend¨ªan al visitante en medio de inmensas estancias a oscuras, m¨²sicas cambiantes, ruidos extra?os¡), convirtiendo el inmenso espacio en una suerte de organismo vivo. Hab¨ªa recibido una carta blanca de los responsables del Palais de Tokyo para hacer lo que quisiera y ¨¦l les respondi¨® ocupando el edificio, transform¨¢ndolo, casi maltrat¨¢ndolo, y convirti¨¦ndolo en un espacio inquietante donde cualquier cosa pod¨ªa pasar¡, como ha hecho ahora con la Quinta del Sordo.
Aficionado a contextualizar siempre sus acciones art¨ªsticas mediante obras literarias, hist¨®ricas, filos¨®ficas o cinematogr¨¢ficas, este viaje al firmamento de Goya no es una excepci¨®n: ¡°Goya ejecut¨® las Pinturas negras entre 1819 y 1822, y en 1818 se hab¨ªa publicado la novela Frankenstein, de Mary Shelley. Es una ¨¦poca en la que el mundo bascula de un saber al otro, en el que la tecnolog¨ªa empieza a aparecer y en el que el ser humano no sabe muy bien qu¨¦ hacer; la ¨¦poca de las grandes hambrunas, una ¨¦poca muy turbulenta a nivel mundial¡ y la ¨¦poca en la que nace la idea del monstruo. Y en ese contexto Goya se a¨ªsla en la Quinta del Sordo, como queriendo vivir al margen del mundo, y pinta estas escenas de personajes horrorizados delante de una especie de futuro imposible para el hombre. Y yo creo que todo eso est¨¢ relacionado. Esas pinturas plasman una cosmolog¨ªa oscura, muy negra pero muy real¡, como si ya no fueran necesarias las m¨¢scaras, y donde tambi¨¦n est¨¢n el tema de Dios, de las leyendas, de la mitolog¨ªa¡±.
Pero Philippe Parreno no solo se retrotrae al lejano siglo XIX para contextualizar a Goya. Tambi¨¦n en el presente, o en el pasado muy reciente, encuentra referencias que le llevan a ¨¦l. ¡°Hace poco volv¨ª a ver Melancholia, la pel¨ªcula de Lars von Trier, y no dej¨¦ de pensar en las Pinturas negras¡±. El caso es que este artista/cineasta considera su pel¨ªcula sobre la parte m¨¢s tenebrosa del genio de Fuendetodos como una obra de ciencia ficci¨®n, g¨¦nero al que pertenece precisamente ¡ªo al menos al que m¨¢s se acerca¡ª la de Lars von Trier. ¡°Nos tomamos la ciencia ficci¨®n como literatura de anticipaci¨®n del futuro, aunque en realidad permite viajar en el tiempo, tanto hacia el futuro como hacia el pasado. Lo que he hecho es un viaje al pasado, 1822-1823, cuando Goya termin¨® sus pinturas¡±.
Y hablando de cine. Visionario superdotado, genio contradictorio a medio camino entre el pintor de corte y el enigm¨¢tico fabricante de oscuridades, brillante mente prisionera entre la vocaci¨®n ilustrada y la impotencia ante el triunfo de una Espa?a negra¡, ?no habr¨¢ sido Francisco de Goya y Lucientes el gran pionero del cine de terror? ?No fue ¨¦l quien supo aunar en sus Pinturas negras los conceptos de lo monstruoso y lo humano, es decir, de lo imaginario y de lo posible? ?No es el mejor cine de terror aquel que nos hace pensar que eso podr¨ªa llegar a pasar, que el monstruo puede vivir en la puerta de enfrente? ?No llegaron a suceder muchas de las cosas que Goya cont¨® en las Pinturas negras? Y dejemos ah¨ª la elucubraci¨®n si no queremos seguir temblando.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.