Alejandro Sanz: ¡°Todos tenemos el sue?o h¨²medo de pensar en la retirada¡±
El cantante llevaba 30 a?os sin visitar el piso de Moratalaz donde creci¨® y donde viv¨ªa cuando en 1991 public¨® ¡®Viviendo deprisa¡¯, su primer disco. Con ¨¦l estuvimos en aquella casa y aquel barrio poco antes de la salida de su nuevo ¨¢lbum, ¡®Sanz¡¯. En ¨¦l culmina una vuelta a los or¨ªgenes que arranc¨® hace dos a?os, cuando dej¨® Miami para volver a vivir en Madrid.
Llega escondido tras unas grandes gafas negras y con la preceptiva mascarilla del mismo color. Se baja de un monovolumen tambi¨¦n oscuro y con los cristales tintados. Le acompa?an dos miembros de su equipo de seguridad. Cuando pone un pie en la acera se quita las gafas, saluda sonriente y proclama: ¡°?Qu¨¦ emoci¨®n!¡±. Hac¨ªa a?os que Alejandro Sanz no pisaba Moratalaz, el barrio de su adolescencia, de sus recuerdos de juventud, de la casa familiar que abandon¨® hace tres d¨¦cadas, cuando le lleg¨® el ¨¦xito. Es el artista espa?ol con m¨¢s Grammy de la historia, 26. Ha vendido m¨¢s de 25 millones de discos. El ¨²ltimo, que lleva por t¨ªtulo Sanz, suma el n¨²mero 19 de su carrera y sale a la venta el d¨ªa 10 de diciembre.
¡°Dejadme un rato, quiero ver esto¡±, pide a su s¨¦quito, al que se han unido estilistas, maquilladores y representantes. ¡°Aqu¨ª le ped¨ª salir a mi primera novia, y aqu¨ª viv¨ªa mi amigo Carlos Rufo, que lo sigue siendo. Este camino empedrado antes era de arena, y esas casas de enfrente no estaban, eran infraviviendas. Y esta es la salida de humos en la que me hice aquella foto al principio de todo¡±. Y posa de nuevo en ese viejo escenario que sirvi¨® de promoci¨®n para su primer disco, Viviendo deprisa.
En la avenida del Doctor Garc¨ªa Tapia, en el edificio Libra, vivi¨® con sus padres, Juan y Mar¨ªa, presentes en Bio, el primer tema de su nuevo trabajo. ¡°Todo lo que he vivido me ha servido para hacer este disco, que es b¨¢sicamente para m¨ª¡±. Sanz lleva tatuado el rostro de su madre en el pecho junto al coraz¨®n. Este disco lo compuso con su vieja guitarra. ¡°La compr¨¦ en la Plaza Mayor, en una guitarrer¨ªa llamada Jos¨¦ Rodr¨ªguez. El dinero me lo prest¨® mi padre y se lo fui devolviendo con mi paga de 500 pesetas semanales, as¨ª que me qued¨¦ sin paga mucho tiempo¡±. Confiesa que cada vez le cuesta m¨¢s ponerse a componer. ¡°Lo m¨¢s importante es ser t¨² mismo, no defraudarte. Ten¨ªa ganas de hacer algo as¨ª. Volv¨ª a sentir la llamada de la m¨²sica como la primera vez¡±, explica satisfecho.
Las jornadas de grabaci¨®n del disco comenzaban al mediod¨ªa, cuando el cantante hab¨ªa cumplido con su rutina de ejercicios que le llevan dos horas al gimnasio. ¡°Me pongo de fondo las recetas de Karlos Argui?ano y, mientras oigo el chup chup, le doy¡±. Es consciente de que a partir de los 40 hay que cuidarse m¨¢s. Tiene 52. Conforme pasa el tiempo, admite necesitar m¨¢s disciplina en su vida.
Seg¨²n cuentan sus colaboradores, es tan an¨¢rquico que se rodea de orden, y ponen ejemplos cotidianos: ¡°Puede estar dos horas cocinando una paella y luego sentarse a ver c¨®mo nos la comemos sin probar una cucharada porque se ha puesto a dieta. O puede estar sin tomarse una cerveza un mes porque est¨¢ siguiendo una dieta detox¡±. ¡°Quiz¨¢ soy disciplinado para no caer en mi propia trampa. Lo que soy es muy puntual. El tiempo es lo m¨¢s valioso que tenemos¡±, interviene. Esa forma de entender la vida la traslada al trabajo, si bien llega siempre un momento en que todo se desbarata. Es cuando emerge lo que sus m¨²sicos llaman ¡°la vena de genio¡±.
El m¨²sico enferm¨® de covid al principio de la pandemia y, como todos, hizo lo que pudo durante el confinamiento. ¡°Durante los primeros meses no era capaz de nada. Me dio por la cocina asi¨¢tica, luego por el patinaje art¨ªstico¡, qu¨¦ s¨¦ yo¡±, recuerda. Hasta que un d¨ªa se encontr¨® con su vieja guitarra y comenz¨® a componer este disco, que puede ser uno de los m¨¢s importantes que ha hecho. Sonr¨ªe. ¡°Yo no lo he vuelto a o¨ªr. Cuando acabo un trabajo no lo vuelvo a escuchar, me da no s¨¦ qu¨¦. Quiz¨¢ es porque s¨¦ d¨®nde est¨¢ tal cosa o tal otra¡±. El m¨²sico se declara un perfeccionista nunca satisfecho. ¡°Nos suele ense?ar lo que est¨¢ componiendo, pero siempre tiene muy claro lo que quiere¡±, desvela Antonio Orozco, uno de sus ¨ªntimos.
Alejandro Sanz llama a la puerta del piso en el que vivi¨® en Moratalaz. Abre Pablo, el nuevo inquilino. El m¨²sico reconoce la casa: ¡°Hab¨¦is quitado la terraza, aqu¨ª no hab¨ªa vitrocer¨¢mica, ese es el mueble en el que mi padre guardaba los libros que vend¨ªa¡¡±. Visita el dormitorio en el que instal¨® su primer estudio. ¡°Todo me parece muy chiquito¡±. Ese es el ¨²nico momento en el que el personal de seguridad le permite privacidad. Abandona emocionado la vivienda. Entonces se topa con la conserje, que le besa y le pide una foto. Recuerdan an¨¦cdotas de cuando las fans se escond¨ªan en el garaje para verle y visitan las huellas de los mensajes que pintarrajeaban en el ascensor. A¨²n se lee un desgastado ¡°Te quiero, Ale¡±. Desde la terraza de su bloque, Sanz contempla Madrid.
Javier Lim¨®n es, junto a Alfonso P¨¦rez, el productor de su nuevo trabajo. ¡°Somos amigos desde los 19 a?os. Por entonces yo trabajaba con Paco de Luc¨ªa y ¨¦l estaba muy cerca de su hermano Pepe¡±, cuenta Lim¨®n, que reparte su vida entre Espa?a y la Universidad de Berklee, donde imparte clases. ?l es una de las 30 personas que presumen de tener el tel¨¦fono m¨®vil del cantante. ¡°Alejandro pens¨® en m¨ª por las ra¨ªces flamencas que tiene el disco, que es uno de los m¨¢s importantes de mi carrera, tambi¨¦n por razones familiares: mi hijo ha hecho todos los arreglos¡±. Lim¨®n Junior, como se conoce al v¨¢stago del productor, se atrevi¨® a proponer unos arreglos para un tema del ¨¢lbum que se hab¨ªa quedado atascado. ¡°A Alejandro le gust¨® y decidi¨® contar con ¨¦l pese a que solo tiene 19 a?os. Es uno de los grandes que apuestan sin reservas por la gente joven¡±. El cantante encuentra natural ese riesgo de contar con gente nueva. ¡°?Por qu¨¦ no?¡±, reflexiona Sanz. Y habla de Rosal¨ªa: ¡°Ha tenido una carrera mete¨®rica, ahora debe intentar permanecer, que no es f¨¢cil¡±.
¡°Alejandro es un referente de la m¨²sica hispana. En 30 a?os lo ha conseguido todo. Es grande y muy atrevido¡±, dice Narc¨ªs Rebollo, presidente en Espa?a de Universal, su compa?¨ªa de discos. ¡°Solo ¨¦l, los Stones y U2 llenan grandes estadios tras 30 a?os de carrera¡±, a?ade.
El cantante acaba de terminar una gira por Estados Unidos. La primera actuaci¨®n fue en Chicago, el pasado 8 de octubre. ¡°Estaba muy nervioso. Hab¨ªa pasado tanto tiempo que me preguntaba si iba a ser capaz de hacer un concierto, si la gente iba a venir¡±. Fue capaz. ¡°Conforme pasa el tiempo me doy cuenta de lo atrevido que he sido. A los 21 a?os hac¨ªa conciertos de hora y media con solo 10 canciones, versionando una tres veces¡±, recuerda. ¡°Soy feliz en un escenario, en dos horas pasa de todo, como en la vida de una mariposa. Transportas felicidad y te la llevas. Nac¨ª para estar en un escenario. Cuando todo sale bien, es el sitio en el que soy m¨¢s feliz¡±. En abril actuar¨¢ en Latinoam¨¦rica y en junio retomar¨¢ la aplazada gira espa?ola.
Presume del buen rollo que hay entre los cantantes, pero se queja de la falta de organizaci¨®n. Por eso trabaja en la creaci¨®n de una Academia de la M¨²sica que les permita crecer como colectivo. Compa?eros de profesi¨®n le buscaron durante la pandemia para que solicitara al Gobierno ayudas para el sector. Se entrevist¨® con la Presidencia del Gobierno y con varios ministros, aunque sin ¨¦xito. En tiempos de la ley Sinde tambi¨¦n habl¨® con el ministro socialista Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, y m¨¢s tarde con Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, vicepresidenta del Gobierno de Rajoy, para intentar combatir la pirater¨ªa. Le interesa la pol¨ªtica en general y la sigue. ¡°Pero en ocasiones es bueno apagar la tele y escuchar a Camar¨®n. Hay demasiada informaci¨®n y a veces contradictoria. El otro d¨ªa escuch¨¦ a cuatro personas en una tertulia hablar de las ventajas del cambio clim¨¢tico¡ Pocas cosas nos pasan¡±. Y a?ade: ¡°La pol¨ªtica es necesaria, pero ha llegado a un punto en que se banaliza demasiado. Ahora se vive m¨¢s de cara a la foto de Instagram y al tuit que a hacer pol¨ªtica de verdad. Est¨¢n m¨¢s pendientes de los cuatro a?os que van a estar que del largo plazo. Por eso los chinos nos llevan tanta ventaja, ellos s¨ª piensan a largo plazo¡±, apunta. Alejandro Sanz, nieto del fundador del Partido Socialista de C¨¢diz, nunca se ha dejado tentar por unas siglas y en esta ¨¦poca de su vida evita hablar de nombres cuando concede una entrevista. Est¨¢ harto de que se le use como un pimpampum cada vez que dice algo. ¡°Espa?a es el secreto mejor guardado, se vive como en ning¨²n sitio. Nos quejamos mucho, hay gente que pasa calamidades, pero la calidad de vida es muy buena y los servicios que se dan son, en general, muy buenos: la sanidad, la educaci¨®n, los subsidios¡ S¨¦ que hay quien no est¨¢ de acuerdo, pero me gustar¨ªa que vivieran fuera un tiempo. Aqu¨ª se ayuda a la gente. Ese esp¨ªritu a veces catastrofista de los espa?oles me lo har¨ªa mirar¡±.
Ausente de la vida social ¡ªno acude a eventos salvo alguna entrega de premios¡ª, prefiere ver a sus amigos en casa, cocinar para ellos, jugar al mus y al final sacar la guitarra. Es un excelente anfitri¨®n. ¡°Me gusta socializar, hablar, escuchar a todo el mundo, saber qui¨¦n est¨¢ al mando. Siempre digo que mi casa es un espacio libre de humos, en el que no se habla de pol¨ªtica. Lo que me interesa es conocer a las personas¡±. Por esas reuniones pasan desde miembros de todos los partidos hasta presidentes de clubes de f¨²tbol. A su mesa se han sentado Florentino P¨¦rez, presidente del Real Madrid, el club de sus amores, o Miguel ?ngel Gil, due?o del Atl¨¦tico, su vecino de enfrente en La Finca, la urbanizaci¨®n en la que reside desde hace casi dos a?os. Cuentan que en uno de esos encuentros Mal¨² conoci¨® a Albert Rivera. Es discreto sobre estas reuniones, pero desvela que ¡°hace poco¡± estuvieron juntos Ayuso y Almeida, y que el presidente del Gobierno no ha estado en su casa. ¡°Pero yo fui una vez a La Moncloa¡±, a?ade.
La noche anterior a la cita en Moratalaz, Alejandro Sanz organiz¨® una gran fiesta, esta vez en un local de ambiente cubano de Madrid, para celebrar el cumplea?os de su novia, Rachel Vald¨¦s. ¡°Fue una gran noche¡±, cuenta, a la vez que reclama a una de sus ayudantes una cerveza guardada en una nevera port¨¢til. ¡°Un clavo quita otro clavo¡±, bromea a la vez que lanza una mirada p¨ªcara. Por la fiesta pas¨® una pandilla variopinta: desde David Broncano hasta Jos¨¦ Mari Manzanares, pasando por Boris Izaguirre o Borja Thyssen. Sanz mezcla gente como mezcla ritmos. En su ¨²ltimo trabajo, una de las piezas clave es El Pira?a, considerado como el mejor tocando el caj¨®n. Esa amalgama est¨¢ presente en todo el trabajo del cantante, que se grab¨® en un estudio de Las Lomas (Madrid). En ¨¦l hay dos temas vinculados a personas importantes de su vida: Manuel Alejandro y Paco de Luc¨ªa. Y ya te quer¨ªa, del primero, ha supuesto otro rencuentro para el cantante tras a?os alejado de su padrino. ¡°Es la primera vez que grabo un tema que no es m¨ªo. Ha sido muy bello redescubrirle, como persona, como m¨²sico y como amigo¡±. De Paco de Luc¨ªa ha recuperado La Rosa, una estrofa que dej¨® el m¨²sico al morir y que Sanz ha convertido en una bella canci¨®n. ¡°Conoc¨ªa el tema¡±, desvela Mal¨², ¡°todo lo que haga Alejandro de mi t¨ªo Paco est¨¢ bien¡±.
Ella es la ¨²nica mujer de una pandilla que se re¨²ne de vez en cuando y discretamente alrededor de un piano. Las citas se fijan en alg¨²n discreto local o en alguna casa. Asisten Pablo Albor¨¢n, Pablo L¨®pez, Antonio Orozco y David Bustamante, adem¨¢s del propio Alejandro Sanz. Con los a?os, Sanz se ha convertido en un referente en la profesi¨®n que reconocen muchos como Antonio Orozco: ¡°Es el vadem¨¦cum. Somos amigos desde hace 17 a?os. Fui a verle cantar a R¨ªo de Janeiro y pas¨¦ a saludarle. Un mes despu¨¦s cant¨¦ con ¨¦l en un auditorio de M¨¦xico. La m¨²sica nos ha unido, pero en realidad ha sido la vida. Los dos somos muy reservados y nos entendemos muy bien. Ejerce una jerarqu¨ªa natural sobre nosotros, es el boss. Es muy r¨¢pido, muy competitivo, no quiere perder ni contra s¨ª mismo. Por eso yo digo en broma que la noche anterior a verle me la paso haciendo sudokus¡±.
¡°Alejandro vive en su mundo. Cuando hablaban de si lo hac¨ªa en Miami o en Madrid, me re¨ªa. Podr¨ªa estar en Croacia y nada cambiar¨ªa. Su mundo no cambia. Est¨¦ donde est¨¦, lee EL PA?S, escucha la radio espa?ola y sigue la Liga por televisi¨®n¡±, explica Lim¨®n. ?l lo ratifica: ¡°Ten¨ªa claro que en alg¨²n momento quer¨ªa volver a Espa?a. Mi familia est¨¢ aqu¨ª, pero ya con EL PA?S no me bastaba¡±. El cantante se ha comprado una casa en Somosaguas que est¨¢ acabando de rehabilitar, una zona que conoce bien.
En Moratalaz hay ahora un puente sobre la M-30 que lleva el nombre de una de sus m¨ªticas canciones, Coraz¨®n part¨ªo. Se inaugur¨® cuando la pandemia dio un respiro. Sanz rememora que todo empez¨® cerca de all¨ª tocando su guitarra, so?ando con llenar alg¨²n d¨ªa el Palacio de los Deportes. Ahora confiesa que le cansan las giras. ¡°Todos tenemos el sue?o h¨²medo de pensar en la retirada, pero cuando me meto en faena¡ Estoy cansado de los viajes, me matan. Me gusta estar en casa, pero siempre estar¨¦ ligado a la m¨²sica¡±. Y confiesa que ya no le dedica toda la energ¨ªa y todo el tiempo a componer.
¡ª?Y a qu¨¦ dedica ahora ese tiempo?
¡ªA vivir, que tampoco est¨¢ mal.
El sol se ha puesto y comienza a refrescar. Alejandro Sanz se va de Moratalaz dando un gran abrazo a un viejo vecino del bloque que, ya despojado de las gafas y de la mascarilla, le descubre. Le pide que siempre recuerde el barrio y no cambie nunca. ?l sonr¨ªe y dice: ¡°Ha sido una visita muy refrescante para las emociones¡±.
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