T¨¦cnicas de edici¨®n
Columna de Juan Jos¨¦ Mill¨¢s
Fue ver esta imagen y venirme a la memoria el pasaje de la Odisea en el que Circe convierte en cerdos a los hombres de Ulises. ?Ser¨¢n hombres o cerdos esas bestias sucias y amontonadas, sin otra cosa que hacer, pobres, que revolcarse en sus propios excrementos a lo largo de esa especie de domingo por la tarde infinito que sin duda se vive en las macrogranjas? El profesor con el que traduje en mi juventud el poema de Homero sol¨ªa detenerse en este pasaje. Se preguntaba si nosotros, sus alumnos y ¨¦l mismo, no ser¨ªamos cerdos convertidos en hombres. ?Por qu¨¦ no? Si era posible una cosa, ser¨ªa posible la contraria. Nos invitaba a pensar en esa posibilidad y a realizar un breve trabajo sobre ella.
¡ª?C¨®mo sabr¨ªa el jam¨®n de un cerdo que antes hubiese sido hombre? ¡ªle pregunt¨¦ yo.
¡ª?C¨®mo ser¨ªa el pensamiento de un hombre que antes hubiese sido cerdo? ¡ªrespondi¨® ¨¦l.
Quiso el azar (o la necesidad) que en la p¨¢gina del peri¨®dico anterior a aquella en la que apareci¨® esta fotograf¨ªa viniese la noticia del primer trasplante de un coraz¨®n de cerdo a un ser humano. Para evitar el rechazo del ¨®rgano, el cerdo hab¨ªa sido humanizado previamente con t¨¦cnicas de manipulaci¨®n gen¨¦tica que en el momento de escribir estas l¨ªneas siguen funcionando, pues el receptor se encuentra perfectamente bien, aunque para seguir vivo ha tenido que animalizarse un poco. Tanto el cerdo donante como su legatario son en cierto modo quimeras en el sentido cl¨¢sico de la palabra. Si Circe levantara la cabeza, cambiar¨ªa sus brebajes m¨¢gicos por las t¨¦cnicas de edici¨®n gen¨¦tica CRISPR, que dan m¨¢s juego.
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