El arte en la era del Metaverso

El universo art¨ªstico de Meta, nombre actualizado de Facebook, cabe en un v¨ªdeo publicitario de un minuto. Dos chicos y dos chicas se cuelan en un cuadro de Henri Rousseau ¡ªLucha entre un tigre y un b¨²falo, de 1908¡ª y montan una animada rave bailando en 3D con los animales de la jungla. ¡°Esto va a ser divertido¡±, se lee. Es el lema de una nueva frontera, el metaverso, tambi¨¦n llamado internet inmersivo o tridimensional, que seg¨²n afirm¨® el presidente de la compa?¨ªa, Mark Zuckerberg, conectar¨¢ a la gente ¡°m¨¢s all¨¢ del mundo f¨ªsico¡±.

?Qu¨¦ visi¨®n del arte plantean entonces Zuckerberg y sus ingenieros? A juzgar por ese v¨ªdeo, triunfar¨¢n las f¨®rmulas m¨¢s estandarizadas. Algunas ya son muy conocidas, popularizadas en instalaciones audiovisuales de luz, color y sonido en el espacio real, como las dedicadas a Van Gogh, El Bosco, Frida Kahlo, Goya, Arcimboldo¡­ O Klimt, objeto de una muestra en la nave 16 del centro cultural Matadero con la que arranc¨® a primeros de marzo el proyecto Madrid Artes Digitales, dedicado a las experiencias tecnol¨®gicas inmersivas (la exposici¨®n estar¨¢ abierta hasta septiembre).

Las posibilidades de jugar pueden ser inagotables para los usuarios polisensoriales (el colectivo londinense Marshmallow Laser Feast abord¨® en 2021 a Shakespeare a trav¨¦s del avatar de Puck, el duende de Sue?o de una noche de verano). Y mejor no infravalorar todas estas aproximaciones l¨²dicas. Es lo que defiende Dean Kissick en un art¨ªculo publicado en The New York Times. Kissick recuerda que Henri Rousseau y sus contempor¨¢neos Picasso, Gauguin o Seurat tuvieron un papel visionario a la hora de crear realidades art¨ªsticas in¨¦ditas. ¡°Hoy parece factible¡±, afirma Kissick, ¡°tal vez por primera vez en este siglo, la posibilidad de inventar nuevas est¨¦ticas al completo, siempre que alguien tome las riendas de los tecn¨®logos¡±.

Ese alguien son los artistas. Y aunque lo tengan dif¨ªcil, abocados como est¨¢n a lidiar con dimensiones neurotecnol¨®gicas desconocidas, ?se amilanar¨¢n ante el metaverso? No lo parece. Llevan d¨¦cadas, en museos y planetarios, preparando el salto. En 2018, uno de los centros de arte europeos m¨¢s din¨¢micos, el Martin Gropius Bau de Berl¨ªn, dedic¨® una exposici¨®n a las atm¨®sferas inmersivas generadas por los artistas desde los a?os sesenta del siglo XX. Se titul¨® Welt ohne Au?en (mundo sin fronteras) y participaron m¨¢s de 45 personas y grupos, entre creadores que expon¨ªan y performers. El talento era desbordante: de la nitidez de los espacios lum¨ªnicos de Doug Wheeler a las composiciones de aromas de Wolfgang Georgsdorf, pasando por la denuncia pol¨ªtica y social en 3D de la pionera del periodismo inmersivo Nonny de la Pe?a.

Thomas Oberender fue comisario de la exposici¨®n junto con el artista Tino Sehgal. Oberender ha dirigido durante una d¨¦cada el prestigioso festival de la cultura de Berl¨ªn, Berliner Festspiele. Y el pasado mayo proclam¨® que las artes han de ir ajustando su narrativa a los cuatro poderes del mundo, ¡°Gaia, el clima, los virus y lo digital¡±, y seguir moderniz¨¢ndose ¡°a velocidad de v¨¦rtigo¡±.