Cinco claves para la Bienal de Venecia: el arte vuelve a la ciudad ducal
Desde el 23 de abril y hasta el 27 de noviembre, la 59? Bienal se instalar¨¢ en la ciudad, que otra vez acoge de forma presencial ¡ª?tres a?os despu¨¦s, por culpa de la pandemia¡ª la gran cita internacional de la creaci¨®n art¨ªstica contempor¨¢nea.
?Qu¨¦ es el mundo del arte? Un ecosistema formado por artistas, comisarios, conservadores, gestores, galeristas, coleccionistas, mecenas, cr¨ªticos, algunos, incluso, son varias de estas especies a la vez, h¨ªbridos. Estos seres retozan, incluso pecan, en su jard¨ªn del Ed¨¦n. Y el vergel que ahora toca son los Giardini de Venecia, un para¨ªso ef¨ªmero, donde, desde el pr¨®ximo s¨¢bado y hasta el 27 de noviembre, estas criaturas desplegaran todo su esplendor en la 59? bienal de la ciudad. Una edici¨®n vertebrada por la exposici¨®n Il latte dei sogni (La leche de los sue?os). El primer alimento que har¨¢ renacer este ecosistema, tras una hibernaci¨®n de tres a?os ¨Del gen bienal intr¨ªnseco en esta cita tambi¨¦n mut¨®, de manera excepcional¨D causada por otro ser, el virus que ha cambiado, parado y marcado el tiempo de una manera inusitada.
Perm¨ªtase este s¨ªmil de seres, mundos, enso?aciones e h¨ªbridos, en homenaje a la artista surrealista Leonora Carrington (1917-2011), que inspira el t¨ªtulo de la muestra principall. Pero antes de dar las claves para recorrer esta y otras exposiciones de los pabellones, un repaso al abec¨¦ de c¨®mo ha llegado hasta aqu¨ª esta exposici¨®n internacional de arte que celebr¨® su primera edici¨®n en 1895 en honor a Humberto I y Margarita de Saboya. No fue hasta 1907 cuando se comenzaron a construir los pabellones nacionales en los Giardini, algunos de ellos son importantes ejemplos de la arquitectura del siglo XX como el de Alvar Aalto para Finlandia. El primero fue el belga, cuya vecindad con el espa?ol ha influido en la propuesta de este a?o. Las dos guerras mundiales rompieron la periodicidad bienal. La edici¨®n de 1974 se recuerda por las protestas contra el dictador chileno Augusto Pinochet, que se hab¨ªa hecho con el poder de su pa¨ªs un a?o antes. Y fue el 1999 cuando se ampli¨® el espacio y se llevaron algunas exposiciones a hist¨®rico arsenal veneciano. Tuvo que cumplir la bienal 110 a?os y 51 ediciones para que por primera vez dos mujeres tomaran las riendas. Las espa?olas Rosa Mart¨ªnez y Mar¨ªa de Corral comisariaron las exposiciones principales en 2005. Siguen sucedi¨¦ndose estas primeras veces, y las que quedan. Este a?o, por fin, una artista negra ser¨¢ la representante de Estados Unidos, Simone Leigh.
Esta es una peque?a historia de la Bienal. Historia tambi¨¦n es uno de los seis t¨ªtulos de las publicaciones que forman parte del proyecto del artista protagonista del pabell¨®n espa?ol, Ignasi Aball¨ª. Los otros cinco nombres de los libros que se distribuir¨¢n por la ciudad ¨Dy que hablan de ella desde la perspectiva del artista: de su tonalidad, de su textura, de la saturaci¨®n visual que provoca, de mostrar su parte invisible, de fragmentos de sus cielos¡¨D servir¨¢n de enunciado para las claves que abren algunas de las puertas de esta gran muestra.
Horizontes (ampliarlos)
Las esperanzas est¨¢n puestas en Il latte dei sogni (La leche de los sue?os), comisariada por Cecilia Alemani, quien titul¨® la muestra como un libro de Leonora Carrington en el que no faltan sus criaturas h¨ªbridas. Met¨¢fora que utiliza para mostrar un panorama mutante que refleja lo que est¨¢ pasando en el mundo del arte. La Bienal funciona como un radar que demuestra que el canon ha saltado por los aires y lo que detecta es una metamorfosis en la definici¨®n del ser humano, en su representaci¨®n, en las nuevas relaciones de este con los animales, las plantas, la Tierra y la tecnolog¨ªa. Sin embargo, no registra NFT, su representaci¨®n parece m¨ªnima, lo que afianza la teor¨ªa de que este tipo de obras son una moda pasajera. Otra cosa son los c¨ªborgs, que como seres h¨ªbridos tienen su presencia
Inventario (apabullante)
Il latte dei sogni est¨¢ situada en el pabell¨®n central de los Giardini, pero tambi¨¦n en el Arsenal. Se necesita mucho espacio para situar las 1.433 piezas que la componen. 80 son producciones creadas ex profeso para esta muestra. Hay obra de 213 artistas que proceden de 58 pa¨ªses; 180 de ellos participan por primera vez en una exposici¨®n internacional. Las exposiciones nacionales rondan las 80 y este a?o por primera vez participan pa¨ªses como Camer¨²n, Namibia, Nepal, Om¨¢n y Uganda
Panorama (desajustado)
En el desajuste est¨¢ el origen de todo. El desajuste de fechas ha hecho que la Bienal de Venecia coincida con el centenario del pabell¨®n de Espa?a, obra del arquitecto Javier Luque. El desajuste con el pabell¨®n vecino, el de B¨¦lgica, es parte fundamental de Correcci¨®n, la propuesta de Ignasi Aball¨ª, comisariada por Bea Espejo. Las paredes de ambos no son paralelas, no est¨¢n alineadas, y el artista catal¨¢n ha desafiado la percepci¨®n creando nuevos muros como si hubiera girado el edificio 10 grados, un ligero movimiento que genera nuevos espacios, algunos inc¨®modos y sin sentido. ?Se atreve Aball¨ª a corregir lo establecido en la Bienal? El error o la modificaci¨®n de este forman parte del material con el que ¨¦l crea.
Sirva este t¨¢ndem de artista y comisaria para explicar que en los pabellones por pa¨ªses se trabaja de esta forma, con un creador y un experto que le gu¨ªa. Por supuesto, el origen de las obras parte de los artistas, pero el papel de los comisarios es hacerlos brillar, sacar lo mejor de ellos. Son los pedestales para que luzca mejor su obra, una especie de buenos editores que hacen m¨¢s entendible lo que se pretende ?expresar.
Paisaje (calles regadas de muertos)
La que se cre¨ªa que ser¨ªa la Bienal marcada por los coletazos de una pandemia que ha dejado millones de muertos suma adem¨¢s otro ingrediente negro: la guerra en Ucrania. Dos pabellones vac¨ªos, el de este pa¨ªs y el de Rusia, ser¨¢n protagonistas por su ausencia. La decisi¨®n rusa de retirar su participaci¨®n fue personal, tanto por parte del comisario Raimundas Malasauskas como de los artistas Alexandra Sukhareva y Kirill Savchenkov. ¡°No hay lugar para el arte cuando los civiles est¨¢n muriendo bajo el fuego de los misiles, cuando ciudadanos de Ucrania se est¨¢n escondiendo en refugios, cuando manifestantes rusos est¨¢n siendo silenciados. Como ruso, no voy a presentar mi trabajo en el pabell¨®n de Rusia¡±, escribi¨® este ¨²ltimo en su perfil de Instagram.
Los ucranios directamente tuvieron que suspender sus proyectos porque ten¨ªan una prioridad: salvar sus vidas. En los mensajes que han publicado en sus redes sociales recordaban que la construcci¨®n del pabell¨®n ruso la financi¨® Bohdan Khanenko, un coleccionista y fil¨¢ntropo¡ ucranio.
Casi (desequilibrar para equilibrar)
Ni s¨ª ni no, casi. Dudas. La ¨²ltima clave es la que las desmonta todas. La que invita a no dar nada por hecho, a cuestionar una instituci¨®n de 127 a?os. ?Tiene sentido hoy esta estructura de Bienal con un sistema organizativo por pa¨ªses que bebe de las exposiciones universales del siglo XIX? ?Perpet¨²a un superado sistema colonial, dejando en evidencia las diferencias entre los grandes pabellones nacionales de pa¨ªses como Estados Unidos, Holanda, Francia o Canad¨¢ y los pa¨ªses reci¨¦n llegados y con presupuestos evidentemente menores? Las ideas no tienen precio, eso no se cuestiona, pero el llevarlas a cabo s¨ª. ?Para qui¨¦n est¨¢n pensadas las exposiciones? ?Para ese ecosistema que despliega sus alas para ver y ser visto en Venecia, Basilea, Art Dubai o en alguna velada del MoMA? ?Conviven con la ciudad o crean su reproducci¨®n del mundo a espaldas de ella? ?Acaso necesita Venecia reclamos para atraer visitantes? ?Una periodicidad bienal es suficiente para que surjan nuevos discursos o nuevos horizontes? Estas son, entre otras muchas, algunas de las interrogantes que se elevan al cielo de Venecia en v¨ªsperas de la cita art¨ªstica m¨¢s multitudinaria del mundo. Por otra parte, todos coinciden en se?alar que la ventaja de esta edici¨®n ha sido el tiempo. Contar con un a?o m¨¢s ha sido indudablemente beneficioso para que los proyectos presentados est¨¦n m¨¢s maduros y sean m¨¢s ambiciosos. Lo constatan las comisarias de la muestra principal y la del pabell¨®n de Espa?a. Y una ¨²ltima pregunta demoledora: si desapareciera esta muestra internacional, ?ser¨ªa necesario reemplazarla?
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