?Decorar o usar y tirar? El modelo de la moda r¨¢pida se traslada al interiorismo
El ¡®fast homeware¡¯, la compra impulsiva y estacional de mobiliario y objetos decorativos con uso ef¨ªmero, aumenta y se enfrenta al reto de la sostenibilidad.
Lo llaman avant basic y se interpreta como respuesta de postureo, bling-bling, superpop, maximalista por acumulaci¨®n, colorista por rebeli¨®n, pero, antes que nada, barato o asequible. El crear hogar de la generaci¨®n Z. En ¨²ltima instancia, la expresi¨®n de ese orgulloso y desafiante sentido/sentimiento de individualidad que llevan a gala mileniales y, sobre todo, centeniales tambi¨¦n en los espacios que habitan. ¡°Es la moda en tiempos de algoritmos, la peculiaridad frente a la reproducci¨®n mec¨¢nica, el vintage sin esfuerzo¡ El avant basic es un estilo de vida¡±, trinaba la periodista brit¨¢nica Emma Hope Allwood, ahora consultora creativa, a finales de 2020, al colgarse la medalla por haber bautizado ¡ªetiquetado, mejor¡ª una tendencia que hab¨ªa estallado en redes sociales justo cuando el coronavirus empez¨® a hacernos pasar m¨¢s tiempo en casa del deseado. Entonces, Instagram se llen¨® de im¨¢genes de la luego conocida como The Influencer Lamp, la peque?a l¨¢mpara en forma de hongo que ambientaba con suavidad la habitaci¨®n o sala de estar de toda se?orita que se preciara de influyente. La original, un modelo setentero de Murano, el cristal ondulado en tonos pastel soplado a mano, no baja de 700 euros en las tiendas de decoraci¨®n de ¨¦poca; las r¨¦plicas, de Ikea a Urban Outfitters, pasando lo mismo por Supreme que AliExpress, pronto se encontraron a partir de nueve. Con el espejo Ultrafragola, emblem¨¢tico dise?o de Ettore Sottsass datado igualmente a principios de los a?os setenta, ocurri¨® lo mismo a continuaci¨®n. Bella Hadid se hizo un selfi frente a uno por el que se cuenta que pag¨® 10.000 d¨®lares (el modelo, de pie, vuelve a producirse desde 2019, en acr¨ªlico opalino iluminado con ne¨®n y embellecedores de bronce) y se desat¨® la locura, aunque imitarla sigue teniendo un precio, que las copias decentes marcan tres d¨ªgitos en sus etiquetas. Lo peor es que, a la larga, puede costarnos m¨¢s de lo imaginado, al menos en t¨¦rminos medioambientales.
Promesa de m¨¢xima modernidad para el mobiliario m¨¢s convencional, el avant basic (ox¨ªmoron donde los haya) no es sino el golpe definitivo del interiorismo de usar y tirar, el equivalente decorativo a la moda r¨¢pida. Tiene, claro, su anglicismo pertinente: fast homeware, acu?ado por el portal Refinery29 a partir de la observaci¨®n que la dise?adora textil alemana Fredericke Winkler expusiera en 2018. ¡°La aproximaci¨®n del consumidor a los art¨ªculos de casa se parece cada vez m¨¢s a c¨®mo compra su ropa: en funci¨®n de las tendencias, de forma impulsiva y estacional¡±, conced¨ªa la directora creativa de la l¨ªnea Hodsoll McKenzie de Zimmer + Rohde tras asistir a la multitudinaria inauguraci¨®n de Anthropologie en D¨¹sseldorf. La popular firma estado?unidense de extravagantes objetos de decoraci¨®n y textil de hogar propiedad del grupo URBN, due?o asimismo de la cadena Urban Outfitters, se presentaba como pen¨²ltimo ejemplo de disrupci¨®n en un sector envejecido que ¡°ha fallado a la hora de adaptarse a una nueva generaci¨®n de consumidores que busca marcas potentes de precio medio-bajo m¨¢s all¨¢ de Ikea¡±, comentaba la creadora en Fashion Network, advirtiendo de la amenaza para los peque?os productores locales que supone un modelo de negocio instaurado por Zara Home, en 2003, y seguido por H&M Home, en 2009, que supo redirigir la necesidad de satisfacci¨®n instant¨¢nea que entonces urg¨ªa en la moda hacia el hogar. Disponibilidad, accesibilidad y renovaci¨®n/novedad constante de mercanc¨ªa para vestir la casa. La dominaci¨®n completa de todo lo que tenga que ver con el estilo en nuestras vidas a cargo de las corporaciones del gran consumo.
Los meses de confinamiento por la covid-19 hicieron el resto. Recluidos forzosamente entre cuatro paredes, la atenci¨®n que hasta la fecha pon¨ªamos en nuestro lucimiento exterior se focaliz¨® en el interior hogare?o y una corriente de cojines con estampados geom¨¦tricos, jarrones de siluetas sesenteras, espejos ondulantes, l¨¢mparas caprichosas y velas arom¨¢tico-decorativas fluy¨® como nunca antes en el ¨²nico escenario, o casi, que permit¨ªa socializar, el digital. Seg¨²n datos de Statista, el n¨²mero de b¨²squedas en internet referidas a mobiliario y decoraci¨®n se dispar¨® un 7% solo en marzo de 2020, cuando las tiendas electr¨®nicas del sector acumularon 1.700 millones de visitas globales, ¡°bien por motivos pr¨¢cticos, bien con prop¨®sitos placenteros¡±, apostilla la consultora. Un estudio de la web de ventas Veepee (la antigua Vente-Priv¨¦e) informa de que el gasto en decoraci¨®n y equipamiento casero se increment¨® entonces un 30% en los hogares espa?oles, desembolso que Statista cifra por su parte en 6.200 millones de euros. El pastel se reparti¨® entre peque?o mobiliario, objetos ornamentales, ropa de cama y mesa y ¨²tiles de cocina, aquello susceptible de elevar la instagramabilidad de cualquier estancia en un momento en el que fen¨®menos estil¨ªsticos como el cottagecore (tendencia est¨¦tico-nost¨¢lgica que ensalza la acogedora simpleza de la ruralidad) causaban sensaci¨®n en redes. Ante semejante panorama, no resulta extra?o que en apenas seis meses, de mediados de 2020 a principios de 2021, entraran al trapo casero los primeros espadas de la moda ultrarr¨¢pida actual: plataformas como Pretty Little Thing, Boohoo, Missguided e incluso el gigante chino Shein han expandido su oferta al interiorismo para presumir en TikTok. Una diversificaci¨®n comercial espoleada por la coyuntura pand¨¦mica que se explica como ¡°evoluci¨®n natural¡± que permite ofrecer al consumidor ¡°un producto m¨¢s lifestyle¡±, a decir de Laura Vila, directora creativa de Mango Home, l¨ªnea de textil para el hogar que la marca catalana lanz¨® hace un a?o exclusivamente en su canal online.
Aunque catalizadora del aceler¨®n en cierto cambio de h¨¢bitos de consumo ¡ªy de las oportunidades econ¨®micas derivadas¡ª, la crisis del coronavirus no es en realidad la responsable ¨²ltima de esta fiebre por la decoraci¨®n de uso m¨ªnimo, susceptible de ser tirado despu¨¦s de fotografiar. El fast homeware lleva tiempo siendo monitorizado como responsable del sinf¨ªn de microtendencias ef¨ªmeras en cuestiones de interiorismo que capitalizan las pr¨¢cticas est¨¦ticas y socioculturales de los m¨¢s j¨®venes, para quienes el sentido de la posesi¨®n ya no significa nada. ¡°Tienen personalidades muy individualistas, acaban de empezar en la universidad y precisan un espacio propio, muchas veces compartido. Viven de alquiler, por eso son residencias transitorias, as¨ª que no, no van a gastarse un dineral en una pieza de mobiliario¡±, expone Allyson Rees, analista de la consultora de tendencias internacional WGSN. Entre la precariedad salarial y los precios disparatados del alquiler de pisos m¨ªnimos (aqu¨ª, una media de 700 euros por un apartamento de 80 metros cuadrados, dice el ¨²ltimo informe del Observatorio de Vivienda y Suelo del Ministerio de Fomento, si bien las rentas var¨ªan seg¨²n comunidades y n¨²cleos urbanos), se entiende tal desapego y se explica la preferencia de la juventud cent¨¦nica por gastar menos en mobiliario pero comprar m¨¢s a menudo (la misma trampa de la moda r¨¢pida). Los analistas de WGSN constatan que, a efectos de fast homeware, el grupo demogr¨¢fico entre los 16 y 24 a?os ¡ªla muchachada Z¡ª exhibe m¨¢s predisposici¨®n a deshacerse de sus piezas de mobiliario y decoraci¨®n que los mayores de 55. El problema, claro, es la cantidad de residuos que genera, porque los art¨ªculos desechados terminan invariablemente en vertederos o plantas incineradoras.
De las cerca de 1.000 toneladas de residuos que produce la industria textil, casi 400.000 kilos salen de nuestras casas, se trate de ropa de cama, manteler¨ªas, cortinas, cojines o tapicer¨ªas. Las cifras las recog¨ªa el estudio Econom¨ªa circular. Oportunidades en el sector del mueble, elaborado por la Oficina Europea del Medio Ambiente en 2017 ¡ªel ¨²ltimo que consta¡ª, en el que tambi¨¦n se incide en esos 10 millones de toneladas de mobiliario desechados cada a?o por particulares y empresas europeas (12 millones en el caso de los estadounidenses). Basura decorativa compuesta por pl¨¢sticos laminados, aleaciones met¨¢licas, fibras sint¨¦ticas, espumas y resinas qu¨ªmicas que hacen de estos art¨ªculos de consumo ef¨ªmero los menos reciclables de los que haya noticia en los entornos hogare?os, por no hablar de la masiva huella de carb¨®n que deja su sobreproducci¨®n (la de un simple tablero de aglomerado emite 334 kilogramos de CO2 por metro c¨²bico).
Con todo, en WGSN aprecian un cambio en la mentalidad consumidora tambi¨¦n por lo que respecta a estas pr¨¢cticas decorativas. ¡°Podemos hablar de una segunda ola de fast homeware mucho m¨¢s involucrada en soluciones sostenibles, que atienden a una mayor conciencia medioambiental por parte de los compradores¡±, admite Rees.
Donar en lugar de tirar, adquirir piezas de segunda mano o acudir a servicios de alquiler son comportamientos cada vez m¨¢s habituales. Avant basic s¨ª, vale, pero como en el caso de su contrapartida indumentaria, con cabeza para crear hogar, no destruir el que nos acoge a todos.
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