La qu¨ªmica es una excepci¨®n
A pesar de ser una ciencia exacta, la qu¨ªmica que se ense?a est¨¢ definida por las condiciones concretas de nuestro planeta. Fuera de la Tierra todo es muy diferente.
La bioqu¨ªmica es una ciencia relativamente reciente. Su inicio se encuentra en el descubrimiento por parte de Friedrich W?hler de que los cristales de urea de la orina se pod¨ªan obtener por s¨ªntesis qu¨ªmica. Esto implicaba que los compuestos presentes en los seres vivos pod¨ªan encontrarse tambi¨¦n en el mundo mineral. Durante un tiempo sigui¨® vivo el debate sobre si la materia viva ten¨ªa unas propiedades ¨²nicas (corriente que se llam¨® vitalismo) o por el contrario si los seres vivos segu¨ªan las mismas reglas fisicoqu¨ªmicas que la materia inanimada (corriente llamada antivitalismo). Gracias a los experimentos de los hermanos Buchner se descubri¨® que los antivitalistas estaban en lo cierto. La materia viva est¨¢ sometida a las mismas reglas que la materia inerte, por lo tanto, la bioqu¨ªmica no es m¨¢s que la qu¨ªmica que sucede dentro de un organismo vivo. Esa particularidad hizo que cuando en Espa?a, muy tard¨ªamente, se iniciaron los estudios de bioqu¨ªmica, estos fueran a veces tratados con desd¨¦n por los qu¨ªmicos de toda la vida. Un profesor me coment¨® que cuando defendi¨® su tesina, el presidente del tribunal, catedr¨¢tico de qu¨ªmica org¨¢nica, le espet¨® que por qu¨¦ se hab¨ªa molestado en estudiar bioqu¨ªmica, que no era m¨¢s que un error de la qu¨ªmica org¨¢nica. La contestaci¨®n de mi profesor fue: ¡°El ¨²nico error de la qu¨ªmica que hay en la sala es usted¡±. No aprob¨®.
Se suele decir que la tabla peri¨®dica de los elementos es una de las mayores s¨ªntesis de conocimiento universal. En esa tabla se agrupan todos los elementos que existen en funci¨®n de sus propiedades. Entre la informaci¨®n que tenemos est¨¢ el n¨²mero at¨®mico, que es invariable en todo el universo y es el que determina la identidad del elemento. Pero en la tabla peri¨®dica tambi¨¦n aparece el peso at¨®mico. Y aqu¨ª empiezan los problemas. El peso at¨®mico de un elemento depende del n¨²mero de neutrones y de protones. El n¨²mero de protones tiene que ser fijo, ya que, si cambia, tenemos otro elemento, pero puede haber ¨¢tomos del mismo elemento con diferente n¨²mero de neutrones, lo que llamamos is¨®topos. El peso de cada elemento que sale reflejado en la tabla peri¨®dica es un reflejo de la abundancia de los diferentes is¨®topos. Aqu¨ª es donde la tabla pierde su universalidad y se convierte en una herramienta local. La abundancia de los diferentes is¨®topos es algo propio de la Tierra y del lugar del universo en el que nos encontramos. Muchos is¨®topos van decayendo a medida que la Tierra envejece, as¨ª que los pesos at¨®micos que salen reflejados en la tabla peri¨®dica son v¨¢lidos para la Tierra y para nuestra actual era geol¨®gica¡, por lo que la tabla peri¨®dica ya no es algo tan universal como la velocidad de la luz o las leyes de la termodin¨¢mica, que s¨ª son v¨¢lidas para todo el universo. Pero eso no es todo. La mayor¨ªa de la qu¨ªmica que se ense?a en los libros de qu¨ªmica no es m¨¢s que una an¨¦cdota dentro de lo que es la qu¨ªmica.
Desde los or¨ªgenes de la qu¨ªmica moderna con Lavoisier y Boyle, o los comienzos pret¨¦ritos con la alquimia, todos los experimentos y todas las leyes se han establecido probando en nuestro planeta. Es decir: con una presi¨®n atmosf¨¦rica definida, una temperatura determinada y en la presencia de una atm¨®sfera con una elevada concentraci¨®n de ox¨ªgeno. Por eso en todos los libros de qu¨ªmica tiene tanta importancia la qu¨ªmica del ox¨ªgeno, y oxidaci¨®n es una palabra tan frecuente en nuestro vocabulario. En qu¨ªmica se habla de condiciones normales cuando una reacci¨®n se lleva a cabo a 25 grados cent¨ªgrados y una atm¨®sfera de presi¨®n, pero esto es normal en la superficie de la Tierra y en una zona templada. Sin salir del sistema solar, estas condiciones normales no ser¨ªan posibles en Venus o en Marte, por lo que el resultado de la reacci¨®n qu¨ªmica no ser¨ªa el que aparece en los libros de qu¨ªmica, sino que ser¨ªa muy diferente. De hecho, hay cient¨ªficos que se dedican a investigar la qu¨ªmica interestelar, popularmente conocida como astroqu¨ªmica. Lo que realmente son las ¡°condiciones normales¡± en el universo hacen referencia al hidr¨®geno como la mol¨¦cula m¨¢s frecuente, unas temperaturas cercanas al cero absoluto y unas concentraciones de elementos cercanas al vac¨ªo, donde los encuentros entre mol¨¦culas son extra?os. Eso a su vez provoca que mol¨¦culas que en la Tierra son inexistentes en esas condiciones (que podr¨ªamos llamar normales, porque insisto en que las condiciones extra?as son las de la Tierra) sean muy estables. Por lo tanto, la bioqu¨ªmica puede ser una an¨¦cdota, pero la qu¨ªmica tambi¨¦n, la diferencia es que los bioqu¨ªmicos somos conscientes de ello y los qu¨ªmicos no.
El origen de la vida
A pesar de que la química interestelar es la olvidada de los libros de química, es la responsable de que ahora mismo exista la vida. Cada vez hay más consenso entre los científicos de que en el origen de la vida fueron de vital importancia las moléculas que cayeron en la Tierra desde el espacio exterior a bordo de meteoritos o atravesando la atmósfera. Estas moléculas nutrieron la sopa primordial y permitieron que la vida surgiera.
J. M. Mulet es catedr¨¢tico de Biotecnolog¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.