Lo tonto agota
?Acaso no viven en Espa?a, pa¨ªs de brocha gorda en el que se conoce y publica cuanto est¨¢ bajo secreto de sumario? |?Columna de Javier Mar¨ªas
No s¨¦ si los pol¨ªticos y la prensa espa?oles est¨¢n puerilizados al m¨¢ximo, son incomprensiblemente ingenuos o desmedidamente c¨ªnicos, o si son tontos sin mayor misterio. Estas posibilidades no son excluyentes ni incompatibles. No me explico, en todo caso, que hayan exclamado al un¨ªsono que el caso de los espionajes telef¨®nicos de Pegasus era ¡°grav¨ªsimo¡± y pon¨ªa ¡°en peligro la democracia¡±. ?En qu¨¦ mundo viven editorialistas, articulistas, tertulianos, locutores de radio, presentadores de informativos y hasta el New Yorker, que comparte pa¨ªs con la NSA, que, como saben hasta los espectadores de cine, escucha sin cesar las conversaciones de quienes el Departamento de Defensa decide espiar? ?Acaso no viven en Espa?a, pa¨ªs de brocha gorda en el que se conoce y publica cuanto est¨¢ bajo secreto de sumario, al igual que las charlas informales y llenas de tacos de todo cristo, no s¨®lo las del ex-comisario Villarejo?
Los pol¨ªticos y la prensa independentistas, cierto es, se llevan la palma en lo referente a cinismo ins¨®lito. ?C¨®mo no iba a espiar el CNI a los colaboradores de quienes se hab¨ªan saltado las leyes y la Constituci¨®n para instaurar una rep¨²blica desgajada con todas las caracter¨ªsticas de un r¨¦gimen totalitario ¡ªrel¨¦anse las llamadas ¡°leyes de transitoriedad¡± del 6 y 7 de septiembre de 2017¡ª? ?Se imaginan que a los colaboradores de una organizaci¨®n delictiva no los investigaran la polic¨ªa o los mossos o la Guardia Civil? Se acusar¨ªa a estos organismos de negligencia criminal, y con raz¨®n habr¨ªan rodado cabezas. Eso es lo que exigieron airadamente esos pol¨ªticos independentistas, m¨¢s los podemitas, m¨¢s los supremacistas vascos y dem¨¢s, pero no por ninguna negligencia, sino por cumplimiento del deber. ?C¨®mo es que fueron espiados, si, seg¨²n los primeros, nunca han hecho nada? Pedro S¨¢nchez, que jam¨¢s ha puesto tope a los chantajes (basta del imb¨¦cil verbo ¡°topar¡±), se avino a pagar uno m¨¢s y destituy¨® volando a una proba funcionaria, Paz Esteban, de largu¨ªsimo servicio al parecer intachable. A continuaci¨®n la ministra Robles se achant¨® y tuvo el cuajo de declarar que aquello no era una destituci¨®n, sino una mera sustituci¨®n ¡°natural¡±. ?Natural, justo cuando se ped¨ªa a voces el sacrificio de la pobre Esteban? Por favor, dejen de llamarnos a todos idiotas a la cara. Me record¨® a Colin Powell, con puntero, asegurando la existencia de armas de destrucci¨®n masiva en Irak¡
Pero, m¨¢s all¨¢ de esta cuesti¨®n, ?c¨®mo es posible que a estas alturas alguien se haga cruces y ponga el grito en el cielo por unas escuchas telef¨®nicas? Se?ores y se?oras de la prensa, ?a¨²n no saben que cualquiera ser¨¢ espiado si quien tiene los medios se pone a ello? ?Que los smartphones por los que todo el mundo est¨¢ voluntariamente esclavizado son instrumentos de vigilancia y control, como lo son Facebook, Twitter, Instagram, Twitch, Telegram, TikTok y el resto de bobadas? ?Ignoran que, con la cantidad de c¨¢maras que hay en las tiendas, estaciones, aeropuertos y calles, se pueden rastrear nuestros movimientos en cuanto se considere necesario o aconsejable? La polic¨ªa examinar¨¢ el material de esas c¨¢maras cuando sospeche de alguien o cuando se cometa un delito en una zona determinada. ?No se han dado cuenta de que, si intentan reservar en un hotel de Malta, al instante se les llenar¨¢ el m¨®vil de ofertas para otros hoteles de esa isla? O si miran zapatos, les llover¨¢ publicidad de zapatos horrendos. No hace falta contratar el sofisticado sistema Pegasus israel¨ª para averiguar lo que hablamos, vemos, compramos, vendemos, leemos, nos encanta o detestamos. ?C¨®mo va a ser ¡°grav¨ªsimo¡± lo que hoy es consuetudinario y normal? Claro que se habr¨¢n espiado los m¨®viles de S¨¢nchez, de Robles, de Macron, y hasta de Biden y Putin. Lo raro ser¨ªa lo contrario.
Ni a ustedes ni a m¨ª va a espiarnos nadie importante, descuiden. Hasta que por alg¨²n motivo o malentendido o confusi¨®n alguien con la capacidad de hacerlo decida que lo va a hacer. Entonces, no les quepa duda, lo har¨¢ retrospectivamente, porque nuestras tarjetas de cr¨¦dito o visas, nuestros smartphones, a veces nuestros televisores, van dejando huellas indelebles. Se sabr¨¢ d¨®nde hemos estado y en qu¨¦ d¨ªa, a qu¨¦ pa¨ªses hemos viajado, con qu¨¦ compa?¨ªas hemos volado, qu¨¦ hemos comprado y en qu¨¦ comercio, qu¨¦ transferencias hemos hecho y a qui¨¦n, cu¨¢nto dinero nos ha servido el cajero autom¨¢tico. ?Por qu¨¦ creen que hay pa¨ªses que sopesan prohibir el efectivo? ?Por qu¨¦ los bancos nos obligan a hacerlo todo online? ?Por qu¨¦ cierran sucursales y ya no atienden casi en persona? (Bueno, tambi¨¦n para despedir empleados y obtener m¨¢s beneficios.) ?Por qu¨¦ se graban nuestras llamadas a una mensajer¨ªa, al odont¨®logo, al banco, a Movistar o a un hospital? De verdad, no s¨¦ c¨®mo nadie se puede escandalizar ni sorprender del uso que se da a la infinidad de datos que, desde hace ya un par de d¨¦cadas, la mayor¨ªa brindamos gustosamente por doquier. As¨ª que lo lamento, pero no me cabe sino insistir: ?son ustedes tontos, o qu¨¦?
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