Muchas gracias
Lo que se aprecia entre las tibias de los dos esqueletos son sendas botellas de cristal tan cl¨¢sicas que de su color se deriva el sintagma ¡°verde-botella¡±. Ignoramos qu¨¦ contuvieron antes de formar parte de ese enterramiento, posiblemente vino barato con el que algunos se emborracharon o alegraron el d¨ªa o aturdieron su conciencia. Los esqueletos se hallaron en el penal franquista del Fuerte de San Crist¨®bal, situado en Pamplona. Tampoco sabemos de qu¨¦ forma murieron los interfectos, pero, si tenemos en cuenta el lugar y la ¨¦poca, es muy probable que de torturas, de hambre o de asco, as¨ª de simple. De ah¨ª que fueran enterrados en un lugar destinado a otros usos, donde reposan, desde entonces, en las posturas que se aprecian en la foto, el de la izquierda con el cr¨¢neo de perfil, como si hubiera intentado ponerse de lado, que es la postura t¨ªpica para dormir, aunque s¨®lo hubiera conseguido colocar la cabeza.
Pero ¨ªbamos a lo de las botellas, que evocan los enterramientos de culturas antiguas en los que aparec¨ªan, junto a los cad¨¢veres, objetos de la vida cotidiana considerados imprescindibles para sobrevivir (valga la contradicci¨®n) en el m¨¢s all¨¢. Dentro de esas botellas se descubri¨® la documentaci¨®n de los fallecidos. Un acto de caridad, ya ven, de sus verdugos. Les quitaron la vida, que es como arrebatarle a uno todo, pero les mantuvieron la identidad, a la que tanto apego demostramos. Nos traen tambi¨¦n a la memoria estos envases la ¡°botella del n¨¢ufrago¡±, lanzada en este caso a las aguas de la laguna Estigia en la confianza de que alguien las encontrara. Muchas gracias.
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