Espa?a no solo se quema, se seca: ocho a?os de sequ¨ªa en las tablas de Daimiel
La situaci¨®n del humedal y parque nacional manchego es cr¨ªtica por la falta de agua: el 80% de sus lagunas se ha secado en los ¨²ltimos cuatro a?os

La protecci¨®n de las 1.750 hect¨¢reas que conforman el humedal de las Tablas de Daimiel, en plena Mancha, no puede ser mayor: es parque nacional desde 1973. Se trataba de conservar un ecosistema de llanuras de inundaci¨®n pr¨¢cticamente ¨²nico en Europa, cobijo de aves que recorren grandes distancias para nidificar, invernar o tomarse un respiro en su largo periplo migratorio. Pero, a pesar de la legislaci¨®n, en la actualidad la situaci¨®n de las Tablas de Daimiel es cr¨ªtica, con solo el 3,4% (50 hect¨¢reas) anegadas. En los ¨²ltimos cuatro a?os, el 80% de las lagunas se ha secado y el resto se mantiene con bombeos de emergencia desde el acu¨ªfero que las deber¨ªa alimentar de forma natural. Detr¨¢s del triste escenario aparece una pertinaz sequ¨ªa, que comenz¨® hace ocho a?os, y las extracciones de agua del acu¨ªfero para abastecer a la agricultura intensiva, su principal lacra. El Estado declar¨® esta masa de agua subterr¨¢nea sobreexplotada en 1994 y, sin embargo, la degradaci¨®n prosigue inexorable.
Si se cumpliera la normativa del parque, a finales de verano deber¨ªan permanecer encharcadas como m¨ªnimo 600 hect¨¢reas y 1.400 a principios de la primavera. Nada m¨¢s alejado de la realidad. Con el funcionamiento natural roto, el humedal se encuentra a merced de las precipitaciones, siempre escasas en la zona y completamente impredecibles. Hist¨®ricamente, las Tablas se llenaban debido al desbordamiento de los r¨ªos Gig¨¹ela y Guadiana. Este ¨²ltimo surge del afloramiento de las aguas del acu¨ªfero en el paraje conocido como los Ojos del Guadiana. Gracias al ¨²ltimo periodo h¨²medo ¡ª?con tres a?os de lluvias entre 2010 y 2013¡ª, las Tablas de Daimiel revivieron. Pero dur¨® lo que dur¨®, hasta 2018.
Aunque hay una buena noticia: ¡°El ecosistema todav¨ªa tiene resiliencia y recupera su estado natural en cuanto puede¡±, explica Salvador S¨¢nchez Carrillo, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), que trabaja en el parque desde 1994. Encontrar la soluci¨®n a d¨¦cadas de maltrato es complicado, sobre todo porque, a?ade S¨¢nchez Carrillo, ¡°la agricultura tiene un gran peso tanto en votos como econ¨®mico, y falta una pol¨ªtica de gesti¨®n del agua en la agricultura a largo plazo¡±. El problema se extiende por todos los lagos, lagunas y humedales de la Mancha H¨²meda (Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo), declarada reserva de la biosfera por la Unesco en 1981.
La sed de las Tablas es tal que el Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica autoriz¨® en marzo la transferencia de tres hect¨®metros c¨²bicos del trasvase Tajo-Segura, la primera en 13 a?os. Este alivio todav¨ªa no ha llegado al parque nacional de las Tablas de Daimiel porque se est¨¢ comprobando la calidad del agua que se recibir¨ªa, indica el ministerio. La aportaci¨®n se queda corta para muchos expertos, porque est¨¢ previsto que se puedan enviar hasta 20 hect¨®metros c¨²bicos al a?o. ¡°La visi¨®n que se tiene de los trasvases con fines ecol¨®gicos es muy limitada, algo que no sucede cuando sirven para otros fines comerciales como la agricultura¡±, incide el investigador del CSIC.
Las asociaciones conservacionistas consideran que esta pr¨¢ctica perpet¨²a el mal uso del agua. Asunci¨®n Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife Espa?a, ONG especialista en la conservaci¨®n y el estudio de las aves, resume: ¡°Agua para las Tablas, s¨ª, pero no con un trasvase que, como est¨¢ planteado en la actualidad, alimenta el saqueo¡±. La dram¨¢tica realidad de este parque nacional, a?ade, es la constataci¨®n de que ¡°Espa?a no solo se quema, se seca¡±.
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