Bel¨¦n Cuesta se mete en la piel de B¨¢rbara Rey: ¡°Gracias a mujeres como ella hoy estamos en otro sitio¡±
A sus 38 a?os, la malague?a es una de las actrices m¨¢s valoradas de su generaci¨®n. En 2023 la veremos interpretando a dos mujeres opuestas: la reina Fabiola y la vedete B¨¢rbara Rey. Ella ha encontrado un punto com¨²n entre ambas: la valent¨ªa.
La interpretaci¨®n pone retos complejos. Este a?o, Bel¨¦n Cuesta ha tenido que ser B¨¢rbara Rey durante mayo, junio, julio y agosto, y en septiembre, durante unos d¨ªas, ha sido Fabiola de B¨¦lgica. Ha representado a dos mujeres antag¨®nicas que a su vez vivieron representando ellas mismas su propio papel: Fabiola Fernanda Mar¨ªa de las Victorias Antonia Adelaida de Mora y Arag¨®n (Madrid, 1928-Bruselas, 2014), el papel de reina; Mar¨ªa Garc¨ªa Garc¨ªa (Totana, Murcia, 72 a?os), el de vedete.
Cuesta ha sido Fabiola en un papel secundario de Balenciaga (Disney +) y B¨¢rbara Rey como protagonista de Cristo y Rey (Atresmedia TV), dos series que se estrenar¨¢n en 2023. Su acercamiento a la personalidad de la comedida arist¨®crata espa?ola, reina de los belgas y clienta proverbial del maestro de la costura, fue ¡°light¡±, dice, comparado con su ¡°agotadora¡± inmersi¨®n en 10 a?os de la tempestad que fue la vida de Rey con el domador y empresario de circo ?ngel Cristo: ¡°Una relaci¨®n horrible, de coadicci¨®n y malos tratos que se presentaba con la envoltura del amor¡±.
El punto en com¨²n que ha encontrado entre estos dos personajes tan opuestos ha sido la valent¨ªa. Si bien no se adentr¨® a fondo en su historia, Cuesta cree que para Fabiola tuvo que ser dif¨ªcil dejar a su familia para ser reina de B¨¦lgica. ¡°Ella era muy discreta y para nada hubiera pretendido ponerse bajo ese foco¡±. A Rey la define como una ¡°pionera¡± que se atrevi¨® a denunciar la violencia machista en un tiempo en que no era habitual; un tiempo, remarca Cuesta, ¡°que fue ayer¡±.
¡°Quiz¨¢s gracias a mujeres como ella hoy estamos en otro sitio, o al menos camino de otro sitio¡±, sopesa la ganadora de un Goya por La trinchera infinita, a sus 38 a?os, una de las int¨¦rpretes m¨¢s valoradas de su generaci¨®n.
Para ella fue un descubrimiento conocer qui¨¦n estaba detr¨¢s de ese personaje rosa que le resultaba ajeno. Qued¨® con Rey alguna vez y la dej¨® ¡°fascinada¡±. Se encontr¨® con una mujer ¡°muy cuidadora de los suyos; de sus hijos, de su familia¡±, ¡°divertida¡± y ¡°tierna¡±, nada que ver con su imagen p¨²blica de mujer dura; con una mujer, la hija de Andr¨¦s Garc¨ªa y Salvadora Garc¨ªa, maja de Murcia 1968, representante espa?ola en Miss Mundo 1970, sex symbol de la Transici¨®n, v¨ªctima de un domador de leones enloquecido por la coca¨ªna, supuesta amante de Juan Carlos I, comerciante de su privacidad, carne para la picadora del cotilleo nacional, que hab¨ªa sufrido hondo; una mujer de personalidad ¡°arrolladora y compleja¡± que ¡°luch¨® por defenderse de cosas brutales por ser la reina del destape en una ¨¦poca de machismo terror¨ªfico¡±.
Ser B¨¢rbara Rey le exigi¨® experimentar una feminidad cosificada y al mismo tiempo con un poder propio, retador. ¡°Era una mujer muy sexual y he tenido que aprender a sentirme c¨®moda ah¨ª, como vedete, con esos tacones, exponiendo mi cuerpo. Pero tambi¨¦n su falta de pudor me ha resultado gratificante; estar c¨®moda en cors¨¦, con plumas, me pareci¨® liberador¡±, dice Cuesta. R¨ªe cuando piensa en el giro estil¨ªstico que supuso pasar de la grabaci¨®n de Cristo y Rey a la de Balenciaga: ¡°Una locura¡±. Del impudor al recato, del bling bling restallante a la escueta elegancia de la casa Balenciaga, del rubio te?ido de Rey al cardado inalterable de Fabiola.
La malague?a Bel¨¦n Cuesta no se identifica ni con un estilo ni con otro, pero en el arco que va de lo sobrio a lo barroco se orienta m¨¢s bien hacia la sobriedad. Su breve incursi¨®n en el mundo de Crist¨®bal Balenciaga ha enriquecido otro poco su inter¨¦s ya asentado por la moda. ¡°Cada vez me gusta m¨¢s, forma parte del lenguaje de uno mismo. Y lo principal es que lo que vistas hable de ti, que no te disfrace¡±.
En la ma?ana de la sesi¨®n de fotos para este reportaje, lleg¨® con una blusa sencilla, con su corte de pelo pixie revuelto que le sienta bien. Mientras la peinaban y maquillaban, habl¨® de dos amores de su vida. Uno, su perra Petra. Tiene una c¨¢mara en casa y puede monitorearla desde el m¨®vil, pero procura no ser obsesiva. Otra, su madre, Luisa Llamas, la primera de la familia que logr¨® un hito cinematogr¨¢fico. Fue figurante de Cuba, una pel¨ªcula rodada en 1979 en Andaluc¨ªa, y dec¨ªa una sola frase, pero la frase se la dec¨ªa a Sean Connery. ?l era un mercenario ingl¨¦s que llegaba a La Habana reci¨¦n tomada por los revolucionarios. En el control de aduanas, ella le dec¨ªa su frase. Algo as¨ª como ¡°pase por aqu¨ª, se?or¡± o ¡°se?or, deje aqu¨ª su maleta¡±, no lo tiene claro su hija. Pero s¨ª sabe con claridad que su madre iba de guerrillera y estaba preciosa.
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