?Qui¨¦n fue Juli¨¢n Rodr¨ªguez?
Uno de los escritores m¨¢s talentosos de su generaci¨®n, que es la m¨ªa. Y algunas cosas m¨¢s que no vamos a olvidar | Columna de Javier Cercas
La admirable Editora Regional de Extremadura acaba de publicar un libro admirable: se titula Ejercicio sentimental. El universo literario de Juli¨¢n Rodr¨ªguez y est¨¢ dedicado a examinar la obra de Juli¨¢n Rodr¨ªguez Marcos, fallecido en 2019 a la edad de 50 a?os. ?Qui¨¦n fue Juli¨¢n Rodr¨ªguez?
Para m¨ª, que lo conoc¨ª hace un cuarto de siglo, siempre fue el hermano mayor de Javier, periodista de este diario. No s¨¦ si en alguna ocasi¨®n los vi juntos, pero, cada vez que estaba con uno, me parec¨ªa estar tambi¨¦n con el otro, igual que si fueran gemelos univitelinos. Los llamaba Los Rodr¨ªguez, como la banda de rock and roll. Nacidos en la comarca de Las Hurdes (o poco menos), de padre guardia civil de a pie y humilde madre hurdana, Los Rodr¨ªguez pose¨ªan unos modales, una iron¨ªa, una discreci¨®n y una cultura de ingleses educados en Eton y reci¨¦n salidos de una novela de Evelyn Waugh. Buen estudiante, pero poco amigo de perder el tiempo, Rodr¨ªguez se saltaba a veces las clases en su colegio de C¨¢ceres y se encerraba a leer en la biblioteca municipal del Palacio de la Isla, que ahora lleva su nombre. Es natural que, de mayor, diese por momentos la impresi¨®n de haberlo le¨ªdo todo. Amaba los libros por encima de cualquier otra cosa, era un dise?ador gr¨¢fico exquisito y, con Paca Flores, fund¨® sin salir de C¨¢ceres una de las editoriales m¨¢s innovadoras de nuestro pa¨ªs: Perif¨¦rica. Su punter¨ªa de lector era casi infalible. En su reciente libro sobre Gald¨®s, Vargas Llosa rescata, entre la obra abundante e irregular que dio a la imprenta el gran escritor canario, una novelita a veces preterida, Torquemada en la hoguera, ¡°una peque?a obra maestra¡±, afirma Vargas Llosa, quien la equipara a los mejores relatos de Borges y Henry James; pues bien, en 2006 Rodr¨ªguez la hab¨ªa recuperado para Perif¨¦rica. All¨ª tambi¨¦n public¨® obras relevantes de autores poco o mal conocidos en Espa?a, como Jules Vall¨¨s, Velibor Colic o Fogwill. Cre¨® un caf¨¦-concierto, varias revistas y galer¨ªas de arte, ejerci¨® de cr¨ªtico, de comisario art¨ªstico, de empresario hostelero y de no s¨¦ cu¨¢ntas cosas m¨¢s. Padec¨ªa una hiperactividad patol¨®gica. En una ocasi¨®n me obsequi¨® con un banquete de cardenal en un restaurante fundado por ¨¦l mismo en el casco antiguo de C¨¢ceres, donde oficiaba de cocinero, ma?tre, en¨®logo, camarero, encargado de la limpieza y administrador ¨²nico. Para la gente de mi edad, que ha conocido la sucesiva pestilencia patri¨®tica del franquismo, ETA y el proc¨¦s, lo m¨¢s sensato que se ha dicho nunca sobre la patria fue el grito despavorido de una campesina italiana a su hijo (Eric Hobsbawm lo recoge en alguna parte): ¡°?Huye, hijo m¨ªo, que viene la patria!¡±. Pero, si alguna vez conseguimos limpiar de basura y espantos la palabra patriotismo, yo me acordar¨¦ de Juli¨¢n Rodr¨ªguez y del afecto, el orgullo y la solidaridad silenciosa y sin banderas que sent¨ªa por su tierra extreme?a, empobrecida, humillada y abandonada durante siglos por los poderosos de este mundo. Una vez me lo encontr¨¦ en Badajoz y, con mi incurable petulancia de cacere?o (o, peor a¨²n, de trujillano), me permit¨ª una bromita sobre la fama proverbial de fea que persigue a la ciudad. Fue la ¨²nica ocasi¨®n en que lo vi al borde de la c¨®lera; pero, en vez de sucumbir a ella, me agarr¨® de la oreja y me alivi¨® de mi incultura llev¨¢ndome a visitar la alcazaba, la torre de Santa Mar¨ªa, el fuerte de San Crist¨®bal¡ Aunque, desde luego, Rodr¨ªguez fue ante todo un escritor, y por eso es just¨ªsimo que se dedique este libro colectivo a su obra literaria: tiene raz¨®n Antonio S¨¢ez Delgado, coordinador del volumen, cuando afirma que la literatura era ¡°la base de operaciones de Rodr¨ªguez¡±, y tambi¨¦n la tiene el cr¨ªtico y novelista Carlos Pardo cuando lo considera un pionero, un adelantado que a principios de siglo explor¨® territorios literarios v¨ªrgenes y hoy tal vez demasiado concurridos. Lo cierto es que escribi¨® un pu?ado de poemas, relatos y novelas que bastan por s¨ª solos para considerarlo uno de los escritores m¨¢s talentosos de su generaci¨®n, que es la m¨ªa.
Eso fue Juli¨¢n Rodr¨ªguez. Eso, y algunas cosas m¨¢s, que los que lo conocimos no vamos a olvidar.
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