El r¨ªo bajaba negro: retrato de la ¨²ltima mina de carb¨®n de Espa?a
La sombra del cierre planea sobre el pozo San Nicol¨¢s de Mieres (Asturias), una reliquia de un tiempo que se fue, el del carb¨®n como primer motor econ¨®mico de Asturias. Una ¨¦poca en la que sobraba empleo y los negocios florec¨ªan, pero a costa de accidentes laborales mortales, de un trabajo nocivo para la salud y de la contaminaci¨®n que se reflejaba en el r¨ªo. Un lugar del que los j¨®venes emigraron a otros lugares, a otras minas.
Manuel Cadenas se convirti¨® en minero con tan solo 16 a?os. La vida lo oblig¨® a correr r¨¢pido porque para entonces ya hab¨ªa sido refugiado de guerra en Par¨ªs y hu¨¦rfano. Sin madre y con un padre enfermo, la mina dura, negra y mortal fue para este chaval, parad¨®jicamente, su tabla de salvaci¨®n. Empez¨® como guaje, ayudante, en la mina de monta?a San V¨ªctor, en el valle de Tur¨®n. Nueve horas al d¨ªa y siete d¨ªas a la semana. Los accidentes eran tan frecuentes que inspiraron a Manuel, que combin¨® su puesto como picador con los estudios de Enfermer¨ªa durante una d¨¦cada. Luego pas¨® a trabajar al hospitalillo de la empresa hasta que se jubil¨® 40 a?os despu¨¦s.
As¨ª, Cadenas se convirti¨® en un protagonista m¨¢s de la transformaci¨®n de las cuencas asturianas. La poblaci¨®n creci¨® en torno al principal motor econ¨®mico de la regi¨®n: el carb¨®n. Y hasta el Nal¨®n o el Caudal llegaron miles de familias de toda Espa?a y Portugal. Entre ellas, la m¨ªa. Mis abuelos paternos se instalaron en La Felguera en los cincuenta. Mi padre creci¨® en esos estrechos valles rodeados de monta?as, donde el r¨ªo bajaba negro y sonaba, a todas horas, el turullu que anuncia la subida y bajada de los mineros. En los pueblos, los negocios florec¨ªan y entre los vecinos hab¨ªa una fuerte vida asociativa y cultural. La lucha obrera tambi¨¦n formaba parte de la cultura de esta regi¨®n. El mayor exponente de aquella ¡°batalla¡± eran las huelgas. Fueron ¨¦picas, llegando a poner incluso en jaque a la dictadura. Se consiguieron muchas cosas, pero no evitar el cierre paulatino de las explotaciones de carb¨®n, la falta de empleo y la consiguiente despoblaci¨®n.
Los hijos y nietos de los que hab¨ªan llegado en busca de empleo se iban ahora lejos, a lo mismo. El 31 diciembre de 2018 es el d¨ªa que se considera como el del ¡°cierre de la miner¨ªa en Asturias¡±. Pero lo cierto es que a¨²n sigue en funcionamiento la mina San Nicol¨¢s, en Mieres. Cuando cese su actividad, entonces s¨ª se podr¨¢ decir que es el fin del carb¨®n como sector industrial en Espa?a tras m¨¢s de dos siglos de historia. Hoy el r¨ªo baja limpio y los castilletes, oxidados por el paso del tiempo, luchan por seguir en pie. La naturaleza recupera el espacio entre los hierros. La despoblaci¨®n se evidencia en los cientos de puertas y ventanas con las persianas echadas. No hay carb¨®n, pero permanece en las cuencas el orgullo de ser fruto de una herencia minera. Una muestra de ello es el Coro Minero de Tur¨®n, un grupo de jubilados que dan la vuelta al mundo vestidos con sus cascos y monos de trabajo entonando las canciones que muchos de ellos aprendieron cuando entraron a trabajar, siendo guajes, a la mina.
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