Nueva York, a los pies de Thierry Mugler
La muestra Couturissime en el Brooklyn Museum adquiere la condici¨®n de legado cuando se cumple un a?o de la muerte del gran modista franc¨¦s.
Un a?o y dos meses despu¨¦s de la muerte del modista franc¨¦s Thierry Mugler (1948-2022), sigue triunfando en Nueva York Thierry Mugler: Couturissime, la retrospectiva que explora el fascinante legado del dise?ador y que hizo una gira por Montreal, ?msterdam, M¨²nich y Par¨ªs antes de su muerte. Ahora, a t¨ªtulo p¨®stumo, adquiere un significado diferente, como todo lo que se aprecia cuando se acaba: Mugler hizo historia.
Es un icono de lo transgresor. Durante los a?os ochenta y noventa revolucion¨® las pasarelas al convertir lo que pod¨ªa ser la mera presentaci¨®n de una colecci¨®n de ropa en la sensaci¨®n de la temporada. Miles de personas pagaron por ver desfiles de moda que duraban m¨¢s de una hora y eran puro espec?t¨¢culo. Giraban en torno a una tem¨¢tica y contaban con banda sonora e invitados especiales. La de Mugler era una imaginaci¨®n exacerbada, puro juego y deleite, que encontr¨® en el vestuario esc¨¦nico la mejor forma de manifestaci¨®n. Fueron esas impredecibles puestas en escena que acompa?aban a sus dise?os lo que le hizo sobresalir entre sus contempor¨¢neos. Visti¨® tanto a modelos (Jerry Hall, Iman, Kate Moss, Naomi Campbell¡) como a celebridades (entre las que se encuentran Lady Gaga, Beyonc¨¦, Cardi B o Kim Kardashian) o compa?¨ªas que nada ten¨ªan que ver con la moda, pero que s¨ª buscaban la originalidad, como el Cirque du Soleil. Recurr¨ªa a Mugler todo aquel que quer¨ªa pasar a la posteridad de forma rompedora. Tambi¨¦n dirigi¨® v¨ªdeos musicales, colaborando con artistas como George Michael, y su perfume, Angel, se convirti¨® en un best seller. Fue adem¨¢s un visionario ya que sus dise?os jugaron con la dualidad hombre-m¨¢quina, mucho antes de que los c¨ªborgs fueran una realidad tan normalizada en la sociedad. No segu¨ªa tendencias, las creaba. ¡°Mugler fue un pionero abordando la diversidad y el empoderamiento femenino ya en 1970¡å, remarca Thierry-Maxime Loriot, comisario de la exposici¨®n, en la que pueden verse 150 piezas que recogen su trayectoria desde 1977 a 2014.
Tan fascinante como su obra fue la personalidad y la vida de este extravagante creador de moda que empez¨® su carrera a los 14 a?os como bailar¨ªn profesional en el ballet de la ?pera del Rhin (Estrasburgo) y muri¨® a los 73 a?os con la apariencia f¨ªsica de un boxeador. Su metamorfosis radical empez¨® en 2003, cuando Mugler abandon¨® temporalmente la alta costura. Se volc¨® en el culturismo (siempre hab¨ªa sido un aficionado) rayando la vigorexia y varias operaciones de cirug¨ªa est¨¦tica dejaron su cara casi irreconocible. Las primeras operaciones hab¨ªan sido para reparar da?os a consecuencia de accidentes, pero como revel¨® el propio Mugler a la revista Interview, hubo cambios que introdujo por puro divertimento. Por ejemplo, ponerse un poco de hueso de la cadera en la barbilla. ¡°Quer¨ªa que mi cara representase progreso, porque despu¨¦s de tantos a?os siendo un bailar¨ªn dulce y delgado, deseaba ser un guerrero. He hecho tantas cosas a lo largo de mi vida... He luchado tanto... Soy un superh¨¦roe, as¨ª que es normal que tenga la cara de uno¡±, dijo.
La muestra Thierry Mugler: Couturissime, que ahora adquiere la condici¨®n de aut¨¦ntico legado del dise?ador, puede verse en el Brooklyn Museum, que en los ¨²ltimos a?os, en un esfuerzo por llegar a un nuevo p¨²blico, ha acogido la obra de dise?adores como Christian Dior, Jean-Paul Gaultier o Pierre Cardin. Y es que, en los ¨²ltimos a?os, museos de la talla del MET suelen dedicar al menos uno de sus espacios para visitar el legado de los dise?adores m¨¢s importantes de la historia y dar protagonismo a la moda como arte.
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