Christian Nodal, el mariachi tatuado: ¡°Se volvi¨® ¡®cool¡¯ ser mexicano¡±
Hace cinco a?os, nadie lo conoc¨ªa. Subi¨® un v¨ªdeo a Facebook y todo cambi¨®. Salido del desierto de Sonora, Christian Nodal es el gran representante de la m¨²sica regional mexicana, un g¨¦nero que crece en los nuevos p¨²blicos y conquista EE UU, Latinoam¨¦rica y Espa?a
A Christian Nodal su abuelo Ram¨®n le ense?¨® a escribir ¡°versitos¡±. De ni?o lo contemplaba rodeado de servilletas donde sol¨ªa, bol¨ªgrafo en mano, buscar la inspiraci¨®n en la plaza de Pueblo Viejo, centro ajardinado de la peque?a ciudad mexicana de Caborca. ¡°Se concentraba mucho, se esforzaba en analizar la vida, y yo me preguntaba: ¡®?Qu¨¦ est¨¢ haciendo este se?or?¡±, recuerda Nodal hoy, mucho tiempo despu¨¦s. Hasta que un d¨ªa, ese se?or cogi¨® a su nieto y lo puso a practicar. ¡°Me ense?aba a escribir rimado. Lo le¨ªamos en alto y luego, cuando lo fui entendiendo, me dec¨ªa: ¡®Trata siempre de que lo que escribas sea lo m¨¢s sincero y lo m¨¢s puro¡±. El nieto no lo olvid¨® nunca y, desde entonces, se puso a escribir ¡°versitos¡± como un loco.
Christian Nodal (Caborca, M¨¦xico, 24 a?os) sonr¨ªe ahora cuando rememora a su ¡°abuelito Ram¨®n¡± ensimismado con las servilletas y le agradece que le ense?ase a escribir poes¨ªa. Era una distracci¨®n como otra cualquiera en ¡°un punto del desierto en el que no hay nada que hacer¡±, como ¨¦l dice. Es Caborca, la ciudad donde naci¨® y se crio este m¨²sico mexicano que se ha convertido en el ¨²ltimo gran fen¨®meno musical de Am¨¦rica. Su m¨¦rito es tremendo: lo ha hecho saliendo desde las mismas entra?as del desierto de Sonora, que es como salir desde la misma nada, y, adem¨¢s, se dio a conocer despu¨¦s de subir v¨ªdeos a su perfil de Facebook. En poco m¨¢s de cinco a?os, este joven cantante se hizo una estrella de la m¨²sica regional en M¨¦xico, un g¨¦nero que crece como un reguero de p¨®lvora en los nuevos p¨²blicos, y ahora compite en cifras e impacto popular con iconos actuales de la m¨²sica urbana como Bad Bunny, Rosal¨ªa, Karol G o J Balvin. Al igual que las de estos colosos del streaming, varias de sus canciones superan los 300 millones de reproducciones en Spotify, datos que aumentan en YouTube. Adem¨¢s, ha traspasado todas las fronteras y ha conseguido que el mariachi y los sonidos norte?os mexicanos conquisten enormes audiencias en el resto de Latinoam¨¦rica, en Estados Unidos e incluso que alcancen Espa?a, donde ha agotado las 12.000 localidades de su concierto del pr¨®ximo 20 de mayo en el WiZink Center de Madrid. ?Qui¨¦n es Christian Nodal? ?Qu¨¦ es lo que tiene este hombre al que su abuelo ense?¨® a escribir versos y uni¨® esa afici¨®n a la de cantar?
Es una ma?ana soleada en Madrid y Nodal llega acompa?ado de un grupo de cinco personas en el que sobresalen dos guardaespaldas como dos armarios. Los clientes de la cafeter¨ªa se preguntan qui¨¦n es ese tipo que, como si fuera un presidente de Gobierno o una estrella de Hollywood, va tan bien respaldado. En Espa?a, Nodal todav¨ªa pasa inadvertido, pero no as¨ª en M¨¦xico, donde es tan grande que en uno de sus ¨²ltimos conciertos meti¨® a 90.000 personas en la ciudad de Hermosillo. No solo eso: ganaba tanto que a los 21 a?os ya contaba con un jet privado y un Ferrari, y se hizo una dentadura de oro al estilo de la de Madonna y Justin Bieber. Pertenece a la nueva realeza del pop cantado en espa?ol, ese grupo selecto de ¨²ltimas estrellas del reguet¨®n y la m¨²sica urbana que revientan las redes sociales y las plataformas de streaming. Su actual novia es Cazzu ¡ªantes lo fue la famosa cantante mexicana Belinda¡ª. Cazzu es la exitosa trapera argentina, amiga de Rauw Alejandro, el novio de Rosal¨ªa. Las dos parejas celebraron juntas el ¨²ltimo A?o Nuevo en Jap¨®n. Con tatuajes por toda la cara y otros muchos m¨¢s que sobresalen por su cuerpo ¡ª¡±estoy muy rayado y no s¨¦ cu¨¢ntos tengo¡±, reconoce¡ª, Nodal se muestra t¨ªmido y educad¨ªsimo.
Su camino hacia el ¨¦xito es propio de una pel¨ªcula. Fue el mayor de tres hermanos en un hogar donde la m¨²sica estaba muy presente. Su padre, Jaime, fue director de orquesta y lleg¨® a tener su propia agencia de representaci¨®n art¨ªstica, donde ejerci¨® de representante del m¨²sico Ariel Camacho. Se pasaba m¨¢s tiempo fuera que dentro de casa, pero cuando estaba en Caborca le gustaba juntarse con su mujer, Silvia Cristina, para interpretar canciones en un grupo al que llamaron Luna y Song. ¡°Me llevaban a tocar el cencerro¡±, recuerda Nodal entre risas.
Los Nodal eran la familia que siempre organizaba los eventos culturales y festivos en Caborca. Convocaban en su casa a mucha gente del pueblo para bailar y ¡°platicar¡±. De esta forma, sus t¨ªos Iv¨¢n y Jos¨¦ formaban parte de una orquesta y le ense?aron a cantar y tocar la trompeta. ¡°Crec¨ª trompetista. ?No sabe la industria musical el trompetista que se perdieron por ponerme a cantar! Se me daba muy bien y lo amaba¡±. Ese momento en el que decidi¨® cantar por primera vez, Nodal lo recuerda bien: fue durante una funci¨®n escolar, un D¨ªa de la Madre. ¡°Me lanc¨¦ en clase a decir que yo cantaba para mi mam¨¢. ?Se me hizo padre, pero luego no sab¨ªa d¨®nde me hab¨ªa metido! Nadie sab¨ªa c¨®mo cantaba porque yo iba por la vida sin abrir la boca. Despu¨¦s, no quer¨ªa hacerlo y mi madre me oblig¨®¡±. Cant¨® Doce rosas, del cantante mel¨®dico Lorenzo Antonio. ¡°Pens¨¦ que hab¨ªa hecho el rid¨ªculo. Sin embargo, al d¨ªa siguiente, empezaron a perseguirme las ni?as en el colegio. Y pens¨¦: ¡®No est¨¢ mal. De esto quiero vivir¡±, apunta con una risotada.
Entonces aparecieron los versitos. Nodal era mal estudiante. Su abuelo le hab¨ªa ense?ado a escribir versos y lo ¨²nico que hac¨ªa en clase era redactar poes¨ªas. Ten¨ªa todos los cuadernos de la primaria llenos de rimas. ¡°Era un estudiante flojo, pero cuando los maestros me revisaban los cuadernos ve¨ªan mis poes¨ªas y dec¨ªan: ¡®Bueno, pero al menos escribe. No est¨¢ aprendiendo nada, pero est¨¢ algo inspirado¡±, cuenta. ¡°Era un ni?o que no conoc¨ªa nada en la vida y ya era medio oscuro¡±, a?ade. Ese ni?o medio oscuro empezaba a acumular sinsabores debido a que su madre era epil¨¦ptica. ¡°Cuando le daban ataques, yo trataba de poner todo lo feo como si fuera bonito. Sacaba a mis hermanos fuera de la casa y los hac¨ªa jugar¡±, explica. ¡°Recuerdo mucho darle la manita a mi madre tratando de que fueran todos esos momentos menos agresivos. Nunca llegas a acostumbrarte. Era muy dif¨ªcil verla cantar o cocinar y que, de repente, cayera al piso. Ese terror no se me iba de la cabeza¡±. Y sentencia: ¡°La m¨²sica me salv¨® de no trastornarme tanto¡±.
La m¨²sica lleg¨® y, justo, los Nodal se fueron a vivir lejos de casa. Se mudaron a Las Vegas cuando Christian ten¨ªa 12 a?os. ¡°Las Vegas es divertido quiz¨¢ como adulto, pero no como ni?o¡±, confiesa. Coincidi¨® con bastantes latinos con los que pudo entablar amistad en primaria, pero no pudo acceder al instituto. ¡°Fue bien triste y algo medio racista porque lo intentamos en muchos. Acab¨¦ hablando con la pared¡±, explica. Ante esta situaci¨®n, decidi¨® ayudar a su madre en casa y encargarse de sus hermanos. Como ten¨ªa mucho tiempo libre, sin clases, se puso a componer sin parar. Intentaba cantar esos versos rimados que aprendi¨® a hacer con su abuelo. A los 16 a?os se mudaron a Ensenada, en el territorio mexicano de Baja California, despu¨¦s de que falleciera Ariel Camacho y su padre se instalase all¨ª. Sin amigos y obsesionado con la guitarra, entonces, como una epifan¨ªa, apareci¨® la m¨²sica regional de su pa¨ªs.
¡°Cuando escuchaba regional no me gustaba¡±, reconoce Nodal. ¡°Sol¨ªa escuchar a Concha Buika, que le gustaba a mi mam¨¢, y pensaba que todos los cantantes regionales eran unos borrachos¡±. La muerte de Ariel Camacho lo llev¨® a interesarse un poco m¨¢s por esos sonidos de su tierra con los que trabajaba su padre y, de un d¨ªa para otro, Camacho se convirti¨® en su referente. Luego se sumaron m¨¢s nombres como Marco Antonio Sol¨ªs y Joan Sebastian, conocido como el Rey del Jaripeo. Tanto era as¨ª que decidi¨® subir un v¨ªdeo casero en su perfil de Facebook con una de sus canciones. Mucha gente en Caborca lo comparti¨®. A las pocas semanas, subi¨® otro par m¨¢s, hasta que Facebook se volvi¨® loco con Te fall¨¦, una ranchera de desamor que se hizo viral. ¡°El algoritmo estaba borracho¡±, dice. Acumulaba casi un mill¨®n de visitas en muy poco tiempo. ¡°Lloraba de gusto e ilusi¨®n, pero mi vida no cambiaba. No ten¨ªamos plata¡±. Adem¨¢s, su padre no quer¨ªa que se dedicase a la m¨²sica porque, dec¨ªa, era un ?territorio muy frustrante. Nodal no pensaba igual y estuvo m¨¢s de un a?o intentando convencerlo de que lo llevase a grabar alguna canci¨®n en alg¨²n estudio. Al final, el padre le dijo que lo har¨ªa siempre y cuando tuviese cuatro canciones compuestas. ¡°Me present¨¦ a los pocos d¨ªas con mis cuatro disparos hechos¡±, dice Nodal. Su padre ahorr¨® dinero, pidi¨® favores a otros m¨²sicos y en 2016 se fueron a los estudios Hugos, en Los Mochis de Sinaloa.
A Nodal se le conoce como el creador del mariache?o, un estilo que combina mariachi y sonidos norte?os. Es un nombre que le puso ¨¦l mismo a lo que empez¨® a grabar desde el primer d¨ªa. ¡°A m¨ª me gustaba la m¨²sica norte?a por Ariel Camacho, pero mi madre me insist¨ªa en que grabase mariachi. Gente como Jos¨¦ Alfredo, Jorge Negrete, Pedro Infante¡, pero yo la ve¨ªa como m¨²sica de viejitos¡±. El mariachi se toca en Jalisco, pero no en el norte, espacio natural de Nodal. As¨ª que lo que hizo fue tocar un mariachi y meterle un acorde¨®n y trompetas que representasen a la m¨²sica del norte. ¡°Me agarr¨¦ un tequilita y para adelante¡±, indica. La canci¨®n era Adi¨®s, amor. ¡°Todos supimos al instante que iba a ser buena. Volvimos a casa en el coche escuch¨¢ndola una y otra vez. Mi mam¨¢ dijo: ¡®Con esta canci¨®n vas a ganar un Grammy¡±. Lo que gan¨® fue un salto espectacular: su ¨¦xito fue tan incre¨ªble que cada d¨ªa recib¨ªa m¨¢s de 200.000 visitas en YouTube. Para cuando le fich¨® Universal, unos meses despu¨¦s, ya en 2017, y lo juntaron a cantar con David Bisbal en Probablemente, Adi¨®s, amor ya ten¨ªa por s¨ª sola 80 millones de visitas. Desde entonces, las cifras lo han acompa?ado en discos triunfales como Me dej¨¦ llevar, Ahora o Ayayay!
Nodal ha venido a la cita en Madrid sin el caracter¨ªstico sombrero mariachi. Le gusta mostrarse tambi¨¦n fuera del t¨®pico. Es parte de la clave de su ¨¦xito: no es cantante de mariachi al uso ni tampoco es otro fen¨®meno urbano. Tiene un pie en la tradici¨®n y otro en la modernidad, hasta el punto de que, sin perder esencia mexicana, se junta con estrellas del pop o el reguet¨®n como Juanes, Sebasti¨¢n Yatra, Maluma o Camilo. Pero ¨¦l sabe que es la gran novedad de un estilo que siempre ha tenido muy buenos embajadores y ha llegado al coraz¨®n de mucha gente. ¡°El mariachi encaja en muchos pa¨ªses¡±, cuenta. ¡°Me encanta la forma de c¨®mo se canta y, a diferencia de los corridos, el mariachi es m¨¢s rom¨¢ntico y ayuda a bailar. Pero yo hago canciones unisex. Es decir, no quiero ser un macho alfa y cantar como se cantaba antes. Quiero abrir el camino del hombre vulnerable. Los hombres tenemos que dejar de ser orgullosos¡±.
Ese nuevo aire de ¡°canciones unisex¡± es similar al que tom¨® el reguet¨®n, g¨¦nero tambi¨¦n acusado de machista, para adaptarse a los tiempos y conquistar audiencias globales. De hecho, la m¨²sica regional mexicana, cuyo m¨¢s vigoroso baluarte es Nodal, no para de crecer en las m¨¦tricas de las plataformas de streaming. Con aut¨¦ntica fiebre, Estados Unidos es uno de los lugares donde m¨¢s lo hace, debido a la enorme poblaci¨®n mexicana, tal y como ha podido comprobar ¨¦l mismo en varias giras. Tambi¨¦n lo explica Mart¨ªn Fabian, CEO de Nueva Generaci¨®n Music Group, Inc., empresa l¨ªder de desarrollo art¨ªstico en Latinoam¨¦rica: ¡°M¨¦xico y Estados Unidos siempre han sido un corredor natural para la m¨²sica. Ahora ha ocurrido un fen¨®meno: los hijos de inmigrantes prestan m¨¢s atenci¨®n a M¨¦xico por las redes sociales y las tecnolog¨ªas¡±. Y a?ade: ¡°Lo que llama la atenci¨®n es que Latinoam¨¦rica est¨¢ siendo seducida por este sonido. A los j¨®venes les parece algo nuevo y distinto a lo tropical, m¨¢s asentado en la regi¨®n¡±.
Un ejemplo ilustrativo: Bad Bunny acaba de sorprender a todos con Un x100to, su colaboraci¨®n con la banda mexicana Grupo Frontera. No es la primera vez que Bad Bunny incursiona en este g¨¦nero. En 2019 se ali¨® con el mexicano Natanael Cano y lanz¨® Soy el Diablo. Desde entonces, se habla cada vez del corrido tumbado, que toma elementos electr¨®nicos del trap y el reguet¨®n, y que naci¨® de un disco del mismo nombre del propio Natanael. ¡°Se volvi¨® cool ser mexicano. La nueva generaci¨®n de m¨²sica regional ha atrapado a la juventud¡±, afirma Nodal, quien se ha erigido en el gran representante mexicano de esa m¨²sica y va camino de convertirse en una nueva estrella global. Y, con todo, su rostro, poblado de tatuajes, a¨²n conserva un aire infantil, el de ese chaval que escribi¨® sus primeros versos en una servilleta de papel. ¡°La poes¨ªa del abuelito Ram¨®n me ayud¨® un mont¨®n¡±, remarca. ¡°Y a conquistar, tambi¨¦n¡±, a?ade con una risa c¨®mplice.
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