Mi mascota, ese tesoro
Ya son muchos los estudios cient¨ªficos que lo avalan: convivir con perros o gatos tiene efectos beneficiosos sobre el cuerpo y la mente
Llegamos a casa y nos reciben con cari?o. No hace falta que les traigamos nada especial o que estemos de un humor fant¨¢stico para que se alegren de vernos. Sencillamente, estamos en sus vidas. Para ellos es m¨¢s que suficiente. As¨ª son nuestras mascotas. Seres que nos acompa?an y a los que podemos querer tanto que llegan a convertirse en parte de nuestra familia.
Los humanos hemos evolucionado con el resto de los animales a lo largo de la historia. De hecho, se estima que los perros comparten nuestros hogares desde hace al menos 15.000 a?os, y los gatos, m¨¢s de 9.000; por mencionar solo a los m¨¢s habituales en las casas. A priori es f¨¢cil imaginar el beneficio mutuo que se estableci¨®: cuidado y cari?o a cambio de comida y hogar. Sin embargo, esta relaci¨®n es a¨²n m¨¢s beneficiosa para nosotros, como constatan aquellos que hayan disfrutado de la experiencia de tener una mascota. Pero m¨¢s all¨¢ de lo que haya vivido cada uno, la ciencia ha dedicado esfuerzos para analizar qu¨¦ impacto objetivo tiene en nuestras vidas. Y existe una conclusi¨®n com¨²n: la salud f¨ªsica y mental mejora cuando compartimos el d¨ªa a d¨ªa con nuestras mascotas. Pero hagamos una matizaci¨®n de partida: para vivir los efectos positivos de los que vamos a hablar es necesario que disfrutemos de la compa?¨ªa de estos peque?os seres. Si no nos gustan o no sentimos un v¨ªnculo especial, es probable que se conviertan en un peso o en un factor estresante. Dejando estos casos aparte, buceemos en lo que nos explica la ciencia.
Cuidar a una mascota puede mejorar nuestra salud f¨ªsica a trav¨¦s de diferentes mecanismos. Uno de los primeros estudios, realizado en 1988 a 60 estudiantes, comprob¨® que acariciar a un perro ayuda a que la presi¨®n arterial descienda, independientemente de que los participantes tuvieran canes en casa o que, incluso, su actitud hacia ellos fuera neutra. El contacto f¨ªsico ayudaba a la persona a sentirse m¨¢s relajada. Otra investigaci¨®n realizada posteriormente en Australia a 5.741 adultos analiz¨® los factores de riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular. Midieron diversos par¨¢metros como la masa corporal, el tabaquismo o el perfil socioecon¨®mico. Descubrieron que las personas que conviv¨ªan con mascotas ten¨ªan m¨¢s bajos los niveles de los factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares. Hay que destacar que, l¨®gicamente, tener una mascota no implica dicha reducci¨®n por s¨ª, sino desarrollar un tipo de vida m¨¢s saludable asociada a su cuidado, como caminar m¨¢s. La Asociaci¨®n Americana del Coraz¨®n lleg¨® a la misma premisa: convivir y cuidar a una mascota, fundamentalmente un perro, es saludable para que funcione mejor uno de nuestros ¨®rganos vitales m¨¢s importantes, el coraz¨®n.
M¨¢s all¨¢ de la salud cardiovascular, una mascota act¨²a positivamente en otro plano m¨¢s sutil: la salud mental. En marzo de 2023, la Asociaci¨®n Americana de Psiquiatr¨ªa (APA) public¨® el resultado de una encuesta que conclu¨ªa que convivir con una mascota mejora el bienestar en el 86% de las personas. La sensaci¨®n de bienestar era similar en quienes compart¨ªan su vida con un perro como en quienes lo hac¨ªan con un gato. Sin embargo, quien ten¨ªa otro tipo de mascotas, como peces, tortugas o p¨¢jaros, no disfrutaba del mismo nivel de interacci¨®n y solo en el 62% de los casos mencionaban su presencia como una ventaja en su salud mental. Cuando la APA desgrana el efecto positivo, se?ala los siguientes beneficios: nuestras mascotas ayudan a reducir el estr¨¦s y la ansiedad y proporcionan compa?¨ªa, amor y apoyo incondicional. Todo lo anterior, adem¨¢s, se hizo especialmente presente en tiempos de soledad, como sucedi¨® durante la pandemia.
Las ventajas para la salud mental que describe la APA afectan a personas de todas las edades, desde mayores y estudiantes universitarios hasta los m¨¢s j¨®venes. En el caso de los ni?os, crecer con mascotas tiene tambi¨¦n otras consecuencias positivas. Adem¨¢s de ayudarlos a reducir una posible ansiedad infantil, tienen la capacidad de contribuir a su madurez emocional. Por ello, autores como Dieter Krowatschek, psic¨®logo especializado en ni?os y j¨®venes con trastornos de conducta, recomendaba convivir con estos peque?os seres despu¨¦s de descubrir c¨®mo su tratamiento ten¨ªa m¨¢s ¨¦xito cuando participaba en las sesiones su perra, una border collie.
Cuidamos a las mascotas y ellas nos cuidan emocionalmente a nosotros. Los momentos de juego o de cari?o, si realmente nos focalizamos en ellos, son oportunidades para que la mente se relaje. Los problemas que nos martillean se pueden quedar en un par¨¦ntesis durante ese tiempo. Nuestras mascotas ni requieren ning¨²n tipo especial de conversaci¨®n ni tan siquiera ning¨²n esfuerzo mental importante. Simplemente, presencia. Una especie de mindfulness si sabemos centrar nuestra mente y un amor muy especial si sabemos apreciarlo. Por ello, son tan terap¨¦uticos en nuestras vidas.
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