Diana Widmaier, nieta de Picasso: ¡°A mi abuelo le gustaba el olor de las mujeres y de la pintura¡±

?A qu¨¦ oler¨ªan las obras de Picasso? El Guernica probablemente heder¨ªa al humo de los bombardeos de la Guerra Civil; Las se?oritas de Avi?¨®n despedir¨ªa el perfume de los campos de lavanda de la Provenza; Muchacho con pipa apestar¨ªa a tabaco, y Retrato de Jaime Sabart¨¦s estar¨ªa impregnado del aroma suave de una cerveza. Diana Widmaier Picasso (Marsella, 49 a?os), nieta del artista malague?o, lleva toda su vida pensando en este y otros aspectos ins¨®litos del legado de su abuelo. Cuando parece que est¨¢ todo dicho y escrito sobre el genio del arte moderno, aparece ella para descubrir algo nuevo (o no tan nuevo). ¡°A mi abuelo le gustaba el olor de las mujeres y de la pintura¡±, dice la experta en pintura picassiana y guardiana de los secretos de su familia.

Doctorada en Historia del Arte por la Sorbona y en Derecho por Panth¨¦on-Assas y especializada en arte moderno, Widmaier ha contribuido a su manera en el atiborrado programa de celebraciones con motivo del 50? aniversario del fallecimiento de Pablo Picasso. Acaba de publicar Picasso sorcier (Gallimard), un libro en el que revela las supersticiones, creencias religiosas, miedos y fetichismos del icono cubista; ha comisariado la exposici¨®n Maya Ruiz-Picasso, hija de Pablo, la primera muestra del Museo Picasso de Par¨ªs que pone en valor a las mujeres del pintor como genuinos sujetos que contribuyeron a su experiencia creativa; y se ha asociado con el empresario y artista uruguayo Rodrigo Garc¨ªa para crear una colecci¨®n de velas que mantienen vivo el fuego creativo de ese monstruo sagrado llamado Picasso.

¡°Mi abuelo era un hombre lleno de pasi¨®n. Fue capaz de renovarse tantas veces gracias a las mujeres, a las que transformaba en iconos o musas¡±, explica Widmaier en conversaci¨®n con El Pa¨ªs Semanal. Una de esas mujeres fue Maya Ruiz-Picasso, la hija que tuvo el artista con Marie-Th¨¦r¨¨se Walter, fallecida en diciembre de 2022 a los 87 a?os. Ruiz-Picasso dedic¨® gran parte de su vida a promover el legado de su padre y antes de morir pas¨® ese testigo a su hija. ¡°A mi madre le dio tiempo a ver estas velas. Le encantaban. Su favorita era la de jazm¨ªn¡±, dice.

El jazm¨ªn, la naturaleza y la sostenibilidad fueron la g¨¦nesis de esta colecci¨®n de velas. Diana Widmaier y Rodrigo Garc¨ªa se conocieron en la fiesta de cumplea?os de un amigo en com¨²n en Par¨ªs. Los sentaron al lado y se hicieron amigos al instante. Ella acababa de instalarse en la capital francesa tras vivir en Nueva York y ¨¦l acababa de cambiar Uruguay por Francia para comenzar su marca de velas sustentables, Amen Candles. En 2020, Garc¨ªa invit¨® a Widmaier a una presentaci¨®n de su firma en el Dover Street Parfums Market de Par¨ªs. Ella qued¨® fascinada con el concepto de Amen: velas de cera naturales, veganas y libres de pl¨¢sticos; elaboradas a mano en Grasse; presentadas en un recipiente de porcelana de Limoges; y envueltas en un packaging circular biodegradable hecho a base de hongos que absorben el di¨®xido de carbono. ¡°Las hacemos en Francia y llegan a tu casa, o al Metropolitan de Nueva York, o al Museo Picasso de Barcelona o a la tienda Wow de Madrid sin un ¨¢pice de pl¨¢stico¡±, se?ala el fundador de la marca.

¡°?Sab¨ªas que Picasso no us¨® pl¨¢stico en ninguna de sus 50.000 obras de arte?¡±, le coment¨® Widmaier a Garc¨ªa en aquella presentaci¨®n. Un mes despu¨¦s, la nieta del pintor llam¨® a su amigo para decirle que quer¨ªa regalar velas de Amen a varios artistas, galeristas y curadores de museos. El pedido era tan grande que Garc¨ªa le respondi¨®, mitad en broma, mitad en serio: ¡°Bueno, si quieres tantas, ?por qu¨¦ no hacemos una exclusivamente para ti?¡±.

A Widmaier le gust¨® la idea. ¡°Fue todo muy org¨¢nico. Una tarde de domingo Rodrigo vino a mi casa en Par¨ªs y empezamos a ver las obras del cat¨¢logo de la exposici¨®n Maya Ruiz-Picasso, hija de Pablo¡±, recuerda. ¡°Ni Diana ni yo quer¨ªamos recurrir a las obras cl¨¢sicas de Picasso como inspiraci¨®n. Quer¨ªamos explorar algo nuevo y original¡±, a?ade Garc¨ªa. Figura, de 1927, fue el punto de inicio para esta colecci¨®n de velas. Casualidades o no, 1927 fue el a?o en que el pintor malague?o conoci¨® a Marie-Th¨¦r¨¨se, abuela de Diana, y comenz¨® una relaci¨®n secreta con ella (entonces ¨¦l segu¨ªa casado con la bailarina rusa Olga Khokhlova).

La historia de amor de los abuelos de Widmaier impregna estas fragancias para el hogar. ¡°Inclu¨ª la pintura Guitare ¨¤ la main blanche, de 1927, porque lleva las iniciales de mi abuela, MT. Eso me record¨® una carta de amor que Pablo escribi¨® a Marie-Th¨¦r¨¨se en agosto de 1936, en la que ¨¦l le dec¨ªa que su aroma a jazm¨ªn siempre lo acompa?aba. Con esa fragancia femenina y floral, mi abuelo captur¨® la esencia de su amor¡±, explica Widmaier. Cada vela de Amen est¨¢ asociada a una obra picassiana y a una fragancia: Guitare ¨¤ la main blanche huele a jazm¨ªn; Acr¨®bata, de 1932, a jengibre; Nu couch¨¦, de 1932, a ¨¢mbar, y Figura, de 1927, a naranja y canela. ¡°Figura, por ejemplo, deb¨ªa oler a naranja porque ese aroma me recuerda a los veranos en el sur de Francia y a las memorias de infancia de mi madre¡±, explica Widmaier.

Casualmente, muchas de las pinturas que eligieron para esta colecci¨®n fueron creadas por Picasso en su taller de Antibes, en la Costa Azul, a solo veinte minutos de donde se hacen a mano las velas de Amen. Pero ni Widmaier ni Garc¨ªa creen en las coincidencias. ¡°Creemos en el poder del dise?o y el arte para cambiar paradigmas y formas de pensar. Dentro de las limitaciones de vivir en un mundo capitalista, intentamos utilizar las fuerzas del capitalismo para el bien y para decir algo que nos parece relevante¡±, concluye el fundador de Amen.

Estas velas huelen a arte, pero en realidad hablan de sostenibilidad. Diana Widmaier empez¨® a interesarse m¨¢s en la ecolog¨ªa tras convertirse en madre, en 2017. Ese mismo a?o lanz¨® su propia firma de joyas, Men¨¥, que en arameo significa ¡°moneda de cambio¡± o ¡°dinero¡±. Las piezas est¨¢n fabricadas en oro y platino extra¨ªdos de manera ¨¦tica en minas sostenibles de Nevada, en Estados Unidos, y Ontario, en Canad¨¢. ¡°Tengo una hija peque?a y soy feliz viendo que las nuevas generaciones son m¨¢s conscientes de la importancia de preservar el medio ambiente¡±, dice. A su hija la llam¨® Luna en clara alusi¨®n al cuerpo celeste, tan utilizado por tantos artistas para simbolizar la fuerza vital femenina, la fertilidad y la resurrecci¨®n. Luna est¨¢ llamada a ser la siguiente guardiana del legado de los Picasso.