Hay miseria porque hay riqueza
No son m¨¢s que las manos de un ni?o sosteniendo una hamburguesa que se come a bocados, quiz¨¢ con el hambre de los pobres. O no. No es deducible de la posici¨®n de los dedos ni de los mordiscos que le ha propinado al pan. Observo sus u?as, para ver si se las muerde como me las mord¨ªa yo a su edad, pero parece que no, aunque algunas necesitan un arreglo. La imagen ilustraba una informaci¨®n acerca de la obesidad de los ni?os pobres comparada con la de los ni?os ricos. Ven¨ªa a decir que en la pobreza crecen las posibilidades de ser (y de estar) gordo porque la comida basura, m¨¢s que alimentar, ceba. Claro que, si eres gordo, m¨¢s tarde puedes ser diab¨¦tico o tener insuficiencia respiratoria, qu¨¦ s¨¦ yo. La gente que pide limosna suele sufrir de sobrepeso, lo que escandaliza a los biempensantes:
¡ªNo comer¨¢n tan mal ¡ªse dicen.
Lo alucinante es que estamos descubriendo que ser pobre es jodido. No es que seas m¨¢s gordo que los ricos, es que tus dientes y tus muelas tienen esos agujeros negros que se llaman caries y en los que a veces se deposita y se pudre la comida produciendo halitosis. No hay nada m¨¢s triste que un cr¨ªo con halitosis. La halitosis deber¨ªa ser solo cosa de mayores, de mayores malvados, quiero decir, o sea, que el mal aliento deber¨ªa ser una enfermedad moral. Pero tiene causas f¨ªsicas, qu¨¦ le vamos a hacer. El ni?o de la foto debe de ser pobre porque sus dedos son muy regordetes. Me pregunto si se habr¨¢ visto en el peri¨®dico y qu¨¦ habr¨¢ pensado de s¨ª mismo. En fin, que ser pobre, ya digo, es un mal negocio para el pobre. Los ricos, en cambio, se forran con la indigencia.
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