Lujosos men¨²s, ¡®spa¡¯ a bordo y, sobre todo, privacidad: c¨®mo las aerol¨ªneas apuestan por el ¡®premium¡¯
Mientras la experiencia de vuelo en clase turista es cada vez menos satisfactoria, las aerol¨ªneas apuestan por aumentar y sofisticar sus ofertas ¡®premium¡¯. Nos embarcamos en un vuelo entre Madrid y Dub¨¢i para conocer c¨®mo viajan los pasajeros m¨¢s exclusivos de Emirates
En los ¨²ltimos a?os, pr¨¢cticamente todas las grandes aerol¨ªneas del globo han ganado espacio en sus aviones para las clases nobles. En los asientos m¨¢s caros se vive una batalla por ofrecer cada vez m¨¢s comodidad, men¨²s firmados por chefs de renombre, bodegas con solera o neceseres repletos de cremas de marcas de lujo para bajar del avi¨®n como si salieras del spa y no de un transoce¨¢nico de nueve horas. De hecho, si vuelas en first class en ciertas aerol¨ªneas puedes aterrizar reci¨¦n salido literalmente de un spa. Mientras, en los aeropuertos, los lounges para los viajeros premium tambi¨¦n han crecido y se han sofisticado todav¨ªa m¨¢s, incidiendo especialmente en la exclusividad y la privacidad. En medio de este nuevo paradigma, han sido las compa?¨ªas con sede en Oriente Pr¨®ximo (y algunas de Asia Oriental) las que han redefinido lo que significa viajar en primera clase. Albert Hsieh, experto en programas de fidelizaci¨®n de compa?¨ªas a¨¦reas, fundador de JetAlbert y exdirector de marketing, explica c¨®mo las cabinas de primera clase ¡°evolucionan hacia suites privadas con puertas cerradas, iluminaci¨®n personalizada y capacidad para cenas de dos o tres personas a bordo¡±. Hsieh, que cre¨® JetAlbert para ayudar a los viajeros a aprovechar el valor de sus millas y programas de fidelizaci¨®n, a?ade: ¡°Estas cabinas no solo ofrecen mayor privacidad, sino que tambi¨¦n integran tecnolog¨ªa avanzada con pantallas personales de gran formato, ajustes personalizados de iluminaci¨®n y asientos que se convierten en camas completamente planas¡±.
De Madrid a Dub¨¢i como un jeque.
De la mano de Emirates volamos en una de sus aeronaves para conocer sus premiadas cabinas de primera clase. En el Airbus A380 (con el que hacemos el vuelo de ida a Dub¨¢i) y el Boeing 777 son verdaderos remansos de paz. Cada pasajero tiene a su disposici¨®n una suite privada, que le permite alejarse ¡ªde verdad¡ª del mundanal ruido. En el A380, las suites ofrecen puertas correderas del suelo al techo, dise?adas para preservar la privacidad de cada viajero. En los trayectos de largo recorrido, la aerol¨ªnea incluye duchas privadas, un servicio que representa la c¨²spide del lujo en el aire. En la llamada zona de spa hay camas para relajarse y servicio de toallas. Cada viajero puede pasar 25 minutos all¨ª y tiene garantizados otros cinco de agua. Seg¨²n la ruta, el neceser puede estar lleno de productos de Byredo, de Bulgari o de la marca exclusiva de amenities que posee la propia aerol¨ªnea. Los auriculares, de Bowers & Wilkins. El pijama que se proporciona al viajero de first class es de una tela infusionada con aceite de oliva y vitamina E que favorece el descanso. Por su parte, la oferta gastron¨®mica incluye men¨²s dise?ados por nombres de prestigio como el chef franc¨¦s Michel Roth o el australiano Neil Perry. La atenci¨®n al ?detalle se refleja incluso en la selecci¨®n de ingredientes, con platos creados para satisfacer tanto el gusto como las necesidades de los pasajeros en vuelo, donde la percepci¨®n del sabor puede alterarse. En nuestro vuelo fluye el caviar, la cocina tiene aires ¨¢rabes ¡ªcada aerol¨ªnea tiende a mostrar el ADN gastron¨®mico de su territorio de origen en estos men¨²s¡ª y la bodega incluye una amplia selecci¨®n de vinos franceses. Hay incluso una barra de c¨®cteles en la zona de primera. La bienvenida se da con una copa de champ¨¢n franc¨¦s. Durante noviembre y diciembre ser¨¢ Dom P¨¦rignon Pl¨¦nitude 2 de 2004.
En tierra, el aeropuerto internacional de Dub¨¢i, sede de tres lounges de Emirates, lleva el lujo a otro nivel. Son las joyas de la corona de los 30 lounges de los que dispone la compa?¨ªa repartidos por aeropuertos de todo el mundo. En ellos, los viajeros premium disfrutan de ¨¢reas de descanso en las que predominan las maderas nobles y los amplios sillones de cuero que garantizan comodidad y privacidad, spas con tratamientos dise?ados para aliviar el estr¨¦s, duchas privadas equipadas con productos de alta gama y restaurantes que ofrecen una experiencia gastron¨®mica a la carta comparable a la de los mejores locales de alta cocina. Estos restaurantes, ideados por chefs de renombre como Georges Blanc o Alfred Portale, a?aden alma a la experiencia de viaje, con una apuesta por el producto local y de temporada y un esfuerzo por salir de los est¨¢ndares de aeropuerto.
El lounge incluye, adem¨¢s, una cigar room con su propia cava de puros, una enoteca con cientos de referencias y acceso directo a las puertas de embarque, eliminando cualquier molestia innecesaria del cada vez m¨¢s tedioso proceso aeroportuario. El dise?o de los espacios favorece la privacidad y la distancia. As¨ª, los tres lounges de primera clase tienen capacidad para acoger c¨®modamente entre 1.000 y 1.500 visitantes, pero su media de ocupaci¨®n se sit¨²a entre los 250 y los 500 viajeros.
Privacidad, gastronom¨ªa y personalizaci¨®n.
La pandemia ha acelerado la b¨²squeda de privacidad y exclusividad en el sector de las aerol¨ªneas. Oriol Balmany tour operator sales manager en Tandem Luxury Travel, se?ala que esto y la gastronom¨ªa ¡°son las prioridades para quienes eligen primera clase¡±. Seg¨²n Balmanya, los pasajeros valoran las cabinas cerradas, ¨¢reas privadas en los lounges y procesos personalizados que eliminan la tediosa experiencia de las largas filas o los controles masificados. Adem¨¢s, las aerol¨ªneas comienzan a explorar propuestas como cabinas tipo apartamento con ba?os privados, un modelo que ya tiene ejemplos en Etihad o Singapore Airlines. Otra tendencia en auge, se?ala Balmanya, es la evoluci¨®n de los premium en experiencias integrales. Emirates, Lufthansa y Air France los han invertido en espacios que integran gastronom¨ªa de alta gama, zonas de descanso y accesos exclusivos.
Y mientras, en la puerta E67.
Todo este despliegue de medios para hacer m¨¢s personal la experiencia de los m¨¢s exclusivos viajeros contrasta con unos aeropuertos cada vez m¨¢s masificados y hasta hostiles para el com¨²n de los pasajeros, as¨ª como unos aviones inc¨®modos a los que es vital no subir con hambre. Jes¨²s Terr¨¦s, periodista especializado en viajes y gastronom¨ªa, no duda en calificar la vivencia del vuelo promedio en Europa como ¡°un desastre¡±. Solo salva a Swiss Air: ¡°Es la aerol¨ªnea que mejor lo hace para mi gusto, lo cuidan todo mucho¡±. Tambi¨¦n rescata a KLM, que ¡°no lo hace mal del todo, no se come mal, aunque siempre hay mucho carbohidrato y poqu¨ªsima verdura y prote¨ªna en su men¨²¡±. ¡°Gastron¨®micamente, casi todos los aeropuertos europeos son deprimentes. Ofrecen lo mismo: s¨¢ndwiches envasados, un caf¨¦ horroroso y boller¨ªa industrial, da igual que est¨¦s en ?msterdam, Verona o M¨²nich¡±, contin¨²a, ya en tierra, el experto. Como excepciones, destaca el espacio gastron¨®mico de Dabiz Mu?oz en el aeropuerto Adolfo Su¨¢rez Madrid-Barajas, una de las pocas apuestas serias por elevar la gastronom¨ªa de los viajeros en tr¨¢nsito, o algunos locales de comida japonesa en el aeropuerto de Z¨²rich. Para Terr¨¦s, la saturaci¨®n de infraestructuras y el aumento del tr¨¢fico convierten a muchas terminales en espacios masificados: ¡°Viajamos todo el rato porque s¨ª, y los aeropuertos se han convertido en plazas masificadas, no est¨¢n dimensionados para el volumen de tr¨¢fico. Parecen Disneylandia sin Disney. Creo que hay una oportunidad para que se conviertan en espacios m¨¢s apetecibles¡±. Mientras eso sucede o no, los viajeros con m¨¢s recursos seguir¨¢n pagando lo que haga falta ¡ªel precio medio de un billete de ida y vuelta en primera en Emirates es de 20.000 euros¡ª por volar sin pisar apenas la terminal. En eso se halla el verdadero lujo, y no solo en comer caviar a 15.000 metros de altura
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.