Mars Express, el ojo con el que vigilamos Marte
Hace 19 a?os, la Agencia Espacial Europea coloc¨® en la ¨®rbita del planeta rojo la sonda Mars Express, que sigue arrojando informaci¨®n clave de Marte.
Un cohete ¡®soyuz¡¯ de color verde destacaba en un d¨ªa limpio y sin nubes de abril de 2003, entre la inmensidad de la estepa kazaja, mientras se ultimaban los preparativos para el lanzamiento de la sonda Mars Express, de la Agencia Espacial Europea (ESA, en ingl¨¦s), desde el cosm¨®dromo de Baikonur. Los periodistas acreditados pudimos tocar el cohete, mientras un ingeniero ruso nos explicaba que la f¨®rmula de la pintura, capaz de aguantar altas temperaturas, se manten¨ªa en secreto. Cuando el soyuz despeg¨® en junio de aquel verano, hace ahora 19 a?os, rumbo a Marte, Europa era un reci¨¦n llegado espacial en un terreno, el marciano, tradicionalmente dominado por los norteamericanos.
La Mars Express se coloc¨® en la ¨®rbita de Marte en diciembre de aquel a?o, pero el robot que deb¨ªa aterrizar en su superficie, el Beagle 2, se perdi¨®. Pese a ello, Europa situ¨® un ojo privilegiado en la ¨®rbita marciana, una c¨¢mara de alta resoluci¨®n capaz de distinguir un autob¨²s escolar a una altura de 250 kil¨®metros. Era Marte a todo color y en 3D a principios del siglo XXI. ¡°La c¨¢mara ve detalles de la superficie de regiones enteras del planeta¡±, dice Patrick Martin, jefe de la misi¨®n. Las c¨¢maras de las sondas actuales ¡°tienen una resoluci¨®n m¨¢s alta, pero sobre regiones m¨¢s peque?as. Por ello, Mars Express sigue siendo ¨²nica para aportar datos para las sondas que vendr¨¢n posteriormente¡±.
Los cr¨¢teres, los valles, los volcanes de Marte; los lechos antiguos de lagos, las misteriosas auroras marcianas de luz ultravioleta, los retratos de sus lunas, se presentaron al mundo con una belleza pl¨¢stica que no se hab¨ªa logrado antes. Pero la sonda posee muchas m¨¢s funciones. Sus diversos espectr¨®metros han descrito el pasado de un planeta cuya historia sigue atrap¨¢ndonos. Uno de ellos (Omega) detect¨® la presencia de filosilicatos, lo que demuestra, de acuerdo con Ricardo Amils, el investigador de la misi¨®n de Astrobiolog¨ªa de la Mars Express seleccionado por la ESA, que el planeta fue h¨²medo en el pasado. Otro espectr¨®metro, FPS, ¡°fue el primero en detectar metano en la atm¨®sfera de Marte¡±, dice este cient¨ªfico. Aqu¨ª, en la Tierra, el ¡°80% del metano est¨¢ producido por la biolog¨ªa¡±.
En un planeta oxidado hasta el tu¨¦tano, ?de d¨®nde surge ese metano y c¨®mo se renueva? Los volcanes aqu¨ª en la Tierra tambi¨¦n lo producen. La Mars Express sobrevol¨® uno de ellos, Olympus Mons, el m¨¢s grande de todo el sistema solar ¡ª21 kil¨®metros de altura que doblan en exceso al Everest¡ª, para escudri?ar las capas de lava que tiene debajo. La ¨²ltima vez que rugi¨® este gigante entre gigantes fue hace unos 250 millones de a?os. Sabemos que en Marte no hay vacas paciendo. Una especulaci¨®n m¨¢s acertada dibuja bacterias metan¨®genas viviendo en el subsuelo, pero no hay evidencias. O quiz¨¢ alg¨²n mecanismo que a¨²n no conocemos para generar este gas.
El caracter¨ªstico color naranja que ti?e Marte es el resultado de los ¨®xidos de hierro, cuyo primer mapa global se lo debemos a la sonda, indica Amils. Y adem¨¢s, la Mars Express sigue en plena forma. Patrick Martin se?ala que su robustez garantizar¨¢ buenas observaciones hasta 2030.
?Y qu¨¦ decir del agua? Para Martin, el hallazgo m¨¢s significativo que nos deja la Mars Express ha sido la detecci¨®n de agua l¨ªquida en el subsuelo marciano, realizada por el radar Marsis. Fue un gran bombazo informativo. Marte conserva a¨²n una parte de su agua. ¡°Eso impacta en la comprensi¨®n de c¨®mo ha funcionado Marte en el pasado, pero tambi¨¦n lo que este planeta puede conservar en el futuro, especialmente si enviamos alg¨²n d¨ªa misiones con seres humanos¡±.
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