Pasear media hora al d¨ªa favorece la creatividad
Solo hay que dejar de lado los est¨ªmulos como el m¨®vil. Zapatillas y a andar. Nada m¨¢s
El experto en tendencias Sahil Bloom, autor del blog The Curiosity Chronicle, se?ala que uno de los secretos de Steve Jobs para tener ideas disruptivas era caminar de forma diaria y consciente. De hecho, dentro del emblem¨¢tico edificio circular de la compa?¨ªa de Cupertino hay m¨¢s de 9.000 ¨¢rboles y numerosos senderos para poner la creatividad a caminar. Asociar esta suave y saludable actividad f¨ªsica a la fertilidad mental no es nada nuevo. Ya en la antigua Grecia, Arist¨®teles hab¨ªa fundado la escuela peripat¨¦tica, que puede traducirse como ¡°itinerante¡±, porque este fil¨®sofo y maestro sol¨ªa impartir sus lecciones caminando. Entre los fil¨®sofos modernos que recogieron este buen h¨¢bito es c¨¦lebre el caso de Kant, que paseaba cada tarde exactamente de cinco a seis, siguiendo siempre la misma ruta. Luego se encerraba en su despacho para escribir sobre lo que hab¨ªa pensado. Por su parte, el novelista Haruki Murakami, recientemente distinguido con el Premio Princesa de Asturias de las Letras, confiesa en su ensayo De que? hablo cuando hablo de escribir que mover su cuerpo cada d¨ªa desde hace m¨¢s de tres d¨¦cadas nutre su imaginaci¨®n, hasta el punto de que no puede sentarse a escribir sin esa pr¨¢ctica.
Sobre esto, la neurocient¨ªfica Sara Teller explica en su ¨²ltimo libro que, entre muchos otros beneficios para el cerebro, mover el cuerpo aumenta la BDNF, una prote¨ªna que favorece la formaci¨®n de nuevas neuronas y conexiones, lo cual estimula el aprendizaje y la memoria. A modo de confirmaci¨®n, un estudio de 2014 de la Universidad de Stanford, seg¨²n menciona Bloom, investig¨® qu¨¦ suced¨ªa con 176 participantes distribuidos en distintos entornos para pensar. La conclusi¨®n fue que quienes caminaban demostraron en los test posteriores un aumento medio de la creatividad del 60% respecto a los que estaban sentados. Este resultado ratifica la observaci¨®n que en el siglo XIX hab¨ªa hecho el escritor H. D. Thoreau, que declaraba: ¡°En el momento en que mis piernas empiezan a moverse, mis pensamientos comienzan a fluir, como si hubiera liberado una corriente en la parte de abajo y, en consecuencia, en la de arriba fluyeran nuevos manantiales¡±.
Para poder alimentar esas fuentes, basta con un paseo al aire libre de 30 minutos al d¨ªa. Sin embargo, para ir m¨¢s all¨¢ del ejercicio f¨ªsico y convertirlo en un impulso creativo, deben darse dos condiciones: hay que desconectar los avisos del tel¨¦fono, ya que el paseo no ser¨¢ rico en ideas originales si estamos pendientes de los correos, mensajes y notificaciones. Se trata de crear un espacio de desconexi¨®n para que lo nuevo pueda surgir, y segundo, se debe renunciar a los auriculares. Por el mismo motivo. Si escuchamos un podcast o audiolibro, la mente recibir¨¢ b¨¢sicamente ese contenido y no generar¨¢ ideas por s¨ª misma. Los expertos en creatividad recomiendan incluso prescindir de la m¨²sica. Si la necesitamos para relajarnos, habr¨ªa que optar por piezas instrumentales, ya que de otro modo nuestra atenci¨®n se ir¨¢ a lo que dice la letra.
En su ensayo Elogio del caminar, Shane O¡¯Mara apunta que las personas que caminan son m¨¢s felices y menos propensas a la depresi¨®n que las que tienen rutinas m¨¢s sedentarias. Adem¨¢s de estos beneficios para el estado de ¨¢nimo, este profesor de Investigaci¨®n Experimental sobre el Cerebro en el Trinity College de Dubl¨ªn sostiene: ¡°Si queremos fomentar formas m¨¢s libres de cognici¨®n creativa, necesitamos hacer que la gente se levante de su escritorio, se aleje de su pantalla y empiece a moverse¡±. En ese sentido, la escritora Rebecca Solnit se?ala que el hecho de no tener cerca los bosques, como Thoreau, no deber¨ªa ser una excusa para no caminar, ya que un entorno urbano es tambi¨¦n un paisaje estimulante. Tal como afirma en su libro Wanderlust: una historia del caminar: ¡°Una ciudad es un idioma, un dep¨®sito de posibilidades, y caminar es el acto de hablar ese idioma, de seleccionar entre esas posibilidades¡±.
Muchas personas utilizan una aplicaci¨®n de su m¨®vil para completar los 10.000 pasos diarios para mantener en forma el cuerpo y la mente. Sin embargo, un estudio realizado con 226.000 personas citado por la BBC arroja que incluso 4.000 pasos al d¨ªa presentan importantes beneficios para nuestra salud cardiovascular. Ahora sabemos que pasear, adem¨¢s de salvarnos quiz¨¢s la vida, es una manera excelente de salir del letargo mental y promover una nueva manera de pensar.
La caminata m¨¢s larga
¡ª Tras leer la historia de una pareja que hab¨ªa cruzado EE UU a pie, el matrimonio formado por Jenn Baljko y Llu¨ªs L. Bayona decidi¨® dar un paseo de m¨¢s de 16.000 kil¨®metros, de Bangkok a Barcelona. Fueron 955 d¨ªas.
¡ª La gesta no estuvo exenta de dificultades: desde ataques de perros hasta pa¨ªses donde ten¨ªan dificultades con el visado, ya que no les daba suficientes d¨ªas para atravesarlo a pie. La relaci¨®n entre la pareja tambi¨¦n sufri¨® altibajos, y realizaron partes por separado.
¡ª Su experiencia, que pronto se contar¨¢ en un documental, muestra que uno de los atractivos de pasear es la interacci¨®n. Tambi¨¦n eso es nutritivo para la creatividad.
Francesc Miralles es escritor y periodista experto en psicolog¨ªa.
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