El amor es una droga que hace efecto solo 15 meses

En 1997, el escritor franc¨¦s Fr¨¦d¨¦ric Beigbeder dec¨ªa que ¡°el amor dura tres a?os¡± en una novela de inspiraci¨®n autobiogr¨¢fica del mismo t¨ªtulo. El autor explicaba que, en el primer a?o de enamoramiento, la novedad de la relaci¨®n hace que esta sea excitante y que la adrenalina amorosa provoque que pasemos por alto los supuestos defectos del otro. En el segundo a?o, la pasi¨®n se reduce. Suele haber menos sexo y menos comunicaci¨®n, como si los temas para conversar se fueran agotando. En el tercero, emergen las diferencias, motivo por el que muchas rompen o se instalan en el conformismo. Todo esto seg¨²n la opini¨®n y la pluma de Beigbeder, que no tiene precisamente una mirada optimista sobre el mundo y las relaciones humanas. Pero ?qu¨¦ nos dice la ciencia sobre esta cuesti¨®n?

Un cuarto de siglo despu¨¦s de aquella novela, la neurocient¨ªfica Sara Teller revisa esta cuesti¨®n candente en su ensayo Neurocu¨ªdate. Entre el c¨®ctel de ¡°drogas¡± que se liberan con el enamoramiento est¨¢ la noradrenalina. En palabras de la doctora Teller: ¡°Es una de esas hormonas que liberamos cuando sentimos estr¨¦s. Este aumento de la noradrenalina causa taquicardia, palpitaciones, aumento en la presi¨®n sangu¨ªnea, hace que te tiemblen las manos, eleva la atenci¨®n, la excitaci¨®n sexual y puede causar insomnio¡±.

Estas reacciones fisiol¨®gicas explicar¨ªan por qu¨¦ las personas enamoradas padecen ansiedad, sobre todo cuando quien ocupa sus pensamientos no les presta suficiente atenci¨®n. La neurociencia ha revelado que los enamorados tienen incluso altos niveles de cortisol, la hormona del estr¨¦s. ¡°Como muchos de estos s¨ªntomas se perciben en el coraz¨®n, tal vez por eso se dice que el amor se halla ah¨ª y no en el cerebro¡±, concluye la autora de Neurocui?date.

Que el flechazo tenga una duraci¨®n limitada, por lo tanto, podr¨ªa ser una pura cuesti¨®n de supervivencia. Alguien que permaneciera constantemente enamorado tendr¨ªa las facultades mentales alteradas y no podr¨ªa operar con normalidad, lo cual ir¨ªa en detrimento de su trabajo y de otras facetas de su vida personal.

Seg¨²n la antrop¨®loga y bi¨®loga Helen Fisher, entre 12 y 15 meses despu¨¦s de haberse iniciado el enamoramiento, el ¡°chute¡± de hormonas decae, con lo que el cerebro recupera su actividad normal, lo que nos procura una visi¨®n m¨¢s clara de qui¨¦n tenemos delante.

Esto no necesariamente tiene que derivar en apat¨ªa y distanciamiento, como apuntaba Beigbeder, sino que puede dar paso a un amor m¨¢s sereno y sostenible.

Antes de pasar a esta fase, deteng¨¢monos a pensar c¨®mo ser¨ªa vivir ¡°drogado¡± de amor todo el tiempo, desatendiendo el resto de las cosas de las que debemos ocuparnos, perdidos en una infinidad de wasaps y hormonas descontroladas.

Todo el mundo ha conocido a personas enganchadas al ¡°subid¨®n¡± del romance, lo que hace que cambien a menudo de pareja para vivir, una y otra vez, esa adrenalina. Sin embargo, ?se sienten felices y realizadas? ?Est¨¢n en paz con ellas mismas? ?O son como yonquis en busca de su dosis de amor ef¨ªmero?

Volviendo a la neurociencia, superada la monta?a rusa inicial, si permanecemos al lado de la misma persona, la bioqu¨ªmica del cerebro cambia de nuevo. A medida que la dopamina y la noradrenalina disminuyen, la corteza prefrontal ¡ªla del juicio¡ª recupera su actividad y el hipot¨¢lamo se calma, bajando la producci¨®n de las hormonas que desatan la pasi¨®n.

En esta fase madura del amor, podemos ver con claridad d¨®nde estamos y qu¨¦ proyecto a largo plazo queremos construir. Si la pareja sigue avanzando, se libera oxitocina, considerada la hormona de la confianza o del apego, ya que se produce al estar en contacto con nuestros seres queridos. Seg¨²n la neurociencia, esto se da incluso entre los perros y sus amigos humanos.

Para que la pasi¨®n no vaya decayendo, hasta convertir la pareja en una relaci¨®n fraternal, necesitaremos mantener vivas en el cerebro la testosterona y la dopamina. La primera se estimula con una vida sexual activa; en cuanto a la dopamina, la hormona del placer, se puede incrementar haciendo cosas emocionantes en pareja:

- Cambiar las rutinas por actividades nuevas.

- Promover conversaciones nutritivas, por ejemplo, haciendo un club de lectura para dos.

- Buscar proyectos comunes para ilusionarse.

- Compartir el sentido del humor, re¨ªr juntos al menos una vez al d¨ªa.

Para un largo camino juntos

¡ª Un ejemplo de que el amor puede durar toda la vida fue el matrimonio entre George H. W. y Barbara Bush, que dur¨® 73 a?os. A quien fuera presidente le preguntaron por el secreto de su relaci¨®n. Contest¨®: ¡°Siempre pensamos que, si cada uno recorre tres cuartas partes del camino, en alg¨²n punto nos vamos a encontrar¡±.

¡ª El neurocient¨ªfico Eduardo Calixto afirma que el cerebro tiene tres requisitos para que una relaci¨®n perdure:

1. Apreciaci¨®n. Tu pareja debe gustarte f¨ªsicamente.

2. Inteligencia. Necesitamos admirar a nuestro compa?ero de vida; sin eso, la relaci¨®n no se sostiene.

3. Reconocimiento. Que la pareja tenga ¨¦xito profesional.

Francesc Miralles es escritor y periodista experto en psicolog¨ªa.