La Costa del Sol ajusta cuentas con los sicarios
La Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado crea un grupo de trabajo exclusivo para la resoluci¨®n de este tipo de cr¨ªmenes
M¨¢s de mil llamadas para saber qu¨¦ taxista, sin saberlo, traslad¨® a un sospechoso o un arduo trabajo analizando 100.000 documentos. La Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) de la Polic¨ªa Nacional en M¨¢laga cuenta desde comienzos de 2019 con un grupo dedicado en exclusiva a investigar los ajustes de cuentas de la Costa del Sol. Los resultados demuestran su eficacia: la inmensa mayor¨ªa de los ocurridos el a?o pasado est¨¢n resueltos. ¡°Nos exigimos mucho, esto es un trabajo sin descanso¡±, dice uno de estos agentes especializados. Ya hay 16 personas detenidas, la mayor¨ªa como autores materiales o intelectuales de los asesinatos.
El ¨²ltimo crimen resuelto se cometi¨® en enero de 2019. Un empresario del ocio marbell¨ª recibi¨® una quincena de disparos cuando llegaba a su casa de madrugada. Dos individuos que le esperaban junto al garaje le tirotearon. Fue el caso que inici¨® un a?o negro en la Costa del Sol. A finales de febrero, la polic¨ªa deten¨ªa a los dos presuntos sicarios y otros cuatro compinches, todos procedentes de los Pa¨ªses Bajos y pertenecientes a una peligrosa banda. Trabajaban para grandes organizaciones criminales y viajaban all¨ª donde estuviera el objetivo. De hecho, fueron arrestados cuando se dirig¨ªan a cometer un nuevo asesinato en Espa?a.
Seis asesinatos
El oto?o fue especialmente sangriento en la Costa del Sol, con media docena de casos. Uno de ellos ocurri¨® el 15 de noviembre en la urbanizaci¨®n Andasol, en Marbella. Dos desconocidos tirotearon a dos personas. Una, de 66 a?os, falleci¨® en el acto. La otra, de 55, sobrevivi¨® gravemente herida. Minutos despu¨¦s, varios miembros del nuevo equipo de la Udyco llegaban al escenario del crimen y comenzaban una ¡°investigaci¨®n muy compleja¡±. Los indicios apuntaban a un vuelco ¡ªel robo de mercanc¨ªa o dinero entre narcotraficantes¡ª debido a dos factores: el uso de armas de fuego y los antecedentes de las v¨ªctimas. La experiencia hizo a los polic¨ªas relacionar el suceso con un viejo conocido, un narco espa?ol. A los cinco d¨ªas ya sab¨ªan qui¨¦n eran los presuntos autores, dos rumanos, que fueron detenidos d¨ªas despu¨¦s en su pa¨ªs. M¨¢s tarde, tambi¨¦n se arrest¨® al autor material, asentado en Marbella, as¨ª como a la v¨ªctima del tiroteo y a su mujer por un supuesto delito de tr¨¢fico de drogas.
Estos 11 detenidos se unen al autor de los 14 balazos a quemarropa a un ciudadano b¨²lgaro en octubre. Su cad¨¢ver fue encontrado en una cuneta a las afueras de Marbella. Tras el hallazgo, los agentes comenzaron un trabajo que describen como ¡°met¨®dico, ordenado, minucioso, constante y sin horarios¡±. Peinaron el entorno al mil¨ªmetro. Y, aunque al principio no encontraron nada, el ¨¦xito lleg¨® bastante lejos. Un casquillo localizado a mil metros del cuerpo fue la primera pista que seguir. Diez d¨ªas m¨¢s tarde identificaron al asesino, de origen b¨²lgaro. Poco despu¨¦s fue hallado en Alemania, donde lo detuvieron con la ayuda policial germana. Su veh¨ªculo fue intervenido y en ¨¦l se encontraron restos de sangre de la v¨ªctima a pesar de que hab¨ªa sido sometido a una exhaustiva limpieza. ¡°La cooperaci¨®n internacional tambi¨¦n es b¨¢sica¡±, subrayan fuentes de la Udyco.
Uno de los grandes problemas de este tipo de casos es que ¡°nadie habla¡±. Incluso los familiares m¨¢s directos de las v¨ªctimas dicen no saber por qu¨¦ han sido asesinadas ni dejan entrar a los agentes a sus domicilios. Se plantan con su abogado en la puerta y hay poco que hacer. ¡°Y si hay alguna colaboraci¨®n, es m¨¢s que probable que sea para despistar¡±, dicen los polic¨ªas. A ello se une que los sicarios vienen del extranjero. ¡°Ejecutan y se van¡±. Se tapan la cara con m¨¢scaras o queman el coche en el que han viajado.
La creciente presi¨®n policial y las constantes incautaciones de droga han puesto nerviosos a los narcotraficantes, que sufren grandes p¨¦rdidas econ¨®micas. Ahora, cualquier error se paga caro: se buscan nuevas rutas y se ponen garant¨ªas personales. Si la operaci¨®n sale mal y la droga es aprehendida por la Polic¨ªa, ¡°alguien debe pagar por ello¡±, se?alan los agentes. Las deudas superan las siete cifras y algunos acaban pagando con la vida.
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