Vivir al margen de la pandemia

Lo m¨¢s cercano que Juan Toc¨®n ha estado de vivir en la civilizaci¨®n son los a?os ¡°de zagal¡± que ech¨® en Cucarrete, una alde¨ªta gaditana que la naturaleza se trag¨® hace tiempo. El cabrero habita un asc¨¦tico rancho de muros encalados y tejado de chapa, perdido entre los mismos montes del Parque Natural de Los Alcornocales en los que naci¨® hace m¨¢s de 80 a?os. No tiene tel¨¦fono ¡ª¡°hay que entender de eso¡±¡ª, ni televisi¨®n ¡ª¡°vale mucho dinero y hay que tener cuidado¡±¡ª. Lo poco que sab¨ªa de la pandemia era por relatos parciales de vecinos a los que les cuida el ganado, hasta que, extra?ado, un agente de Medio Ambiente le cont¨® la historia completa.

Toc¨®n, con su sobria vida cuasi ermita?a y su sabidur¨ªa de campo, es uno de los andaluces que viven alejados en la naturaleza y a los que m¨¢s de 800 agentes de la Consejer¨ªa de Desarrollo Sostenible de la Junta de Andaluc¨ªa buscan desde hace d¨ªas para saber de ellos en plena crisis sanitaria del coronavirus. ¡°Queremos ver c¨®mo est¨¢n, si necesitan algo, adem¨¢s de tenerlos geolocalizados por si surgiese una emergencia¡±, resume ?ngel Mart¨ªnez, coordinador del cuerpo en la regi¨®n. No es una tarea nueva para los 6.500 funcionarios desplegados en espacios naturales de toda Espa?a. ¡°Lo llevamos haciendo desde tiempos inmemoriales¡±, sentencia Mart¨ªnez. Lo ins¨®lito es que tengan que realizarlo en un estado de alarma que mantiene confinado a todo el pa¨ªs.

Solo un peque?o transistor hace compa?¨ªa al cabrero Juan Toc¨®n en su d¨ªa a d¨ªa en el monte Cucarrete, en las inmediaciones del Campo de Gibraltar. Vive solo en una austera casa sin luz ni agua, despu¨¦s de que fuese el ¨²nico que rechazase abandonar la aldea para mudarse a la localidad de Los Barrios, como hizo el resto de cucarrete?os. ¡°Yo miro por el ganado de todos los de aqu¨ª. Les echo una mano, y me compensan con las comidas. Son muy buena gente¡±, resume el cabrero en una conversaci¨®n mediada con la ayuda del agente de la zona Juan Manuel Fern¨¢ndez Espejo.

Con cada visita de sus vecinos, Toc¨®n se iba enterando de retazos: c¨®mo el virus lleg¨® a Italia, luego a los ancianos de la residencia Alcal¨¢ del Valle, que en Los Barrios ¡°tambi¨¦n est¨¢¡± y ya ha muerto una se?ora que fue vecina suya en Cucarrete. ¡°Ten¨ªa un c¨®ctel de informaci¨®n¡±, explica Fern¨¢ndez Espejo. La desconexi¨®n con la realidad del anciano gaditano ¡ªque los agentes intentan subsanar con sus visitas¡ª es ¡°un caso extra?o¡±, seg¨²n afirma Mart¨ªnez; lo normal es que quienes se encuentran los agentes ya saben lo que est¨¢ ocurriendo. Pero no lo es tanto que personas mayores vivan solas en mitad de la naturaleza. ¡°Son muy vulnerables porque suelen depender de que la familia les lleve comida. Agradecen ver y hablar con alguien. Es una realidad que a¨²n existe en Andaluc¨ªa¡±, asegura el coordinador.

¡°Eres la primera persona que vemos desde la pandemia¡±, le espet¨® el padre de una familia a un agente de Medio Ambiente. El guarda se top¨® casualmente con el cortijo familiar en las inmediaciones de Casares (M¨¢laga) ¡ªcomo rememora Mart¨ªnez¡ª, aunque lo habitual es que ellos e incluso los ayuntamientos cercanos ya sepan quienes viven apartados en el campo. La prioridad para los funcionarios regionales es localizar las viviendas con coordenadas UTM exactas, claves para que los sanitarios sepan d¨®nde tienen que acudir en caso de emergencia.

Dice Toc¨®n que en su rancho ¡°no hay goteras ni hace fr¨ªo¡±. Tiene un farol y un calefactor de butano, pero este pasado mi¨¦rcoles le dio por encender un poco de carb¨®n en el interior de su casa: ¡°Me entraron unos mareos y vino una ambulancia por m¨ª¡±. La presencia de un agente en las inmediaciones y el geoposicionamiento que ten¨ªan de la vivienda del cabrero fueron claves para que el incidente quedara en un susto solventado ¡°con unas inyecciones¡±. El anciano sabe que no debe volver a encender carb¨®n en su vivienda, tambi¨¦n que lo mejor que puede hacer para esquivar al coronavirus es quedarse en casa y ¡°no andar por ah¨ª fuera¡±. Y si la cosa se pone peor o cae enfermo ya lo tiene claro: ¡°Lo tengo todo arreglado. Aviso al guarda del monte y me voy de aqu¨ª¡±.

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