Calvi?o e Iglesias difieren por las pol¨ªticas fiscales de la reconstrucci¨®n
Econom¨ªa anuncia ¡°un plan de inversi¨®n y reformas¡± y Podemos insiste en una tasa a los ricos
La primera sesi¨®n relevante de la comisi¨®n parlamentaria para la reconstrucci¨®n econ¨®mica se sald¨® este jueves con una formidable bronca pol¨ªtica en el Congreso. Y dej¨® un aperitivo del choque que se avecina entre las dos almas econ¨®micas del Gobierno. El vicepresidente Pablo Iglesias reclam¨® inversiones y ¡°una nueva tasa de reconstrucci¨®n¡±: un impuesto a los grandes patrimonios. La vicepresidenta Nadia Calvi?o anunci¨® tambi¨¦n un plan de ¡°inversiones y reformas¡±, reclam¨® un marco fiscal m¨¢s progresivo pero pas¨® por alto esa figura. Y apostill¨®: ¡°La responsabilidad fiscal y la confianza de los inversores tambi¨¦n son claves en la recuperaci¨®n¡±. Esas dos visiones encontradas tienen que cristalizar en un Presupuesto del que depende la duraci¨®n de la legislatura.
Espa?a tiene media docena de problemas de gran calibre. Fue uno de los pa¨ªses m¨¢s golpeados por la Gran Recesi¨®n, tras el estallido de una burbuja que dej¨® profundas cicatrices. Nunca supo solucionar el formidable agujero del mercado de trabajo. Lleg¨® a la Gran Reclusi¨®n sin m¨²sculo fiscal, despu¨¦s de que ni Rajoy ni S¨¢nchez hicieran los deberes. Ha sufrido los estragos de la pandemia como pocos. Y le espera un batacazo en t¨¦rminos de PIB y desempleo: la hibernaci¨®n ha provocado un destrozo sensacional en la automoci¨®n, el turismo y el comercio, tres de los grandes motores. El invierno econ¨®mico, en fin, ser¨¢ largo. La comisi¨®n parlamentaria de reconstrucci¨®n encaraba una sesi¨®n fundamental para empezar a saber por d¨®nde van los tiros con las ponencias de dos vicepresidentes, Pablo Iglesias y Nadia Calvi?o. Pero no hay nada parecido al esp¨ªritu de los Pactos de La Moncloa a la vista en el Congreso: los diputados se contagiaron del tono insoportablemente bronco de la pol¨ªtica espa?ola, entre insultos de ¡°golpistas¡± y ¡°pir¨®manos¡± de derecha a izquierda y de izquierda a derecha. Cuando los exabruptos dejaron paso al debate tampoco se vio el m¨¢s m¨ªnimo consenso: ni siquiera entre los dos partidos de la coalici¨®n. Calvi?o e Iglesias chocaron por la pol¨ªtica fiscal, la gran batalla que se avecina: no puede haber legislatura sin presupuestos para la sacudida econ¨®mica que se nos viene encima. Y alumbrar esos presupuestos no va a ser sencillo, por las dos almas econ¨®micas del Ejecutivo y por las dificultades para forjar mayor¨ªas.
El pulso entre la pol¨ªtica econ¨®mica del PSOE y la agenda de Unidas Podemos viene de lejos. Al inicio de la Gran Reclusi¨®n hubo un primer choque por las pol¨ªticas de protecci¨®n, y en particular por el alcance de los expedientes de regulaci¨®n temporal del empleo (ERTE). Ese desencuentro acab¨® razonablemente bien. El segundo encontronazo fue por el ingreso m¨ªnimo vital, que se resolver¨¢ hoy en el Consejo de Ministros: de nuevo prueba superada. Despu¨¦s lleg¨® el sainete de la derogaci¨®n de la reforma laboral: el Ejecutivo se dej¨® ah¨ª muchos pelos en la gatera tras pactar con Bildu. Calvi?o e Iglesias abrieron un cuarto mel¨®n, los impuestos y, por ende, el Presupuesto. El diagn¨®stico es similar: ¡°La presi¨®n fiscal espa?ola est¨¢ siete puntos y medio por debajo de la media del euro [80.000 millones al a?o menos de ingresos]; hay que reconstruir la justicia fiscal¡±, dijo Iglesias. ¡°Hay que reforzar los ingresos p¨²blicos con un marco tributario¡±, abund¨® Calvi?o. Las coincidencias terminan justo ah¨ª.
Iglesias se present¨® en el Congreso con un discurso netamente keynesiano: de la crisis de 2008 ¡°se sali¨® usando los recursos de todos para rescatar a una minor¨ªa de privilegiados¡±, con la desigualdad por las nubes, una precarizaci¨®n sin precedentes de las condiciones laborales y una retah¨ªla de recortes ¡ª¡°7.000 millones en sanidad p¨²blica¡±¡ª . El l¨ªder de Podemos reclama ahora ¡°una salida distinta¡±. Subray¨® que hay ¡°un ampl¨ªsimo consenso para las pol¨ªticas expansivas¡± y que la clave para la recuperaci¨®n es ¡°la inversi¨®n p¨²blica¡±. Para pagar todo eso, en lugar de recortes propone ¡°acabar con los privilegios de las grandes empresas y el sector financiero, que aportan menos de lo que les corresponde¡±, y ¡°reconstruir el sistema fiscal¡±. Iglesias percuti¨® de nuevo con la idea de un impuesto a las grandes fortunas, ¡°una tasa de reconstrucci¨®n para que los que m¨¢s tienen arrimen el hombro¡±.
Ese nuevo gravamen, seg¨²n sus cuentas, permitir¨ªa recaudar 11.000 millones. Pero Iglesias dej¨® claro que esa es la idea de Podemos: no se trata de un plan que comparta todo el Gobierno.
Apenas un par de horas despu¨¦s Calvi?o ofreci¨® un discurso con una m¨²sica parecida, pero una letra bastante diferente; con otro ¨¦nfasis. Apunt¨® que el confinamiento ha provocado una profunda ca¨ªda del PIB, que sit¨²a en el entorno del 10% para este a?o. Aventur¨® que lo peor puede haber pasado ya, y anunci¨® que el Gobierno tiene listo ¡°un plan de inversiones y reformas¡±, que se combinara con el Fondo de Recuperaci¨®n de 750.000 millones que acaba de proponer Bruselas. Hasta ah¨ª no se detectan grandes diferencias con Iglesias. Pero Calvi?o discrepa abiertamente tanto en la necesidad de derogar la reforma laboral como en la pol¨ªtica fiscal para salir de la crisis: no quiso entrar en ning¨²n momento ¡ªa pesar de las reiteradas preguntas¡ª en el impuesto a las rentas altas que propone Iglesias. Habl¨® de ¡°un sistema fiscal s¨®lido, adecuado al Estado de bienestar que queremos y que aborde la brecha de ingresos con la media europea¡±, pero limit¨® las subidas de impuestos a la tasa Google (sobre las empresas digitales) y la tasa Tobin (transacciones financieras). En La Moncloa tampoco creen que ahora sea el momento de esa figura fiscal, seg¨²n las fuentes consultadas: en el flanco socialista del Consejo de Ministros solo Jos¨¦ Luis Escriv¨¢ podr¨ªa acercarse, en un momento dado, a esa medida.
El ¨¦nfasis de Calvi?o est¨¢ en limitar los da?os econ¨®micos mientras dure la fase aguda de la pandemia para ¡°tener bases firmes de cara a la recuperaci¨®n¡±. Y pasa por acometer inversiones y pol¨ªticas fiscales expansivas con ayuda de los fondos europeos en ese momento. Pero, a diferencia de Iglesias y en paralelo al Banco de Espa?a, la vicepresidenta econ¨®mica maneja siempre en sus discursos otra clave: ¡°La responsabilidad fiscal y la confianza de los inversores tambi¨¦n forman parte de los ingredientes necesarios para la recuperaci¨®n¡±, dijo en el Congreso. Los est¨ªmulos dejar¨¢n un d¨¦ficit del 10% y una deuda p¨²blica del 115% del PIB, n¨²meros m¨¢s propios de una guerra que de una pandemia. ¡°La deuda es una carga para generaciones futuras. No podemos olvidarnos de las reformas para tener una recuperaci¨®n sostenible¡±, cerr¨® al m¨¢s puro estilo de sus a?os en Bruselas.
Los banqueros centrales suelen decir que ¡°hay que sonar a halc¨®n para poder ser paloma¡±: la capacidad para aprobar est¨ªmulos depende de la credibilidad fiscal de un pa¨ªs. Calvi?o juega esa baza en esa pelea; Iglesias, claramente la de los est¨ªmulos. Las diferencias entre ambos se dirimir¨¢n en los Presupuestos: Espa?a se lo juega todo en las cuentas de 2021. Sin ellas no puede haber m¨¢s legislatura; con ellas puede alargarse tanto como quiera S¨¢nchez. Solo queda pactarlos en el Consejo de Ministros. Y despu¨¦s armar una mayor¨ªa que los apruebe en el Congreso. Nada menos.
Informaci¨®n sobre el coronavirus
- Aqu¨ª puede seguir la ¨²ltima hora sobre la evoluci¨®n de la pandemia
- As¨ª evoluciona la curva del coronavirus en Espa?a y en cada autonom¨ªa
- Buscador: La desescalada por municipios
- Preguntas y respuestas sobre el coronavirus
- Gu¨ªa de actuaci¨®n ante la enfermedad
- Pinche aqu¨ª para suscribirse a la newsletter diaria sobre la pandemia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.