Arrumbando t¨®picos del t¨¢ndem Fraga-Feij¨®o

Hay que rebuscar demasiado para encontrar ¨¢ngulos muertos en la espectacular cuarta victoria de Alberto N¨²?ez Feij¨®o este domingo en Galicia. Es sencillo. Revalidar un cuarto triunfo con mayor¨ªa absoluta, no sufrir desgaste tras 11 a?os de gesti¨®n muy personalista del poder, distanciar a la suma de la oposici¨®n en siete esca?os o igualar los mandatos de Manuel Fraga es una gesta electoral in¨¦dita en estos tiempos que corren. Feij¨®o no compet¨ªa el 12-J ni para ganar otra vez las elecciones auton¨®micas, ni siquiera para repetir el resultado. Sus medidas son otras. El s¨ªmil m¨¢s t¨®pico le equipara recurrentemente con el patr¨®n fundador de AP y de la unificaci¨®n del centro derecha en Espa?a tras la dictadura, pero hay diferencias.

Fraga retorn¨® a Galicia con 68 a?os de retirada, tras estrellarse una y otra vez en sus aspiraciones en la pol¨ªtica nacional. Feij¨®o hizo carrera de gestor en la Administraci¨®n estatal pero a sus 58 a?os a¨²n est¨¢ por llegar y estrenarse si alg¨²n d¨ªa se atreve a medir sus fuerzas y liderazgo en el Congreso de los Diputados. Fraga, en sus segundos comicios gallegos, estableci¨® todos los r¨¦cords con 43 esca?os y el 52,6% de los votos, cuatro puntos y medio y 140.000 papeletas m¨¢s que las alcanzadas el domingo por Feij¨®o. En aquella cita, con 17 puntos m¨¢s de participaci¨®n que ahora, Fraga se midi¨® con el volc¨¢nico Xos¨¦ Manuel Beiras, que ya anticip¨® el sorpasso al PSdG entonces del contrastado economista y exministro Abel Caballero.

Una ense?anza del 12-J podr¨ªa ser que Feij¨®o a¨²n tiene terreno por abonar en su tierra, si aguanta otra legislatura en Galicia y Pablo Casado algo m¨¢s en G¨¦nova 13. Otra, que el BNG evite esta vez desfondarse por man¨ªas de hiperliderazgo y las eternas cuitas de la izquierda nacionalista cuando vislumbra una posibilidad de ¨¦xito. Y una m¨¢s, que este Gonzalo Caballero, el l¨ªder del PSdG desde hace apenas dos a?os y con solo 10 meses en el Parlamento gallego, tenga m¨¢s oportunidades de asentarse de las que tuvo su t¨ªo, que a los 51 a?os y tras su derrota tuvo que descubrir su carisma en el Ayuntamiento de Vigo, donde hace apenas un a?o recogi¨® 25 puntos y 58.000 papeletas m¨¢s que el domingo su sobrino.

Fraga, la jornada de urnas, sal¨ªa de su casa en Perbes (A Coru?a), se desplazaba con su s¨¦quito a su localidad natal en Vilalba (Lugo), echaba la partida de domin¨®, com¨ªa con la t¨ªa Amadora y esperaba a su recurrente victoria como un tr¨¢mite para apresurarse a citar a los fot¨®grafos a las siete de la ma?ana del d¨ªa siguiente irrumpiendo en su despacho de presidente para demostrar que no ten¨ªa minutos que desperdiciar en su misi¨®n de arreglar Galicia entera. Un curr¨ªculo enciclop¨¦dico con zancadas de hombre de pueblo.

Feij¨®o se estrena siempre en Os Peares, esa aldea del centro de Ourense entre dos r¨ªos y cuatro concellos, donde dio sus primeros pasos entre el colmado familiar y las carreteras y las l¨ªneas ferroviarias en las que trabajaba de pe¨®n su padre para asemejarse con el electorado humilde y rural. Pero su casa y su vida real hace d¨¦cadas que est¨¢n en su c¨¦ntrico piso de A Coru?a con vistas a los cantones de M¨¦ndez N¨²?ez o en su apartamento de soltero de Vigo, las dos ciudades m¨¢s urbanitas de Galicia. Su compromiso sigue siendo primero Galicia, y algo su pareja y su hijo, pero tambi¨¦n advirti¨® de que no renuncia a influir en el PP nacional para hacer la vida pol¨ªtica nacional m¨¢s conciliable.