Las restricciones de movilidad restan a Espa?a m¨¢s del 80% de las solicitudes de asilo
El veto persiste a los viajeros de Latinoam¨¦rica, origen de la mayor¨ªa de los solicitantes, y el 'impasse' da cierto margen al sistema
Las solicitudes de asilo han ca¨ªdo en picado durante la pandemia en Espa?a. Las autoridades contienen la respiraci¨®n ante un alivio inesperado que deriva de las restricciones de movilidad y que se ha prolongado m¨¢s all¨¢ del fin del confinamiento. Aunque el Ejecutivo ha reanudado las conexiones con algunos pa¨ªses ¡ªesencialmente con el entorno europeo¡ª, el veto persiste a los viajeros de Latinoam¨¦rica, la regi¨®n de donde parten m¨¢s del 80% de los solicitantes. Sin la entrada de venezolanos, colombianos, hondure?os o peruanos ¡ªen este orden las nacionalidades que m¨¢s solicitudes presentan¡ª, las demandas de protecci¨®n se mantienen en m¨ªnimos tras los picos hist¨®ricos pre-pandemia. El impasse da cierto margen a un sistema poco preparado para un volumen de solicitantes superior al de Francia o Alemania.
Espa?a lleg¨® a recibir a principios de a?o m¨¢s de 3.500 solicitudes semanales y escal¨® posiciones hasta convertirse en el principal destino de solicitantes de asilo en la UE, una meta in¨¦dita e imprevista. El virus fren¨® en seco los viajes y los tr¨¢mites en todo el continente pero fue precisamente Espa?a el pa¨ªs que m¨¢s acus¨® la ca¨ªda, seg¨²n datos de la Oficina europea de Asilo (EASO). El perfil de sus solicitantes, que llega mayoritariamente en avi¨®n, y la suspensi¨®n de la atenci¨®n presencial durante el estado de alarma hizo que en algunas semanas del confinamiento las peticiones se redujeran a cero.
El ritmo comenz¨® a recuperarse en junio, pero los expedientes registrados (entre 1.600 y 2.300 por semana) reflejan m¨¢s la acumulaci¨®n de trabajo que la reanudaci¨®n de los flujos. Seg¨²n coinciden responsables de la tramitaci¨®n de las solicitudes, la inmensa mayor¨ªa de las nuevas demandas no son de reci¨¦n llegados, sino de personas que ya estaban en territorio espa?ol y esperaban la reanudaci¨®n de la actividad administrativa para formalizar sus solicitudes. En cualquier caso, las peticiones en lo que va de a?o (48.707) se mantienen por debajo del ritmo r¨¦cord de 2019 cuando se registraron 118.264 solicitudes.
Espa?a ha sido muy cautelosa a la hora de reanudar la movilidad con los pa¨ªses del entorno europeo, que aportan m¨¢s del 80% de los visitantes, y fue a¨²n m¨¢s conservadora en la negociaci¨®n europea para abrir las puertas a terceros pa¨ªses. Mientras Francia s¨ª se moviliz¨® para que en la n¨®mina de pa¨ªses seguros entrasen estados con los que mantiene relaciones estrechas (Marruecos, Argelia y T¨²nez), Espa?a no abog¨® por incluir a los de Am¨¦rica Latina. Salvo Uruguay, no hay ning¨²n otro pa¨ªs de la regi¨®n en la lista.
Una raz¨®n fundamental motiva esa posici¨®n: Am¨¦rica es hoy el continente donde la pandemia est¨¢ m¨¢s descontrolada. ¡°No es un ejercicio de diplomacia, responde a criterios epidemiol¨®gicos¡±, ha justificado en varias ocasiones la ministra de Exteriores, Arancha Gonz¨¢lez Laya. Como resultado de esa reflexi¨®n, Espa?a solo abre hoy las puertas a 10 pa¨ªses ajenos a la UE, tres menos de los que incluye la recomendaci¨®n comunitaria. Son Australia, Canad¨¢, Georgia, Jap¨®n, Nueva Zelanda, Ruanda, Corea del Sur, Tailandia, T¨²nez y Uruguay. Ninguno de ellos tiene tr¨¢nsitos relevantes con Espa?a, ni por turismo ni por desplazamientos que eventualmente puedan acabar en demandas de asilo.
La decisi¨®n es revisable cada 14 d¨ªas, pero por el momento hay pocos indicios de que esa flexibilidad lleve a abrir la veda. La primera revisi¨®n de esa lista sirvi¨® el pasado 16 de julio para excluir a dos pa¨ªses que figuraban en el primer listado, Serbia y Montenegro. La UE tendr¨¢ una nueva oportunidad de actualizar sus restricciones el pr¨®ximo 30 de julio.
El par¨®n en esos tr¨¢nsitos a¨¦reos deja en suspenso a miles de personas que buscan protecci¨®n en Espa?a, aunque a la vez dar¨¢ cierto alivio a la Administraci¨®n. El sistema de asilo espa?ol nunca ha asumido tal volumen de solicitudes y nunca se prepar¨® para esta eventual coyuntura: los recursos materiales y humanos de la Oficina de Asilo y Refugio (OAR) son de hace tres d¨¦cadas y la red de acogida est¨¢ al l¨ªmite.
La oficina de asilo, que a 31 de mayo acumulaba 140.000 expedientes por resolver, est¨¢ inmersa hace dos a?os en un plan de refuerzo, pero los 231 nuevos funcionarios y la nueva aplicaci¨®n inform¨¢tica no se esperan hasta avanzado el 2020. Los recursos de la polic¨ªa, responsable de hacer las entrevistas a los solicitantes, siguen siendo, sin embargo, insuficientes. Seg¨²n entidades de atenci¨®n al refugiado, se est¨¢n dando citas en varias provincias para el a?o que viene y, en alguna ocasi¨®n, para 2022.
Aun en un escenario de apertura de fronteras a Latinoam¨¦rica, ni autoridades ni organizaciones sociales se atreven a prever con qu¨¦ impulso se retomar¨¢n los flujos desde el continente. El an¨¢lisis va ahora m¨¢s all¨¢ de las situaciones concretas de cada pa¨ªs ¡ªla crisis en Venezuela o la violencia de las pandillas en Centroam¨¦rica¡ª y debe tener en cuenta el impacto del virus en poblaciones de la regi¨®n muy vulnerables, el deterioro econ¨®mico en Espa?a o el precio de los vuelos. Otro factor que puede determinar los tr¨¢nsitos es el desarrollo de la pol¨ªtica antimigratoria de EE UU, que podr¨ªa intensificar el desplazamiento de los flujos de centroamericanos hacia Europa.
Permisos humanitarios y reconocimiento LGBTI
A pesar de las limitaciones de la Oficina de Asilo y el enorme volumen de trabajo de los ¨²ltimos dos a?os, se ha multiplicado el ritmo de resoluci¨®n de expedientes. En lo que va de a?o ya se han cerrado m¨¢s casos (alrededor de 60.000) que en todo 2019. La inmensa mayor¨ªa, eso s¨ª, se deniegan al considerarse que los solicitantes no cumplen los requisitos necesarios para convertirse en refugiados.
Los venezolanos (un tercio de todos los solicitantes) reciben un permiso de residencia y de trabajo por razones humanitarias de hasta dos a?os, una autorizaci¨®n de la que se beneficiaron el a?o pasado 40.000 personas. Hay, adem¨¢s, una mayor sensibilidad ante los perfiles vulnerables LGTBI, que ha beneficiado a marroqu¨ªes, y ante las v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero o mujeres que huyen de la ablaci¨®n genital.
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