La pandemia tensa las costuras del sistema de asilo
La Comisi¨®n Espa?ola de Ayuda al Refugiado (CEAR) y ACNUR demandan previsi¨®n y recursos para paliar el impacto del confinamiento
Cruzar Madrid de norte a sur en autob¨²s en pleno confinamiento sin tarjeta de transporte y sin dinero le llev¨® m¨¢s de tres horas. Camin¨® algunos kil¨®metros arrastrando dos bolsas con sus cosas, un se?or le pag¨® uno de los billetes y otro conductor la dej¨® viajar gratis al ver su angustia. Aquella noche del 19 de abril, Patricia, una costurera colombiana de 51 a?os, se plant¨® por fin frente a la puerta de un centro de acogida para solicitantes de asilo. O la dejaban entrar o dormir¨ªa en la calle. Desde su casa, tambi¨¦n desesperada, estaba Merche Negro, una vecina del barrio de Arganzuela que marc¨® casi todos los contactos de su agenda de periodista para lograr que abriesen la puerta a la mujer. ¡°Me sent¨ª muy desprotegida. Si no hubiese sido por ella no s¨¦ qu¨¦ habr¨ªa pasado conmigo¡±, agradece la costurera que pide no revelar su verdadero nombre por miedo a ser reconocida por quienes la amenazaban en su pa¨ªs.
Patricia se salt¨® el cauce habitual porque llevaba desde el 27 de febrero dando tumbos por Madrid. Como solicitante de asilo ten¨ªa derecho a ser acogida por la red estatal, pero los centros estaban llenos y ella completamente perdida en un pa¨ªs que en pocos d¨ªas se encerrar¨ªa en casa durante casi tres meses. La acogi¨® primero una desconocida que el primer d¨ªa quiso ponerla a trabajar de camarera en un puticlub. Espantada de aquello acab¨® en casa de otra se?ora que le daba alojamiento a cambio de tenerla todo el d¨ªa limpiando, cocinando y cuidando de un ni?o. ¡°Le aguant¨¦ humillaciones durante un mes y 20 d¨ªas¡±, recuerda. Hasta que no pudo m¨¢s. Hab¨ªa llamado ya a todas las organizaciones sociales que le indic¨® un p¨¢rroco. Ocho llamadas y ocho respuestas iguales: ¡°No hay plazas, tendr¨¢s que esperar¡±.
La pandemia bloque¨® la situaci¨®n de miles de solicitantes de asilo que huyendo de sus pa¨ªses buscan protecci¨®n en Espa?a. Los tr¨¢mites se suspendieron, los recursos de acogida municipales y estatales estaban al l¨ªmite, los tel¨¦fonos comunicaban y el laberinto habitual para obtener informaci¨®n se llen¨® de puntos ciegos. ¡°La pandemia ha sido un factor clave para empeorar la situaci¨®n de estas personas¡±, ha asegurado este viernes la directora de la Comisi¨®n Espa?ola de Ayuda al Refugiado (CEAR), Estrella Gal¨¢n, en la presentaci¨®n de su informe anual con motivo del D¨ªa Mundial del Refugiado que se conmemora este s¨¢bado.
Quedarse sin techo ya era una realidad para ellos antes de la emergencia sanitaria ¨Cuna encuesta del centro de estudios CIDOB con 300 solicitantes de asilo en Catalu?a ha concluido que un 27% de ellos hab¨ªan dormido en la calle¨C, y el estado de alarma agrav¨® su precariedad.
¡°La pandemia atras¨® todo mi proceso. Hab¨ªa mucha desinformaci¨®n, no me respond¨ªan al tel¨¦fono. Pas¨¦ algunos d¨ªas sin comer, solo bebiendo agua porque no sab¨ªa qu¨¦ hacer¡±, cuenta una auxiliar de enfermer¨ªa colombiana de 40 a?os desplazada por las amenazas de la guerrilla. Tambi¨¦n en el caso de esta mujer, alojada en casa de una se?ora que conoci¨® en el avi¨®n, fue la vecina de Arganzuela quien se moviliz¨® para que entrase en el sistema de acogida. ¡°Ha sido fundamental la ayuda mutua de familia y amigos as¨ª como la labor de algunos ayuntamientos y, sobre todo, de redes sociales y vecinales¡±, escribe la investigadora del CIDOB Blanca Garc¨¦s en un reciente art¨ªculo titulado El asilo confinado.
Un sistema congelado
En 2019 m¨¢s de 118.000 personas pidieron asilo en Espa?a y este a?o, aunque el cierre de fronteras ha bloqueado las llegadas durante casi tres meses, ya son 40.000. Espa?a es el pa¨ªs con m¨¢s peticiones de la Uni¨®n Europea y tiene un perfil muy diferente al de los pa¨ªses de su entorno que acogen sobre todo a sirios y afganos: aqu¨ª los venezolanos y colombianos suman el 65% de los expedientes.
El estudio de los casos ha seguido su curso de forma telem¨¢tica, pero durante el confinamiento Espa?a no garantiz¨® la entrada de nuevas solicitudes de asilo. ¡°A pesar de que la Oficina Europea de Apoyo al Asilo (EASO) ofreci¨® unas instrucciones para realizar entrevistas online, esta opci¨®n no ha sido contemplada en Espa?a, porque los recursos y la propia din¨¢mica del proceso, en el que la polic¨ªa juega un papel clave, no lo permit¨ªa¡±, destaca el informe sobre el impacto de la pandemia elaborado por CEAR en colaboraci¨®n con el laboratorio de ideas Instrategies.
La emergencia sanitaria tens¨® un sistema que lleva a?os mostrando sus costuras. En algunas provincias, como Alicante, Bilbao o San Sebasti¨¢n la cita en comisar¨ªa para iniciar las solicitudes pod¨ªa retrasarse m¨¢s de un a?o, los casos tardan hasta dos a?os en resolverse y el sistema de acogida se ha visto superado para atender a los m¨¢s vulnerables. Espa?a es, adem¨¢s, junto a Hungr¨ªa, el pa¨ªs de la UE que concede menos protecci¨®n a sus solicitantes, apenas un 5% de los casos obtienen el estatuto de refugiado o la protecci¨®n subsidiaria, las dos figuras que reconoce el Convenio de Ginebra para los Refugiados.
El Ministerio del Interior inici¨® un plan de choque en 2018 para dotar de recursos a la Oficina de Asilo que llevaba con el mismo personal y sistema inform¨¢tico desde que se cre¨® en 1992, pero en palabras de su directora Carmen L¨®pez, ¡°a¨²n hace falta mucho esfuerzo¡± para responder a la demanda. Espa?a arrastra m¨¢s de 130.000 expedientes pendientes de resoluci¨®n (una cuarta parte de toda la UE) y mientras el resto de pa¨ªses de la UE aprovech¨® la ca¨ªda dr¨¢stica de solicitudes durante la pandemia para reducir el volumen de casos abiertos, el stock de Espa?a segu¨ªa creciendo, seg¨²n un informe interno de la EASO elaborado en mayo. Esta semana, tras dos meses sin celebrarse, la comisi¨®n interministerial que propone la protecci¨®n o denegaci¨®n de cada caso se reuni¨® para dar salida a m¨¢s de 16.500 expedientes, m¨¢s que en todo 2018. ¡°Nos preocupa que estas comisiones r¨¢pidas y con un gran n¨²mero de expedientes supongan un deterioro del estudio de cada caso¡±, advierte CEAR.
La vuelta a la normalidad supondr¨¢ nuevas llegadas, una carrera administrativa por recuperar el tiempo perdido y, tras la reactivaci¨®n de los plazos, la salida de cientos de personas del sistema de acogida. Acnur pide ante la crisis que se avecina medios y previsi¨®n: ¡°Es fundamental hacer una previsi¨®n de las necesidades de recursos humanos y presupuestarios para hacer frente a la situaci¨®n actual y a futuras crisis¡±. La coordinadora del servicio jur¨ªdico de CEAR, Paloma Favieres coincide: ¡°Se necesitan medios e instrucciones claras para retomar la actividad y no mermar la calidad de un procedimiento ya deficiente¡±.
Un acto de fe
Varias instrucciones ministeriales han intentado paliar la desprotecci¨®n de este colectivo durante el confinamiento. La Secretar¨ªa de Estado de Migraciones facilit¨® la acogida de 2.000 personas que no contaban con los tr¨¢mites antes indispensables para entrar en el sistema y algunos ganaron tiempo porque se les permiti¨® continuar en los centros y pisos de acogida y mantener las ayudas aunque expirase el plazo. Otras, como Patricia, sin embargo, tuvieron m¨¢s dificultades de las habituales para encontrar ayuda.
Tambi¨¦n se permiti¨® trabajar a los demandantes de asilo que cumpl¨ªan seis meses en Espa?a aunque no pudiesen recoger el documento que les correspond¨ªa, pero la medida supuso un gran esfuerzo de persuasi¨®n de empresarios que no se fiaban de un documento expirado. ¡°Cuando tienes una documentaci¨®n de solicitante de asilo caducada y buscas un trabajo, es realmente un acto de fe el que alg¨²n empresario te quiera contratar¡±, advierten en la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
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