La Audiencia Nacional quiere acelerar las causas contra Villarejo tras superar los 1.000 d¨ªas en prisi¨®n provisional

La Audiencia Nacional quiere acelerar las causas judiciales contra el comisario jubilado Jos¨¦ Manuel Villarejo, en prisi¨®n provisional desde noviembre de 2017 y epicentro de una de las mayores tramas de corrupci¨®n de la historia reciente de Espa?a. El juez instructor, Manuel Garc¨ªa-Castell¨®n, ya ha informado a la presidencia del ¨®rgano judicial de que el antiguo agente de la Polic¨ªa, que lleva encerrado sin condena m¨¢s de 1.000 d¨ªas, se acerca a los cuatro a?os que como m¨¢ximo prev¨¦ la ley. Lo que hace necesario adoptar las ¡°medidas precisas para imprimir a las actuaciones la m¨¢xima celeridad¡±.

La permanencia de Villarejo en prisi¨®n resulta fundamental, en opini¨®n de los investigadores, para seguir desenredando unas complejas pesquisas que no paran de crecer. El proceso abierto en 2017, bautizado como Operaci¨®n T¨¢ndem, acumula ya m¨¢s de 25 l¨ªneas de investigaci¨®n y salpica a las m¨¢s altas instancias del Estado: entre otros, a empresarios del Ibex 35; a la c¨²pula de la Polic¨ªa Nacional y el Ministerio del Interior durante la etapa de Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz (PP); e, incluso, al rey em¨¦rito, despu¨¦s de que Garc¨ªa-Castell¨®n reabriese el pasado julio la conocida como pieza Carol, abierta inicialmente tras el hallazgo de los audios del comisario jubilado con Corinna Larsen, en los que esta atribu¨ªa a Juan Carlos I el cobro de comisiones y el uso de testaferros para ocultar una supuesta fortuna.

La Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n y el juez defienden que la salida de prisi¨®n de Villarejo podr¨ªa poner en peligro todo. No solo porque el antiguo agente de la Polic¨ªa pueda recurrir a su ¡°amplia red de contactos¡± y huir al extranjero para no responder de sus presuntos delitos ante la justicia espa?ola. Sino porque, adem¨¢s, puede ¡°ocultar, destruir o alterar¡± pruebas vitales para la causa, seg¨²n insisti¨® el magistrado en un auto del pasado 20 de marzo, cuando deneg¨® al principal sospechoso de la trama su en¨¦sima petici¨®n de puesta en libertad ¡ªen esta ocasi¨®n, el comisario jubilado alegaba que, de permanecer entre rejas, su vida se encontraba en riesgo por la extensi¨®n del coronavirus¡ª.

Pero la ley prev¨¦ que, como m¨¢ximo, un imputado puede permanecer cuatro a?os en prisi¨®n preventiva. Y esa l¨ªnea roja cada vez se encuentra m¨¢s cerca. Con ese factor en la cabeza, el ministerio p¨²blico pis¨® el acelerador a principios de mayo. Anticorrupci¨®n dio entonces por concluidas las dos primeras l¨ªneas de investigaci¨®n del caso (conocidas como Iron y Land) ¡ªa las que se sum¨® una tercera (Thew-Pintor) en junio¡ª y pidi¨® enviar ya a juicio a Villarejo por todas ellas. La Fiscal¨ªa sac¨® incluso pecho de su estrategia procesal: ¡°La formaci¨®n de piezas separadas, impulsada por el ministerio fiscal desde el inicio de la instrucci¨®n y acordada por el instructor, va a permitir el pronto enjuiciamiento por muy diversos delitos de los principales miembros de la presunta organizaci¨®n criminal¡±.

Este paso ha resultado realmente fundamental, pues enviar al banquillo al comisario jubilado acerca la posibilidad de que se le condene, diluyendo as¨ª el problema de que se rebase el plazo m¨¢ximo de cuatro a?os de prisi¨®n provisional. Una vez sentenciado, los investigadores podr¨ªan seguir tirando de los hilos ¡ªla cantidad de documentaci¨®n y audios con la que trabaja Asuntos Internos de la Polic¨ªa Nacional es ingente¡ª sin esa presi¨®n sobre sus cabezas. De hecho, el propio Villarejo es consciente de ello y ha arremetido contra los planes del ministerio p¨²blico: ¡°El juez y los fiscales han decidido cerrar a la carrera parte del entramado que esta patra?a pseudojudicial¡±, escrib¨ªa en un comunicado hace unas semanas, donde a?ad¨ªa de seguido: ¡°Quieren condenarme lo antes posible para que ya no pueda salir nunca de aqu¨ª¡±.

Con este contexto como tel¨®n de fondo, Garc¨ªa-Castell¨®n envi¨® el pasado 14 de julio un escrito a la presidencia de la Audiencia Nacional, seg¨²n consta en el acta de una de las reuniones de la Sala de Gobierno del ¨®rgano judicial celebradas el pasado mes. La Ley de Enjuiciamiento Criminal obliga a los jueces a informar cuando la medida de prisi¨®n provisional acordada sobre un imputado ¡°exceda de las dos terceras partes de su duraci¨®n m¨¢xima¡±. El objetivo es que se puedan adoptar as¨ª ¡°medidas precisas para imprimir a las actuaciones la m¨¢xima celeridad¡±, declarando la ¡°preferencia absoluta¡± en la tramitaci¨®n de estos procedimientos frente a otros. Y ello requer¨ªa el instructor.

M¨¢s de 100 a?os de c¨¢rcel

Garc¨ªa-Castell¨®n firm¨® este escrito, adem¨¢s, solo un d¨ªa despu¨¦s de dar otro paso clave. El 13 de julio, tras la solicitud de Anticorrupci¨®n, el magistrado hab¨ªa rubricado los dos primeros autos de apertura de juicio oral contra Villarejo por la pieza Iron, donde se investiga el encargo del bufete de abogados Herrero & Asociados al comisario jubilado para espiar a un despacho rival; y Thew-Pintor, donde se atribuye al polic¨ªa retirado una operaci¨®n ilegal de seguimiento contra un antiguo socio del empresario Juan Mu?oz Tamara, marido de la popular presentadora de televisi¨®n Ana Rosa Quintana. Por tanto, una vez acabada la instrucci¨®n de ambas, le corresponder¨¢ ahora a la Sala de lo Penal fijar la fecha de los primeros juicios. Para los investigadores, cuanto antes sea, mejor.

Tras recibir el escrito del juez a trav¨¦s de la presidencia de la Audiencia, la Sala de Gobierno ha dado tambi¨¦n un plazo de 10 d¨ªas naturales al magistrado para que detalle los ¡°obst¨¢culos¡± que ha encontrado para que Villarejo haya superado los dos tercios del plazo m¨¢ximo de prisi¨®n provisional y adopte tambi¨¦n ¨¦l ¡°las medidas concretas¡± para acelerar la causa, que acumula miles de folios de sumario.

Mientras, Villarejo contin¨²a en la prisi¨®n de Estremera (Madrid), desde donde sigue lanzando amenazas para tratar de salir. Pero su horizonte se avecina oscuro: solo por Pintor, Iron y Land, la Fiscal¨ªa le pide m¨¢s de 100 a?os de c¨¢rcel. Y a¨²n queda mucha madeja por desenredar.