El juez imputa a Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz por el espionaje policial a B¨¢rcenas

El Gobierno y la c¨²pula del PP durante la etapa de Mariano Rajoy ya se encuentran oficialmente se?alados por el caso Kitchen, la supuesta trama de espionaje parapolicial creada en el Ministerio del Interior para tapar el esc¨¢ndalo de financiaci¨®n ilegal del PP y arrebatar a su extesorero Luis B¨¢rcenas documentos comprometedores para el partido y sus l¨ªderes entre 2013 y 2014. El juez de la Audiencia Nacional Manuel Garc¨ªa-Castell¨®n ha decidido este viernes citar como imputado el pr¨®ximo 30 de octubre al exministro del Interior Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, como le hab¨ªa solicitado la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n. Sin embargo, tras examinar la causa ha rechazado citar, al menos de momento, como investigados a la ex secretaria general del PP Dolores de Cospedal y a su esposo, Ignacio L¨®pez del Hierro, como tambi¨¦n le hab¨ªa solicitado el ministerio p¨²blico.

El juez cita, asimismo, como investigado, el 29 de octubre, al exsecretario de Estado de Interior Francisco Mart¨ªnez, y convoca como testigos al exdirector de Comunicaci¨®n de Interior Juan Jos¨¦ Esteban y a otras tres personas: el sacerdote Silverio Nieto, el exdirector de Gabinete de Francisco Mart¨ªnez, Jorge Sanch¨ªs Bordetas, y a su tambi¨¦n colaboradora Ic¨ªar Castro ?lvarez. Todos estos testigos deber¨¢n explicar el contenido de conversaciones que supuestamente mantuvieron con Mart¨ªnez en los d¨ªas en que la investigaci¨®n de la Kitchen comenzaba a centrarse en ¨¦l y que el ex n¨²mero dos de Interior mantuvo guardadas en el tel¨¦fono m¨®vil hasta que su domicilio fue registrado por orden judicial.

El caso Kitchen, una de las 25 piezas en que se divide el macrosumario sobre los negocios del comisario jubilado Jos¨¦ Villarejo, es, tras la G¨¹rtel y el caso de la caja b del partido, el mayor esc¨¢ndalo de corrupci¨®n de cuantos afectan a la formaci¨®n conservadora. Seg¨²n la investigaci¨®n, durante la etapa de Fern¨¢ndez D¨ªaz en Interior supuestamente se cre¨® una red de polic¨ªas que se dedic¨® a seguir los movimientos de B¨¢rcenas y a su familia durante la investigaci¨®n judicial iniciada despu¨¦s de que EL PA?S publicara, el 31 de enero de 2013, los papeles de la contabilidad b del partido que el extesorero llevaba en su oficina de la calle G¨¦nova 13 de Madrid, sede nacional de la formaci¨®n conservadora.

Seg¨²n la investigaci¨®n de la Unidad de Asuntos Internos de la Polic¨ªa Nacional, este presunto aparato policial clandestino al servicio del PP estuvo coordinado, en la parte pol¨ªtica, por el ex secretario de Estado de Seguridad y n¨²mero dos de Interior, Francisco Mart¨ªnez, y en la parte policial, por el antiguo director adjunto operativo, m¨¢ximo mando uniformado de la Polic¨ªa Nacional, Eugenio Pino, ambos imputados junto a Villarejo y otros miembros destacados de la llamada polic¨ªa patri¨®tica, como el comisario Enrique Garc¨ªa-Casta?o, El Gordo. El entramado cont¨® con decenas de agentes dedicados a seguir los pasos de B¨¢rcenas pensando que colaboraban con la investigaci¨®n de la caja b, que entonces llevaba juez Pablo Ruz; y los supuestos responsables dispusieron de al menos 53.000 euros de fondos reservados para pagar al principal agente encubierto de la operaci¨®n, Sergio R¨ªos, exempleado de seguridad del PP y ch¨®fer de B¨¢rcenas. Estos detalles, sumados a los audios intervenidos a Villarejo y la documentaci¨®n del sumario ¡°evidencia[n] el conocimiento de los hechos por parte de mandos superiores¡± de Interior, afirma el juez en el auto.

Adem¨¢s del pago en met¨¢lico con dinero p¨²blico, del que no ha quedado rastro documental en la Secretar¨ªa de Estado de Seguridad pese a que el Consejo de Ministros levant¨® el secreto oficial sobre esos pagos, R¨ªos fue supuestamente enchufado como funcionario en la Polic¨ªa Nacional con la mediaci¨®n del entonces poderoso comisario Villarejo. Seg¨²n el magistrado, este supuesto trato de favor ¡°requer¨ªa necesariamente de la participaci¨®n de cargos con capacidad de influencia suficiente en el ministerio¡±.

Seg¨²n el auto, las investigaciones practicadas hasta el momento permiten situar el ¡°centro nuclear¡± de la operaci¨®n en el Ministerio del Interior, ¡°desde donde se habr¨ªa dirigido y coordinado toda la operativa, presuntamente con la participaci¨®n directa del ministro y actuando por delegaci¨®n de este, al parecer, el secretario de Estado de Seguridad¡±.

Ahora, la investigaci¨®n del caso Kitchen da un salto hacia arriba, quiz¨¢ no el ¨²ltimo, con la imputaci¨®n de Fern¨¢ndez D¨ªaz. En su escrito, Anticorrupci¨®n recordaba que el exministro, adem¨¢s de ser la cabeza del departamento durante todo el tiempo que dur¨® el operativo ilegal, mantuvo con su n¨²mero dos, Francisco Mart¨ªnez, "comunicaciones directamente relacionadas con la infiltraci¨®n en el zulo [donde B¨¢rcenas guardaba la supuesta informaci¨®n sensible]. Estas conversaciones coinciden en el tiempo con el momento en que Sergio R¨ªos obtuvo la informaci¨®n que se buscaba y que almacen¨® en dispositivos electr¨®nicos que fueron supuestamente entregados a Eugenio Pino.

¡°Estuvimos en una piscina de tiburones¡±

Los mensajes de tel¨¦fono y los archivos intervenidos a Mart¨ªnez son una de las principales armas de la Fiscal¨ªa contra Fern¨¢ndez D¨ªaz. Seg¨²n el escrito, por ejemplo, el ex secretario de Estado deposit¨® ante notario un SMS que habr¨ªa recibido del ministro que dec¨ªa: ¡°La operaci¨®n se hizo con ¨¦xito. Se ha volcado todo¡±. La informaci¨®n del m¨®vil refleja tambi¨¦n como, a medida que el partido le va dejando de lado tras estallar el esc¨¢ndalo, su enfado aumenta contra sus antiguos superiores. ¡°Mi grand¨ªsimo error fue ser leal a miserables como Jorge, Rajoy o Cospedal¡±, le confi¨® a su amigo el presidente de la Audiencia Nacional Jos¨¦ Ram¨®n Navarro. En una de estas conversaciones, en febrero de 2019, Mart¨ªnez se define a s¨ª mismo como ¡°un pringao¡± y le dec¨ªa a su colaboradora Ic¨ªar Castro: ¡°Estuvimos en una piscina de tiburones¡±.

El magistrado aparca por ahora la imputaci¨®n de Cospedal porque, dice, ¡°este es el momento de ahondar en indicios tangibles, sustentados en evidencias s¨®lidas sobre las que ir construyendo una investigaci¨®n de la que se desprenden hechos graves presuntamente cometidos por servidores del Estado y que exigen una investigaci¨®n profunda¡±. El juez ve ¡°precipitado¡± en este momento y sin haber interrogado a los testigos ¡°avanzar hacia hip¨®tesis que apunta[n] otras personas y cuya implicaci¨®n en este momento se sustenta en referencias de terceros¡±. El juez recuerda que el inspector Andr¨¦s G¨®mez Gordo, polic¨ªa de confianza y asesor de Cospedal en su etapa al frente de la Junta de Castilla-La Mancha, y que fue quien supuestamente puso en contacto a Sergio R¨ªos con Villarejo, declar¨® en su juzgado que ni la ex secretaria general del PP ni su marido le dijeron que hablara con el ch¨®fer de B¨¢rcenas.

Garc¨ªa Castell¨®n entiende que, antes de resolver sobre la citaci¨®n solicitada por la Fiscal¨ªa respecto de Cospedal y su marido, se impone, a la vista del avance de la investigaci¨®n, citar de nuevo a Francisco Mart¨ªnez. Hasta el momento, el antiguo secretario de estado se ha acogido a su derecho a no declarar ante el juez Garc¨ªa-Castell¨®n, especialmente mientras el sumario se mantuviera bajo secreto. En conversaci¨®n con este peri¨®dico, el ex n¨²mero dos de Interior ha manifestado que se qued¨® ¡°at¨®nito¡± cuando Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz le cont¨® la operaci¨®n de espionaje a B¨¢rcenas y ha expresado su voluntad de cooperar con la investigaci¨®n: ¡°Voy a contarle al juez todo lo que s¨¦¡±.