Ni del PP¡­ ni del Betis

El comunicado de Mariano Rajoy sobre la sentencia del Supremo contra la trama G¨¹rtel recuerda mucho a aquel chiste sobre el socio del Betis que se est¨¢ muriendo.

Los hijos del enfermo, que le rodean en la cama, preguntan al padre si tiene alg¨²n ¨²ltimo deseo que encomendarles. A lo que ¨¦l les responde:

¡ªS¨ª, que me hag¨¢is socio del Sevilla Club de F¨²tbol.

¡ªPero padre ¨Cse sorprenden¨C, ?c¨®mo le vamos a hacer socio del Sevilla si usted toda su vida ha sido socio y gran seguidor del Betis, si todav¨ªa tiene en esta habitaci¨®n una foto de Carde?osa y otra de Joaqu¨ªn?

¡ªPor una sencilla raz¨®n ¨Czanja el enfermo¨C: porque siempre ser¨¢ mejor que se muera un socio del Sevilla que un socio del Betis.

Rajoy afirma en su texto difundido este jueves que la sentencia ¡°no condena a ning¨²n miembro del Partido Popular¡±, lo cual se parece mucho a la hipot¨¦tica consideraci¨®n de que en aquel lecho de muerte no falleciera ning¨²n socio del club verdiblanco.

El comunicado de Rajoy hace una afirmaci¨®n verdadera, sin duda. Ninguno de los condenados milita en el PP. Pero el que algo sea verdadero no implica siempre que merezca la condici¨®n de veraz, porque se puede mentir con datos ciertos: ¨²nicamente hace falta omitir otros.

Los principales condenados no s¨®lo eran miembros del PP cuando ocurrieron los hechos, sino que entre ellos figuraban el mism¨ªsimo tesorero del partido y varios candidatos a alcalde. Ahora bien, todos fueron expulsados al ir conoci¨¦ndose las fundadas acusaciones que pesaban sobre ellos. Por tanto, no ha sido condenado ning¨²n militante del PP, cierto, pero varios de los implicados s¨ª reun¨ªan esa condici¨®n cuando cometieron los delitos.

Una consideraci¨®n m¨¢s: frente a lo que afirma Rajoy en su comunicado, la resoluci¨®n del Supremo no le otorga ninguna reparaci¨®n moral. Los partidos suelen refugiarse, cuando les conviene, en la literalidad del fallo judicial si ¨¦ste excluye determinados delitos por razones formales: prescripci¨®n, acusaci¨®n mal formulada o inexistencia del tipo penal en el momento en que se abri¨® la causa (aunque esa figura delictiva se creara despu¨¦s), entre otras posibilidades. Pero una sentencia no consta solamente del fallo: tambi¨¦n se leen en su texto los hechos probados. Y en ellos siguen recogi¨¦ndose en este caso el enriquecimiento il¨ªcito de algunos de los procesados, la caja b del partido, los mecanismos de manipulaci¨®n en las contrataciones p¨²blicas y el chute de financiaci¨®n ilegal con el que el PP concurr¨ªa a las elecciones, todo ello bajo la presidencia de Mariano Rajoy al frente de la organizaci¨®n.

El desenlace de un cuento no hace desaparecer su desarrollo, tan cierto como el final y adem¨¢s mucho m¨¢s largo. Se habr¨¢ muerto un socio del Sevilla con un d¨ªa de antig¨¹edad, pero tambi¨¦n un seguidor del Betis de toda la vida.