Casado, ante su semana crucial: qu¨¦ hacer con la moci¨®n de Vox
El l¨ªder del PP consulta a dirigentes y exdirigentes populares cu¨¢l debe de ser el voto de su formaci¨®n, si la abstenci¨®n o el no
¡°En pol¨ªtica, la memoria es fr¨¢gil. Puedes tener dos a?os de aciertos y fastidiarlos con un error o dos a?os de errores y corregirlos con un solo acierto¡±, contesta un exministro del Gobierno de Mariano Rajoy preguntado por qu¨¦ cree que debe hacer el l¨ªder del PP ante la moci¨®n de censura contra Pedro S¨¢nchez presentada por Santiago Abascal. ¡°Pablo Casado tiene la oportunidad de desmarcarse por primera vez y para siempre de Vox¡±, a?ade. Admite, como todos los populares consultados por este diario, que ¡°la jugada¡± del partido ultra ha sido ¡°muy h¨¢bil¡± y su situaci¨®n, ¡°endiablada¡±. ¡°Si no lo gestionan bien, Vox se los come¡±, afirma otro exdirigente.
El dilema sobre qu¨¦ votar el jueves, s¨ª, no o abstenci¨®n, resume los 27 meses al frente del PP de su primer presidente elegido en primarias: recuperar a los votantes que perdi¨® por la derecha o proteger el centro. Atacar o defender. El partido ha descartado el voto a favor ¨Cla moci¨®n no saldr¨ªa adelante tampoco en ese caso¨C, pero est¨¢ dividido entre las otras dos opciones. Todos coinciden, no obstante, en que de esa elecci¨®n depender¨¢ el resto de la legislatura.
A cuatro d¨ªas de la votaci¨®n, Casado guarda el secreto bajo siete llaves. Ha pedido su opini¨®n a muchas personas, seg¨²n confirman varias de ellas. Del PP de antes y del PP de ahora. De la era Rajoy y de la etapa de Aznar. La consulta, por multitudinaria, no fue concluyente. Escuch¨® las tres opciones, incluida, seg¨²n un exdirigente, la de votar a favor - as¨ª lo aconsej¨® un miembro del equipo de Rajoy-, aunque muchos m¨¢s se inclinaron por hacerlo en contra. La decisi¨®n final depende del l¨ªder popular, que se juega seguir si¨¦ndolo tambi¨¦n de la oposici¨®n, y el debate interno es tan intenso que fuentes del partido no descartan que alg¨²n diputado rompa la disciplina de voto. Cayetana ?lvarez de Toledo, portavoz en el Congreso cesada el pasado agosto por ser ¡°una portavoz de s¨ª misma¡±, en palabras de la direcci¨®n, ya ha manifestado que ella ¡°solo¡± ve ¡°razonable¡± la abstenci¨®n. Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar cree, ¡°sin ninguna duda¡±, que hay que "votar que no¡±.
Desde que lleg¨® a la presidencia del PP, Casado ha mantenido con Vox una relaci¨®n de altibajos, con m¨¢s episodios de complicidad que de desacuerdo. ¡°?Para qu¨¦ vamos a andar pis¨¢ndonos la manguera entre nosotros?¡±, dijo, por ejemplo, el 26 de abril de 2019. Era el ¨²ltimo d¨ªa de la campa?a electoral y estaba abriendo la puerta de su Gobierno a ministros de Vox si ganaba. En las filas populares se llevaron las manos a la cabeza: los sondeos ya avanzaban la debacle y su l¨ªder acababa de dar al indeciso ¨Cal que estaba enfadado con ellos pero al que el partido de Abascal le inspiraba algo de miedo¨C un motivo para depositar la papeleta del rival en la urna. Cuatro d¨ªas despu¨¦s de la peor noche electoral en G¨¦nova ¨Cbajaron de 137 a 66 diputados¨C, y tras el clamor de una ejecutiva de m¨¢s de tres horas ¨C"volvamos al centro¡±, exigieron los barones¨C, Casado llam¨® ¡°ultraderecha¡± a Vox en rueda de prensa.
El l¨ªder popular hac¨ªa prop¨®sito de enmienda y rebajaba el tono, pero no por mucho tiempo. La operaci¨®n ¨Cacercamiento a Vox, reprimenda de los barones, giro a la moderaci¨®n y vuelta al discurso duro¨C se repetir¨¢ en los siguientes meses y hasta hoy. Ofrecer¨¢ pactos de Estado al Gobierno, pero abrazar¨¢ el pin parental del partido que sostiene que en las escuelas se ense?a ¡°zoofilia¡±. Dir¨¢ que ¡°no hay un PP duro y uno blando, halcones y palomas¡±, pero en Bruselas votar¨¢n con el grupo ultraconservador ECR (donde se integra Vox) y en contra del PP europeo una resoluci¨®n para exigir vigilar la deriva autoritaria de Orb¨¢n y Kaczynski. Entretanto, dirigentes del ala moderada, como Borja S¨¦mper o Alfonso Alonso, seguir¨¢n el camino de Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa y sus partidarios: abandonar la pol¨ªtica.
¡°El PSOE y Podemos buscaban radicalizar el debate y Casado ha ca¨ªdo en la trampa¡±, afirma un presidente auton¨®mico del PP. Desde la investidura, en todas las sesiones de control en el Congreso, S¨¢nchez pide al l¨ªder popular que no imite al de Vox, lo que en realidad es una forma de se?alar los parecidos razonables entre ambos porque le conviene. Como le conven¨ªa la presencia de ?lvarez de Toledo, cuyas provocadoras declaraciones ¨Cpor ejemplo, llamar ¡°hijo de terrorista¡± a Pablo Iglesias¨C sirvieron en m¨¢s de una ocasi¨®n para desviar la atenci¨®n de asuntos que no interesaban al Gobierno ¨Ccomo los ceses llevados a cabo por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska¨C. Otro dirigente popular apartado lamenta que Casado se haya dejado arrastrar por la agenda de Vox: ¡°Si nosotros sacamos temas como la memoria hist¨®rica, el Rey, el aborto o la inmigraci¨®n¡ Tenemos poco que ganar. Se lo llevan ellos. Tenemos que hablar de econom¨ªa, de nuestra experiencia de gesti¨®n¡±.
Los dirigentes consultados coinciden en que la presencia de Podemos en el Ejecutivo ha contribuido a la sobreactuaci¨®n. ¡°Todo se dramatiza m¨¢s que cuando la oposici¨®n era solo hacia el PSOE¡±, resume uno de ellos. El tono es la gran asignatura pendiente de Casado. Los barones recuerdan que han perdido con la exageraci¨®n o la agresividad del discurso batallas en las que ten¨ªan argumentos s¨®lidos. En la crisis por la reforma del Poder Judicial planteada por el Gobierno, criticada en la Comisi¨®n Europea y en Espa?a por tres de las cuatro asociaciones de jueces, la portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, declar¨® esta semana: ¡°Solo un dictador considera que las ¨²nicas mayor¨ªas viables son las que ¨¦l tiene¡±. Barones del PP alertan del riesgo de contagio de ese tono duro de Madrid en otros territorios y en dirigentes con una imagen de moderaci¨®n, como la propia Gamarra, Ana Pastor o Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida.
Hay unanimidad en el PP en que Casado reaccion¨® muy bien cuando Abascal anunci¨® la moci¨®n el pasado julio. Ni pesta?e¨®. El asunto se resolvi¨® con un tuit del secretario general, Teodoro Garc¨ªa Egea: ¡°No cuenten con nosotros para maniobras de distracci¨®n que refuercen al PSOE¡±. Ahora es m¨¢s dif¨ªcil, toca retratarse, que es lo que buscaba Vox cuando present¨® una iniciativa que nunca tuvo los n¨²meros para triunfar ¨C¡°Los esfuerzos in¨²tiles conducen a la melancol¨ªa¡±, coment¨® el l¨ªder popular citando a Ortega y Gasset¨C. Los partidarios de votar en contra se?alan que la abstenci¨®n puede parecer la opci¨®n f¨¢cil, pero tendr¨ªa efectos catastr¨®ficos para el partido. ¡°Lo que se vota no es echar a S¨¢nchez, sino qu¨¦ candidato le sustituir¨ªa, Abascal. Casado no puede bendecirle, expulsar¨ªa a votantes hist¨®ricos del PP, ser¨ªa suicida¡±, apunta un exministro. ¡°Si hubiese presentado su propia moci¨®n de censura inmediatamente despu¨¦s, habr¨ªa aguantado titulares inc¨®modos dos d¨ªas, pero hoy no estar¨ªamos aqu¨ª. Una vez que no lo hizo, la ¨²nica opci¨®n es subir a la tribuna, explicar que no puede avalar que un programa como el de Vox gobierne Espa?a y decirle a sus votantes que hay que elegir entre el que m¨¢s grita pero nunca va a gobernar, el que consolida, de hecho, al Gobierno de izquierdas, o el que construye una alternativa. Y eso solo puede hacerse desde la moderaci¨®n¡±, a?ade.
A partir de ah¨ª, si Casado juega bien sus cartas, dirigentes del PP creen que deber¨ªa lanzarse a por los antiguos votantes de Ciudadanos. ¡°El futuro pol¨ªtico de este pa¨ªs depender¨¢ de qui¨¦n se los quede: el PSOE o el PP¡±, afirma un exministro. Tambi¨¦n est¨¢ por ver, si el l¨ªder popular opta finalmente por votar en contra de la moci¨®n, c¨®mo se lo tomar¨ªa Vox, que apoya los Gobiernos del PP en Madrid, Murcia y Andaluc¨ªa.
Dos pasajes de El arte de la guerra, de Sun Tzu, encajan como un guante en la encrucijada del PP. El primero: ¡°Si conoces al enemigo y a ti mismo, no debes temer el resultado de 100 batallas. Si te conoces a ti mismo, pero no al enemigo, por cada victoria sufrir¨¢s otra derrota y si no conoces ni a tu enemigo ni a ti mismo, perder¨¢s cada batalla¡±. El PP conoce bien al rival porque se crio en su casa y milit¨® en sus filas, pero intentar imitar a la copia, advierten hace meses los barones, solo contribuye a devaluar el original. El segundo pasaje dice: ¡°Si un enemigo fortalece su ofensiva, debilitar¨¢ su retaguardia; si fortalece su izquierda, debilitar¨¢ su derecha y si env¨ªa refuerzos a todas partes, ser¨¢ d¨¦bil en todas partes¡±. Recuperar al votante del extremo o defender el centro. Ese es el dilema de Casado en una semana decisiva para su futuro.
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