La l¨ªnea dura de Pablo Casado alarma a dirigentes partidarios de distanciarse de Vox
El l¨ªder del PP abraza el coraz¨®n del ideario de la formaci¨®n de extrema derecha: el veto parental contra la "ideolog¨ªa de g¨¦nero"
El PP repite una secuencia que ya ensay¨®, sin ¨¦xito, en abril del a?o pasado, y que provoc¨® una rebeli¨®n interna en el partido tradicionalmente m¨¢s disciplinado.
No figuraba en su programa electoral, pero Pablo Casado ha abrazado una de las esencias del ideario de Vox, lo que el partido de extrema derecha bautiz¨® como ¡°pin parental¡±, y que pretende que los padres puedan eximir a sus hijos de asistir a charlas escolares para prevenir, entre otras cosas, casos de violencia machista ¡ªhay adolescentes con medidas de protecci¨®n¡ª o de acoso escolar. El partido de Santiago Abascal convirti¨® la oposici¨®n a esos talleres en una bandera alegando que en los centros se impart¨ªan clases de ¡°zoofilia¡±. La presidenta madrile?a, Isabel D¨ªaz Ayuso, del PP, critic¨® varias veces la medida, pero la direcci¨®n nacional la defiende ahora con vehemencia. ¡°Saquen sus manos de nuestras familias¡±, dijo Casado tras requerir el Ejecutivo al Gobierno murciano que la retirara. Vox le aplaudi¨® enseguida: ¡°Felicidades sinceras por ponerse del lado correcto¡±, escribi¨® Iv¨¢n Espinosa de los Monteros.
El l¨ªder del PP hizo esas declaraciones cuatro d¨ªas despu¨¦s de reunir a la junta directiva nacional para tratar de tranquilizar a sus barones. Como adelant¨® EL PA?S, algunos dirigentes tem¨ªan, tras escuchar sus duras intervenciones en el debate de investidura, que Casado volviera ¡°a las andadas¡± y se aproximara demasiado a Vox, descuidando el centro. ¡°Volvemos a abril¡±, se?alaba uno de ellos, refiri¨¦ndose a la campa?a electoral en la que el candidato popular endureci¨® su tono para tratar de frenar la fuga de votos al partido de extrema derecha y se estrell¨® en las urnas: de 137 a 66 diputados. El lunes, ante los m¨¢ximos responsables del PP, Casado hizo un discurso conciliador, repiti¨® varias veces las palabras ¡°centro¡± y ¡°moderaci¨®n¡±, se desmarc¨® de Vox ¡ª¡°La pol¨ªtica no consiste en gritar muy fuerte¡±¡ª y prometi¨® una oposici¨®n ¡°sin estridencias¡±. Los barones y dirigentes populares que en los d¨ªas previos confesaban su inquietud por el tono de Casado, aplaudieron la intervenci¨®n del l¨ªder. Ninguno pidi¨® la palabra, como s¨ª ocurri¨® en abril, para expresar sus temores. ¡°Ha sido un discurso para los hu¨¦rfanos del centro¡±, opinaba uno de ellos. El presidente gallego, Alberto N¨²?ez Feij¨®o present¨® al PP como ¡°partido de Estado¡± frente a ¡°los extremismos¡±.
Esa misma tarde, sin embargo, Casado asisti¨® a la mesa redonda La alternativa cultural al Frente Popular, una toma de conciencia junto a Jaime Mayor Oreja, que asegura que el pacto del Gobierno de coalici¨®n es ¡°un proceso como el que pact¨® Zapatero con ETA: paz por poder¡±.
Al d¨ªa siguiente, el portavoz del PP en el Parlamento vasco, Borja S¨¦mper, anunci¨® su retirada: ¡°Lo que estamos haciendo no es pol¨ªtica con may¨²sculas¡±, dijo. Esa misma ma?ana, la fundaci¨®n de Aznar, FAES, advert¨ªa de que los socios de Pedro S¨¢nchez quieren convertir Espa?a en un ¡°Estado fallido¡± ¡ªes como se considera, por ejemplo, a Somalia¡ª y ped¨ªa al PP que no se arredrara: ¡°Debe asumir que toda labor eficaz de oposici¨®n ser¨¢ tachada de crispadora¡±.
El jueves, los eurodiputados del PP espa?ol se desmarcaron del PP europeo para alinearse con los eurodiputados del ultraconservador ECR (donde se integra Vox) y votar en contra de una resoluci¨®n del Parlamento Europeo para vigilar a Polonia y Hungr¨ªa y evitar la deriva autoritaria de Orb¨¢n y Kaczynski.
El viernes, Casado recibi¨® en la sede de la calle de G¨¦nova a Aznar y Rosa D¨ªez y abraz¨® el veto parental. La pol¨¦mica por esa patente de Vox que el PP defiende como propia desvi¨® la atenci¨®n sobre otra tormenta: el nombramiento como fiscal general del Estado de la exministra de Justicia Dolores Delgado. Y ese es precisamente, el mayor temor de algunos dirigentes populares: convertirse en la principal baza del Gobierno. No hay fisuras en el PP sobre el rechazo a los pactos y socios de S¨¢nchez, pero s¨ª en las formas de hacer oposici¨®n y en la relaci¨®n con Abascal. ¡°Si exageramos mucho, potenciamos a Vox y perdemos credibilidad como alternativa¡±, se?ala un dirigente popular. Vox tiene 52 esca?os: 14 menos de los que obtuvo el PP con la estrategia de alinear discursos en abril, y a 37 de distancia de los que logr¨® Casado cuando enmend¨® su estrategia y se desmarc¨® de la extrema derecha en las elecciones de noviembre.
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