S¨¢nchez se resiste a medidas m¨¢s duras pese al avance de la pandemia
El Gobierno conf¨ªa en que los datos mejorar¨¢n y mantiene su rechazo al confinamiento
Acosado por el avance del coronavirus, el Gobierno ha roto casi todas las barreras que se hab¨ªa impuesto. Dijo que no intervendr¨ªa comunidades, y tuvo que hacerlo en Madrid cuando Isabel D¨ªaz Ayuso se resist¨ªa a cerrar la capital en el puente del 12 de octubre. Dijo que no ve¨ªa necesario otro estado de alarma, y acab¨® aprobando uno de seis meses. Dijo que bastaba la legislaci¨®n ordinaria para controlar el virus, pero utiliz¨® el mecanismo constitucional para implantar un toque de queda en todo el pa¨ªs. El Ejecutivo est¨¢ dispuesto a resistir en la ¨²ltima barrera que se ha fijado: no decretar un nuevo confinamiento domiciliario, que no solo terminar¨ªa de hundir la econom¨ªa. Tambi¨¦n tendr¨ªa importantes consecuencias para la propia salud de los ciudadanos, especialmente los m¨¢s mayores, seg¨²n analizan en el Ejecutivo. Fuentes del Gobierno aseguran que no cruzar¨¢ esa l¨ªnea, pese a la gravedad de los datos, porque est¨¢ convencido de que puede controlar la curva con las medidas actuales. Si no lo consigue en esta semana clave y los datos se vuelven a descontrolar, el confinamiento volver¨¢ al primer plano.
El Gobierno se ha movido, sobre todo con Asturias, feudo socialista, para aplacar las voces que ped¨ªan dictar ya otro confinamiento domiciliario. Y ahora conf¨ªa en que los datos de los dos ¨²ltimos d¨ªas, que seg¨²n fuentes gubernamentales indican que se podr¨ªa estabilizar el contagio, rebajar¨¢n la presi¨®n y les permitir¨¢ aguantar en esa decisi¨®n de no endurecer las medidas contra la epidemia.
El presidente Pedro S¨¢nchez y el ministro de Sanidad, Salvador Illa, los dos hombres clave en la conducci¨®n de la crisis, mantienen la opci¨®n de fondo tomada en mayo: dejar en manos de las autonom¨ªas la gesti¨®n de la pandemia ¡ªcon un solo l¨ªmite, el confinamiento domiciliario, que solo el Ejecutivo central podr¨ªa dictar¡ª. En La Moncloa creen que esta estrategia de resistencia est¨¢ dando resultados y que Espa?a, sin decretar esa medida extrema pero s¨ª otras muy duras, como el cierre total de la hosteler¨ªa en varias comunidades, est¨¢ logrando frenar m¨ªnimamente la curva y ya no es el peor pa¨ªs de Europa.
En cualquier caso, todo puede cambiar en horas. Esta semana es decisiva. Las autonom¨ªas recuperan todo el control desde el lunes, cuando termina el estado de alarma y empieza la pr¨®rroga ¡ªpodr¨ªan incluso retirar el toque de queda, algo que ninguna parece dispuesta a hacer¡ª; y desde Sanidad estudiar¨¢n con detalle la evoluci¨®n de la curva. Si se estabiliza o mejora, como creen que suceder¨¢, Illa aguantar¨¢. Si vuelve a empeorar o se descontrola, el confinamiento ser¨¢ inevitable. Pero el c¨¢lculo que se maneja en La Moncloa es que con el endurecimiento de las medidas en varias autonom¨ªas en la ¨²ltima semana ¡ªy alguna m¨¢s que se espera en los pr¨®ximos d¨ªas en las m¨¢s afectadas, como Andaluc¨ªa¡ª no ser¨¢ necesario dar el salto al confinamiento, que ser¨ªa un golpe dur¨ªsimo para todos.
El Gobierno huye hasta tal punto de esa medida que el martes, en el Consejo de Ministros, nadie la plante¨® ni siquiera como hip¨®tesis. Directamente se obvi¨® por completo el asunto a pesar de que el debate estaba instalado entre la clase pol¨ªtica y en los medios.
La semana empez¨® con un incendio m¨¢ximo. Asturias, una comunidad socialista, con un presidente de plena confianza de Pedro S¨¢nchez, Adri¨¢n Barb¨®n, exig¨ªa el confinamiento domiciliario. El Gobierno y el PSOE se movilizaron para apagarlo. Barb¨®n recibi¨® todo tipo de llamadas. La reuni¨®n del martes de los responsables asturianos con Illa fue tensa, pero el resultado fue claro. Barb¨®n acept¨® esperar un tiempo a ver si sus medidas dr¨¢sticas funcionan. El Pa¨ªs Vasco y Castilla y Le¨®n pidieron tambi¨¦n el mi¨¦rcoles contemplar este confinamiento domiciliario, pero lo hicieron de forma suave, seg¨²n varios presentes en el Consejo Interterritorial de Salud. Tanto el Gobierno como varios consejeros consultados coinciden en que los momentos de guerra pol¨ªtica en esa reuni¨®n han pasado. Ahora todos los consejeros est¨¢n en otra l¨ªnea. Asustados y conscientes de la situaci¨®n. Y Madrid, que era la que m¨¢s chocaba con el Gobierno, ha mejorado sus datos y ya no es el gran problema de Espa?a.
Un elemento importante a tener en cuenta con el coronavirus es que desde que se toman medidas hasta que surten efecto pasan muchos d¨ªas. Y la presi¨®n de los datos es enorme. Los que m¨¢s aprietan son los responsables de los hospitales, que hacen proyecciones y ven que sus UCI se pueden bloquear. Illa habla casi a diario con todos los consejeros: les pide resistencia y confianza en sus propias medidas.
En el Gobierno citan el ejemplo de Catalu?a. Hace dos semanas, sus responsables entraron en p¨¢nico. Las cifras sub¨ªan descontroladamente a pesar de que ellos hab¨ªan decidido cerrar los bares, una medida dr¨¢stica. Y empezaron a pedir el confinamiento domiciliario, al menos en fin de semana. Illa les dijo que esperaran un poco a ver el efecto de sus propias decisiones. A finales de semana las cifras catalanas, siendo desastrosas, han mejorado algo. Y ahora el Govern ya no plantea el confinamiento y cree que ha pasado lo peor.
El factor econ¨®mico
El Ejecutivo est¨¢ convencido de que las cifras de muertos ¡ªm¨¢s de 200 diarios en los ¨²ltimos d¨ªas¡ª empezar¨¢n a bajar porque ahora reflejan el drama que se vivi¨® en octubre, cuando todo se descontrol¨® despu¨¦s de un septiembre ya dram¨¢tico. Adem¨¢s, niega la idea de que Espa?a est¨¦ tomando medidas m¨¢s suaves que otros pa¨ªses. El cierre total de bares y cines de Catalu?a, sostienen en La Moncloa, es una decisi¨®n muy dura, no tan lejana del confinamiento en Francia ¡ªque permite salir a trabajar, a la escuela o a hacer deporte¡ª o las limitaciones de Alemania.
En el Gobierno cuesta mucho hablar abiertamente del factor econ¨®mico. Pero es evidente que existe. Espa?a es uno de los pa¨ªses del mundo cuya econom¨ªa ha sufrido m¨¢s. Y de los que peores perspectivas tiene. El margen del Estado para hacer frente a un nuevo confinamiento es m¨¢s estrecho que en otros pa¨ªses. Y sobre todo el de las empresas, en especial el peque?o comercio y la hosteler¨ªa, que supone much¨ªsimo empleo. S¨¢nchez intentar¨¢ mientras pueda frenar esta dur¨ªsima segunda ola sin llegar al cierre total del pasado marzo. Y as¨ª tratar de aguantar la respiraci¨®n hasta la llegada de las primeras vacunas. Pero nadie se atreve a hacer ninguna previsi¨®n a m¨¢s de una semana. El virus ha dado ya demasiados disgustos como para confiarse.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.