El Gobierno presenta un plan de choque para la crisis migratoria en Canarias

El Gobierno anunciar¨¢ este viernes en Las Palmas de Gran Canaria la puesta en marcha de un paquete de ¡°medidas de emergencia¡± ante el importante repunte de llegadas de pateras y cayucos al archipi¨¦lago. La crisis de acogida y recepci¨®n de migrantes que lleva varios meses agrav¨¢ndose en las islas se ha impuesto ahora como una de las prioridades de la agenda del Ejecutivo. En lo que va de a?o, m¨¢s de 15.500 personas han llegado en embarcaciones precarias a Canarias, que se han visto desbordadas ante la falta de espacios adecuados para atender y acoger a los migrantes con las dificultades a?adidas de la pandemia. El muelle de Arguinegu¨ªn, en el sur de Gran Canaria, donde estos d¨ªas han llegado a dormir en el suelo cerca de 2.000 personas, es ya la imagen de la gesti¨®n de esta crisis.

La responsable de presentar el plan ser¨¢ la ministra de Administraci¨®n territorial, la canaria Carolina Darias. Las medidas del Ejecutivo implicar¨¢n sin embargo a un abanico de ministerios con competencias en la materia: Interior, Seguridad Social, Inclusi¨®n y Migraciones, y Exteriores. Tambi¨¦n el Ministerio de Defensa al que se ha recurrido, a pesar de sus resistencias, para que ceda espacios militares en desuso para albergar a los reci¨¦n llegados. El departamento de Margarita Robles ya ha puesto en marcha un despliegue de 23 tiendas de campa?a y alojamientos provisionales en el antiguo polvor¨ªn de Barranco Seco (a ocho kil¨®metros de Las Palmas), donde la Polic¨ªa podr¨¢ custodiar a unos 800 migrantes en las primeras 72 horas desde su llegada, una labor que realiza ahora fundamentalmente en el muelle de Arguinegu¨ªn. El campamento ya est¨¢ casi listo para ser usado.

La Moncloa ha convertido este asunto en una prioridad pol¨ªtica, y estos cinco ministerios han trabajado de manera conjunta m¨¢s intensamente en las ¨²ltimas semanas bajo la coordinaci¨®n de la vicepresidenta primera, Carmen Calvo. Algunas medidas ya han comenzado a ponerse en marcha, como la reanudaci¨®n de las deportaciones, la habilitaci¨®n de espacios militares, un refuerzo diplom¨¢tico en los pa¨ªses de origen y de tr¨¢nsito y un ritmo sostenido (aunque peque?o) de traslados de migrantes a la Pen¨ªnsula.

El repunte de llegadas por la ruta canaria, una v¨ªa que se daba por controlada desde que se super¨® la llamada crisis de los cayucos de 2006, comenz¨® a finales del a?o pasado. Ese a?o no llegaron a superarse las 3.000 entradas, pero junto al control que ya ejerc¨ªan las fuerzas policiales marroqu¨ªes en el norte del pa¨ªs, las autoridades espa?olas daban por descontado que los flujos migratorios se desplazar¨ªan del Mediterr¨¢neo al Atl¨¢ntico. El ritmo de llegadas de este a?o fue la constataci¨®n de lo que ya se hab¨ªa plasmado en algunos informes de inteligencia y la ruta sigui¨® despuntando hasta alcanzar en octubre un r¨¦cord mensual nunca visto: m¨¢s de 5.300 entradas en 31 d¨ªas.

El alto n¨²mero de llegadas, en plena emergencia sanitaria, sobrepas¨® r¨¢pidamente a las autoridades locales y nacionales. Ante el riesgo de contagios y la falta de espacios se descart¨® a finales de mayo el uso de las comisar¨ªas para la identificaci¨®n de los migrantes y en pocos meses se acab¨® normalizando que los migrantes superasen las primeras 72 horas de custodia policial en naves sin duchas o en el propio muelle donde desembarcaban. La d¨¢rsena de Arguinegu¨ªn lleva desde septiembre albergando cientos de personas que pasan all¨ª d¨ªas retenidas y hacinadas hasta que se les encontraba un lugar un donde acogerlos. La red de acogida, por su parte, contaba antes del repunte del a?o pasado con apenas 70 plazas y solo se ha conseguido estirar hasta las cerca de 5.500 camas gracias a la reapertura de hoteles vaciados por la pandemia.

La gesti¨®n de esta crisis ha estado marcada adem¨¢s por las discrepancias entre ministerios. La red de acogida de los migrantes, que depende del ministro de Migraciones Jos¨¦ Luis Escriv¨¢, se sustenta en la rotaci¨®n de sus usuarios, pero en las islas entran much¨ªsimos m¨¢s migrantes de los que salen. Las derivaciones a centros de acogida de la Pen¨ªnsula de los migrantes sin documentaci¨®n dependen de salvoconductos que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se ha resistido a autorizar por considerarlos un aliciente para que m¨¢s migrantes lleguen a las islas. Ante la falta de espacios, Escriv¨¢ acudi¨® a Defensa, poco partidaria de implicarse en la gesti¨®n migratoria, pero que al final ha acabado cediendo cuatro instalaciones en Tenerife, Fuerteventura y Gran Canaria.