Pu?aladas a dos metros, entre Fern¨¢ndez D¨ªaz y su ex ¡®n¨²mero dos¡¯: ¡°Idiota, del todo, no lo soy¡±
EL PA?S reconstruye la tensa conversaci¨®n entre el exministro del Interior y el ex secretario de Estado de Seguridad, mediada por el juez: ¡°Les ruego que mantengan la calma¡±
El escenario, la Audiencia Nacional. Francisco Mart¨ªnez, con traje azul, se sienta a la izquierda del juez Manuel Garc¨ªa-Castell¨®n. Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, de oscuro, a la derecha. ¡°No es una diligencia agradable... La realizo muy pocas veces¡±, les reconoce el magistrado instructor: ¡°Son ustedes dos personas educadas [...] Les ruego que mantengan la calma suficiente¡±. Pero esa petici¨®n aguanta poco. Sentados a menos de dos metros, con las mascarillas puestas (que el antiguo m¨¢ximo responsable de Interior solicit¨® quitarse), el ex secretario de Estado de Seguridad y el exministro solo tardan unos minutos en comenzar a lanzarse reproches y acusaciones por la Operaci¨®n Kitchen, la trama parapolicial de espionaje al extesorero Luis B¨¢rcenas. EL PA?S reconstruye, a trav¨¦s de los detalles ofrecidos por diversas fuentes jur¨ªdicas, la intensa charla.
Aunque tratan de guardar las formas ¡ªMart¨ªnez, de hecho, se dirige constantemente a su interlocutor como ¡°ministro¡±¡ª, los dos no dar¨¢n su brazo a torcer. Fern¨¢ndez D¨ªaz es el primero en tomar la palabra, pero solo para recalcar que ¨¦l ¡°est¨¢ aqu¨ª¡± por culpa de su antiguo subordinado. As¨ª que, ante tal invitaci¨®n a comenzar la pugna, su viejo n¨²mero dos pasa a la ofensiva: ¡°Me ratifico en todo¡±. Cuatro palabras que sirvieron de pr¨®logo para una conversaci¨®n que se prolong¨® durante casi una hora y media. Y que marc¨® picos de enorme tensi¨®n. ¡°Idiota, del todo, no lo soy¡±, le llega a espetar el exministro. ¡°Estoy seguro de que no¡±, responde r¨¢pidamente ir¨®nico el ex secretario de Estado.
El ch¨®fer. El juez se encarg¨® de dirigir la conversaci¨®n y centrar los temas sobre los que ambos deb¨ªan hablar. El primero fue la llamada que, seg¨²n Mart¨ªnez, le hizo Fern¨¢ndez D¨ªaz para hablarle por primera vez de que se hab¨ªa captado a un confidente en el entorno de Luis B¨¢rcenas ¡ªSergio R¨ªos, su ch¨®fer¡ª. Era 2013 y acaba de ponerse en marcha el dispositivo de seguimiento al extesorero sin control judicial.
¡ªSi B¨¢rcenas ten¨ªa un ch¨®fer o lo ten¨ªa su se?ora, que a ti, en t¨¦rminos personales no te preocupaba, pues seguro que tambi¨¦n... Pero alguien te dio esa informaci¨®n y t¨² quer¨ªas comprobar si era verdad o no. Porque, si no, ?de qu¨¦ me invento yo esto? ?A santo de qu¨¦?¡ª le reprocha el ex secretario de Estado al exministro, que niega que ese charla telef¨®nica se produjese.
¡ªEsa es la pregunta que me hago yo. Esa es la pregunta que me hago yo¡ª repite enfadado Fern¨¢ndez D¨ªaz¡ª ?A m¨ª qui¨¦n me iba a hablar del ch¨®fer de B¨¢rcenas?
¡ªUn periodista...
¡ªNo especules.
¡°A m¨ª me ped¨ªas informaci¨®n de absolutamente todo. Y estoy honrado de que fuese as¨ª, a pesar de este desagradable desenlace. Pero a m¨ª me preguntaste eso, como tant¨ªsimas otras cosas: 'Ent¨¦rate si eso es verdad¡±, record¨® este viernes Mart¨ªnez, que subraya al juez que esa llamada telef¨®nica se produjo: ¡°Puedo entender que se haya olvidado. Pero a m¨ª me llama para pedirme una informaci¨®n de un informador del que yo no sab¨ªa nada¡±.
¡ªYo me ratifico en lo que he dicho¡ª acaba Fern¨¢ndez D¨ªaz.
Los SMS. Tras unos 20 minutos, el magistrado Garc¨ªa-Castell¨®n introduce un segundo tema: los SMS que el ex n¨²mero dos de Interior guardaba en su m¨®vil y que, seg¨²n ¨¦l, le envi¨® Fern¨¢ndez D¨ªaz. Unos mensajes telef¨®nicos a los que los investigadores otorgan veracidad, que demostrar¨ªan que el exministro estaba al tanto de Kitchen ¡ªaunque no le llaman con ese nombre, que le pondr¨ªa despu¨¦s el comisario Jos¨¦ Manuel Villarejo, tambi¨¦n imputado¡ª y que Mart¨ªnez registr¨® ante notario.
¡ªYo los protocolizo [ante el notario] porque me siento absolutamente abandonado por alguien al que ten¨ªa la mayor de las estimas y el mayor de los agradecimientos¡ª le reprocha Mart¨ªnez en un momento, antes de recordar a su exjefe una entrevista que dio al diario digital Vozp¨®puli, donde aseguraba que no sab¨ªa nada del tema y donde atribu¨ªa, adem¨¢s, al secretario de Estado la responsabilidad del uso de los fondos reservados, de donde se sac¨® dinero para esta operaci¨®n irregular, como ya considera acreditado el juez.
¡ªEso lo hablaremos despu¨¦s, si no te importa... ¡ªle contesta Fern¨¢ndez D¨ªaz.
La tensi¨®n sube en ese momento y el juez interviene para mediar. Garc¨ªa-Castell¨®n admite que este tipo de careos se realizan muy poco ¡°porque alteran mucho a las personas¡±. ¡°Le pido, por favor, que est¨¦ lo m¨¢s tranquilo que pueda¡±, le ruega el magistrado al exministro: ¡°Si quieren que haga una paradita, hago una paradita [...] Si quiere salir y beber agua...¡±, a?ade el instructor. A lo que Fern¨¢ndez-D¨ªaz contesta: ¡°Estoy, efectivamente, afectado¡±.
Mart¨ªnez no desiste y vuelve a insistir en por qu¨¦ llev¨® al notario los mensajes:
¡ªYo lo ¨²nico que [hice] fue informarme sobre algo que t¨² me hab¨ªas pedido. Claro que me duele. Claro que me siento abandonado, me siento tirado y, adem¨¢s, furioso. [...] Que la nueva directiva del PP empezase a filtrar que nosotros no ¨ªbamos a ir en las listas¡ tambi¨¦n me duele. Pero lo tuyo me duele especialmente.
¡°Yo hago el acta, exclusivamente, con la finalidad de protegerme. No de incriminarte. Si hubiera querido incriminarte me habr¨ªa ido a hablar a la prensa¡±, prosigue el antiguo subordinado a su jefe, que asegura que esos SMS est¨¢n ¡°manipulados¡±.
¡ªMinistro, creo que te costar¨¢ pensar que he pasado de ser secretario de Estado, diputado, letrado de las Cortes... a ser falsificador, a hacker [...] Yo no manipulo mensajes dentro mi tel¨¦fono porque no sabr¨ªa c¨®mo hacerlo. Yo soy usuario de apagar y encender.
¡ªSi yo tengo que comunicarte un asunto muy importante, cojo el tel¨¦fono y te llamo ¡®Oye, Paco, este asunto es muy importante...¡¯. Lo que yo no hago es enviar dos horas despu¨¦s un mensaje de esa importancia¡ª responde Fern¨¢ndez D¨ªaz, que tilda de ¡°surrealista¡± que ¨¦l enviase esos SMS.
¡°Cada uno es como es y yo no escribo con ¡®k¡¯. A lo mejor mis hijos s¨ª, pero yo no¡±, ahonda el exministro, que se refiere en concreto al contenido de uno de los supuestos mensajes que le atribuyen: ¡°Si hay que pedir... Que yo no pido nada, pero si hubiera que pedir una testifical... A ver si al presidente del Gobierno, la vicepresidenta, o el general [F¨¦lix] Sanz Rold¨¢n, [exjefe del CNI], yo los ped¨ª alg¨²n contacto cecilio¡± ¡ªt¨¦rmino con el que se refieren en el mundo policial a los agentes del Servicio de Inteligencia¡ª. Fern¨¢ndez, adem¨¢s, saca entonces un nuevo informe que su defensa ha aportado a la causa para intentar demostrar que los mensajes han sido adulterados. ¡°Yo tengo un dictamen pericial que dice que han sido manipulados¡±.
¡ª?Ah!, ?s¨ª? ?Que se ha hecho [el informe pericial] sin mi tel¨¦fono!¡ª carga Mart¨ªnez.
¡ªYo digo lo que digo, que acredita que esto est¨¢ manipulado.
Pese a ello, el exsecretario de Estado no se achanta. Niega manipular los mensajes y reitera que hizo el acta notarial cuando est¨¢ ¡°viendo en la prensa¡± que le acusan de unas cosas ¡°absolutamente alucinantes e inveros¨ªmiles¡±.
¡ªMinistro, ?que no tengo ni idea de c¨®mo falsificar mensajes!
¡ªPerd¨®n, lo dice el perito. No es palabra de Dios, pero en fin...
El ex n¨²mero dos se pasa entonces a la iron¨ªa. ¡°[Entonces], cuando todav¨ªa no estoy investigado, falsifico, no s¨¦ muy bien con qu¨¦ habilidad, unos mensajes que introduzco en un tel¨¦fono y me voy, no a un notario, sino a dos. Y, adem¨¢s, lo hago con unos mensajes que es que hay que explicarlos... Porque si me hubiese dado a m¨ª por hacer una falsificaci¨®n para incriminar al ministro, pues los habr¨ªa hecho con otro contenido. Habr¨ªa [puesto]: ¡®Paco, ya he concluido la operaci¨®n Kitchen¡¯. No s¨¦, alguna expresi¨®n de ese calibre¡±.
La ¡®K¡¯. Ambos hablan entonces de las palabras escritas con ¡®k¡¯ en los mensajes.
¡ªT¨² sabes que escribes los mensajes con emoticonos, con palabras en ingl¨¦s¡ Eres en ese sentido, si me permites la expresi¨®n, moderno. Y, simplemente, para demostr¨¢rselo, ens¨¦?ale a su se?or¨ªa qu¨¦ contactos tienes en la ¡®K¡¯ de tu tel¨¦fono. A ver si en la ¡®K¡¯ de tu tel¨¦fono no est¨¢ Ka?izares, por ejemplo¡ Conozco muy bien c¨®mo escribes, que he estado cinco a?os pegado a ti¡
¡ªPor favor, puedo hablar yo ahora¡
¡ªEns¨¦?aselo al juez.
¡ªTengo por norma que con las personas que tengo una especial vinculaci¨®n y, por tanto, uso con frecuencia¡ si comienzan por la misma letra, como es el caso, pues empieza por Ca, a uno pongo CA y otro KA.
¡ªVaya, ahora si est¨¢ la ¡®K¡¯¡ Como Casals, como Ca?izares¡ Si es que te conozco muy bien.
El PP. Mart¨ªnez tambi¨¦n se queja de que el ministro dijese en una entrevista que nunca habl¨® con Villarejo. ¡°Ah, no, claro porque me mandaste a m¨ª¡±, le recrimina.
¡ªT¨² te sientes abandonado por m¨ª¡ª plantea Fern¨¢ndez D¨ªaz.
¡ªAbsolutamente.
¡ª?Y qu¨¦ es lo que yo pod¨ªa hacer por ti? Porque estamos hablando de julio de 2019¡ Yo hab¨ªa sido nombrado secretario de Justicia e Interior del PP y dej¨¦ de serlo precisamente por esto. Porque te voy a decir una cosa, y te la digo mir¨¢ndote a los ojos, si hubiera podido hacer algo por ti, lo hubiera hecho. No ten¨ªa ning¨²n motivo para desearte ning¨²n mal, lo contrario. [...] ?Me quieres decir, Paco, de qu¨¦ te ten¨ªa que proteger y c¨®mo?
¡ªPara empezar, no declarando cosas que me perjudicaban.
Las descalificaciones. El exministro le llega tambi¨¦n a reprochar a su antiguo subordinado que, en conversaciones con terceras personas tras estallar el caso, lo calificara de ¡°idiota integral, miserable y bobo¡±.
¡ªLos ep¨ªtetos que desde 2017 me diriges¡ ¡ªle critica Fern¨¢ndez D¨ªaz¡ª Me llamaste idiota integral por decir que yo no gestionaba los fondos reservados, me has llamado cabr¨®n, me has llamado hijo de puta, me has llamado miserable, junto a Mariano Rajoy y Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, me has llamado bobo¡ [...] Por tanto, no hab¨ªa mucho afecto de ti hacia m¨ª.
¡ªYo me arrepiento de haber dicho esas cosas en la parte que tiene de falta de respeto ¡ªlamenta el ex secretario de Estado de Seguridad entonces.
¡ªEstamos en este careo por ti. Porque t¨² has hecho estas actas [ante el notario]¡ Estamos ante un juez y unos fiscales como investigados ¡ªprosigue el exministro¡ª Hubiera sido m¨¢s f¨¢cil que me hubiera citado como testigo tu defensa y yo hubiera venido aqu¨ª a decir la verdad.
¡ª?Pero si dices que no sabes nada! ?Dila!
¡ªNo s¨¦ nada de la Operaci¨®n Kitchen.
¡ªPero qu¨¦ testimonio vas a dar.
Otro de los asuntos espinosos de la trama pasa por los fondos reservados, usados para costear la operaci¨®n. Utilizados, por ejemplo, para pagar al ch¨®fer de B¨¢rcenas. ¡°Evidentemente, t¨² ten¨ªas una informaci¨®n muy general [de ellos], la misma que yo¡±, se escuda Mart¨ªnez, que vuelve a criticar a su exjefe por dejarle solo en esta causa: ¡°Me llamabas los viernes, los s¨¢bados, los domingos... Por la ma?ana, por la tarde, por la noche¡ Y me parece normal. A veces un poco insistente, t¨² tambi¨¦n lo reconoc¨ªas, pero me parece normal. Es absolutamente falso y de una gran hipocres¨ªa venir aqu¨ª a decir m¨¢s o menos...¡±.
¡ªNo me a?adas calificativos a los que ya me has hecho ¡ªle frena entonces Fern¨¢ndez D¨ªaz.
¡ªLos que te he hecho est¨¢n todos retirados¡ Esa idea de yo, poco m¨¢s o menos, que ten¨ªamos una relaci¨®n muy espor¨¢dica... Es que¡
¡ªYo no he dicho eso.
¡ªPuede venir cualquiera a decir que t¨² me llamabas. Daba igual qu¨¦ hora fuese... Que fuese s¨¢bado, que fuese domingo¡ Yo he dejado de hacer todo. Me he vuelto de vacaciones porque hab¨ªa un asunto¡ Igual que t¨², pero yo era la persona a la que t¨² llamabas¡ Yo era tu mano derecha, tu persona de confianza y a mucha honra.
¡ªD¨¦jame a m¨ª decir qui¨¦n era mi mano derecha ¡ªha apostillado entonces el exministro, pronunciando as¨ª la ¨²ltima frase que se cruzaron en el careo.
M¨¢s tarde, al t¨¦rmino del intenso choque, ambos se quedaron en una sala de la Audiencia Nacional junto a sus abogados. Separados. Aunque, seg¨²n detallan varias fuentes jur¨ªdicas, en un momento determinado se fueron aparte y mantuvieron una peque?a conversaci¨®n. Era el ep¨ªlogo.
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