La coalici¨®n choca por la enmienda contra los desahucios, pero el Gobierno busca una soluci¨®n intermedia
Echenique se la envi¨® a Lastra. La portavoz rechaz¨® sumarse tras consultar con Hacienda. Podemos sigui¨® adelante. Los socialistas acusan a sus socios de deslealtad.
El recorrido de la enmienda anti desahucios que ha desatado una nueva tormenta en la coalici¨®n PSOE-Unidas Podemos muestra lo dif¨ªcil que es poner de acuerdo a dos partidos muy diferentes, pero a la vez condenados a entenderse. Despu¨¦s de varias gestiones al m¨¢ximo nivel, el PSOE rechaz¨® sumarse. Ambos hab¨ªan acordado no presentar enmiendas no pactadas. UP decidi¨® seguir adelante igual, algo que los socialistas consideran una deslealtad. El malestar es fuerte, aunque se buscar¨¢ un acuerdo.
La tensi¨®n ha crecido poco a poco dentro de la coalici¨®n en los ¨²ltimos d¨ªas, aunque ninguno de los dirigentes consultados de los dos sectores ve posible un escenario de ruptura. Y menos, ahora que est¨¢ a punto de consolidarse la legislatura con la aprobaci¨®n de los Presupuestos. El viernes pasado, un d¨ªa despu¨¦s de la tensi¨®n interna que hab¨ªa generado en el PSOE el movimiento de Arnaldo Otegi, l¨ªder de EH-Bildu, y del propio Pablo Iglesias, para convertir a este grupo en un referente de la mayor¨ªa, el vicepresidente segundo habl¨® con el presidente, Pedro S¨¢nchez, y le traslad¨® su inquietud por los desahucios, que en algunos casos siguen adelante pese a la crisis del coronavirus y la prohibici¨®n parcial que se estableci¨® en marzo y se ha prorrogado hasta el 31 de enero.
La cita fue bien. Ni siquiera hubo tensi¨®n por el asunto de Bildu, que luego defendieron portavoces destacados del PSOE como Jos¨¦ Luis ?balos y Adriana Lastra durante el fin de semana. Nada hac¨ªa presagiar en ese momento una tormenta. S¨¢nchez e Iglesias acordaron que este asunto de lo desahucios se tratar¨ªa entre los equipos de la vicepresidencia segunda y del ministerio de Transportes y Vivienda, en manos de Jos¨¦ Luis ?balos.
Todo parec¨ªa tranquilo dentro de las discrepancias de fondo que hay en asuntos de vivienda entre ambos grupos. Algunos de los dirigentes clave de Unidas Podemos ¡ªAda Colau, Irene Montero, Rafael Mayoral¡ª vienen de la Plataforma Afectados por la Hipoteca (PAH), un germen del 15-M, y tienen visiones antag¨®nicas a las de Nadia Calvi?o, la vicepresidenta econ¨®mica. De hecho, Unidas Podemos ya presion¨® antes de cerrar los Presupuestos para lograr garant¨ªas de que habr¨¢ una normativa de control de alquileres en la ley de la vivienda que ya est¨¢ trabajando el Gobierno. El grupo de Iglesias cree que los socialistas son demasiado timoratos. Desde el PSOE creen que Unidas Podemos tiene posiciones maximalistas en este asunto y hay que compaginar la protecci¨®n a los ciudadanos m¨¢s d¨¦biles v¨ªctimas de los desahucios con la seguridad jur¨ªdica. As¨ª lo ha explicado el propio ?balos, que en todo caso se ofrece a mejorar la regulaci¨®n contra los desahucios.
Todo iba bien hasta el lunes por la noche. ERC promov¨ªa una enmienda para prohibir los desahucios hasta 2022, y llam¨® a Unidas Podemos y a Bildu para que se sumaran. En plena precampa?a en Catalu?a, los comunes de Colau no pod¨ªan quedarse fuera de una iniciativa as¨ª. El martes se cerraba el plazo para presentar las enmiendas, as¨ª que a ¨²ltima hora de la noche del lunes, Pablo Echenique, portavoz parlamentario de Unidas Podemos, envi¨® a Adriana Lastra el texto, le dijo que ten¨ªan previsto presentarla con ERC y Bildu y le pidi¨® que sumara la firma del PSOE.
Lastra consult¨® r¨¢pidamente con Mar¨ªa Jes¨²s Montero, ministra de Hacienda, que rechaz¨® de plano que el PSOE pudiera sumarse a la iniciativa. Es un asunto que ya se hab¨ªa discutido en la negociaci¨®n de los Presupuestos entre Montero y Nacho ?lvarez, el hombre clave de Unidas Podemos en asuntos econ¨®micos. En la ma?ana del martes, Lastra le dijo a Echenique que no se sumar¨ªan a la enmienda porque no les parec¨ªa adecuada.
La presencia de Bildu complicaba a¨²n m¨¢s las cosas, despu¨¦s de la tensi¨®n interna del PSOE de los ¨²ltimos d¨ªas, pero lo m¨¢s relevante, seg¨²n los socialistas, era el contenido. Para los socialistas era un asunto ya cerrado entre Montero y ?lvarez. A partir de ah¨ª difieren las versiones. En el PSOE creyeron que Unidas Podemos finalmente no sumar¨ªa su firma a la enmienda de ERC. Los dos partidos tienen un pacto mediante el cual no se deb¨ªan registrar enmiendas que no est¨¦n pactadas entre ambos y sean conjuntas. Pero hay excepciones, seg¨²n Podemos. Los socialistas han presentado varias con el PRC, que no quer¨ªa firmar con Unidas Podemos.
Echenique, sin embargo, entendi¨® de esa conversaci¨®n que el PSOE no se sumar¨ªa, pero tampoco supondr¨ªa un problema importante. A¨²n as¨ª, es la ¨²nica enmienda que Unidas Podemos presenta sin los socialistas. Echenique sigui¨® adelante y fue Jaume Asens, la cara visible de los comunes en el Congreso, quien present¨® la enmienda con ERC y Bildu.
Esa imagen fue la que termin¨® de indignar al PSOE, que ahora habla de ¡°deslealtad¡±. Varios miembros socialistas del Gobierno consultados est¨¢n molestos aunque creen que Unidas Podemos lo hace porque necesita visibilidad y mostrar diferencias con el PSOE para evitar que el socio grande devore al socio peque?o, como suele suceder en las coaliciones. En el Gobierno tambi¨¦n hay malestar porque casi todos se enteraron por la prensa de esta iniciativa, a pesar de ese contacto entre Lastra y Montero.
La tensi¨®n es importante, pero ahora hay varias personas trabajando para reconducirla. Habr¨¢ una negociaci¨®n alrededor de la enmienda, y sobre todo para mejorar la regulaci¨®n y la moratoria de los desahucios. Los socialistas est¨¢n molestos porque creen que Unidas Podemos hace que ellos queden como insensibles frente a los desahucios. La sensaci¨®n de deslealtad en algunos miembros del PSOE no se va a disipar f¨¢cilmente, pero la necesidad de encontrar un punto de encuentro forzar¨¢ con toda probabilidad un acuerdo. Los equipos de Iglesias y ?balos trabajar¨¢n en estas semanas para cerrar un reajuste. Ahora empezar¨¢ la negociaci¨®n para coser el roto. La coalici¨®n, que est¨¢ a punto de consolidar su estabilidad para varios a?os con los Presupuestos, cruje cada vez que hay un tema sensible encima de la mesa. Pero sus cimientos de momento parecen el¨¢sticos frente a los terremotos.
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